Promoveremos la aplicación de la ley ante todo.
Contravencional y Penal.
No màs drogas en las plazas, no màs “limpiavidrios” en los semàforos ni màs “trapitos” extorsionàndonos.
No màs cortes de calles o caminos.
No màs pobres contra pobres usurpàndose viviendas.
No màs niños perdiendo su niñez mendigando, drogàndose o prostituyèndose.
No màs criminales en la calle. Punto.
La calle volverà a ser de la gente honesta y trabajadora.
SABEMOS que como problema polìtico –grave-, la inseguridad debe resolverse con decisiòn polìtica
sin importar lo que digan grupos minoritarios de ideologìa contraria al orden pùblico.
Tenemos esa decisiòn.
Como problema tècnico, nos asesoramos con tècnicos en la materia, tal como si estuvièramos
ante una alta inflaciòn o una pandemia, en las que necesitarìamos a un economista especializado o a un mèdico experto sanitarista, en seguridad no se necesitan amigos del poder, se necesitan expertos en seguridad pùblica.
Los tenemos.
SABEMOS que la creencia consolidada en àmbitos polìticos que la injusticia social, o la falta de oportunidades generan delito, es falsa. Se cree erròneamente, que atendiendo a las necesidades bàsicas de la gente el delito disminuirà, cuando la simple observaciòn de la realidad y experiencias del mundo nos muestran que entre los paises màs seguros hay paises muy pobres y muy ricos, y viceversa.
No confundamos pobreza con delincuencia. Las mayorìa de nuestros pobres son tambièn la mayorìa de las personas honestas que resultan vìctimas de la inseguridad dìa a dìa. Son los màs expuestos y los que menos medios tienen para resguardarse contra la delincuencia.
Un ejemplo reciente y cercano? Brasil, que cambiò la situaciòn de 50 millones de personas llevàndolas de la clase baja a la media, tuvo que, al final del gobierno del Presidente Lula Da Silva, reconocer que la delincuencia seguìa en alza y tomar medidas serias al respecto, como la militarizaciòn de las favelas para combatir el narcotràfico.
Tambièn se trabajarà, por supuesto, en ver todas las injusticias sociales erradicadas.
En San Luis se hizo. Pero tambièn allì atendemos el problema delictual en forma especìfica.
SABEMOS que el delito violento, el que màs preocupa, no proviene de la pobreza, sino mayormente, y desde la dècada del 80 en Argentina, del narcotràfico y sus derivaciones.
La globalizaciòn de la droga, la que ya gracias a la inacciòn prolongada gubernamental tiene en nuestro paìs a representaciones de los carteles o bandas mas sanguinarias del planeta, es la causante, tambièn globalmente, de un alto porcentaje del delito violento (se estima entre un 30 % en zonas suburbanas y el 70% en urbanas, mientras que el delito “por pobreza” no llega al 5% del total delictual).
Y es por 3 motivos: 1.las matanzas entre carteles y dealers por dominio territorial (y ocasionales vìctimas inocentes),2. el crimen del adicto para obtener dinero para solventar su adicciòn, y 3.el crimen de la persona drogada, carente de frenos inhibitorios, causante desde accidentes automovilìsticos hasta ataques sexuales.
SABEMOS que el crimen, en general, es multicausal, y lo integran causas biològicas, sociales y hasta de medio ambiente. En particular, cada delito tiene su motivaciòn, por ejemplo no es la misma la del atacante sexual que la del estafador.
Pero tambièn SABEMOS que la inseguridad que sufrimos a diario tiene 1 sòla causa: la cantidad de delincuentes en libertad que tiene cada paìs, provincia o regiòn produciendo esa inseguridad. Este es un concepto bàsico que el gobernante argentino de las jurisdicciones màs afectadas parece no captar.
SABEMOS que esto ya no se arregla con discursos sino con medidas concretas en los 3 actores principales del sistema criminal: sistema policial, judicial penal y penintenciario.
Y ello partiendo de una legislaciòn criminal acorde a estos tiempos.
SABEMOS que la Polìtica Criminal debe prever metas a mediano y largo plazo para evitar la entrada de actores al sistema penal, como por ejemplo, el rescate y cuidado de menores en riesgo y el fortalecimiento de su familia -o provisiòn de una sustituta en su caso-, la tambièn fortificaciòn de la educaciòn en general y
especìficamente los programas educativos de cursos antidroga en las escuelas.
SABEMOS que el Plan de Seguridad, al contrario, debe contener medidas para la soluciòn RAPIDA del problema de la delincuencia urbana, es decir apuntada sòlamente a separar del seno social a quien permanentemente agrede a sus integrantes. La gente necesita soluciones YA, no a 20 años. Los Planes que esporàdicamente se muestran en Argentina como exitosos NO lo son. Un plan eficiente debe mostrar al menos una baja sostenida en la tasa de criminalidad del 20% anual.SABEMOS formularlos y asì lo haremos.
Como SABEMOS TODO ELLO , entonces en el primer año de gobierno aplicaremos, ley en mano, las estrategias propias para ir previniendo delitos, encarcelando a delincuentes y evitando la entrada de primarios al sistema penal.
Nota : Las Medidas especìficas de nuestro Plan de Reducciòn de Criminalidad seràn presentadas pronto en el Teatro El Victorial, C.A.B.A.
Autor:
El Dr. Martin Etchegoyen Lynch es Abogado, Doctor en Ciencias Penales y PhD in Criminal Justice. Recibio training en USA como Crime Analyst y Criminal Profiler.
Con una vasta experiencia en las Ciencias Criminales y en la pràctica forense, se ha desempeñado como abogado penalista y durante 3 años como Fiscal en lo Criminal de San Isidro, de Instrucciòn y de Juicio. Ha escrito numerosas notas y brindado conferencias en el campo de la Criminologìa. Es rutinariamente consultado por los medios argentinos, a los que brinda entrevistas radiales y televisivas.
En los Estados Unidos, adonde viviò, estudiò y trabajo por 10 años, fue parte del “Republican Presidential Task Force”, Think Tank Presidencial (2006 a 2008), Washington , DC y ha recibido la “Republican Congressional Order of Merit” por sus aportes sobre Seguridad . Es Miembro Activo de la “International Association of Crime Analysts”.
Actualmente dirige “Crime Down Consulting”, consultora basada en Los Angeles, CA, desde adonde brinda servicios que incluyen planes de reducciòn de criminalidad basados en teorìa y pràctica criminològica de resultados probados.
En Argentina, asesora a la Provincia de San Luis en materia de Seguridad Pùblica El Dr. Martin Etchegoyen Lynch es Abogado, Doctor en Ciencias Penales y PhD in Criminal Justice. Recibio training en USA como Crime Analyst y Criminal Profiler.Con una vasta experiencia en las Ciencias Criminales y en la pràctica forense, se ha desempeñado como abogado penalista y durante 3 años como Fiscal en lo Criminal de San Isidro, de Instrucciòn y de Juicio. Ha escrito numerosas notas y brindado conferencias en el campo de la Criminologìa. Es rutinariamente consultado por los medios argentinos, a los que brinda entrevistas radiales y televisivas.En los Estados Unidos, adonde viviò, estudiò y trabajo por 10 años, fue parte del “Republican Presidential Task Force”, Think Tank Presidencial (2006 a 2008), Washington , DC y ha recibido la “Republican Congressional Order of Merit” por sus aportes sobre Seguridad . Es Miembro Activo de la “International Association of Crime Analysts”.Actualmente dirige “Crime Down Consulting”, consultora basada en Los Angeles, CA, desde adonde brinda servicios que incluyen planes de reducciòn de criminalidad basados en teorìa y pràctica criminològica de resultados probados.En Argentina, asesora a la Provincia de San Luis en materia de Seguridad Pùblica.
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