“Señores:
Hubo una época, época gloriosa en la historia de este continente, en que todos los americanos éramos compatriotas, unidos por el doble vínculo de nuestro común infortunio y nuestros comunes esfuerzos por la independencia. A esa época pertenece el varón ilustre, el capitán general de los ejércitos de Chile a cuya memoria Chile agradecido levanta hoy este monumento.
No es al hombre nacido aquí o allí a quien Chile consagra esta estatua. Es al americano ilustre, al guerrero, al caudillo de las huestes de la libertad e independencia americana, al general americano don José de San Martín.
No me toca a mí, señores, recorrer la carrera de gloria que dejó trazada con su genio y con su espada este americano eminente.
Lo único que me permitiré recordar es la alta e inconmovible fe, el elevado sentimiento a sus esfuerzos; cómo alentado por esa fe, iluminado por ese pensamiento, con pequeños medios se allanaban los montes, se vencían las distancias, se arrollaban las resistencias, se franqueaban los mares, y la América del Sur, representada y guiada por este hombre, alcanzaba la victoria.
¡Gloria a la América! ¡Gloria al general San Martín!
Mi deseo, señores, mi íntimo deseo de viejo soldado, es que la América, fiel a estas tradiciones de paz y amistad recíproca, viva siempre un día por su común pensamiento y un común destino: Su común independencia, su perfecta autonomía, sus instituciones democráticas, y que estos sentimientos hallen al fin, al pie de esta estatua, una fuerza que en la hora del peligro temple y entone al débil, dé perseverancia al fuerte e inspire confianza a todos, de tal modo que en tanto que duren esas montañas que nos rodean, Chile sea no sólo el pueblo que levante estatuas a sus buenos servidores, sino el asilo de todos los hombres libres y el sepulcro de todas las tiranías.
¡General San Martín! ¡Al pie del alto puesto que por vuestras virtudes cívicas y militares la opinión pública os señala, un oficial de vuestro ejército os saluda, grande y libertador de dos repúblicas!”
Santiago de Chile, domingo 5 de abril de 1863 (en el 45º aniversario de la batalla de Maipú).
Reproducido al día siguiente en “El Ferrocarril” de Santiago.
DR D CARLOS GUSTAVO LAVADO ROQUÉ LASCANO
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