lunes, 5 de junio de 2017

DON PELAYO: "EL INICIO DE LA RECONQUISTA"



VETERANOS DE LA FRONTERA


Don Pelayo es conocido en la historia de España como el fundador de la monarquía en Asturias. Rey asturiano con el que se inicia, a su vez, la Reconquista Cristiana.
Investigando sus posibles orígenes se deduce, que antes de tomar el rol de liderazgo de la Reconquista, fue un jefe local de Cangas de Onís. La monarquía en Asturias nace por una unión de poderes locales que se necesitaban entre si para combatir al Islam. En este contexto se sitúa el héroe Don Pelayo, una etapa de la historia llena de imprescisiones y leyendas. El lugar donde se consolidó la leyenda de este caudillo-rey es Asturias, baluarte de la resistencia contra la invasión árabe.
Unos de los motivos principales por los que los jefes locales del norte se rebelaron contra el Islam fue que rechazaban los impuestos que les querían imponer los árabes y Don Pelayo aprovecharía esa resistencia al poder emergente desde Córdoba para formar su propio reino.
ORIGEN:
Es un tema controvertido, ya que se le atribuyen procedencias de lo más variadas. La Crónica Albeldense le describe como noble godo. Alfonso III, en su testamento del año 869, vincula a Pelayo con el área central de Asturias, aunque sin precisar su lugar de origen.

Estudios arqueológicos sugieren que antes de ser primer monarca astur podría habría sido cabecilla de un clan local. Su posible origen astur está sustentado por las crónicas Albeldense y Rotense de la etapa final del Reino de Asturias (siglo IX), sin embargo otros atribuyen un origen godo a Pelayo, este dato ha sido cuestionado ya que los astures, se habían rebelado contra el rey Wamba, y resulta extraño que aceptasen como rey a un aristócrata enemigo.

Es de señalar que las regiones más romanizadas, como la Bética y la Tarraconense, no opusieron una seria resistencia al colapso del reino visigótico, y la aristocracia visigótica, en su mayoría, tales como los condes Teodomiro o Casio, aceptó el dominio omeya a cambio de prebendas.

La viuda de Rodrigo, ya que se le dio por muerto después de la batalla de Guadalete, Egilona, se casó con Abd al-Aziz, primer valí de Al-Ándalus.

Las crónicas asturianas antiguas no contienen la genealogía de Pelayo. Se sabe que era hijo del duque Faffila o Favila, de ascendencia goda. Los primeros documentos que trazan el árbol genealógico de Pelayo lo harían descendiente de Chindasvinto. En la " Estoria General de España", cuyo autor es el rey Alfonso X el Sabio, lo sitúan como precursor y descendiente de la monarquía visigótica, aunque dicho Historia a fuese escrita cinco siglos posteriores a los hechos.

La ideología neogoticista que impregnó los reinados de los reyes de Asturias, Alfonso II y Alfonso III, pretendía entroncar los orígenes del reino de Asturias con el Reino visigótico, para legitimar las aspiraciones imperiales de los reyes de León y de Castilla.

El origen antropónimo de Pelayo no es germánico, sino que deriva del griego, lo que apuntaría a un origen hispano-romano. Dicho nombre de pila era usado frecuentemente en noroeste de España. De forma general, las crónicas cristianas como las islámicas lo presentan como un personaje vinculado a Asturias y que poseía tierras en la región. El testamento del rey Alfonso III, menciona que Pelayo tenía tierras en Tiñana (Siero), no muy lejos de Lucus Asturum, una de las ciudades más importantes de la Asturias prerromana y romana.

La Crónica Rotense señala que, tras su huida de Córdoba, Pelayo se refugió en Bres (Piloña) en pleno corazón del territorio de los luggones argandenos y cerca de su capital, Paelontium (Belonciu).

Tanto Al Maqqari, como Ibn Jaldún, en el siglo XVI, atribuían orígenes asturianos a Pelayo, y el primero, al describir los sucesos de Covadonga, les califican como "asno salvaje", una denominación poco apropiada para un miembro de la aristocracia goda y se deduce que es un caudillo rural, alejado de los centros de cultura romano-visigóticos. Esto pudo ser simplemente, un hecho de propaganda contra Don Pelayo en el bando musulman a lo largo de la Reconquista; siendo esta la versión oficial de los cronistas árabes.

Los relatos de otros cronistas musulmanes como Iban Al-Akir, describe a “Muza” ataca robando, destruyendo iglesias, campanas, o Al-Nuwairi hacen referencia a la roca de Pelayo, conquistada por Muza en su campaña de 712–714, y que pudo ser el cerro de Santa Catalina, donde se asentaba la ciudad de Gijón.

El hecho de que el topónimo portase el nombre de Pelayo, sugiere que era por aquel entonces el gobernante local de la villa, aunque el texto fue escrito siglos más tarde y puede tratarse de adaptación literaria. En tal caso, la leyenda sobre el matrimonio de Munuza con su hermana Adosinda, de ser cierto, habría tenido como objetivo reforzar el pacto entre la aristocracia astur y los nuevos gobernantes árabe-bereberes.

OTRO DE LOS POSIBLES ORÍGENES DE DON PELAYO:
Parece de consenso general que era hijo del duque godo Favila, durante el reinado de Witiza se enemistó con el rey por motivos desconocidos y se autoexilió en Asturias, el territorio menos controlado por los godos, tomado contacto con los clanes astures.

Se dice que incluso peregrinó a Tierra Santa y regresa en época en que Don Rodrigo se coronó monarca tras derrotar a los hijos y partidarios de Witiza.

Don Rodrigo le nombra espatario, o sea de su guardia personal. Estuvo junto al rey en la batalla de Guadalete. Tras la derrota del 711, don Pelayo pudo escapar con un grupo hací­a Toledo, capital del reino visigótico. En el 712 Toledo se rinde sin oponer resistencia y Don Pelayo abandonó la capital con sus hombres escoltando a Urbano, arzobispo de Toledo, quien custodiaba las sagradas reliquias cristianas. Está parte, parece cobrar bastante credibilidad, se puede asegurar que escaparon hacia el norte con un gran cantidad de reliquias y el tesoro Real o al menos una buena parte de éste.

Se establece en la cornisa cantábrica e intenta atraer a su causa a los bravos astures y cántabros que viví­an en clanes dispersos por las montañas, con un gran sentido de la independencia, ampliamente demostrada históricamente frente a los romanos.

En el año 714, Muza llega hasta León, Astorga y Lugo, dejando una pequeña guarnición en Gijón a las órdenes de Munuza. Munuza y Don Pelayo establecen contacto, de ahí que la hermana de Don Pelayo se casase con Munuza.

SURGIMIENTO DE LA MONARQUÍA ASTURIANA:
Don Pelayo se encuentra en el 718 en Córdoba, es imprecisa su situación con respecto a los árabes. A su regreso al Norte, este mismo año, en Cangas de Oní­s se reúne con los clanes montañeses y es coronado rey.

Don Pelayo, siendo coronado rey, buscaba unificar el mando y establecer una monarquí­a hereditaria, evitando así los problemas sucesorios visigóticos, cuya monarquí­a era electiva.

Preparaba la rebelión. En el año 722, tras una escaramuza, Munuza solicita apoyo a sus superiores y una columna numerosa, al mando de Alqama llega desde el Sur.

LA MÍTICA BATALLA DE COVANDONGA:
Alqama, que había acudido en auxilio de Munuza, se hizo acompañar del obispo Oppas, tí­o de Agila y hermano de Wiitza. El traidor había sido llevado para negociar con los rebeldes. Don Pelayo, sabedor del terreno, atrajo a los musulmanes hacia un enclave favorable, refugiándose en el monte Auseva, en los Picos de Europa.

Alqama envió a negociar a Oppas con Don Pelayo y éste le reprochó su traición. Oppas le informó a Alqama que no había alternativa alguna a la lucha. Alqama espetó "aplastaremos a esos 300 asnos salvajes", le fue la vida en ello.....

Comenzó la primera gran gesta de la reconquista: Don Pelayo habí­a ordenado sus “300” hombres alrededor de la Cova Dominica, futura Covadonga, con un pequeño grupo parapetado dentro de la cueva. Los musulmanes intentaron llegar a la cueva por el desfiladero, siendo recibidos por un aluvión de piedras y flechas desde las montañas dominadas por los astures. Los astures causaron grandes bajas en la vanguardia musulmana, después salieron y atacaron a los musulmanes en su retirada. Parece ser que Dios también favoreció la causa de Don Pelayo y un desprendimiento de rocas sepultó a gran parte del ejército, muriendo Alqama.

La leyenda, como es de esperar, habla de la intervención divina en la victoria, por lo que Covadonga fue consagrada como lugar de culto y peregrinación para la cristiandad.

Munuza, enterado de la derrota, abandonó Gijó dirigiéndose con sus tropas a León.

Don Pelayo se consolidó como como rey y tras su muerte, en 737, heredó el trono astur su hijo Favila, el que se dice murió al ser atacado por un oso durante una cacería.

La leyenda de Covadonga, según la versión cristiana, nos habla de una victoria milagrosa. Sin embargo, la versión musulmana, como es de suponer, la refiere como una pequeña escaramuza. Debió ser una victoria significativa y la resistencia de Don Pelayo importante. No se concibe que Oppas fuera requerido para negociar con el rebelde de no ser así, ni se habrían enviado refuerzos desde Córdoba si la situación no fuese alarmante para los invasores.

CONCLUSIONES:
Don Pelayo trasciende lo histórico, situándose en lo mítico y es el inicio del camino de regreso a casa, de la vuelta de Hispania a sus legítimos herederos, lo cual sería consumado definitivamente por los Reyes Católicos....


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