MI ABUELA VASCA:
Dejó su pueblito cercano a Pamplona
y cruzó las aguas del salado mar,
llegó a nuestras playas delgada y
huesuda
he igual que el “hornero”, levantó un
hogar.-
Pequeña y radiante con su sangre vasca,
acunando llantos sus años pasó,
arando la tierra agrietó sus manos,
y el sol de la pampa sus carnes
curtió.-
A brazos partido le peleó a la vida
con su cuerpo enjuto y su gran
voluntad,
tarareando jotas de regiones vascas,
a cuatro cachorros les dio de mamar.-
Ninguna como ella cantó emocionada
el Himno Argentino que supo adoptar,
cantó sus estrofas con voz melodiosa
en las fiestas patrias del nuevo
solar.-
Dobló sus espaldas fregando la ropa
en la arqueada tabla del gran pileton,
sufrió los rigores de duros inviernos
y palió su frío con fuego a carbón.-
Isabel Ezcurra se llamó la vasca
que vivió en Orisoain, su pueblo natal,
pasó por Cirauqui ya siendo casada,
y murió en la tierra del Fierro
inmortal.-
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