HEREDEROS FAMILIA ROQUÉ GÜMES´
El Perú, junto a México, posee uno de
los patrimonios heráldicos indígenas más ricos de todo el continente americano,
sin embargo muchos de estos ejemplares no son de procedencia licita, sino que
son falsificaciones realizadas en los siglos XVI, XVII y XVIII.
¿Qué es un blasón nobiliario?
Los blasones fueron en el periodo
virreinal uno de los principales símbolos de poder, una clara señal de la
pertenecía del poseedor a un estatus socio-económico alto. Y eran importantes
porque podían ser entendidos por cualquier persona, ya sea letrada o iletrada,
sea indio, negro, mestizo o español, como un símbolo de poder, y por aquel
motivo solían ser colocados y grabados en lugares bien visibles, como los
dinteles de las puertas, lapidas, adornos, sellos y hasta se bordaban en la
ropa.
¿Por qué se otorgaban?
La concesión de un blasón nobiliario
era un atributo exclusivo de un soberano. Se otorgaba por:
1.- Algún servicio meritorio en favor
de la Corona.
2.- Reconocimiento a un súbdito por
haberse desempeñado extraordinariamente en algún ámbito favorable al reino.
3.- Reconocimiento al linaje señorial
(descendiente de señores, reyes o emperadores) de un vasallo o súbdito que sea
afín a la Corona.
¿Hubo falsificaciones en el Perú?
En el Perú del siglo XVI se registra
un aproximado de 15 blasones nobiliarios otorgados a indígenas, siendo la
mayoría otorgados como “reconocimiento al linaje señorial”.
Sin embargo para el siglo XVIII el
número de blasones llegaba a un aproximado de 300-400, siendo la gran mayoría
de ellos de origen ilícito, es decir que eran falsificaciones o copias
modificadas elaboradas en el Cuzco y Lima por pedido de ciertos personajes que
deseaban ascender socialmente.
“las armas expresaban una condición nobiliaria
inequívoca. De muchas maneras, tal ambición probaba que el escudo era
demasiado, porque existía la necesidad social de poseerlo. Reportaba una
utilidad para el poseedor. Elevaba su estatus dentro de la sociedad”.
(Jaramillo, 2021).
“las falsificaciones testimonian el
aprecio por los escudos, tras los cuales subyacía fervientemente la pretensión
de simular nobleza. También se ha concluido como la reelaboración de reales
cedulas, transmisiones orales y documentos pictográficos, se realizó con el propósito
de engrandecer una figura […] al que se le hacía poseedor de un gran imperio
que seguramente nunca tuvo. El objetivo debió ser la obtención de ciertas
prerrogativas reales”. (Jaramillo, 2021).
Referencias:
.- Perú indígena y virreinal, López
Guzmán (2004).
.- Nobleza Precolombina, Jaramillo
(2021).
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