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Parala Pascua
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Para
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En tus manos, heridas y sin vida.
Entregadas hasta el extremo
Manos de obrero, constructor de un nuevo mundo.
Manos de mujer partera y comprometida.
Manos de joven que grita buscando sentidos.
Manos de abuelo que ya solo contempla, en silencio
Manos de pueblo que señalan a sus gobernantes.
Gobernantes que esconden sus propias manos.
Manos de migrantes que vuelven a levantar sus vidas y partir.
Manos abiertas de los niños, receptivas expectantes.
Manos anónimas que dicen ¡aquí estamos!
Manos que se unen a las tuyas,
para no quedarnos mirando la piedra.
Para no quedarnos mirando la muerte.
Juntos recoger las vendas,
mostrar tus heridas y en ellas las nuestras.
Porque allí ya no hay nadie.
Inquietos, iluminados ¿no sabemos dónde te han puesto?
Pero escuchando tu voz, salimos afuera,
y así empezamos a seguir buscándote.
Marcos Alemán s.j.
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