Bandera de la Hispanidad en las Américas,
adoptada como símbolo de las Américas
por la séptima conferencia internacional
Americana de Montevideo
el 13 de diciembre de 1933.
El Estado Islámico: Orígenes,
Desarrollo y Amenazas desde la Perspectiva Geoestrategica del conflicto. La
Guerra Secreta en Siria y la intervención militar rusa en la guerra contra el
terrorismo yihadista II Parte
No
obstante, nos encontramos ante una situación de amenaza muy preocupante,
mientras que los combatientes del Estado Islámico van ganando nuevos
territorios y sembrando miedo y muerte, nos tendríamos que hacer la pregunta de
¿Dónde ha salido el Estado Islámico? ¿Cómo ha conseguido convertirse en lo que es hoy en día? Y la pregunta principal a todo ello
sería: ¿Es posible detener al mayor
peligro al que se enfrenta la humanidad desde el final de la Segunda Guerra
Mundial? Este
renacido “Califato” del terror llamado Estado Islámico de
Irak y el Levante anunció que eliminaba de su nombre la referencia geográfica y
declaró que establecería un nuevo “califato islámico”, el primero desde el fin
del Imperio otomano en el año 1924.
Hay
que recordar que los musulmanes de Oriente Medio no tienen califato desde la
caída del Imperio otomano (1517-1924), un califato de orientación sunita, el
cual fue abolido por Turquía en la reforma constitucional de 1926. Hoy la
mayoría de los países de Oriente Medio son seculares y no islámicos y un
musulmán devoto que quiere vivir de acuerdo con la sharia no tiene muchas
opciones (Irán es una excepción, pero es Chiita, mientras que el 87 por
ciento de la población del mundo musulmán es sunita). No obstante, para muchos musulmanes de la
región su identidad religiosa es más importante que su identidad nacional. Uno
de los recursos a los cuales intentará dominar el terrorismo yihadista en la
zona de Oriente Medio, es el control del agua, el cual se transformará en un
objetivo determinante de la estrategia de expansión regional del Estado
Islámico, que “en caso de que lo consiguieran
y pudieran mantener ese control, quizá entonces podrían legitimar parcialmente
su gobierno, o alternativamente ser explotado como arma”.
Pero debemos ser conscientes de que el problema del agua se
extiende más allá de Irak y Siria, con lo que podría afectar a otros países
aliados de EEUU, como Jordania, aumentando el riesgo de que las poblaciones,
las cuales se verían privadas de un derecho universal como es el agua, se
volvieran contra sus gobiernos y decidieran apoyar al Estado Islámico, creando
un levantamiento en todo Oriente Medio. Todo esto podría suceder si en un
momento determinado del conflicto en el que nos encontramos, los terroristas
del Daesh pudieran desarrollar la capacidad de proveer de recursos hídricos
adecuados a los cientos de miles de habitantes que están bajo su control.
La solución a mi entender ante esta amenaza, sería sin lugar a
dudas la de proteger las infraestructuras estratégicas en la zona, a ello me
refiero a las grandes presas hidroeléctricas y otras infraestructuras de agua
ubicadas en las zonas bajo control del Estado Islámico o cercanas a ser
ocupadas por el Daesh. Con lo que la coalición con el apoyo de las otras
naciones que combaten al terrorismo como Rusia deberían ante todo dar
protección a esas infraestructuras que podrían caer en manos de los
terroristas, y provocar un caos en la región. Con lo que el retraso en la
acción militar por parte de la coalición está poniendo en peligro la estrategia
para derrotar al Estado Islámico, con lo que podría provocar que los
terroristas se hicieran más fuertes, continuaran recibiendo más apoyos de otros
países de la órbita regional y sobre todo la llegada ingente de voluntarios islamistas
desde otros rincones del mundo. Hace unos meses, el grupo terrorista nigeriano
Boko Haram, que fue responsable de la muerte de más de 10.000 personas en
Nigeria en 2014, declararía su lealtad al Estado Islámico.
Ahora,
muchos analistas coincidimos en que Boko Haram tiene mucho más poder que del
grupo terrorista que se escindió, ya que el Estado Islámico ha conseguido hacer
algo que prometió y que Al-Qaeda, en su caso no lo consiguió, la creación de
una “Califato”
con lo que aglutina mucho más poder y con una sólida estructurada jerarquía,
algo de lo que Al-Qaeda no dispone. Los últimos meses, el terrorismo yihadista
de Daesh ha llevado a cabo una terrorífica y monstruosa serie de atentados
entre los que me gustaría resaltar el del 31 de octubre de 2015, un Airbus A321
con 224 pasajeros y tripulantes a bordo, el cual cubría la ruta Sharm el-Sheij
(Egipto)- San Petersburgo (Rusia) se estrelló en el norte de la península
egipcia, el avión de la compañía rusa Metrojet, y en el que viajaban 25 niños,
192 adultos y 7 tripulantes fueron asesinados por el terrorismo islamista. Todo
ello nos muestra una fragmentación que lleva a los violentos, los asesinos
radicales islamistas a preferir una marca que les deslumbre por su mayor
impacto. Mediático y sobre todo por la brutalidad de sus acciones. Nuestro
principal objetivo, es atender a Siria e Irak, donde Daesh concentra su
principal órdago califal, aunque hay que resaltar que resulta bastante
insostenible.
Primero porque, carece de recursos (unos 30.000-50.000 efectivos)
para controlar funcionalmente un territorio donde viven unos seis millones de
personas críticas con su dictado, y porque sabe que sus aliados
circunstanciales (milicias sunníes enfrentadas a Bagdad) pueden
nuevamente volverles la espalda, cuando en realidad ya lo hicieron hace una
década cuando Washington les ofreció –armas, dinero y garantías
incumplidas- de regreso al poder. Además en temas militares, la coalición
liderada por EEUU ha logrado no ya solo fijar al enemigo, limitando su capacidad
de maniobra y haciéndolo más vulnerable, sino también dificultar su logística y
financiación (destruyendo depósitos, instalaciones y pozos petrolíferos) Por
último, ya empieza a tomar cuerpo la formación de una fuerza terrestre
–básicamente integrada por las fuerzas armadas iraquíes (238.000 efectivos) y
otros tantos Peshmergas kurdos-, encargados de protagonizar la fase de combates
terrestres que debería seguir a la aérea, iniciada el pasado 8 de agosto. Sin
lugar a dudas muy pocos medios para atender a tantos frentes. Con lo que nos
hace pensar, si realmente el Estado Islámico cuenta tan sólo con 50.000
efectivos, o según nos detallan otras fuentes regionales y locales el
terrorismo yihadista en Siria e Irak estaría formado por más de 150.000
mercenarios, algo que iremos dilucidando en este último temario de la
asignatura.
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