viernes, 1 de mayo de 2020

ASOCIACIÓN DESCENDIENTES DE GUERREROS Y PRÓCERES DE LA INDEPENDENCIA ARGENTINA Y SUDAMERICANA.Carta del General Manuel Belgrano al General Martín Miguel de Güemes.


MIEMBRO DE LA ASOCIACIÓN DESCENDIENTES DE GUERREROS Y 
PRÓCERES DE LA INDEPENDENCIA ARGENTINA Y SUDAMERICANA

Don Carlos Gustavo Lavado Roqué Lascano Ph.D. Academico ideólogo del Instituto Güemesiano Asociación Civil, Lazos familiares con el General Don "Martín Miguel de Güemes" númen tutelar de la Gendarmería Nacional Argentina desde su creación. i. ISAAC3 ROQUÉ GÜEMES, b. 1846, Córdoba, Córdoba, Argentina; d. 29 de marzo 1920, Córdoba, Córdoba, Argentina. 10. ii. ENRIQUETA ROQUÉ GÜEMES, b. 1847, Córdoba, Córdoba, Argentina. iii. CONSTANCIA ROQUÉ GÜEMES, b. 10 1849, Córdoba, Córdoba, Argentina; m. PABLO C BELISLE, 09 Jun 1892, Córdoba, Córdoba, Argentina; Matrimonio: Nuestra Señora del Pilar



Desde Tucumán, el 23 de octubre de 1816, Manuel Belgrano decía a Martín Güemes:

“Compañero y amigo querido: hasta anoche no ha llegado Iriarte, me dice que en consecuencia del mal estado de las postas, es un infierno ese mal estado, no hay una cosa que no esté en él. ¿Querrá usted creer que apenas ayer hubiese sólo cien mulas reunidas? En balde me canso; todo marcha con pies de plomo; de nada valen mis apuros y quemazones continuas de sangre. No tenga Ud. cuidado por el teniente Molina: no correrá sangre; pero lo pondré en buen camino, y sujetaré para que sea útil; conozco a su madre y a él lo he distinguido siempre; no sé cómo se ha trastornado, y ha dado mérito a sus padecimientos.


Ha llegado el Intendente del Ejército don Juan de Bernabé y Madero, y me dice que lo de Córdoba iba tomando mejor semblante, con sólo haber mandado fusilar Funes a un tal López, asistente que fue de Michelena, autor de un millón de desastres, europeo español malvado que se nos había entrado con agachadas y se hallaba de capitán en aquella guarnición. Mucho celebraré que aquello se tranquilice, porque me distrae mucho de la primera atención y retardará nuestros recursos.


San Martín me escribe, también con necesidades; pero ya se halla en campo de instrucción con el ejército que manda y disponiéndose para la grande y necesaria empresa. No me parece que bajarán de cuatro mil quinientos con los que pase los Andes, mientras yo ni subo, ni bajo, ni me estoy quedo. Siempre me tocan apuros mi amigo y no sé cómo vencer los presentes. Estoy decidido por la guerra de montaña y contento con los movimientos que Ud. va a empezar en esa línea; por los flancos del enemigo en el Interior también se ha de ejecutar con más viveza que hasta aquí. Trabajo para una expedición por el Despoblado que cause respeto y hostilice a esos indignos sanguinarios de todos modos.


¿Y qué ha hecho Ud. con el teniente coronel cura Cerda, Serafín Director y Comandante de los Angélicos? ¿No es cierto que los enemigos a los eclesiásticos que siguen la causa nuestra los hacen volar al Cielo? ¿Y por qué nosotros no hemos de entrar en la recíproca? A ese cura ya le perdoné la vida otra vez y vea Ud. cómo ha correspondido. Saldremos muy mal de la lucha, teniendo tanta desventaja.


En fin, mi amigo, siga Ud. en buena salud; ánimo y confianza en Dios y nuestra Generala, y adelante por medio de cuantos obstáculos se presenten que con la constancia todo se vence.


Siempre de Ud. fiel amigo y compañero. Manuel Belgrano”.

En el texto del documento se aprecia cómo Belgrano y Güemes actuaban en comunión de ideales, compartiendo penurias, escasez de recursos y anhelos. También se aprecia el trato respetuoso que se prodigaban. Respecto a la frase “… ¿No es cierto que los enemigos a los eclesiásticos que siguen la causa nuestra los hacen volar al Cielo? ¿Y por qué nosotros no hemos de entrar en la recíproca?” José Luis Picciuolo, en Asistencia espiritual en las Fuerzas Armadas, expresa que una de las figuras más relevantes del campo realista, el general Manuel José de Goyeneche, difundió entre sus tropas que los que muriesen combatiendo serían elevados a la categoría de mártires de la Iglesia, volando de inmediato al cielo a recibir el premio eterno



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