Templo de la Santa Cruz, perteneciente a las antiguas reducciones indígenas de Juli (Puno) |
Desde 1532 habían en el naciente Virreinato del Perú dominicos, franciscanos, agustinos, mercedarios y sacerdotes seculares. La primera mención del Perú en los documentos de la primitiva Compañía de Jesús se encuentran en una carta de san Ignacio de Loyola (19 mayo de 1544) al que sería, luego de san Ignacio, el segundo General de la Compañía, P. Diego Laínez, en la que menciona la posibilidad de la fundación de un colegio "en ese virreinato". San Ignacio ya tenía en mente enviar jesuitas al Perú, pero por circunstancias burocráticas los dos jesuitas designados a la misión, los P.P. Marco Antonio Fontova y Gaspar de Acevedo, no pudieron embarcarse. En 1559, durante el generalato del P. Laínez, se insistió en esta posibilidad, pero, nombrados el P. Jerónimo Ruiz del Portillo y otros cinco, tampoco pudieron embarcarse por los mismos motivos. Finalmente, los Jesuitas llegarán al Perú, al aceptar san Francisco de Borja, tercer Superior General, la petición expresa del Rey Felipe II de enviar jesuitas a los territorios españoles de la Florida y el
Perú. Encabezados por el P. Jerónimo Ruiz del Portillo, primer provincial del Perú, los misioneros llegan a Lima el 1º de abril de 1568.
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Durante la Colonia, la Compañía trabajó, principalmente, en las célebres Misiones de Maynas (con los jíbaros) al otro lado del Pongo de Manseriche; en las "reducciones de indios" (las más importantes fueron las del Cercado de Lima y las de Juli y Pomata en Puno); y en la educación de los pueblos. Entre la instituciones educativas creadas por la Compañía destacan el Colegio Máximo de San Pablo y el Real Colegio de San Martín (antecesor de lo que es hoy el Colegio de la Inmaculada) en Lima, así como los colegios San Bernardo y San Francisco de Borja y la Universidad de San Ignacio de Loyola en el Cuzco. Las misiones y obras apostólicas jesuíticas fueron financiadas con la producción de las haciendas que la Compañía tuvo en la costa peruana. Pero con la supresión y expulsión de la Compañía de 1767, todas estas obras fueron inmediatamente expropiadas y repartidas.
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Cabe también destacar la labor intelectual, artística y misionera de la Compañía de Jesús en esta época. Destacan, Blas Valera (escritor), José de Acosta (investigador y escritor), Antonio Ruiz de Montoya (limeño y fundador de las Reducciones del Paraguay), Bernardo Bitti (pintor manierista); y durante la ilustración, Juan Pablo Vizcardo y Guzmán (ideólogo de la independencia americana).
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Gran Priorato del Perú
Soberana Orden Militar de Caballería Hospitalaria de
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