viernes, 6 de febrero de 2009

BOLETIN GUEMESIANO Nº 106 FEBRERO DE 2009

PRESENTACION
El 8 de Febrero se celebrará el 224º aniversario del natalicio del Gral. Martín Miguel Juan de Mata Güemes. No es frecuente este tipo de celebraciones sin embargo Buenos Aires será sede por segundo año consecutivo de la misma. Y en su tierra natal también será recordado con distintos actos. Consecuente con la fecha se presenta un trabajo escrito por Monseñor Dante Bernacki sobre el héroe y se continúa difundiendo la acción patriótica de Juan José Fernández Campero a la luz de la documentación de la época. Finalmente se comparten novedades, consultas de lectores y la caracterización del Homenaje a concretar en Plaza Güemes, Palermo.


CONTENIDO



I. EL NATALICIO DEL GRL. MARTIN MIGUEL DE GUEMES, por Mons. Dante Bernacki
II. EL MARQUES DE YAVI A LA LUZ DE LOS DOCUMENTOS, PARTE II, por M C Fernández
III. CORREO DE LECTORES
IV. AGENDA GUEMESIANA ENERO DE 2009
V. PUBLICACION EN “TODO ES HISTORIA”
VI. CUMPLEAÑOS DEL HEROE
VII. PALABRAS FINALES




DESARROLLO

I. EL NATALICIO DEL GRAL. MARTIN MIGUEL DE GUEMES

Muchas veces nos preguntamos, por qué de nuestros héroes celebramos el día de su partida y no el de su nacimiento, y es que la muerte pone sobre la vida de una persona el sello definitivo de autenticidad y a la vez inmortaliza su testimonio. Su muerte gloriosa, da sentido pleno a su nacimiento y legitima toda su existencia.

La vida cristiana, florece en las virtudes teologales que son la fe, la esperanza y la caridad. La fe nos abre al misterio de Dios e ilumina el camino de la existencia. La esperanza nos lleva a confiar en las promesas de Dios y en los medios para alcanzarlas. La caridad se expresa en el amor a Dios y al prójimo.


La vivencia de estas virtudes, se las puede palpar en la vida de alguien que es coherente con lo que cree. A la luz de esto descubrimos:

Las actitudes de Güemes, fueron precisamente las de un hombre de fe. Como salteños nos identificamos con la devoción secular del Señor y la Virgen del Milagro: cabe imaginar a Don Martín Miguel postrándose ante las mismas imágenes que contemplamos hoy, con su fe profunda y viril. Como prenda de su fe, la imagen del Cristo Crucificado ostenta el escapulario personal del General, como uniendo en una misma realidad la esencia misma de la salteñidad: en su fe y en su historia.

La fe en Dios, "fuente de toda razón y justicia" es para un cristiano verdadero, fundamento para creer en la verdadera libertad, que es la base de toda soberanía.

Güemes creyó en la libertad, porque creyó en Dios. Fue un hombre de esperanza. Las promesas de Dios son las de la plenitud eterna, que comienza con nuestra vida en la tierra. No podemos pretender esa plenitud, sin la lucha concreta por los valores que le dan sentido a nuestra existencia humana.

Güemes esperó en la promesas de Dios, por eso, esperó también en la independencia de nuestra Patria y sembró la semilla de ideales y valores esencialmente cristianos que llevaron a construir la identidad nacional. No optó por una vida cómoda, sino que lo sacrificó todo en aras de la liberación como un proyecto trascendente y continental. A pesar de los titubeos humanos del centralismo porteño, que se mostraban en debilidades frente al avance realista, mezclado con ambiciones, el héroe gaucho jamás se desanimó, aún cuando humanamente, la causa de liberación a veces parecía imposible.

Cuando los realistas le ofrecieron un médico a cambio de renunciar a la causa de la Patria, prefirió entregar su vida, antes que negar sus convicciones. Esto sólo podemos entenderlo en el corazón de un hombre con una esperanza incondicional en quien dirige los destinos de los pueblos y de la historia, el mismo Dios.

Don Martín Miguel, vivió profundamente la caridad, como amor a Dios y amor al prójimo. Entendemos su muerte martirial como un sacrificio por la independencia de su pueblo. Porque amó a Dios, nos dio testimonio del amor por su Patria, que es un modo concreto de vivir el cuarto mandamiento: Honrar padre y madre.

Por eso su valor y entrega calaron hondo en los corazones de los suyos. Amó a sus gauchos, y se hizo querer por ellos, su liderazgo natural brotaba de su ser hombre de bien, con un amor cristiano y sincero por los suyos. Se acercó a sus valientes hombres, pero jamás acudió a la demagogia, pues a los que les seguían les exigió constancia, amor y sacrificio. Cuando sus adversarios quisieron comprar la voluntad del pueblo contra él, bastó su palabra enfervorizada para enamorar a sus gauchos de la causa por la Patria, deponiendo posturas mezquinas.

Aún en medio de las incomprensiones, supo luchar por su pueblo. Fue servidor de los pobres y desvalidos: nadie que tuviera necesidad, habiéndose acercado a él quedó desatendido.

Se alegró con las victorias de su pueblo, y se dolió en los momentos de zozobra.


Nunca ejerció violencia sobre los prisioneros, y supo perdonar aún las más grandes traiciones. No buscó humillar al enemigo, sino que siempre respetó su dignidad.

Su identidad, está marcada por el amor a Dios, la Patria y la Familia. Creo que los dos primeros amores, quedan patentizados en lo comentado.

Su identidad, está marcada por el amor a Dios, la Patria y la Familia. Creo que los dos primeros amores, quedan patentizados en lo comentado.

Su amor a la familia, se mostró en la vida matrimonial. La entrega por los suyos y su preocupación por Doña Carmencita Puch y sus hijos, quedan como un surco de amor y de cariño totalmente entregados, que culminaron en el apasionamiento de una mujer que llorando la muerte del marido, no tuvo consuelo para seguir viviendo, y murió como dijo Don Martín: "su mujer moriría de su misma muerte". La pasión de Juana Manuela Gorriti al rememorar en sus obras estos hechos, evidencian una historia que trasciende todo romanticismo superficial, hacia un amor con visos de eternidad.
Su vida fue fidelidad a Dios y a la causa de la Patria, por eso, la entregó en el marco de esta fidelidad. Más fácil para él hubiese sido quedarse cómodamente en casa y con su familia. Renunció a todo esto, para legarnos una patria libre.
Toda la existencia de este gran hombre salteño, fue una lucha permanente por la libertad, y fue herido en medio de esta lucha por una bala traidora. Murió don Martín Miguel, no sin antes depositar la herencia liberadora en los gauchos que lo seguían.


El general Güemes nos dio un testimonio de valentía, en sus días, la cobardía no tuvo lugar. Y es en la entrega valiente que hoy se agiganta su figura para animarnos a continuar la lid soberana sin bajar los brazos.

Don Martín Miguel supo de la vivencia de las virtudes humanas. La prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza brillaron en sus obras, por tanto no tenemos que descreer hoy precisamente de esto, pues la sociedad entera peligra si como ciudadanos dejamos de lado el referente de estas virtudes.
En fin, de mediocridades, no encontramos nada en él. Su testamento fue el de una vida íntegra y consecuente con los valores e ideales que supo vivir con un heroísmo sólo comparable con el de los más grandes héroes de nuestra Patria y del mundo. Para él "Patria" no fue una abstracción, sino esta tierra querida, con sus tradiciones palpitantes y con el ansia de una libertad que le da sentido y plenitud a nuestra pequeñas o grandes obras. Quienes entienden este mensaje viven la tradición no como una pieza de museo inmóvil, sino como el impulso viviente de un pueblo que quiere seguir construyendo partiendo de su identidad patriótica.

Güemes es un modelo de vida a seguir. Se fue de esta tierra con las manos llenas de amor y de entrega, por eso lo celebramos hoy. En fin, tiñó su rojo poncho, con la púrpura de su sangre, para engendrar desde la tierra salteña la soberanía de la Patria grande nacional.

Guemes nos llama al compromiso por los ideales y valores patrióticos. Recordando las palabras de Is. 58,1-9, especialmente al final del texto dice: "Este es el ayuno que yo amor -oráculo del Señor- soltar las cadenas injustas, desatar los lazos del yugo, dejar en libertad a los oprimidos y romper todos los yugos; compartir tu pan con el hambriento y albergar a los pobres sin techo; cubrir al que veas desnudo y no despreocuparte de tu propia carne (de tu prójimo)."

Este ideal que tiene cumplimiento en la persona de Cristo, lo vemos plasmado en la vida y obra de nuestro "Héroe Gaucho". Su testimonio dignificó y elevó la dignidad de los habitantes de este suelo, de tal manera que la figura del gaucho, tan peyorativamente considerada en aquellos tiempos, comenzó a tener la esencia de la nobleza que caracteriza hoy su identidad.


Ser Gaucho de Güemes, implica identidad y compromiso: vivir los valores de la fe, la esperanza y la caridad, que nos mostró Don Martín Miguel, canalizados en el amor a Dios, a la Patria y a la Familia. Pero esto es imposible sin el fundamento concreto de las virtudes humanas: prudencia, justicia, fortaleza y templanza.


"No se puede ser 'gaucho de ocasión', sino vivir este ideal con verdadera pasión", es decir "no podemos contentarnos con 'parecer gauchos', sino que tenemos que 'serlo', plasmando esta identidad a lo largo de la existencia".
El mundo de hoy, y nuestra Argentina, necesitan de verdaderos testimonios de vida. Ante la banalidad y la tibieza de nuestros tiempos, el gaucho salteño, siguiendo los pasos de Güemes, se eleva como un ideal de vida a profundizar con la esperanza de construir en la verdadera soberanía, este país que todos lo queremos ver con la frente alta en el conjunto de las naciones de la tierra, de cara al 2010, bicentenario de la Revolución de Mayo.

II. EL MARQUES DE YAVI A LA LUZ DE LOS DOCUMENTOS, PARTE II

En el Boletín anterior se presentaron algunos documentos que permiten conocer a nuestros próceres a través de su propia pluma. De ellos surge que como podía Güemes auxiliaba al Marqués, que ambos padecieron por esa sed de Patria que los embriagaba, que los llevó a sacrificarse y a estar permanentemente expuestos a la traición y las ingratitudes.


Esperar en Dios a pesar del infierno

El Marqués decía a Güemes el 14 de Febrero de 1816, agradeciéndole el envío de 63 mulas: “viene el auxilio tan a buen tiempo, que no teníamos en qué montar las partidas que necesariamente debo tener en diferentes puntos observando los movimientos del enemigo. Doy a Ud. todas las gracias que merece su generosidad, por el tiempo y por la dádiva”.

En esa misma carta expresaba: “Mis desvelos se dirigen a formar cuanto antes el regimiento de infantería que Ud. apetece con una fuerza capaz de contener al enemigo y escarmentarlo, obrando de conformidad con la invencible caballería que usted tiene. En esta hora tengo aquí mas de 200 hombres regularmente disciplinados, espero aumentar progresivamente este número, porque los subdelegados del partido y los de Atacama han salido personalmente a reclutar, fuera de otras partidas que he despachado por varios puntos con este objeto. Mi primo don Francisco Uriondo me escribe con fecha 10 que tiene más de 200, y que espera en breve completar a 300, sobre la gente que se le ofrece en Tarija, con la que bien podremos contar con mil infantes”.

Y en otro párrafo: “Trabajo con todo el tesón que requiere la salvación de la Patria, contando ya se vé con el inviolable apoyo de Ud. Conozco sus desvelos y su amor a la justa causa, y esto mismo inflama mi corazón para hacer los últimos sacrificios.
La mayor necesidad es de dinero, pero veo que éste anda muy escaso y Ud. no lo puede proporcionar a pesar que su generosidad se extiende a todo. Qué hemos de hacer, paciencia, que también los enemigos están arañando las cubiertas, y perdiendo amigos por arrancar dinero”. Y, luego de despedirse agregaba: “P.D: Amigo y pariente. Viva la Patria y los peruanos. Ahí va la confirmación de la derrota hecha por Camargo. Yo estoy para marchar, con mi división a Mojo; auxílieme con cabalgaduras, y cien hombres de los suyos. Le mando muestra de los sables que estoy mandando hacer en Santa Victoria. Hemos de triunfar, espero en Dios, a pesar del infierno”.


El único hijo legítimo de la Patria

Desde Salta, el 4 de Mayo de 1816, Güemes decía al Marqués: “Mucho celebro los triunfos de nuestro Pancho (Francisco Pérez de Uriondo), según lo manifiestan los partes que me acompañas. Lo que importa es que en todas tus cartas privadas y de oficio, le digas que nunca presente acción decisiva, si no fuere sorprendiendo al enemigo. Que no le haga más guerra que la de recursos, y que lo hostilice de un modo que no pierda ni un hombre de los suyos.

Dile mucho sobre esto, y dale tus lecciones, según te sugieran tus conocimientos y práctica de aquellos lugares.

Al general (Rondeau) le escribo, que te auxilie con cuanto tenga y le pidas. Me dice que ha de venir aquí a las Fiestas Mayas. Yo lo espero del 16 al 20, para hablarle sobre varios puntos, y muy principalmente sobre uno interesantísimo, de cuyo resultado te instruiré a su tiempo. Por ahora, sólo diré para tu satisfacción que cada día estrechamos nuestra amistad con el general y trabajamos en unión…” En esta carta queda claro que Güemes respetaba el conocimiento de la gente y del lugar que tenía Fernández Campero y su capacidad para organizar tropas y aleccionar sus jefes.

Pero el campo patriota estaba minado de opositores. Juan Francisco Borges decía a Güemes desde Santiago el 27 de agosto de 1816: “He buscado los caballos y tenía ya algunos en el Salado, pero nuestro Aráoz (Bernabé) es un halcón que todo lo arrebata. No hubiera sucedido así, si yo hubiese estado suelto; pero no pierda usted las esperanzas de recibir algunos que se han reservado. También ha hecho recoger los que tenía en Copo, habiendo ocurrido algún choque en la resistencia para entregarlos, de cuya hechuría estoy haciendo curar en mi casa un herido de bala”.


“Sé que tal vez es usted el único hijo legítimo que tiene la Patria, y me asista la confianza que le dará el día glorioso que se busca, aunque le cueste los trabajos y necesidades inmensas que le hacen sufrir, mientras los compadres se regalan con banquetes, borracheras y otras difusiones; pero también sé que el corazón del hombre de bien se llena y satisface con la pureza de su proceder. Algunos de los que pasan y de los que aquí existen, suelen llevar los salmoreos que yo acostumbro, porque no puedo sufrir que tomen a usted en boca para saciar su mordacidad y apoyar su cobardía”.


El 9 de setiembre de 1816, desde Jujuy, Güemes escribía al Marqués: “No dejes de mandar a Almonte, no seamos tan confiados, en circunstancias de que debemos desconfiar hasta de nuestra camisa. Para hallar la verdad debemos dudar (decía Carthecio) de todas cosas. No te canses, que el enemigo nos acecha por cuantos medios son imaginables. Tanto Almonte, como Huertas, quiero que vayan al Tucumán. Conviene.


Ya te he hablado del ganado, y te repito que no sé qué hacerme. Quisiera que vieras lo que dicen de Salta, miserias, lástimas y pobreza suma; y yo sin poderme desprender de aquí, que quizás allanaría lo que no pueden los interinos. En fin, paciencia amigo, que Dios es grande, dicen tus gauchos: iré a Salta y será otra cosa”.


Intentos de soborno

Mientras Martín Güemes y Juan José Fernández Campero penaban por caballos y víveres ante una nueva invasión, el 19 de Setiembre de 1816, Guillermo de Marquiegui y Pedro Antonio de Olañeta le escribían a Güemes. En sus cartas intentaban intimidarlo, seducirlo y sobornarlo. Olañeta le decía: «…avíseme Ud para que con mis jefes le proporcione cuanto desee para su familia…» coincidiendo con Marquiegui, quien le escribía: «yo tengo proporción……de protegerlo con ventajas…», a cambio de que abandone la lucha.

Martín Güemes les respondió con la dignidad que su altura moral le indicaba, rechazando con firmeza y convicción cuanto le ofrecían. Sus nobles virtudes, sus valores, son un ejemplo para todos los argentinos, como expresa Mns Bernacki.

Días antes el Marqués escribía Güemes: “Acabo de recibir dos tuyas de 13 y 14 de setiembre; ambas me llenan de la mayor satisfacción por ver el buen afecto que me profesas. A veces le falta a uno la paciencia, porque no es menos las calentasones de cabeza que le dan. Mañana contestaré a ambas con inserción del parte que por momentos aguardo de la avanzada. Entre tanto manda a tu constante primo y amigo”.

Si tú no me auxilias ¿cómo subsisto?

La última carta de Fernández Campero a Güemes –recopilada en el T VI de Güemes Documentado- fue escrita en setiembre de 1816 en Moreno (no se puede precisar el día por estar roto el original, pero se sabe que es posterior al 9 porque hace referencia a un oficio de ésa fecha). En ella se lee: “Tengo originales los partes de los bomberos por medio de Cala y de otros, y mantengo una lista de los indios pícaros; ando para pillarlos, si caen te los mandaré salvo si son muy delincuentes.
Veo los trabajos en que te hallas por carne para la tropa. Pero si tú no me auxilias ¿cómo subsisto? Ya no hay recursos; y esto nos mata. El enemigo debió salir de Yavi ayer, creo que no lo ha hecho, pero serán consecutivas las noticias si ocurre algo”.


Dada su importancia y actualidad, en el próximo Boletín se continuará desarrollando el tema, con lo sucedido después de la captura de Juan José Fernández Campero.


III. CORREO DE LECTORES

La señora María del Carmen Paz comenta que por su bisabuela paterna, Tránsito Campero, casada con José Gabriel Paz, tucumano, conoció al marqués de Yavi a través de anécdotas familiares, pero no bajo el aspecto militar que a través de sus cartas el boletín enseña. María del Carmen es Miembro adherente del Instituto Nacional Belgraniano.

Franco Cruz, Documentalista y Paisajista, consultó sobre la participación de la Mujer en la lucha por la Independencia.

Carlos Alberto Basualdo, vocal primero de la Asociación Cultural Sanmartiniana de San Juan, requirió información sobre el Sable del Gral. Güemes.

IV. AGENDA GUEMESIANA ENERO DE 2009

Durante Enero la S.E. Dama de Gracia Prof Doña. María Cristina Fernández realizó las siguientes actividades:

2 de Enero:
Envío de material sobre el Gral. Martín Güemes a Nicolás Alvarez, director de la Escuela Municipal de Folklore y Danzas de Villa del Rosario, Córdoba.

23 de Enero:
Entrega de copias de películas históricas al señor Mario Ibarra, propietario de una Empresa de Viajes para su proyección en los viajes de larga distancia. Ibarra es el único que aceptó la propuesta, realizada infructuosamente ante varios empresarios del transporte.

30 de Enero: Presencia en el acto de entrega de la réplica del sable del Gral. Martín Miguel de Güemes y el lanzamiento del Cruce de los Andes realizado en Casa de la Provincia de San Juan. Asistieron al acto Mario Huertas y Noemí Rosas. Luego del mismo se hizo entrega de material bibliográfico sobre Güemes al señor Carlos Basualdo, vocal primero de la Asociación Cultural Sanmartiniana de San Juan, quien recibió la réplica del sable y al Gobernador de esa Provincia, Ing. José Luis Gioja. El señor Gobernador conversó amablemente con los Güemesianos destacando y agradeciendo su presencia. En la oportunidad también se saludó al Intendente de la Ciudad de San Juan y al de Calingasta, al Pdte. del Sistema Nacional de Medios Públicos, Tristán Bauer, a quien se comentó aspectos históricos relacionados con el Gral. Güemes.

31 de Enero:Reunión de enriquecimiento histórico en el domicilio de la Prof. Fernández con la presencia del Director de Cine Ricardo Preve. Participaron en la misma el escritor Güemesiano Carlos Staffa Morris, María del Carmen Fleury (hija del destacado músico Abel Fleury), Mario Huertas, Roberto Casimiro, Héctor Chávez, José Guedilla, Luis Ance Pérez, Mirta Castro y Pablo Pérez.


En Pehuajó

12 de Enero:
Entrega de material de difusión Güemesiana a la Directora de Cultura de la Municipalidad, señora Andrea Mallaviabarrena y al “Chango” Celis, conductor del Programa “Apuntalando lo nuestro” de FM City 90.1.

V. PUBLICACION EN TODO ES HISTORIA

Como oportunamente se comentara, la Prof. M Cristina Fernández obtuvo el segundo premio del Concurso Nacional de Historia organizado por el Gobierno de la Provincia de San Luis. El trabajo premiado “De la discordia al Pacto” fue publicado en el Nº 497 de la Revista Todo es Historia, bajo otro título. Al respecto, con fecha 3 del cte. se presentó al director de la misma Dr Félix Luna, una nota en la que se solicita aclaración de modificaciones que la Revista realizó sobre el original.


Dado que varios lectores del Boletín adquirieron la mencionada publicación, próximamente les serán dadas a conocer las novedades que surjan.

VI. FESTEJO DEL NATALICIO DE GUEMES EN BUENOS AIRES

Coincidiendo con lo expresado con Monseñor Bernacki, el domingo 8 de febrero a Hs. 19.00 se realizará el acto-homenaje al Gral. Güemes en el 224º aniversario de su nacimiento.

El mismo cuenta con el auspicio y la declaración de interés de la Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación y es organizado por el el Instituto Güemesiano en Buenos Aires. El homenaje se desarrollará el 8 de febrero a las 19 horas en Plaza Güemes (Charcas y Salguero, Barrio de Palermo, Capital Federal). El programa contempla la presentación de Banderas del Instituto Güemesiano, entonación del Himno Nacional, del Himno al general Güemes, palabras alusivas, expresiones artísticas a través del canto, recitado y danza finalizando con un ágape comunitario en la misma plaza, compartiendo una torta con los asistentes. Se hará entrega de un recuerdo y globos a los niños.

El festejo, coordinado con la Asociación Amigos de Plaza Güemes y el Centro de Gestión Comunal Nº 14, es de gran importancia en el marco de la evocación y reconocimiento de quien diera su vida por la Patria. Se realizará con el aporte personal de los Güemesianos que carecen de todo tipo de apoyo económico y que con su esfuerzo personal y sacrificio reafirman su compromiso con el homenajeado.

Informes: Prof. María Cristina Fernández; teléfono: 011 4306 9720; correo electrónico: macacha@infovia.com.ar

Información sobre Actos oficiales de la Provincia de Salta, del 6 al 8 de Febrero, se puede consultar en: http://www.culturasalta.gov.ar/content/view/4085/320/

VII. PALABRAS FINALES


Con gran orgullo destaco el compromiso y la participación formal y respetuosa de los Güemesianos con quienes desde hacen 8 años promuevo el reconocimiento del Gral. Güemes en Buenos Aires, el país y el mundo (a través de internet). Quienes me acompañan en esta patriada son gente sencilla, humilde, que no escatima esfuerzos ni niega la moneda que no le sobra y es fruto de su salario para pagar elevadas tarifas de estacionamiento y acomodar sus horarios de trabajo para poder portar o acompañar una Bandera. Mi conmovido reconocimiento a cada uno de ellos, que a costa del sacrificio y de hurgar en sus bolsillos permitirán que el General Güemes tenga su fiesta de cumpleaños en Buenos Aires.

Seguramente el héroe, nuestro padre y guía espiritual, recibirá complacido esta ofrenda de sus gauchos, cuya única riqueza son sus sentimientos. “Todo me falta” escribía él en una oportunidad, nos pasa lo mismo pero nos sobra entereza. Con ella mantenemos el amor a lo nuestro y haciéndole un guiño a la indiferencia y la adversidad, seguimos adelante. Ese es nuestro emocionado regalo ¡Feliz cumpleaños don Martín Miguel!

Buenos Aires, 05 de Febrero de 2009




S.E. Dama de Gracia Prof. Doña María Cristina Fernández
macacha@infovia.com.ar
Teléf.: 011 4306 9720





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