De chico no acostumbraba a festejar el cumpleaños, porque "nunca estuve preparado para esa ceremonia de los regalos", comenta. El hombre, introvertido y tímido, que dice haber elegido el dibujo porque no le gusta hablar, ayer se permitió una licencia.
No puede explicar la repercusión mundial que logró Mafalda. "No lo sé y creo que es lo lindo de esto. Debe ser lo mismo que le pasa a un compositor cuando hay temas que le llegan a la gente y otros que no"
"Yo creo que mis historietas no pasan de moda porque los problemas siguen siendo los mismos, son las mismas guerras que cambian de nombre. La tira salió en una época en que escribía en base a lo que leía en los periódicos y esos temas siguen en vigencia",
No duda de que Mafalda y sus amigos hoy se relacionarían chateando, pero Quino no "tiene ganas" de meterse en el mundo de Internet y sigue enviando las fotocopias de sus trabajos por correo postal. Lo mismo le sucede con el arte digital, al que considera como "un tren que ya perdí".
Según Lavado, es esa simpleza la que hizo que sus historietas hayan dado la vuelta al mundo (ya se publicó un segundo tomo de Mafalda en Japón y pronto saldrá en Indonesia). Sin embargo, el autor se siente más comprendido en América Latina y los países europeos que se parecen más a nosotros.
"Yo me complico mucho, soy detallista; y el humor norteamericano -por ejemplo- es mucho más directo",
El hombre que ha hecho un culto del humor dice que ya no se preocupa por definirlo. Antes se desvelaba leyendo libros sobre la risa, de Freud "hasta que comprendí que el humor es indefinible". "Puede ser una manera de seguir adelante sin dejarte ganar por las angustias de la vida. Hay gente que lo tiene naturalmente y otros carecen de humor y llevan una vida menos placentera",
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