viernes, 31 de octubre de 2014

¿Tiene Washington realmente una verdadera estrategia global para el Oriente Medio?¿Qué hará EE.UU. con Teheran y sus milicias chiitas una vez que logre destruir al ISIS?.



Orden de los caballeros de 
su santidad el papa 
"san ignacio de loyola" 

política internacional

El Diario Exterior. Madrid, España. Fundación Iberoamerica Europa. Centro de Investigación, Promoción y Cooperación Internacional (CIPIE)


Si Washington cree realmente que el presidente Bashar Al-Assad tiene un rol que desempeñar en el futuro de Siria, entonces debería decirnos ¿qué medidas prácticas piensa adoptar para neutralizar las milicias sectarias alawitas de Assad y sus aliados chiitas libaneses de Hezbollah una vez que los territorios sirios sean liberados del ISIS? Hasta el momento, nadie se ha pronunciado al respecto desde la administración Obama.


Otra pregunta que se impone a la luz de la dudosa manipulación norteamericana del escenario iraquí-sirio es: ¿tiene Washington realmente una verdadera estrategia global para el Oriente Medio? “Me estoy refiriendo a una estrategia seria y responsable que vincule su política regional con las siempre cambiantes realidades políticas y militares sobre el terreno”. Hasta el momento, el presidente Obama no ha aclarado su postura sobre Hezbollah -y las acciones del grupo- que ha impedido la elección de un nuevo presidente libanés hasta que pueda instalar un candidato títere que obedezca a sus dictados.


Tampoco hemos oído ningún comentario sobre la estrategia chiita para tomar el control de Yemen, un país en absoluta fragmentación. Por último, pero no menos importante, no hay ninguna indicación clara sobre dónde se encuentra posicionado EE.UU. en dirección al avance regional iraní y las recientes declaraciones de funcionarios de Teherán indicando estar en control de cuatro capitales regionales: Bagdad, Damasco, Beirut y Saná.


Lo que estamos presenciando es realmente extraño. ISIS ha ocupado la ciudad siria de Raqqa desde hace más de un año, en junio pasado invadió Mosul, la ciudad más grande del norte de Irak. Esto ocurrió en un contexto en cual los terroristas tomaron prácticamente la totalidad del Este de Siria y el Oeste de Irak. Sin embargo, Obama no pareció alarmarse hasta que el ISIS comenzó a transmitir imágenes de brutales ejecuciones y decapitaciones de ciudadanos estadounidenses y británicos, y más tarde, del terror que desato sobre la población kurda en la frontera con Turquía, en la ciudad siria deAin Al-Arab (más conocida en Occidente como Kobane)


No resultó extraño que tanto el ejército como la policía iraquí (de construcción estadounidense) se derrumbaran cuando ISIS invadióMosul y Anbar, que aun están bajo el control de los terroristas. De hecho, la farsa de la gestión del primer ministro Maliki no terminó hasta que Washington se dio cuenta que él se estaba convirtiendo en una amenaza, incluso para la estrategia que estaba -torpemente-sirviendo, por lo que Maliki tuvo que irse con el fin de asegurar su propia supervivencia.


Lo que ahora está ocurriendo en Irak y Siria representa los intentos de salvar una situación generada exclusivamente por el presidente Obama con su decisión de retirada de las tropas estadounidenses del Irak. Sin embargo, la ambigüedad de la posición estadounidense no se detiene aquí, por lo que echemos un vistazo a la situación actual enLíbano y Yemen.


¿Qué quiere el gobierno de Obama para estos dos países y, posteriormente, para la región en su conjunto, dada su preocupación por el avance de Teherán? ¿Por qué ve el terrorismo y el extremismo como exclusivo de una sola secta dentro de la confesión islámica y suelta la mano a los viejos socios estadounidenses en el Oriente Medio a favor del régimen iraní y sus bandas armadas?


Es cierto que Al-Qaeda fue el responsable de llevar a cabo el 09-11, de allí que la indignación se focalizo hacia un sector sunita extremista. También aprecio el hecho de que el presidente Obama y sus dos almas gemelas, Susan Rice y Denis Mc Donough, todavía eran jóvenes a finales de 1970, por lo que tal vez no recuerdan bien ese período de la historia de Oriente Medio antes de la aparición “del demonio sunita” de Usama Ben Laden.


Sin embargo, a mi juicio, vale la pena mirar más hacia atrás y evaluar esos días, no para revivir viejas animosidades, sino para desacreditar la idea de que el terrorismo y el extremismo es único y exclusivo de un sector religioso y sectario, tampoco de identidades raciales en el mundo árabe islámico.

Lo cierto es que esto que menciono, esta demostrado en el devenir histórico. Veamos, en 1979, 52 norteamericanos fueron tomados como rehenes durante 444 días en el complejo de la embajada estadounidense en Teherán tras el arribo de la Revolución Islámica del Imán Khomeini. Luego, en octubre de 1983, mientras Obama cursaba su último año en la Universidad de Columbia, el cuartel de Infantería de Marina de los EE.UU. fue blanco de un ataque suicida en Beirut, en total, 254 soldados estadounidenses murieron en una explosión que Washington atribuyo a agentes pro-iraníes. Por otra parte, entre 1982 y 1992, Líbano fue escenario de una ola de secuestros y toma de rehenes de ciudadanos extranjeros, durante el cual, 96 personas fueron secuestradas, torturadas y encarceladas por varios meses, finalmente muchas de esas personas fueron asesinadas -entre ellas, 25 estadounidenses, 12 británicos y 9 franceses-. Una vez más, pro-iraníes extremistas chiitas fueron responsabilizados y acusados más tarde por los propios secuestrados que pudieron ser liberados en cumplimiento de las exigencias de los terroristas.


Hoy, tras una serie de asesinatos políticos ocurridos desde 2005, varios oficiales y seguidores de Hezbollah han sido acusados ​​formalmente de haber participado en tales crímenes con la ayuda de las mafias cristianas de Michel Aoun, socio de Hassan Nasrallah, Secretario General de Hezbollah. El grupo pro-iraní también está presionando y llevando al ejército libanés a un atolladero sectario y sangriento, destruyendo poco a poco las instituciones del Estado y eliminando sistemáticamente elementos del liderazgo sunita a quienes habían ayudado inicialmente con la complicidad y la esperanza de debilitar el liderazgo suni moderado que es detestado por Irán. Todo esto es parte de los intentos de Irán y Hezbollah de adueñarse completamente del Líbano. Aunque nada diga Washington al respecto.


En cuanto al Yemen, Irán parece estar jugando ficha en el patio de su casa, Teherán se mueve con absoluta libertad allí generando más caos al ya reinante. En el marxista-leninista y predominantemente sunita Yemen del Sur, está apoyando a los secesionistas. En el Norte, sus seguidores, los chiítas huzíes, son ahora los gobernantes de facto del país, a pesar que la mayor parte de la minoría chiita de Yemen son zaydis, y por lo tanto no tienen nada que ver con la doctrina de Irán de velayat-e faqih (gobierno de la autoridad de Dios). En cuanto a la mayoría suní shafi, ellos tampoco tenían nada que ver los extremistas de Al-Qaeda ni  conforman el fundamentalismo sunita.


Entonces, caben las preguntas finales a la administración Obama.¿Qué hará EE.UU. con Teheran y sus milicias chiitas una vez que logre destruir al ISIS? Hoy aparecen como sus socios, que si no lo son, de mínima se ven favorecidos por el accionar militar norteamericano y de la coalición contra el extremismo sunita. ¿Obama les regalara el Oriente Medio a los mullah iraníes y los considerara aliados para sus políticas en el nuevo escenario del mundo árabe? ¿Hará eso Obama, aun en detrimento de los pueblos libanes y yemeni o luego de acabar con los terroristas suníes del ISIS se dedicara a neutralizar a los terroristas chiitas? Personalmente no estaría tan convencido que esto vaya a suceder y más bien creo que capeara una nueva suerte de “gatoardismo” propio de la real politicque supo manejar Henry Kissinger en su tiempo.


Sin embargo, infortunadamente, Obama dista mucho de poseer la mente brillante “del viejo” Henry. El presidente norteamericano se ha manejado más bien como “elefante dentro de un bazar”, y han sido varios los disparos que se ha dado en su propio pie. Por lo que nada hace suponer que esto no continue del mismo modo.

Constitución Nacional Argentina Art 22. El pueblo no delibera ni gobierna, sino por medio de sus representantes y autoridades creadas por esta Constitución..




Orden de los caballeros de 
su santadad el papa 
"san ignacio de loyola"

priorato general de argentina 
teoría general



Designar un "representante", no tan solo es delegar una acción sino también confiar en quien actuar que lo hará conforme los deseos, intereses y necesidades de quien lo delega la cuestión. Si en los alcances de la representación no tan solo esta el presente, sino también el futuro, se debe depositar confianza y fe que lo que se haga no se alejara de lo esperado. Cuando la representación no es individual, sino que es de varios, es necesario que exista entre ellos una base común que, en realidad, es lo que se le delegara. Cuando el representante actuara como un gobernante, sea funcionario o legislador, serán necesarios los mecanismos para no tan solo controlarlo, sino tener la posibilidad de evitar los desvíos, por ello, nace la república que, para ser efectiva, tiene que tener perfectamente dividida la independencia de los poderes, donde los representantes actuaran en el balanceado proceso ds las democracias. Por ello, la designación de un representante, al que se le asignara poder y capacidad de acción, es una cuestión clave para la evolución, desarrollo y bienestar de los pueblos.

 Sin lugar a dudas y conforme lo señala la investigación histórica, el 25 de mayo de 1810, junto con el gobierno patrio, comenzó la larga discusión de su conformación. Por una parte, nacía en los habitantes de Buenos Aires la idea centralista, originada por haber sido la sede del Virreinato, pero, al mismo tiempo, las ciudades del interior , deseaban mantener su autonomía heredad por la distancia y las formas feudales y , dadas las circunstancias,  buscaban la forma de participar  pero sin quedar subordinadas.

Los pactos "preexistentes", son una clara muestra del afán intelectual por lograrlo, y las acciones militares, la modalidad para para obtenerlo. Las ciudades del interior, conocedoras de las características que había adquirido Buenos Aires y, en cierta forma, sabiendo de su calidad comparativa, veían en el nuevo país, una oportunidad de ser un conjunto ante el mundo, pero, sin dudas, temían de aquel poder central. Las expresiones y las ideas para encontrar un acuerdo, están claramente recogida en los diversos textos y memorias de aquel fragoroso pasado y, la lógica, la buena voluntad y los deseos de ser nación,  nos llevo a las "Provincias Unidas del Río de la Plata". cuya denominación dice, sin dudas, su objetivo. Era una tarea compleja que requería inspiración y conocimientos, pero, también,  una evaluación de futuro que en aquella época solo estaba en el genio de esos algunos que lograron imponer sus ideales como objetivos. Las paginas de la historia, muestra como se desarrollo este proceso, en búsqueda de la unión y, al mismo tiempo, llevo a quienes no compartían, a sus propios destinos individuales. En nuestros días, pese a que todos los que viven en Europa son europeos, no se puede confundir a un alemán de un ingles o un italiano de un español, como en nuestro país, reconocemos a los salteños, los cordobeses o los porteños.

La Constitución de 1853, refleja las ideas básicas de la nueva comunidad y, su ajuste en 1860, con la incorporación de Buenos Aires, es la muestra mas clara del éxito logrado, que convirtió la voluntad en un compromiso, pero, con una hábil percepción de la necesidad de proteger los deseos, su articulo 1ro (Forma de gobierno), era la garantía de su cumplimento.

La realidad de las distancias y el esperado aumento población, encontraba que la difícil, conflictiva y básica "representación", estuviera condicionada y, de ahí , la idea "federal". Eramos pueblos (por poblaciones casi feudales), herederos de una historia de siglos, originados en el Viejo Continente, que dejaban su alelamiento geográfico, para proyectarse como una parte del Mundo que nacía.  Era natural que el vecino, aquel que comparte ideas, necesidades y aspiraciones, sea quien reciba el mandato de ser y actuar y, logicamente representar, por ello, la solución estaba en el "federalismo". Han pasado los años y aun, en nuestra geografía cultural,  se reconoce a cada provinciano por su origen y sabemos por su "tonada" donde se nació y vivió. Sabemos que el mundo se esta "globalizando", quizá en una figura universal parecida a la que nuestros abuelos vivieron, pero, también, se conoce que este proceso, al mismo tiempo, despierta las identidades originales que hacen el perfil de cada comunidad.

La primera oración del articulo CNA 22, tiene un condicionamiento básico a la voluntad soberana de la sociedad y determina la asignación del poder, pero, a su vez, la responsabiliza en su habilidad, inteligencia y prudencia para elegir a los representantes.  El art CNA1, al definir la forma de gobierno  (Representativa, republicana y federal) determina un  único contexto, que no puede ser alterado, y que incluye a las tres condiciones que la involucran. Es decir si la "representación federal" no existe, automáticamente, cae la "república. El tema grave actual, es saber, como la sociedad argentina "permitió" que los dirigentes políticos se apartaran del mandato e hicieran privar la partidocracia y no el federalismo. La reforma constitucional del año 1994, resultante del "Pacto de Olivos", fue la materialización de aspiraciones partidarias y, en cierta medida, personales. Por un lado el presidente Menen logro la posibilidad de su reelección y, por el otro, el Dr Alfonsin, la participación en el gobierno de la minoría, que se mostraba como constante en su propio partido. Pero, este aparente "avance", no llevo mas poder de decisión al electorado, y nos encontramos con la situación que los legisladores actúan conforme los mandatos del partido y no las necesidades y aspiraciones de sus electores, es decir, su destruyo el espíritu casi sagrado de  la democracia. El episodio de las cargas impositivas a la actividad agropecuaria, que se vivió como un momento de crisis política e institucional, es un ejemplo de esta real aberración de la representación. En nuestro tiempo, los vecinos ya no están representados por el comprovinciano, sino por el militante de un partido que tiene domicilio legal en el mismo lugar. Lógicamente en este "representante" priva la voluntad del partido que integra y no las aspiraciones y deseos de sus comprovincianos, tema que destruye el "federalismo" y, como consecuencia, basándose en la militancia, une a los poderes de la República en una sola acción, con lo que se vulnera a esta y, consecuentemente, se desvirtúa la democracia. Ademas, el hecho de que se ha llevado la puja interna dentro de los partidos a un escenario común de primarias, ha destruido lo que se pensaba como "fundamento" constitucional, es decir los partidos políticos y se ve como "migrar" los que aspiran ser candidatos sin rubor de una posición a otra que es diametralmente opuesta.

Las modificaciones a las Constituciones es una realidad que se da en diferentes comunidades o países, pero, se observa que ella tiene, en general, un fondo ideológico y el objetivo de lograr la permanencia del partido gobernante. Esta situación, tan clara,  se muestra con una peligrosa continuidad, que se ejerce por la creación de instituciones abarcativas generarles, que tienen por finalidad la centralización del poder. Una de las clásicas es el sistema impositivo, que lleva al poder central sus capacidades y, de esta manera, resta a los niveles provinciales su autonomía y, por lo tanto crea una dependencia funcional peligrosa. Otra modalidad, que tiene que ser observada con cuidado es la cobertura de cargos con militantes con lo que se deforma el acción profesional plural de la administración y se lo convierte en una herramienta partidaria.

La modificación del sistema actual de elección del Presidente de la Nación, desde un "distrito único",  se la presento bajo la apariencia de dotar al ciudadano de igual  posibilidad, pero, en realidad, ha destruido el federalismo, que era la capacidad social de cada comunidad que la igualaba. Si recordamos nuestra historia, veremos que esta capacidad común de identidad provinciana, con iguales derechos en el gobierno, fue la formula del acuerdo que nos hizo nación, ha sido destruida.

Volver a lo que fue y debía haber sido en la actualidad es, en el presente, casi imposible, ya que debería partir de una "reforma constitucional", que tendría que ser aprobada su necesidad por el Congreso que, como ya sabemos, esta formado por "representantes de partidos políticos" y que, lógicamente, dependen de sus  acciones. Sin embargo, existen ejemplos en países que lograron revertir el tema, en el ámbito de la Justicia, al lograr que se declare "inconstitucional" el sistema, ya que se contrapone a la "Forma de gobierno" que es la base de su organización.
   
Ocultar la realidad y negar las acciones fallidas, es, lamentablemente, una de las formas de evitar los cambios, pero también, lleva como consecuencia la profundización de los males. Los actos "populares" (Marchas, cortes, etc.), si bien tienen efectos sociológicos, no son el medio de la solución para corregir los desviaciones del poder. Sin dudas, así lo que pensaron en los inicios los padres fundadores, ello esta en el condicionamiento de la representación, que debe ser tal como lo acordaron, y que nosotros debemos respetar, no tan solo por el compromiso,. sino que en ello puede estar el destino del mañana del país.

lunes, 27 de octubre de 2014

Invitación Especial al 1er. Encuentro Federal de Folklore - Casa de Salta - CABA 2014.




ADHIERE 

ORDEN DE LOS CABALLEROS DE 
SU SANTIDAD EL PAPA 
"SAN IGNACIO DE LOYOLA"

PRIORATO GENERAL  DE aRGENTINA


INVITACIÓN ESPECIAL 

Tengo el agrado de dirigirme a Ud., a fin de invitarle formalmente al  "1er. Encuentro Federal de Folklore - Casa de Salta - CABA- 2014"  a realizarse en Casa de Salta - Roque Saenz Peña 933 – Ciudad Autónoma de Buenos Aires. los días 3, 4 y 5 de diciembre del cte. año.

Está organizado por el Consejo Federal del Folklore de Argentina con el aval académico de Academia del Folklore de Salta y la Universidad Nacional de Salta.

Este importante acontecimiento cultural persigue varios objetivos, entre ellos:

1) Reflexionar sobre la situación del Patrimonio Cultural Intangible, Inmaterial y Folklórico en el País y en el mundo, su preservación, y definir y diseñar medidas para la consolidación de la Academia del Patrimonio Cultural creada en el 5to. Encuentro Nacional de Folklore y 2do. Congreso Internacional del Patrimonio Cultural - Salta 2015.

2) Trabajar el tema de la federalización de la cultura en nuestro país. 

3) Trabajar en Mesas Paneles las diferentes temáticas que hacen al Folklore y a la cultura popular.

4) Concretar estrategias específicas para la enseñanza del Folklore en instituciones educativos.

5) Trabajar una mesa panel sobre historia común americana que propicie y allane los obstáculos para una verdadera integración cultural americana.

Paralelamente a las cuestiones propias de la ciencia, la proyección y aplicación del patrimonio cultural intangible, inmaterial y folklórico, sesionará el Consejo Federal del Folklore.

El Congreso contará con disertaciones, paneles debate, talleres y actuaciones artísticas.

Las inscripciones para actuaciones artísticas, disertaciones y presentación de ponencias cierran el día lunes 24 de noviembre y para participantes el 02 de diciembre del cte.,

Todas deberán ser en forma On-Line en http://www.coffar.org.ar/congreso/FORM1.php

Por cualquier consulta o para la realización de notas y/o pedidos, así como también envíos de ponencias para su publicación -  escribir al mail josedeguardia@gmail.com

Espero le interesen estas cuestiones que buscamos llevar adelante por el bien de nuestra patria

Un fuerte abrazo


Consideraciones del Encuentro El federalismo es una forma de Estado que acoge la descentralización política con base territorial para reunir en una unidad política común a varias entidades. Con respecto a la cultura podemos decir que el federalismo cultural se manifiesta dentro de un ámbito territorial cuando se respeta la pluriculturalidad desde una convergencia común, ahora bien, cuando no hay federalismo cultural se da la centralización de la cultura desde un punto hegemónico. 

 En nuestra historia de la cultura nacional hubo muchas y variados intentos de homogenizar, buscando una especie de “unidad” cultural o un monoculturalismo. Pero todos estos intentos fracasaron en cierta medida ya que los imaginarios impuestos son contrarios a los procesos de transculturación. 

Uno de los más cabales ejemplos fue el proyecto que orquestó la oligarquía porteña ante la llegada de la gran inmigración acaecida entre 1880 a 1930. Dicho proyecto pretendía generar un proceso de unificación de poblaciones heterogéneas y desiguales, establecer el perímetro del territorio nacional y desarrollar en el ciudadano un sentido de lealtad hacia la nación. A través esta homogenización se buscaba absorber las diferencias étnicas, sociales y políticas previas a la formación de la nación. Dicho dispositivo se desarrolló, efectivizado por intelectuales, a través del uso letrado de la cultura rural folklórica para la elaboración de un imaginario colectivo nacional. 

Dentro de estas variables la corriente nacionalista integrada por intelectuales, académicos y educadores comenzaron a referirse al Noroeste y al interior en sentido más amplio como la verdadera Argentina contrapuesta a Buenos Aires, ciudad cosmopolita y desarraigada. El dualismo cultural conllevaba una valoración moral. Mientras que Buenos Aires se europeizaba, los supuestos valores argentinos se corrompían por la multiplicación de efectos disolventes 

El nacionalismo, como movimiento intelectual reaccionario, en contra de la inmigración y de las ideologías foráneas como el anarquismo y socialismo europeo, definía a los pobladores criollos del interior profundo, el arriero cuyano, el zafrero tucumano, la telera puntana, o el gaucho salteño como los poseedores de valores morales acendrados. Estos campesinos criollos habían conservado una sabiduría sencilla e incontaminada, que ponía la religión católica, la protección de la familia, la defensa de la patria, y el cumplimiento de la palabra prestada, por sobre sus intereses personales. Dichos valores aparecerían reflejados en el arte anónimo que practicaban, especialmente las décimas rememoradas por los músicos campesinos. El criollismo había ya definido esos valores como propios del gaucho pampeano, el arquetipo máximo de la nacionalidad. Pero mientras el gaucho se daba por extinguido o contaminado por los inmigrantes vecinos, los criollos del interior continuaban conservando hasta el presente los valores y creencias de la “Edad de Oro” pasada, que los nacionalistas localizaban entre la Conquista española y la llegada de la inmigración a fines del siglo XIX. 

Otro intento de homogenización importante lo llevó a cabo el peronismo que también bajo consignas nacionalistas impulsó medidas y leyes que buscaban afianzar y consolidad una sola cultura argentina. 

Desde esos tiempos a hoy pasó mucha agua bajo el puente y nos encontramos con muchas realidades culturales complejas aunque está muy claro que existe también una dicotomía entre cultura urbana y cultura regional ya que los fenómenos modernos en particular producidos por las comunicaciones y la tecnología caló hondo en una sociedad que aspira a ser pluralista. Se puede observar la participación activa de las identidades y las diferencias como eje teórico pero siempre chocando con la dura realidad del centralismo cultural que siempre de alguna manera se impone. Por estas razones se hace necesario trabajar desde lo académico en un perfil que confiera legitimidad a la expresión “Federalismo Cultural” Federalismo así entendido toma encarnadura en una diversidad de estilos y de realizaciones concretas en el tiempo y en el espacio, y se manifiesta en el arte, el lenguaje, los hábitos, la ética, las creencias, la filosofía, la economía, las instituciones, el derecho y la política. 



domingo, 26 de octubre de 2014

La lucha por la sucesión de Khamenei ya comenzó.



Orden de los caballeros de 
su santidad el papa 
"san ignacio de loyola" 

política internacional


Durante su último viaje a Nueva York, el presidente iraní, Hassan Rouhani, organizó una cena privada para un reducido número de ex funcionarios estadounidenses, ejecutivos de negocios petroleros y empresarios de la industria energética. Según varios de los participantes, Rouhani trató de transmitir un mensaje simple: si EE.UU. no ayuda a Irán a alcanzar un acuerdo sobre la cuestión nuclear, las próximas elecciones en Irán podrían ser la antesala a una grave crisis política interna. Un día antes, el canciller Javad Zarif había transmitido el mismo mensaje al Council on Foreign Relations en Nueva York. “Si no nos ayudan, ustedes podrían sufrir las consecuencias”, advirtió.

¿A qué se refirieron Rouhani y Zarif con sus dichos intentando presentar “algo o alguien” como una bête noire? ¿Quién es el hombre que intentan presentar como tal cosa para Occidente? La respuesta es sencilla, es el ex presidente Mahmoud Ahmadinejad. Sin embargo, éste no tiene una circunscripción electoral propia con gran caudal de votos cautivos en la población iraní, y es poco probable que gane unas futuras elecciones sin tener el apoyo del aparato militar, el sector religioso más radical y el aval de grupos de la comunidad empresarial local. No obstante, Rouhani y su mentor político, el ex presidente Hashemi Rafsanjani, esperan que un acuerdo con los EE.UU. les daría impulso para tomar el control del Majlis -Parlamento- el año próximo, y luego, ganar la Asamblea de Expertos, que a su vez, elige el “Guía Supremo”.

La facción de Rafsanjani es la menos hostil a los EE.UU. y Europa, y ello hace que no sea bien visto por parte de los herederos de Khomeini. Es allí donde deben entenderse las maniobras de Rouhani en Nueva York. Rafsanjani siempre ha querido ser una versión iraní de Deng Xiao, el líder que cerró el capítulo de la revolución maoísta y abrió el camino a la inclusión de China en la comunidad internacional. Su argumento es que EE.UU. no tiene ningún problema con el carácter “islámico” del régimen de Teherán. De hecho, no está equivocado, hay cuatro Repúblicas islámicas actualmente, y tres tienen lazos normales con Washington. Siempre que el régimen iraní no amenace los intereses de EE.UU., a los norteamericanos podría no importarle mucho lo que haga dentro de Irán. El hecho de que China es el número uno del mundo en ejecuciones no ha impedido que se convierta en el socio comercial más cercano de Washington.

Durante dos décadas Rafsanjani ha tratado de explicar el error que cometió en 1989, al apoyar -después de la muerte de Khomeini- a Alí Khamenei en la posición del “Guía Supremo.” En ese momento, Rafsanjani creyó que al convertirse en presidente podía tomar el control de la poderosa maquinaria del Estado, mientras que Khamenei sería una persona de bajo perfil en asuntos religiosos, pero controlándolo desde la presidencia. Eso no sucedió así, y las cosas cambiaron sustancialmente para Rafsanjani y para Irán. El sistema político construido en torno al concepto de Velayat e-faqih (custodia de los juristas islámicos) no pudo ser detenido por Rafsanjani. Así, Khamenei se dedico profundamente a lo religioso aplicando una ideología más dura que el propio Khomeini.

Un cuarto de siglo más tarde, Rafsanjani está pensando corregir su error. Esta vez planifica convertirse en el “Guía Supremo”. Su facción ha ganado la presidencia y espera ganar el Majlis el año próximo. Si tiene éxito, puede que el camino se abra a su estrategia para ganar también la Asamblea de Expertos en mayo de 2016 y entonces, ¿quién sabe? Esta es la razón por la que Rafsanjani ha estado en campaña a nivel de la comunidad internacional el último año. Desde el ascenso de su hombre a la presidencia -el presidente Rouhani- ha estado moviéndose rapidamente con EE.UU. y la Unión Europea. Ha publicado también varios volúmenes de sus memorias con el propósito de recordar a la gente sus estrechos vínculos con el difunto ayatollah Khomeini como sus supuestos éxitos como presidente en sus dos mandatos.
También concedió varias entrevistas a medios de prensa occidentales. Después de años de no poder salir de Teherán, Rafsanjani ha estado viajando por todo el país proyectándose como el potencial salvador de la nación. El Ministerio de Relaciones Exteriores en Teherán lo incluyó recientemente en los programas de reuniones con dignatarios extranjeros que visitan la República Islámica, este punto le estaba prohibido durante la presidencia de Ahmadinejad.  Rafsanjani va creciendo en el plano externo pero también en el interno, EE.UU. y Europa ven con buenos ojos tenerlo de socio en el futuro. La reciente hospitalización de Khamenei y la gravedad de su enfermedad abrieron definitivamente la lucha por su sucesión. 

Sin embargo, en su búsqueda por el poder supremo, Rafsanjani y su potencial contrincante, el ayatollah Mesbah-Yazdi se enfrentan a otro problema. A diferencia de Khamenei, “usan turbantes blancos”, ello significa que no son descendientes directos de Fátima y Alí. Dicho en otras palabras, no forman parte de la Ahl el-Beit (gente de la Casa). Por lo que no hay que descartar que algún “turbante negro” aparezca en la disputa por la sucesión en curso. De todas formas, sería un paso en falso para Occidente involucrarse en disputas entre facciones en Teherán. La República Islámica de Irán no es la República Popular China. Allí, la imagen del cualquier político occidental podría terminar peor que la caricatura de Nixon en Beijing años atrás. Como sea, será importante que la política exterior argentina siga de cerca estos movimientos dada la relevancia de asuntos pendientes con la República Islámica de Irán.

Ad Majorem Dei Gloriam

Ad Majorem Dei Gloriam
San Ignacio de Loyola

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