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Exposición realizada en el “Instituto Nacional Belgraniano” el 23 de agosto del año 2010.
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Éxodo jujeño (23 de agosto 1812/2010)
Por Tcnl. José Javier de la Cuesta Ávila (LMGSM 1 /CMN 73)
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Introducción.
Sean mis primeras palabras para agradecer a la Asociación de Damas Jujeñas, en particular a su presidenta la Señora Noheli Álvarez Prado, el honor de ser quien recuerde el 23 de agosto de 1812, fecha calidamente patriótica que esta unida carnalmente con los que han nacido en Jujuy, la Patria Chica. El hecho que se me brinda esta ocasión, posiblemente, se debe a que parte importante de mi vida tiene sabor de aquellos que han bebido de las aguas del Xibi Xibi.
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El Éxodo Jujeño es el acontecimiento que honran mas profundamente los jujeños. El es el aporte claro de sacrificio de aquellos que fueran sus padres dentro del proceso de iniciación de la marcha hacia el rumbo del país para ser nación.
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Si bien muchos historiadores pueden referirse a esta gesta, tengo la certeza que solo los nacidos en esa provincia, tan llena de tradición, pueden expresarse con amor sublime, alentados en la esencia del espíritu lugareño.
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El hecho.
El parte enviado por el General Pío Tristán resume lo que había pasado. El mismo dice: “Estaba desierto y desmantelado, y espantado por el aspecto tristísimo de aquellos hogares desamparados y de aquellas calles mudas y tristes, después de la agradable animación de otros tiempos, Belgrano es imperdonable…”.
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Todo lo demás es parte de relatos que describen la columna de jujeños en marcha hacia el sur, mientras las patrullas de la retaguardia patriota los cubren. Se negaba a los realitas una base fundamental para sus operaciones y la retirada los llevaba a ser atraídos ante la sensación de un ejercito, con apariencias de vencido, que se retiraba presuroso para no dar combate.
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Las causas.
Si bien el 25 de Mayo de 1810 había sido un paso político trascendental, cuya característica saliente fue que no costo vidas y se desarrollo sin crueldad, su evolución si requería, para cimentarse, lucha y sacrificio. En otros rincones de America, los sueños habían sido ahogados sanguinariamente, solo subsistían los ideales luminosos en las riberas del anchuroso Río de la Plata.
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En el alma de los españoles americanos surgía la duda sobre los pasos a dar ya que las circunstancias evolucionaban y lo que era justificable ayer, debido a la invasión napoleónica, dejaba de serlo. Al unísono, crecía la sensación de individualidad, resultante natural del crecimiento y la experiencia. Se debe tener la certeza que tanto los patriotas y los realistas, como lo mostrara el correr de los tiempos, sentían el efecto del clamor al cambio, pero, evidentemente, diseñaban caminos diferentes para lograrlo y allí estaba la diversidad de las acciones.
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Es necesario entender, como ese crisol de ideas, se alimentaba de sueños y realidades, para tener el escenario en el que se creaba la Patria. Jujuy, pese a su reducido tamaño, era el importante poblado, portal de la Quebrada de Humahuaca, natural vinculo hacia el Alto Perú, y por el cruzaban las noticias de éxitos y fracasos que llenaban de alegría o congoja a sus habitantes.
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La llegada del General Manuel Belgrano fue recibida como un alito de esperanzas. Llegaba con el la posibilidad de razonar y no enturbiar las mentes por las necesidades o los intereses. Belgrano, como ya lo había hecho en Asunción, debe haber tenido pláticas con los vecinos para convérserlos analizado la situación. La celebración del 25 de Mayo, con la Jura de la Bandera y el júbilo de todos unidos, es la más clara muestra del espíritu reinante. Belgrano, ya no era el porteño ilustrado, sino el hermano que al se abrazaba pues el era la esperanza.
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La crueldad de la represión en el Alto Perú llegaba como noticias aterradoras. Goyeneche avanzaba a sangre y fuego y no perdonaba matando aun a niños y mujeres. Tan difícil de entender era su accionar que parecía no ajustarse al razonamiento y la lógica. Era el accionar del guerrero que nada perdonaba..
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Librar combate seria, sin dudas, exponerse a una derrota y a perder las únicas fuerzas que tenían alguna calidad para hacerlo. Belgrano, ese civil hecho soldado por sus deberes a la Patria, tenia en su corta experiencia la enseñanza brindado en la campaña a Asunción en la cual los paraguayos se retiraban, dejando tierra abandonada, lo que dificultaba y desgastaba el avance. Seguramente esa era la táctica a aplicar que estaba sostenida. además, por las órdenes de retirada que recibía de Buenos Aires. Jujuy tenía que dejar de ser el eslabón hacia el Sur del Perú y no poder ser utilizado como fuente de apoyo al invasor.
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El éxodo.
Mucho se ha escrito sobre el éxodo y, lamentablemente, algunas veces se han cometido equivocaciones que desfiguran el hecho y le restan su real valía. La realidad es la descripta por Pío Tristán de un poblado desierto y abandonado, pero también es que hubo quienes marcharon tras Belgrano y quienes se quedaron.
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El Doctor Fernando Zurueta, a mi pedido, entresaco de los libros en Jujuy, una lista de los que marcharon y en ella se mencionan a las personas siguientes; Martín Otero, Alejandro Torres, Miguel de la Barcena, Antonio Rodrigo, Joaquín de Etcheverna, Gabriel del Portal, Francisco Calderón, Rafael Eguirre, Ignacio Noble Carrillo, Saturnino de Eguia, Ventura Marquiegui, Tomas Gamez, Mariano Cordlaiza y otros cuyos nombres patricios hoy nominan a las calles de Jujuy.
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También, vale decirlo, hubo quienes quedaron en Jujuy, con los que Pío Tristán forma gobierno para la ciudad, y, gracias a ellos, los realistas no destruyeron y quemaron las casas de la población a la que retornarían los jujeños después que los españoles fueran vencidos en Salta el 20 de febrero de 1813.
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Es necesario destacar que pese al Bando de Belgrano que impulsaba y obligaba a la retirada, aun con amenaza de muerte, esto último no se cumplió, salvo con dos soldados desertores como una medida necesaria para evitar que las tropas abandonen sus unidades.
La avanzada realista, posiblemente alentada por los resultados de su avance, poco asentó en Jujuy y comenzó la persecución hacia Tucumán. Pio Tristán debe haber tenido la impresión de que la derrota de los patriotas estaba próxima ante el neto poder superior de sus armas y la debilidad de aquellos.
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Pero, allí estaba Tucumán, donde se libraría la “Batalla de la Patria”, y las armas criollas unidas a las gentes, los gauchos y sus lanzas, darían gloria a una Patria que nacía y honor a los valientes que ofrendaron sus vidas por ella.
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Consecuencias.
En la imaginación del historiador surge el interrogante del contrario, es decir si Jujuy no hubiera actuado como lo hizo y Belgrano intentara detener e los realistas. Evidentemente el fracaso hubiera sido mayúsculo, pues las pocas tropas de Belgrano no habrían logrado nada ante la masa de Goyeneche de la que las unidades de Pío Tristán eran solo su avanzada. Las consecuencias imaginadas son que Buenos Aires no habría logrado continuar su accionar hacia la libertad.
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Pero, la realidad fue otra, y Jujuy quedo encadenado en las gestas que merecen el reconocimiento de los argentinos y su pueblo tiene como timbre de gloria el honor que su accionar le ha concedido.
Reflexión final.
Cuando se llega a Jujuy y se siente a su calida gente.
Cuando por sus calles se escucha un silencio estridente
Cuando se sabe de su pasado glorioso siempre naciente
Sabemos que Belgrano existe y estará junto al presente.
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Valientes padres de aquellos que un lejano día fueron
El eslabón de la gloria en el camino casi un sendero
Que sonando las tristes notas de miles de quenas
Trazaron con luces brillantes tras el derrotero.
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Cuando llegamos a agosto en el jujeño sincero
Cuando las cajas repiten su ritmo chayero
Cuando el orgullo de todo lo que vivimos
Florece la Patria para ser sinceros.
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Para recordar el éxodo jujeño es necesario sentir lo que para los jujeños ello significa, no tan solo en ese pasado ejemplar, sino en el presente y el futuro, ya que lo realizado por aquellos en el 1812 es una muestra de la voluntad de aporte y acción provinciana a las realización de la nación.
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Todos los 23 de agostos, Jujuy se viste de fiesta, los clarines resuenan en sus calles, todo se ilumina de celeste y blanco, es el recordar una fecha que esta inscripta con letras doradas en los bronces de la Patria. Ese fue el día en que un pueblo lo dio todo y con su gesto consolido las bases de una Nación que nacía, por eso, y todo lo que significaba, hoy honramos ese pasado de gloria y coraje..
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Nota: (*) Exposición realizada en el “Instituto Nacional Belgraniano” el 23 de agosto del año 2010.
S.E Dr Don Fernando Dasque
Lugarteniente General de la República Argentina
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