sábado, 28 de febrero de 2009

El Ocaso de una Nación

por S.E. Don Fernando Lema
“Controla el petróleo y controlarás las naciones, controla los alimentos y controlarás sus pueblos” HENRY KISSINGER


Si tuviéramos que definir el concepto de nación, comprobaríamos que el mismo es amplio y generosamente abarcativo, involucrando entre otras, determinadas características meramente culturales, históricas, religiosas, idiomáticas, étnicas y consuetudinarias. Ciertas teorías suman también, la existencia de un determinado territorio, doctrina con la que no concuerdo, toda vez que han existido y existen naciones sin tierra, como los judíos que durante siglos carecieron de ella, mas no de identidad nacional; o los kurdos que aun hoy carecen de un espacio territorial propio.

Para ejercer el dominio real del territorio, garantizando la propia supervivencia nacional, es necesario que sus individuos se organicen en un estado, que si bien es una construcción de naturaleza inmaterial, su estructura se apuntala sobre las normas que rigen su funcionamiento. A su vez, una Nación-Estado debe ser soberana para poder existir como tal, interpretando la soberanía como la expresión de poder que no admite otro superior ni concurrente. Así podrá elaborar su andamiaje de normas jurídicas, emblocándolas en un plexo constitucional con vocación cimera.

En cuanto a los miembros de esa nación, estos se distinguen de otros por una identidad común, que por lo general es de características unívocas, y anterior a la conformación misma del Estado Nacional. Unificar la diversidad cultural de las regiones de una nación, es una tarea que lleva siglos, siendo muchas veces imposible cuando el territorio es tan vasto como el que nos tocó en suerte.

En las postrimerías del siglo XIX, la unificación nacional era un desafío para el gobierno del presidente Julio A. Roca, cuyo ministro de Guerra, Cnl Pablo Ricchieri, tenía la firme convicción de que se debía modernizar al Ejército, convirtiéndolo en una herramienta disuasoria de cualquier amague externo; y al implementar el Servicio Militar Obligatorio, en un elemento de comunión para los hijos de las distintas regiones y orígenes de esta nación.

En palabras de Ricchieri, el SMO estaba llamado a convertirse en "un poderoso instrumento de moralización pública...", toda vez que el objetivo principal no era que los jóvenes aprendieran sólo a manejar un arma y desfilar, sino que tuvieran una única identidad nacional. Mientras duró, tuvo una inmensa y nunca bien valorada función social, pues en una nación que quiera prosperar no debe haber analfabetos y sus hombres deben ser personas de bien, con una sólida formación moral.

Con esa filosofía, las FFAA, asistieron sanitariamente, educaron y formaron a millones de jóvenes argentinos, inculcándoles junto al amor por la Patria, valores éticos y morales; urbanidad y aseo, ya que muchos no conocían, por ejemplo, un cepillo de dientes. Les enseñaron un oficio, pero fundamentalmente y sin ser su razón esencial, ayudó generaciones enteras de argentinos a comprender cabalmente el significado de ser ciudadano y de ser iguales ante la LEY, que si bien da derechos, también impone obligaciones.

Se elaboraron padrones militares, diferentes de los manejados por los caudillos de entonces -hoy punteros- influyendo así en la limpieza de los comicios, coadyuvando a la sanción de la Ley Sáenz Peña de 1912.

”…es necesario que el servicio militar se haga obligatorio de verdad para que todas las clases sociales estén representadas (…) y aquellos que por distintas causas estarían no aptos por vigor físico y capacidad intelectual (...) pasarán a trabajar en proyectos sociales en cualquier punto del país..." Esta afirmación no corresponde a ningún nostálgico militar argentino, ni a la Ley Ricchieri, sino al Ministro de Asuntos Estratégicos del Presidente Lula da Silva, el filósofo Roberto Mangabeira Unger. Es decir que mientras Brasil, consciente del potencial económico del Cono Sur, amplia su presupuesto de defensa y el servicio militar obligatorio dentro del Plan Estratégico de Defensa, Argentina elimina el SMO, desarma sus FFAA, denigra a sus hombres y encarcela a sus veteranos soldados sin sustento legal alguno durante años. Incluso los franceses, tan afectos a decirnos lo que tenemos que hacer en materia de DDHH, se oponen a suprimir el SMO, porque lo consideran un Factor Fundamental de la Sociedad. Nosotros, en lugar de prestigiar y modernizar las FFAA como Alemania, Brasil, Chile, Israel o Suiza, las suprimimos poco a poco y dejamos a la Nación indefensa ante los conflictos sociales que indefectiblemente sobrevendrán, provocados por la globalización, los pésimos gobiernos de terroristas fracasados y los rencores que siembran. En este contexto, los multimedios de comunicación con sus tinéllicas programaciones y sus multinacionales anunciantes, destruyen lo que queda de la identidad cultural argentina. Un triste ocaso.

Cuando Menem, en aras de obtener algún espurio y fugaz rédito, derogó la Ley 17.531/57 de Servicio Militar, lo que estaba haciendo en realidad era asestar el golpe de gracia a las FFAA, iniciando la cuenta regresiva del proceso de metástasis social que iniciara Alfonsín. Aquello que no pudieron concretar con más de 20 mil atentados los Firmenich, Abal Medina, Arrostito, Santucho, Vaca Narvaja, Quieto, Mena, Gorriarán, Osatinsky, Rodolfo Walsh, y tantos otros, el imbécil lo resolvió de un plumazo. Evidentemente, es impecable el trabajo del perro gramsciano que maneja los hilos de las marionetas gobernantes desde la oscuridad del CELS. Sigue siendo el mejor soldado de la Fundación.

Nosotros no somos ya la Nación que, en defensa de su territorio irredento, se enfrentara a los británicos en 1982, quienes además de contar con el apoyo tecnológico estadounidense, tuvieron la invalorable información suministrada por nuestros "hermanos" chilenos.

Lejos en el tiempo quedó aquella Argentina promisoria, oída y respetada a nivel mundial, que en 1902 llegara a interponerse a las prácticas intervencionistas de Gran Bretaña, Alemania e Italia en la región merced al alegato, luego convertido en doctrina, del canciller Luis M. Drago, que ante el incumplimiento yanqui de la Doctrina Monroe –América para los americanos- reclamara que ninguna potencia extranjera puede utilizar la fuerza contra una nación a los fines de hacer efectivo el cobro de una deuda, dando a las potencias una cátedra de Derecho Público Internacional que aun hoy está vigente.

Nosotros no somos ya la Nación que, en defensa de su territorio irredento, se enfrentara a los británicos en 1982, quienes además de contar con el apoyo tecnológico estadounidense, tuvieron la invalorable información suministrada por nuestros "hermanos" chilenos.

Lejos en el tiempo quedó aquella Argentina promisoria, oída y respetada a nivel mundial, que en 1902 llegara a interponerse a las prácticas intervencionistas de Gran Bretaña, Alemania e Italia en la región merced al alegato, luego convertido en doctrina, del canciller Luis M. Drago, que ante el incumplimiento yanqui de la Doctrina Monroe –América para los americanos- reclamara que ninguna potencia extranjera puede utilizar la fuerza contra una nación a los fines de hacer efectivo el cobro de una deuda, dando a las potencias una cátedra de Derecho Público Internacional que aun hoy está vigente.
En la Argentina del siglo XXI, un alto porcentaje de los niños que asisten a la escolaridad básica, provienen de familias carenciadas cuyos padres ven en la escuela una posibilidad de que sus hijos coman lo que ellos no pueden darles. Porque nuestra absoluta ausencia de moral ha logrado que en un país exportador de alimentos, haya desnutrición y desocupación. Casi la quinta parte de ellos son hijos de familias cuyos jefes y jefas JAMAS trabajaron, merced al clientelismo populista que en lugar de fomentar la creación de fuentes laborales, comunicación vial y producción, dilapida la contribución de los que trabajan; forjando desde aquella legendaria Caja PAN hasta nuestros días una generación de parásitos sociales.

Si por unos instantes pusiéramos los pies sobre la tierra, caeríamos en la cuenta de que Argentina está aislada del Mundo, carece de confianza y no hay nación o entidad monetaria alguna que le otorgue un crédito. En épocas en que la economía mundial plantea la necesidad de otro new deal, pero a nivel planetario, nosotros morosos por cultura, quedaremos fuera. Ahora bien, cuando no haya más ollas para raspar ni fondos para repartir, ¿qué harán para sobrevivir aquellos que nunca hicieron nada? Y sus hijos, acostumbrados a que el pródigo Estado les dé de comer, ¿Qué harán para conseguir sus alimentos? La droga que destruye sus mal alimentadas neuronas se comercializa impúdicamente y financia sucias campañas de nuestra dirigencia política. ¿Cuál será la contraprestación exigirán a cambio sus mercaderes?

“¿Pueden imaginar una nación que no fuera capaz de producir alimentos suficientes para alimentar a su población? Sería una nación vulnerable, expuesta a presiones internacionales; por eso cuando hablamos de agricultura, en realidad hablamos de seguridad nacional”. Estas lúcidas palabras que trasuntan una genuina preocupación por la soberanía y la seguridad nacional, pertenecen al ex presidente y ex director de la CIA, George H. Bush, daddy.

Nuestros jóvenes, además, carecen de referentes y parámetros socioculturales, siendo la adicción a las drogas mayormente la escapatoria obligada para sus frustraciones. En tal sentido, no es por azar que afloren drogas “para pobres”, como el paco, de rápida acción adictiva, pero más letal que las otras. Ellos están hoy a la deriva. Y una nación que no nutre y forma a sus jóvenes adecuadamente, está destinada a extinguirse.

La argentina inerme y sin el espíritu de lucha que otrora la caracterizara, está hoy virtualmente a merced de cualquier potencia que pretenda apropiarse de sus riquezas naturales, las cuales “gozan de protección constitucional”. De hecho, grandes extensiones de estratégico territorio están ya en poder de grupos extranjeros, que explotan recursos tan elementales como el agua, hasta la industria minera, construyen pistas enormes de aterrizaje en la región patagónica, quizá con algún propósito ligado al mal custodiado Mar Argentino.

Los grandes consorcios mineros coinciden en que Argentina estará en muy poco tiempo más entre las cinco potencias mineras del siglo XXI. Y Londres, que ha desarrollado una eminente industria minera y tiene el mayor mercado de metales del mundo, ha tomado debida nota de ello, aunque esta vez, seguramente no enviará a Beresford. Paralelamente, las corporaciones económicas multinacionales como Rockefeller, JP Morgan, Oppenheimer, Guggenheim, Hirsch y Rothschild, se interesan por países como el nuestro. A su vez, los dos últimos grupos mencionados, Hirsch y Rothschild, están consustanciados con el Plan Andinia, proyecto secreto que pretende instalar en la Patagonia un nuevo Estado de Israel.

Las guerras como continuación armada de la política, tiene la finalidad de incrementar el poder político – económico de quienes las provocan. Clausewitz nos dice que las guerras modernas sólo se ganan cuando se logra quebrar la voluntad adversa del enemigo. En tal sentido, la acción psicológica anglo-americana siempre se ha desarrollado sobre la utilización de pequeñas guerras o guerras controladas. hacedoras de caos social, como en India, Birmania, África, Medio Oriente, Sudeste Asiático, Sudamérica, las guerras secesionistas en la ex Yugoslavia, etc. Los grupos Oppenheimer y Rothschild, fueron los responsables de la Guerra de los Boers, para quedarse con el monopolio del mercado de metales y piedras preciosas. También financiaron las guerras civiles de Sierra Leona, Costa de Marfil, Congo y Angola.
Oppenheimer es socio de Morgan en la multinacional minera Anglo American, que en Argentina tiene un pie importante en la Provincia de Santa Cruz, en la mina “Cerro Vanguardia”. La propiedad de esta mina es compartida por Anglo-American con Pérez Companc, y en un 8% con FoMiCruz (Fomento Minero de Santa Cruz), que a su vez es controlado por Miguel Ferro, hombre de Kirchner. Como dato aleatorio, baste con agregar que Sir Oppenheimer se enorgullece de ser un especialista en organizar movimientos insurgentes secesionistas en países del tercer mundo, contando para ello con la invalorable ayuda de dirigentes traidores, siempre fáciles de hallar cuando hay con que adornarlos.
El Nuevo Orden Mundial y su Globalización, los intereses multinacionales, los cipayos como HORACIO VERBITSKY, la ausencia de Justicia, la desidia de una sociedad que está enferma terminal, la corrupción que genera ignorancia, miseria, carencia de valores y mortalidad infantil, conducirán irremediablemente a la Argentina, y tal vez a la Región, hacia una Guerra Social. Como no existen divisiones tribales, religiosas o étnicas, los conflictos serán originados entre los marginados que sobreviven en la más cruel indigencia, y aquellos que tengan un poco más. Una Guerra de Pobres. Para provocar una Guerra Social, quebrando esa voluntad adversa que nos decía Clausewitz, será necesario que las grandes Corporaciones logren destruir en primer término, la identidad nacional, su cultura y educación. Que destruyan luego al Estado, su seguridad y se mine la confianza de la población en sus instituciones. Se deberá desmembrar sus instituciones armadas, defenestrándolas y se combatirá a los estratos sociales medios. La Clase Media es la que todavía moviliza a la economía nacional. Sus herramientas son la información, la instrucción y el trabajo, como único medio de progreso y bienestar.

Esa Clase Media es la que nutre a las Fuerzas Armadas y de Seguridad. Por lo tanto, es vital combatir a la clase media, para eliminar a las FFAA/FFSS, pues los hombres de armas son peligrosos para las corporaciones porque fueron formados para servir a su Patria y no a intereses particulares, ofrendando la vida de ser necesario, y son factores de oposición a las fuerzas del Mercado. Son adoctrinados dentro de la más férrea disciplina, forjadora de su natural Espíritu de Cuerpo. Son nacionalistas por naturaleza y vocación, y pueden como en el pasado, organizar grupos de ciudadanos, y hacer revoluciones. Son los únicos con capacidad de oponerse a las narco guerras que fomentan las corporaciones transnacionales con la intención de devastar a países, con pequeñas economías, para luego sojuzgarlos económicamente. ¿O acaso es casualidad que en esta parte del hemisferio los gobiernos militares hayan sido desplazados en favor de democracias de corte populista? Estas se erigen como paladines de los Derechos Humanos, los cuales son sistemáticamente violados con el hambre, las enfermedades, la falta de seguridad, de trabajo, de educación y vivienda digna.
Instituciones como el CELS, que debería ocuparse de los DDHH en Argentina, regula toda la política del gobierno, propiciando la degradación social de los uniformados y la subversión del orden moral, como paso previo al quiebre espiritual. Lo que no pudo lograr la Fundación Ford, fomentando la actividad de la guerrilla a través de “organizaciones humanitarias”, ahora lo intenta a través de la inseguridad que genera la delincuencia y el narcotráfico.

No es novedad que los cárteles de la droga, sean éstos mexicanos, colombianos, peruanos, etc, se han enseñoreado y controlan a la dirigencia política, ciertos jueces y funcionarios de seguridad. Tampoco es novedad que los narcos dirimen sus entripados a los tiros en plena vía pública, en nuestra vía pública. La novedad es que desconocemos hasta dónde llega la corrupción y podredumbre. Todo un dato: por primera vez tenemos en un solo Mega Ministerio controladas a las Fuerzas de Seguridad, a la PFA, y al Servicio Penitenciario Federal, es decir aquellas Fuerzas Federales responsables del contralor de las fronteras, de la seguridad interior, y de la custodia y guarda de aquellos que estén privados de su libertad, y de la ejecución de las sanciones penales privativas de libertad. Y dejamos TODO ese poder en manos de un oscuro tipejo que insiste en despenalizar la droga; y que siendo intendente de Quilmes, debió escaparse en el baúl de un vehículo oficial, prófugo de la Justicia. Entonces, ¿en quién confiamos?

A nadie escapa que, mal que nos pese, la palabra MERCOSUR, en poco tiempo más será más bien una fina ironía, y que el futuro de la humanidad esta en manos de grupos transnacionales, los cuales son tan poderosos que tienen la capacidad de generar y combatir mafias, promover la insurgencia y derrocar por igual gobiernos de derecha e izquierda; y que han tenido (y tienen) ejércitos privados, como en el pasado, la británica East India Trading Company. La Compañía, por cédula real, tenía permiso para reclutar ejércitos particulares, los cuales se distinguían porque usaban unas casacas rojas, que los popularizaron con el nombre de Redcoats. La East India llegó a ser tan poderosa que tenía su propia moneda, en sus propiedades, administraba justicia, utilizaba la fuerza militar, y tenía gran influencia en la economía de Inglaterra. Para ello, ni siquiera se privó de fomentar narcoguerras, como las del Opio contra China. Hoy asistimos a la propagación de las narcoguerras colombianas y mejicanas a todo el Continente, que de llegar a estas latitudes, nos destruirían, pues no tendríamos FFAA ni de Seguridad capaces de imponer el orden, cuidar de la población, y velar por la propiedad de los ciudadanos.
He pasado la mayor parte de mi vida en esta democracia ladriprogresista, viendo como en nuestra nación, que tiene un formidable potencial económico, más de 12 millones de personas carecen de los ingresos suficientes para cubrir sus necesidades más elementales; y donde la pobreza extrema, es decir el HAMBRE, afecta a más de 4.200.000 hombres, mujeres y niños. Y también he visto como mi Patria se pone de rodillas esperando el tiro en la nuca.

Deberíamos darnos cuenta de una vez que TODOS los integrantes de la dirigencia política están sospechados de inmorales, que eventualmente traicionarían a su nación una y mil veces, por alguna inmunda compensación. Es, por cierto, altamente factible que el kirchnerato termine pronto y mal, o muy mal. Deberíamos ya plantearnos qué clase de dirigentes queremos en Balcarce 50. Seamos lo suficientemente sensatos para advertir que sin HONESTIDAD, FIRMEZA Y MORAL, será imposible evitar que la Nación Argentina desaparezca de la faz de la Tierra. Y es tarea de quienes juramos honrar su Bandera, y defenderla hasta perder la vida, hacer algo más que protestar.
Si grupos transnacionales y potencias extranjeras tienen puesta desde siempre su atención en Argentina, y elucubran planes para conquistarla, no con ataques convencionales ni fomentando la actividad guerrillera, sino mediante el manejo financiero especulativo, y propiciando perversas condiciones para que sus habitantes se maten entre sí,… ¿no será que hay algo que estamos ignorando?

Con la batalla de Salta en 1813 Se honró el ardor emancipador

Autor S.E. Don Andrés Mendieta

El Santo Padre bendiciendo los rosarios de Andrés Mendieta y deAntonio Urrestarazu Pizarro


Al comenzar a redactar esta nota me hacía el siguiente cuestionamiento: ¿debo abordar en extenso aspectos vinculados a esta hazaña grandiosa que tejió la eternidad de éste país o a un Manuel Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano a quien la gloria y la posterioridad lo conoce por Manuel Belgrano, hacedor de la Bandera Nacional y servidor de su patria en cualquier frente con la generosidad de los hombres excepcionales?
En estos momentos que el país desea reencontrarse con Añadir imagennuestros arquetipos me referiré en primera instancia al “varón más justo y virtuoso de la República”, quien había recibido un 26 de marzo de 1812 un ejército atrapado el desaliento por parte de los oficiales; en el cual debía preparar a una tropa sin armas; curarla sin medicinas; vestirlas sin vestimentas; nutrirlas sin sustentos. También se hallaban poblaciones que se habían vuelto opositoras ante la presencia castrense como resultado de los desaciertos cometidos por algunos jefes porteños para con ellas. Manuel Belgrano tuvo triunfos, fracasos, pasión literaria que son mojones, nada más, de una biografía cuyos aspectos psicológicos hay que robustecer. Renunciamientos, humanidad, entereza cívica, severidad militar, patriótica rebeldía, constituyen los ángulos que es necesario destacar para entender en forma cabal esta personalidad auténtica, capaz de exhibirse a la altura de toda la fortaleza, a la que llegan las almas. Es este Manuel Belgrano que cambió la pluma por la espada cuando las invasiones inglesas pusieron en pie de guerra a todos los amantes de la libertad, y con el cargo de capitán de milicias urbanas peleó en 1806 y, en 1807, combatió contra los ingleses como ayudante de campo del Regimiento de Patricios

Al mando del ejército triunfó en Tucumán, en Río Piedras y en Salta, batalla esta última que hoy estamos recordando. Junto a la figura de Manuel Belgrano y lo acontecido, el 20 de febrero de 1813, quiero resaltar que en ese combate fue donde por primera vez los colores azul y blanco de nuestra bandera fueron testigos y aliento de los héroes. Este emblema, identificado después como insignia nacional, pareciera haber sido creada por Belgrano “a su imagen, porque los colores patrios son los de su virgen predilecta o los del cielo, reflejan también la pureza del alma del que la concibió”.

Mucho se dijo sobre las alternativas de la gesta que convirtió a Salta en baluarte de la libertad americana, porque el doctor Bernardo Frías en su “Historia del General Martín Miguel de Güemes y de la Provincia de Salta, o sea de la Independencia Argentina”, se refiere a tal episodio, único en la historia nacional no sólo por lo que representaba sino en momentos que parecía desmoronarse los principios libertarios de 1810. Tuvo carácter popular el enfrentamiento entre los que defendían la ciudad cautiva y los que buscaban la independencia americana. Hombres, mujeres y niños, como imágenes indefinidas participaron de esta aventura sin parangón. Cubiertos de barro y polvo, y en medio del fragor de la batalla aliviaron la sed y asistieron a los heridos del combate. Sólo los cerros y los árboles, el agua y la tierra fueron mudos testigos del relampagueo de los aceros, del fuego de las carabinas y del galope de los corazones sedientos de lauros.

Después vino la capitulación por parte del ejército realista. Una vez más prevalece el equilibrio del alma serena de Belgrano en medio de la tempestad. No se dejó arrebatar el orgullo ni avasallar por el egoísmo. Cuando se le comunicó el deseo de Pío Tristán de que cesara el combate el jefe patriota se expresó en los siguientes términos: “Diga usted a su general que se despedaza un corazón al ver derramar tanta sangre de gente americana”. La mayoría de las tropas invasoras estaban compuestas por peruanos, bolivianos y algunos españoles. El escenario de la lucha era desgarrador. El gemido de los heridos y el vuelo de los cuervos, en círculos cada vez más bajos, dejaban presentir lo indecible. Belgrano, que figura desde hace mucho en el santoral cívico de la República, dispuso que los huesos de los caídos de ambos bandos, vencedores y vencidos, recibieran una fraterna sepultura cobijados por la cruz de Cristo.
Pero la actitud de este eminente ciudadano fue motivo de las más duras críticas. A ellas respondió así: “Siempre se divierten los que están lejos de las balas y no ven la sangre de sus hermanos, ni oyen los clamores de los infelices heridos. También son esos los que critican las determinaciones de los jefes. Por fortuna dan conmigo que me río de todo y que hago lo que me dicta la razón, la justicia y la prudencia, y no busco gloria, sino la unión de los americanos y la prosperidad de la Patria”. Más tarde, al recibir un oficio del gobierno de Buenos Aires premiándolo con la suma de cuarenta mil pesos por su triunfo en Salta, tras agradecer puntualiza su interés por el bien público más que por el propio. Estima que premiar con dinero es lisonjear con pasión que en él es detestable y que le excita aversión. Como todos sabemos dicho importe lo destinó para la construcción de cuatro escuelas de primeras letras “en que se enseñe a leer y escribir, la aritmética, la doctrina cristiana, los primeros rudimentos de los derechos y obligaciones del hombre en la sociedad”.

Bajo la inspiración que late en el ondear de la Bandera, en las notas del Himno, encuentren los argentinos esa vocación nacional del ayer, y puedan así hacer de la nuestra una comunidad pujante, donde prevalezcan cada vez más el sentido creador, la voluntad de progreso, la vocación de vivir en paz y libertad. De todos nosotros depende. Desde este lugar, al lado de este abanderado de la nacionalidad elevemos nuestras plegarias diciendo: “Señor del Milagro, Cristo Redentor, del pueblo argentino no apartes tu amor”. : ¡VIVA LA PATRIA!

lunes, 23 de febrero de 2009

Testamento del Libertador Gral. Don José de San Martín (Textual)

Soberana Orden de Caballería Militar y Hospitalaria de San Ignacio de Loyola
S.A. Comandante Don Carlos Gustavo Lavado Ruíz y Roqué Lascano
Presente :

Con motivo del proximo natalicio del Padre de la Patria, estimo oportuno el envio en archivo adjunto el testamento original del Gran General, asi como su legado y pertenencias intimas que lo acompañaran durante sus campañas.


Le incuyo imagenes fotograficas originales de sus pertenencias que he podido obtener con el correr de los años.


Debido a la mezquindad oficial, nunca he podido obtener una toma de imagen original de su sable, elemento que no incuyo en el presente envio.

Sin otro particular saludo con distinguida consideracion.

S.E. Cab Jus Don Alfredo Alberto Carbano
http://www.bicentenario2010ra.com.ar/




Testamento del Libertador Gral. Don José de San Martín (Textual)



París, 23 de enero de 1844



En el nombre de Dios todo Poderoso a quien conozco como Hacedor del Universo:



Digo yo José de San Martín, Generalísimo de la República del Perú, y Fundador de su libertad, Capitán General de la de Chile, y Brigadier General de la confederación Argentina, que visto el mal estado de mi salud, declaro por el presente Testamento lo siguiente:


Primero. Dejo por mi absoluta Heredera de mis bienes, havidos y por haver a mi única Hija Mercedes de San Martín actualmente casada con Mariano Balcarce.


2º- Es mi expresa voluntad el que mi Hija suministre a mi Hermana María Elena, una Pensión de Mil - frans anuales, y a su fallecimiento, se continúe pagando a su hija Petronila, una de 250 hasta su muerte, sin que para asegurar este don que hago a mi hermana y Sobrina, sea necesarias otra Hipoteca que la confianza que me asiste de que mi hija y sus herederos cumplirán religiosamente ésta mi boluntad.


3º - El Sable que me a acompañado en toda la Guerra de la Independencia de la América del Sud, le será entregado al General de la República Argentina don Juan Manuel de Rosas, como una prueba de satisfacción, que como Argentino he tenido al ver la firmeza con que ha sostenido el honor de la República contra las injustas pretensiones de los Extranjeros que tratan de humillarla.


4º - Prohíbo el que se me haga ningún género de Funeral, y desde el lugar en que falleciere se me conducirá directamente, al Cementerio sin ningún acompañamiento, pero si desearía, el que mi Corazón fuese depositado en el de Buenos Ayres.


5º -Declaro no deber ni haver jamás debido nada, a nadie.


6º -Haun que es verdad que todos mis Anhelos no han tenido otro objeto que el bien de mi Hija amada, debo confesar, que la honrada conducta de esta, y el constante cariño y esmero que siempre me ha manifestado, han recompensado con Usura, todos mis esmeros haciendo mi vejez feliz. Yo la ruego continúe con el mismo cuidado y contracción la educación de sus Hijas (a las que abrazo con todo mi Corazón) si es que a su vez quiere tener la misma feliz suerte que yo he tenido; igual encargo hago a su Esposo, cuya honradez, y hombría de bien no ha desmentido la opinión que havía formado de él, lo que me garantiza continuará haciendo la felicidad de mi Hija y Nietas.


7º - Todo otro Testamento o Disposición anterior al Presente queda Nulo y sin ningún valor. Hecho en París a Veynte y tres de Enero del año de mil ochocientos quarenta y quatro, y escrito todo el de mi puño y letra.



José de San Martín


Artículo Adicional: Es mi boluntad el que el Estandarte que el Bravo Español Dn. Francisco Pizarro tremoló en la Conquista de Perú sea devuelto a esta República (a pesar de ser propiedad mía) siempre que sus Gobiernos hallan realizado las Recompensas y honores con que me honró su primer Congreso.


José de San Martín







Billete de Banco de 1883. Banco Municipal de la Ciudad de Buenos Aires. El retrato de San Martín, tomado de la litografía de Madou, incluido en ese volumen, es, sin duda, un magnífico grabado. Sirvió para adornar, en 1885, el primer billete de banco con la efigie de San Martín joven, impreso en Nueva York, por la compañía citada, emitido por el Banco de la Provincia de Buenos Aires por un valor de quinientos pesos moneda nacional oro. Lleva además, el retrato de Belgrano y una viñeta con un gaucho a caballo.











Mate de Calabaza y Hojas de Plata de San Martín







Par de Chifles y caja de compases que pertenecían al General San Martín. Los primeros son de cuero vacuno, color blanco y tienen extremidades guarnecidas en plata. Fueron usadas en la campaña de Chile y Perú. Museo Histórico Nacional.






Sello del Ejército de los Andes: es de plata ovalada y ostenta la leyenda: "Secretaría de Ejército"; en el centro, una columna que sostiene un hemisferio alumbrado por una estrella de seis picos: en su borde, entre laureles y bajo relieve la palabra "libertad".




Estribos del General San Martín


jueves, 19 de febrero de 2009

Próximo miércoles 25 de febrero aniversario del Nacimiento del General Don José de San Martín

Los Cazadores Correntinos

Fueron los primeros granaderos


Ante la lamentable noticia de que los efectivos pertenecientes al emblemático grupo creado por el General San Martín, no estarán presentes durante la ceremonia conmemorativa a su natalicio el próximo miércoles 25 de febrero, entiendo que el Gobierno de la Provincia, sin temblarle el pulso, debe convocar a nuestro Cuerpo de Cazadores Correntinos, para que representen honorablemente a nuestros históricos Granaderos de a Caballo.

Confirmada la presencia en Corrientes del Vicepresidente de la Nación Julio Cobos en el aniversario del nacimiento de San Martín el próximo miércoles 25 de febrero, llevó una vez más a la titular del Poder Ejecutivo a tomar una medida extrema que tiene más que ver con la realidad política que con la recordación que se apresta a celebrar el pueblo de Yapeyú.
Pero nada más auténtico será que el “interinato” de la custodia de nuestro héroe máximo, la ocupen los Cazadores Correntinos, que tan bien los representan los 10 hombres de nuestra Policía Provincial. No tengo dudas con el orgullo que vestirán el hermoso uniforme que caracteriza al Primer Cuerpo de Milicias que armó nuestra provincia de Corrientes para defender la soberanía nacional en las Invasiones Inglesas.
Recordemos que la mayoría de los Granaderos de San Martín fueron correntinos. El Sargento Cabral es el símbolo de ellos, pero fueron más de 100 correntinos los que integraron el cuerpo que armó San Martín para iniciar su lucha por la libertad de medio continente.

El Cuerpo de Cazadores Correntinos lo organizó y comando Juan José Fernández Blanco, quien además se constituyó, en 1821, en el primer gobernador constitucional de nuestra provincia.

Una vez más le pondremos los correntinos el cuerpo a un malicioso e inconcebible “bayonetazo” infestado de irreflexión y encono.

Cumpliremos así altivamente con el Padre de la Patria y con la sociedad que merece actitudes que estén a la altura de las elevadas cumbres que sorteo nuestro Gran Capitán.


S.E. Cab de Gracia Magistral Don Juan Carlos Raffo
03783-15621661


†S.A. Don Carlos Gustavo Lavado Ruíz y Roque Lascano
Comandante de la Soberana Orden de Caballería
de San Ignacio de Loyola

sábado, 14 de febrero de 2009

La propuesta de la restitución de la Monarquía Inca.


Entre los varios hechos que oculta la historia oficial argentina -una de las más mentidas del planeta- la propuesta de la restitución de la Monarquía Inca efectuada por el General Manuel Belgrano en el Congreso de Tucumán, el 6 de Julio de 1816 y aprobada por el mismo el 31 de julio del mismo año, es en general tratado como un disparate, una boutade del Gran General. Todos descalifican la intención expresa de Don Manuel de devolver el poder americano a los dueños originarios y legítimos del mismo:los indios americanos y a la cultura mas importante producida en Sud América hasta hoy; los Incas, los constructores del Incario. El caso más nítido se produce con quien sería el mayor divulgador del proyecto, Don Bartolomé Mitre, quien explica minuciosamente en su Historia de Belgrano las razones y profundas convicciones que alentaban la idea en nuestros próceres. ‘Pero la monarquía incásica era todavía algo más que un ideal: era un modo convencional, y según el consenso universal, el único modelo humano digno de admirarse y de imitarse como lo es racionalmente hoy la democracia americana(..)"Los Incas" de Marmontel, habían generalizado en el mundo que el imperio del Cuzco era la realización del sueño de la edad de oro, el asilo de la inocencia primitiva, el tipo ideal de civilización humana, y los conquistadores europeos eran los bárbaros que la habían ahogado en sangre, y este era el libro del vulgo de los lectores. El proyecto de restauración de la antigua monarquía de los Incas, como coronación de la revolución americana, fue promovido por Belgrano y acogido por el Congreso de Tucumán. Era una idea que estaba en la cabeza de muchos pensadores y tenía su razón de ser, sino en los hechos, por lo menos en la imaginación, que a veces gobierna a los pueblos más que el juicio. Entrañaba empero un plan político, que tenía su filiación histórica, y que encontraba eco así en las poblaciones indígenas, como en las ideas que en aquella época circulaban respecto de la identidad de causa entre los antiguos ocupantes del suelo y los nuevos revolucionarios hijos de la tierra. La revolución americana, radical en sus propósitos y orgánicamente democrática por la índole misma de los pueblos, fue no sólo una insurrección de las colonias hispanoamericanas contra su metrópoli sino principalmente de la raza criolla contra la raza española.(..)




En sus proclamas en sus boletines, en sus bandos, en sus manifiestos, en los artículos de su prensa periódica, en sus cánticos guerreros, los patriotas de aquella época invocaban con entusiasmo los manes de Manco Cápac, de Moctezuma, de Guatimozín, de Atahualpa, de Siripo, de Lautaro, de Caupolicán y de Rengo, como a los padres y protectores de la raza americana. Los Incas, especialmente, constituían entonces la mitología de la revolución. Su Olimpo había reemplazado al de la antigua Grecia: su sol simbólico, era el sagrado de Prometeo, generador de patriotismo. Manco Cápac, el Júpiter americano que fulminaba los rayos de la revolución y Mama Ocllo, la Minerva indígena que brotaba de la cabeza del padre del nuevo Mundo fulgurante de majestad y gloria.(..)

En 1816, en medio del polvo del combate y el delirio sagrado de la lucha a muerte entre dos razas, no es de extrañar que el ideal fuese la continuación o la renovación del antiguo imperio del Cuzco. Pese a este despliegue argumental y erudito explicando el alto valor de la propuesta de Belgrano, Mitre agrega: ‘A este plan es imposible concederle sentido práctico, ni siquiera sentido común, ni aun en su tiempo; extravagante en la forma e irrealizable en los medios, concebido sobre falsas ideas, con más inocencia que penetración política y con tanto patriotismo como falta de sentido práctico,(..)

El Congreso había perdido la noción de la realidad, en cuanto a límites y vivía en una región poco menos que fantástica, puramente fantasmágorica, respecto a la unidad territorial que representaba en teoría, hacía más vagas sus fronteras, al intentar fundir un vasto imperio sudamericano en el hecho de designar al Cuzco como capital.En 1917 Mitre abandona su rol de historiador para entrar al de ideólogo de la oligarquía porteña vencedora de la larga guerra civil iniciada en 1810 y en la cual Belgrano era uno de los derrotados por el partido de Mitre. Se exaspera, pierde la línea, apela a su racismo habitual, habla de ‘monarquía en ojotas’, ‘este es un rey de patas sucias’ para terminar denostando al General Belgrano de la manera más ruin: ‘Era una risa homérica cuyos ecos llegaban hasta Tucumán. El nombre de Belgrano, el más puro de todos, quedó tiznado.. Mitre no puede disimular su odio contra esta propuesta americanista y popular, que intentaba quebrar el control hegemónico de Buenos Aires, eliminando su rol balcanizador sobre la unidad continental. Rol en el que el mismo Mitre jugó un papel determinante al servicio de los imperios británico y brasileño. Y es que una cosa es mirar la historia desde otra perspectiva de la construcción burguesa -fuera esta probritánica o proespañola o incluso independiente ‘pero sin los salvajes’ al estilo norteamericano como proponían el ‘demócrata’ Sarmiento o el nacionalista Palacio- y una muy distinta es mirarla desde la perspectiva de las masas oprimidas y desear que esas masas ocupen el poder en forma igualitaria como propusieron Moreno, Castelli, Belgrano, Artigas y Güemes. Otro panorama mental encontramos en el Perú, Bolivia y, a veces en el Norte argentino.

Allí la presencia de la numerosa población indígena, más la fuerte tradición de la cultura incaica, superior en la época de la conquista a la europea que trajeron los españoles -revitalizada posteriormente por las misiones Jesuíticas- constituyen la base para una revisión indigenista que rectifique algunos de los acontecimientos pasados. El continentalismo español había sido precedido por un continentalismo quichua, que debía necesariamente pesar en el nacimiento de la nueva nación americana planteado en 1780 y en 1810.
De allí que a Don Manuel le cayeran críticas por igual de liberales y revisionistas, acusándolo de ‘iluso’, de ‘poco serio’, de ‘propuesta disparatada’, de ‘monárquico’. De ‘conspiración de generales’ lo llamó la prensa probritánica porteña capitaneada por Manuel de Sarratea usando la pluma mercenaria de Pazos Silva, dado que los involucrados en la idea eran los Generales Belgrano, San Martín y don Martín Miguel de Güemes.

El mismo ex secretario de don Manuel en el ejército del Norte, Tomás Manuel de Anchorena lo acusará de monárquico cuando Belgrano proponga la monarquía Inca, pero aceptará de muy buen grado -como el resto de los directoriales porteños- la propuesta de coronar al príncipe De Luca o a algún miembro de la familia real española.

Posición que alentaba desde Londres el espantado don Bernardino, desconsolado ante la perspectiva de tener ‘un rey de la casta de los chocolates’ un ‘cuico’ La historia oficial esconde que el Congreso aprobó esta medida ‘por aclamación’ , pero por mayoría simple y no por los fuerte boicot de los diputados porteños que no podían concebir ‘tamaño disparate: ¿Un Indio en el trono? Finalmente Buenos Aires logrará destruir el proyecto trayendo el Congreso a Buenos Aires, cambiando la voluntad de algunos diputados y reemplazando a los que no querían mudar de opinión. Tomás Manuel de Anchorena no deja dudas sobre como cayó el planteo de Belgrano sobre los hombres de Buenos Aires y qué pensaba la ‘gente decente’ al respecto: "Los diputados de Buenos Aires y algunos otros nos quedamos atónitos por lo ridículo y extravagante de la idea, pero viendo que el general insistía en ella, sin embargo de varias observaciones que se le hicieron de pronto, aunque con medida, porque vimos brillar el contento en los diputados cuicos del Alto Perú, en los de su país asistentes a la barra y también en otros representantes de las provincias, tuvimos por entonces que callar y disimular el sumo desprecio con que mirábamos tal pensamiento, quedando al mismo tiempo admirados de que hubiese salido de boca del Gral. Belgrano."



exterminador de ‘civilización o barbarie’ No por casualidad la línea que terminará difundiéndose de esta corriente francamente revolucionaria, no será la de Astesano, sino la de Abelardo Ramos, que más allá de sus grandes aportes a la historia hispanoamericana terminará reivindicando a Roca como fundador del estado nacional, negando o justificando el genocidio tehuelche, araucano y pampa. Astesano profundizando lo señalado por José Carlos Mariátegui, ubicará al indio como el eje central de la emancipación y al socialismo del Incario como base de una nueva sociedad en América. Así lo habían pensado nuestros próceres que soñaban en una revolución popular, india gaucha, mestiza y negra. Con el pueblo que había, no con otro traído de Europa.

Si la revolución debía liberar y democratizar la vida de las masas, en primer lugar debía ser la de las masas indias, negras y mestizas. Ese era el pensamiento liminar de Moreno, de Castelli, de Belgrano, de San Martín, de Monteagudo, de Güemes y de Artigas. De allí que ellos sean los grandes derrotados de la emancipación americana, hecho por supuesto negado por la historia mitrista. De allí nuestra revolución inconclusa, vaciada de contenido, transformada en una nueva dominación imperial, primero Británica y luego norteamericana. Causa y efecto de la fragmentación de la nación hispanoamericana. De allí que la segunda emancipación sea asignatura pendiente y aflore en cada encrucijada histórica de Nuestra América y pueda ser cantada por Túpac Amaru, por San Martín, por Bolívar, por Artigas, por Belgrano, por Sucre. Pero también por Martí, por Ugarte, por Sandino, por Perón, .

La propuesta del Rey Inca encierra la idea de la nación continental que Mayo había alumbrado en el Plan Revolucionario de Moreno, que Castelli intentó con su marcha al Norte.El Plan Continental es la piedra angular de la estrategia sanmartiniana y de su estrecha alianza con Belgrano, Güemes y O’ Higgins. El Plan se inscribe en el tono sudamericano de la Declaración de la Independencia que fue hecha a nombre de las ‘Provincias Unidas en Sud América’ y no ‘del Río de la Plata’ como tergiversará el mitrismo, exterminador de ‘civilización o barbarie’ No por casualidad la línea que terminará difundiéndose de esta corriente francamente revolucionaria, no será la de Astesano, sino la de Abelardo Ramos, que más allá de sus grandes aportes a la historia hispanoamericana terminará reivindicando a Roca como fundador del estado nacional, negando o justificando el genocidio tehuelche, araucano y pampa. Astesano profundizando lo señalado por José Carlos Mariátegui, ubicará al indio como el eje central de la emancipación y al socialismo del Incario como base de una nueva sociedad en América.
Así lo habían pensado nuestros próceres que soñaban en una revolución popular, india gaucha, mestiza y negra. Con el pueblo que había, no con otro traído de Europa. Si la revolución debía liberar y democratizar la vida de las masas, en primer lugar debía ser la de las masas indias, negras y mestizas.

Ese era el pensamiento liminar de Moreno, de Castelli, de Belgrano, de San Martín, de Monteagudo, de Güemes y de Artigas. De allí que ellos sean los grandes derrotados de la emancipación americana, hecho por supuesto negado por la historia mitrista. De allí nuestra revolución inconclusa, vaciada de contenido, transformada en una nueva dominación imperial, primero Británica y luego norteamericana. Causa y efecto de la fragmentación de la nación hispanoamericana.

De allí que la segunda emancipación sea asignatura pendiente y aflore en cada encrucijada histórica de Nuestra América y pueda ser cantada por Túpac Amaru, por San Martín, por Bolívar, por Artigas, por Belgrano, por Sucre. Pero también por Martí, por Ugarte, por Sandino, por Perón, por Allende, por Fidel, por el Che y por Chávez. La propuesta del Rey Inca encierra la idea de la nación continental que Mayo había alumbrado en el Plan Revolucionario de Moreno, que Castelli intentó con su marcha al Norte.El Plan Continental es la piedra angular de la estrategia sanmartiniana y de su estrecha alianza con Belgrano, Güemes y O’ Higgins. El Plan se inscribe en el tono sudamericano de la Declaración de la Independencia que fue hecha a nombre de las ‘Provincias Unidas en Sud América’ y no ‘del Río de la Plata’ como tergiversará el mitrismo.

El Plan de Belgrano, San Martín y Güemes está en perfecta sintonía con la Carta de Jamaica de Simón Bolívar de setiembre de 1815. No otro era el pensamiento que Miranda -preso en Cádiz- insistía en los mensajes a sus discípulos, en particular a su más querido O´Higgins, por entonces en Mendoza con el Libertador. El Precursor también insistía en la necesidad perentoria de declarar la independencia. En julio de 1816 el único territorio en América no reconquistado por España era el de la Provincias Unidas del Río de la Plata. Tucumán -lejos de Buenos Aires y más cerca del Cuzco- era el lugar donde en 1812 Belgrano había salvado la Revolución.

Era lógico entonces que todo intento libertador Continental partiera de allí. La propuesta del Rey Inca debía ser bien tomada por las masas indias guaraníes y charrúas que componían la mayoría de las tropas artiguistas y que estaban emparentadas desde tiempos inmemoriales con el Incario, cuya esencia solidaria habían revivido bajo los jesuitas en las misiones.

La cuestión de Rey Inca resolvía también de un solo golpe el problema de todos los problemas que cargaría de manera insoluble la Revolución Americana: la distribución igualitaria y democrática de la tierra.

El 9 de julio, Belgrano ya reasumido como jefe del Ejército del Norte por expreso pedido de San Martín, presidió en San Miguel el acto popular de celebración de la declaración de la independencia : ‘Un pueblo innumerable concurrió en estos días a las inmensas llanuras de San Miguel. Más de cinco mil milicianos de la provincia se presentaron a caballo armados de lanza, sable y algunos con fusiles, todos con las armas originarias del país, lazos y boleadoras.(..). El general Belgrano arengó al pueblo con mucha vehemencia prometiéndole el establecimiento de un gran imperio en la América meridional, gobernado por los descendientes de (que todavía existen en el Cuzco) de la familia imperial de los incas. (..) Los indios están como electrizados con este nuevo proyecto y se juntan en grupos bajo la bandera del sol. Están armándose y se cree que pronto se formará un ejército en el alto Perú de Quito a Potosí, Lima y Cuzco.

Doña Inés Azurduy y Padilla, una hermosa señora de ventiséis años, que manda un grupo de mil cuatrocientos indios en la comarca de Chuquisaca, ganó el mes pasado una victoria sobre los realistas, tomando una bandera y cuatrocientos prisioneros.

Los pueblos están armados en masa y enérgicamente dispuestos a contener los ambiciosos amagos de la tiranía. Si estos son los sentimientos generales que nos animan, con cuanta más razón lo serán cuando restablecida la dinastía de los Incas, veamos sentado en el trono y antigua Corte al legítimo sucesor de la corona. El Plan pensaba en la gran nación americana, la Patria Grande. Dicha nación tenía como sustrato esencial y aglutinante de la americanidad, los 1000 años del Incario. Una nación organizada en base a un socialismo de estado con propiedad estatal de la tierra, el agua, las simientes, las herramientas, los recursos y los productos. Estado que se extendió durante esos mil años entre Panamá y Mendoza abarcando el grueso de Sud América y constituyendo la mayor cultura extendida por el continente y base real de la idea de una sola nación americana. Mucho más aun, si se considera que dicha cultura fue la más justa conocida hasta hoy en la humanidad. La única que sació el hambre de todos sus miembros, destinando su organización social para atender a los ancianos, los huérfanos, las viudas y los inválidos. La única basada en la solidaridad y la propiedad común que permitió el florecimiento de una cultura que desconocía el hambre y la necesidad, que distribuía sus recursos entre todos sus habitantes en función de sus necesidades. Cultura infinitamente superior a la precapitalista y esclavista, -luego capitalista y esclavista- que trajeron los españoles, portugueses e ingleses a América, esclavizando y exterminando a las nueve décimas partes de la población originaria. El mayor genocidio que conoce la historia.

Sobre los mil años del Incario y su extensión territorial continental construyeron nuestros próceres fundantes la idea de la gran nación americana. Una nación extendida desde México hasta el Cabo de Hornos, tal cual soñara Miranda.

En particular una nación que abarcara casi toda Sud América con capital en el Cuzco, como planteó Belgrano en Tucumán. Porque la otra parte de la propuesta de Don Manuel que la tornaba insoportable para Buenos Aires, consistía en que dicha nación -que incluía las actuales Ecuador, Perú, Bolivia, Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay, podían adherir también Venezuela y Colombia- tendría por capital a la ciudad sagrada de los Incas: el Cuzco. Casi la misma propuesta de Moreno en su Plan Revolucionario. La misma de Castelli antes de marchar a Lima y ser derrotado en Huaqui por la traición saavedrista. La que propondrá San Martín desde Lima en 1822, cuando envíe infructuosamente a Antonio Gutiérrez de La Fuente a negociar con Buenos Aires, luego de entrar victorioso en el Perú. La misma propuesta que hará Simón Bolívar cuando culmine la obra iniciada por Don José. Toda América sabe que fue Rivadavia -es decir el jefe del partido probritánico porteño; el Cavallo de entonces- quien saboteó a San Martín primero y a Bolívar después, impidiendo que la América española fuera una sola nación. Es hora que los argentinos lo sepamos y lo asumamos.

Algo quedó sin embargo de tamaña epopeya y sueño tan maravilloso: el escudo nacional y nuestra bandera exhiben orgullosas -aunque lo desconozcan la mayoría de los argentinos y argentinas- el Sol de los Incas, el sol de Túpac Amaru, el sol de Manco Cápac.




Tal vez todavía puedan ser ciertas las coplas escritas en las paredes de Oruro y de la Audiencia de Charcas, cuando la rebelión del Gran Túpac, nuestro padre fúndante, en 1780:

Ya en Cuzco con empeño
quieren sacudir, y es ley,
el yugo de ajeno rey
y reponer al que es dueño.
El general Inca viva,
jurémosle por rey
porque es muy justo y de ley
que lo que es suyo reciba



viernes, 13 de febrero de 2009

Denuncian padecimientos de indígenas latinoamericanos

Lima (Perú), 13 Feb. 09 (AICA)
Afiche del Encuentro de Pastoral Aborigen

“Nos solidarizamos con el pronunciamiento de los Obispos y agentes de pastoral indígena del Perú, sobre el ‘Valor y desarrollo de los pueblos de la Amazonía’, y denunciamos las realidades similares que se viven en otros países de América Latina. Es un crimen seguir explotando en forma indiscriminada el medio ambiente que es fuente de vida de la humanidad”, dice en uno de sus párrafos el mensaje emitido al término del Encuentro latinoamericano de Pastoral Indígena que, convocado por el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), se realizó del 9 al 12 de febrero en Lima.

La convocatoria al encuentro fue realizada por monseñor Rodolfo Valenzuela, obispo de Verapaz (Guatemala) y responsable de la Sección Pueblos Originarios del CELAM, y reunió a obispos y secretarios ejecutivos de las comisiones de “Pastoral de Pueblos Originarios” de los episcopados de México, Guatemala, Nicaragua, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Paraguay y la Argentina.

Las deliberaciones giraron en torno al tema “La Palabra de Dios e inculturación”, con los siguientes contenidos: Sínodo de la Palabra. Palabra de Dios e inculturación. Animación bíblica de la pastoral indígena. Los pueblos indígenas en el documento de Aparecida.

Uno de los momentos significativos del encuentro fue cuando se compartieron las experiencias bíblicas en el mundo indígena de cada uno de los países representados.


Mensaje final

Al concluir las deliberaciones, los reunidos emitieron un mensaje en el que resumen las conclusiones a las que arribaron al cabo de los cuatro días.

“En un ambiente de oración, fraternidad, libertad y gran esperanza -consigna el mensaje-, constatamos que hay avances significativos en el caminar de la Pastoral Indígena iluminada por la Palabra de Dios en toda América Latina; sin embargo, vemos que hay necesidad de enfatizar algunos importantes aspectos de esta pastoral”, que exponen en diez puntos:

“1. Anunciar y testimoniar explícitamente la persona de Jesucristo por medio de la Sagrada Escritura, como modo privilegiado del encuentro con el Señor.

“2. Fortalecer la encarnación de la fe cristiana en la vida de los pueblos que tienen una larga tradición histórica de fe y espiritualidad. La fe se encarna en comunidades vivas que tienen su propia cultura.

3. Enfatizar la importancia del aprendizaje de los idiomas propios de los pueblos originarios.

4. Promover la traducción católica de la Biblia a los diversos idiomas de los pueblos originarios, como un derecho de ellos a experimentar el amor del Padre que nos manifiesta su Palabra, en el propio idioma.

5. Reconocer que el proceso de la inculturación del Evangelio es una experiencia comunitaria. Son los mismos pueblos los que tienen que hacer el discernimiento a la luz de la Palabra de Dios. Son ellos los principales agentes de la inculturación.

6. Asumir, en sintonía con el documento de Aparecida, la exigencia de una conversión pastoral, tanto personal como institucional. Esto implica “descolonizar las mentes…” (DA 96), compartir sus luchas por una vida digna, vivir en cercanía de corazón con los pueblos, sentirse bien con ellos, vencer los temores, valorar las culturas, adaptarse a su ritmo de vida, comidas, fiestas, música…

7. Descubrir los carismas en orden a los ministerios y hacer un reconocimiento explícito de los que ya existen en las comunidades originarias.

8. Brindar plena confianza a los indígenas, agentes de pastoral: sacerdotes, religiosas, animadores de las comunidades y catequistas, para que se sientan apoyados y tengan el lugar que les corresponde, como protagonistas del proceso de inculturación del Evangelio.

9. Urgir un acompañamiento más cercano con la Palabra a las comunidades y a sus agentes propios. Que la Biblia esté más presente en reuniones, encuentros, celebraciones y momentos significativos de la vida.

10. Solicitar a la Sección de Pueblos Originarios del CELAM la organización de talleres para traductores de la Biblia y de la Liturgia a los idiomas indígenas, con criterios bíblicos, litúrgicos, antropológicos, canónicos y pastorales que se deben tomar en cuenta”.

El mensaje concluye con la expresión de solidaridad “con el pronunciamiento de los Obispos y agentes de pastoral indígena del Perú, sobre el ‘Valor y desarrollo de los pueblos de la Amazonía’, y denunciamos las realidades similares que se viven en otros países de América Latina. Es un crimen seguir explotando en forma indiscriminada el medio ambiente que es fuente de vida de la humanidad. Animamos a todos a permanecer atentos y vigilantes en la fe que profesamos y en la defensa de la vida y derechos de los pueblos, frecuentemente amenazados”, y termina con una invocación a “María de Guadalupe, Madre y compañera de los pueblos indígenas y originarios en el caminar con el Evangelio”.+

AICA - Toda la información puede ser reproducida parcial o totalmente, citando la fuente
Royal and Imperial House of the Sun
“Sacsayhuamán”

domingo, 8 de febrero de 2009

El Parque Mitre de Corrientes





orden de los caballeros de 

"san ignacio de loyola" 

por el Muy Augusto Caballero de Gracia Don Juan Carlos Raffo


Una idea inicial de Pedro Ferré, quien en su carácter de gobernador dispone, en el año 1832, la construcción de una batería de artillería emplazada sobre la costa del río Paraná. A partir de allí comienza una historia apasionante en ese lugar, a la vera del Paraná y como balcón de mil imágenes que el observador captó a través de los siglos.



Pedro Ferré – (La mejor foto del estadista)

A raíz de la constante invasión de paraguayos sobre el territorio misionero, cuya jurisdicción pertenecía a Corrientes, la Legislatura correntina declaró, por ley el 1º de septiembre de 1832, que el territorio invadido es de legítima propiedad de la provincia.

El Congreso Provincial autorizó al gobierno a expulsar de él a los invasores y así fue que el gobernador Pedro Ferré ordenó la organización de unidades de veteranos e instruyó a que se disciplinen milicias populares y se artilló la capital. Es allì que se construye la primera batería artillada y de allí el nombre original del lugar “Parque de la Batería ”. Es que el dictador paraguayo Gaspar Rodríguez de Francia contestó al reclamo que le presentó el gobierno de Corrientes sosteniendo la soberanía paraguaya sobre los territorios misioneros.


Comienza la historia del Parque Mitre – El arroyo Manantiales sin puente aun.

La memoria urbana va configurando sus componentes permanentes en el tiempo, en sus espacios públicos, sus edificios, sus monumentos. El sentido de identidad involucra al ciudadano que se ve reflejado en ámbitos reconocibles, haciéndolo partícipe de la realidad urbana.

La significación histórica que presenta en función de haber sido el lugar donde se emplazó la “primera batería artillada”, y 40 años después asiento de los campamentos militares de los ejércitos de la Triple Alianza (Argentina, Brasil y Uruguay), durante la guerra con el Paraguay entre 1865 y 1870; conjuga su origen bélico con la apropiación que el ciudadano hace de dicho espacio, convirtiéndolo en punto de atracción a nivel urbano, permitiendo el encuentro de familias y amigos de distintas edades, propendiendo a la sana camaradería y a la integración social.

Valoración histórica y uso recreativo se mantendrán en la memoria colectiva, ligándolos con hechos significativos en la historia de la ciudad que acontecieron en ese lugar y como ámbito de esparcimiento comunitario. Hoy patrimonio inseparable de nuestra cultura provincial.

“La palabra patrimonio significa lo que se recibe de los padres y que por lo tanto es de uno por derecho propio sin que ello sea discutible”

Esa herencia llega a nuestros días no constituyendo solamente una relación con el pasado, sino que también implica una sensación de continuidad y de identificación con una tradición. Constituye el fundamento de un presente y la proyección a futuro de una sociedad que reconoce cuáles son sus valores y por ello, la esencia de su identidad.

“...el patrimonio cultural lo conforman aquellos elementos sobre los que se construye o define una identidad y que por lo tanto, ella es, en realidad, la consecuencia del conocimiento, respeto, estudio y custodia de dicho patrimonio.
Campo de Marte fue su nombre durante la guerra con el Paraguay. En 1885
fué el Cuartel del Jefe de Policía "Toledo el Bravo".


Ubicado al norte del casco céntrico de la ciudad, atravesando lo que antiguamente constituía el puente de la batería que cruzaba el arroyo “Manantiales”, hoy entubado, se ingresa a este solar que anteriormente fue ocupado por los campamentos del ejército de la Triple Alianza , recibiendo inicialmente el nombre de “Campo de Marte”.

Terminada la guerra con el Paraguay se traslada del lugar el asentamiento militar y hacia 1887 “...existía un proyecto de Paseo Público y Jardín Zoológico realizado por el ingeniero Juan Coll, quien por ese tiempo inauguraba los edificios de la Casa de Gobierno, el Palacio Municipal de Curuzú Cuatiá, la Cárcel de Corrientes y muchos otros.

En los primeros años de 1900 se realizó el trazado general de líneas curvas y ya trabajaba una Comisión de Damas para la concreción del monumento a Mitre, además de encargarse de ordenar las tareas de remozamiento.

Hacia 1901 se reemplaza el nombre de Campo de Marte por el de Paseo General Mitre, según la Ordenanza Municipal del 14 de junio del mismo año.

Años más tarde, en la actual punta Mitre se erige un monumento a Venus, consistente en una glorieta de columnas clásicas sobre las que se apoyaba una cúpula, bajo la cual se asentaba una réplica de la escultura clásica.

Rosedal del Parque Mitre – Un paseo imperdible de la bella época

“En 1921 cobró un nuevo impulso autorizando el establecimiento de un jardín zoológico, por ordenanza del 13 de mayo y ese mismo año se concede el permiso para la colocación de placas de la Sociedad Italiana y la Sociedad Española en homenaje al Centenario del General Mitre, y la Piedra Fundamental del Monumento proyectado, acordando el Municipio una contribución”.

Este Monumento fue inaugurado en 1939 y consiste en un conjunto escultórico realizado

por Luis Perlotti, conteniendo las imágenes del General Mitre, las damas correntinas que fueron cautivas durante la Guerra del Paraguay, murales de bronce en sobre-relieve que reflejan escenas del campo de batalla. Se incorporan también como equipamiento el mirador, el palomar, la retreta y algunos conjuntos escultóricos.

Durante muchos años, este espacio público estuvo cercado por un enrejado en sus límites sur y este, conteniendo portones de acceso, definiendo de esta manera límites concretos tendientes al control en el uso en distintos lapsos de tiempo.

Antes de construirse el Monumento a Mitre

En el año 1938 se inician las obras de “Empetrolamiento” (riego de asfalto diluido) de sus calles interiores para evitar que se levante una espesa polvareda, incomodando a los paseantes.

Posteriormente, la eliminación del enrejado y la integración al parque hacia fines de la década del 80 de los terrenos adyacentes que pertenecían al vivero municipal, acrecentará la superficie recreativa, consolidándolo como uno de los ámbitos de esparcimiento más importantes de la ciudad.

Con la incorporación en sus inmediaciones del Club Regata, se completa una fisonomía que es de las más atractivas de la ciudad de Corrientes.

Es evidente que el ciudadano de Corrientes otorga una gran significación a este espacio público en función de los valores de uso, siendo parte de la memoria urbana.

Las características naturales prevalecen por sobre los componentes constructivos y la significación histórica del parque Mitre, puesto que su implantación junto al río Paraná, la proximidad con el centro comercial y administrativo de la ciudad, la fácil conexión vial a través de una de la avenidas de circunvalación del área central que se conecta con la red vial principal del área urbana, permite el fácil acceso desde los barrios más alejados.

Fuente: Ballart, Josep: El patrimonio histórico y arqueológico, valor y uso. Gutiérrez, Ramón; Sánchez Negrette, Ángela:  Evolución  urbana y arquitectónica de Corrientes.

Ad Majorem Dei Gloriam

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