viernes, 22 de junio de 2012

Reflexiones en salud mental sobre la educación de las nuevas generaciones"

Soberana Orden Militar de Caballería Ligera del Papa de
San Ignacio de Loyola
Caballeros Americanos Siglo XXI
 
Priorato General de la República del Uruguay
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Dedicado a los queridos docentes que siendo actualmente ex alumnos y ex niños están en la búsqueda de nuevas alternativas educativas. Consideraciones basadas en la praxis en un contexto avasallante.

Deseo, en primer lugar, expresar algunas puntualizaciones que nos van a ayudar en el trabajo cotidiano que realizamos desde nuestra visión humana y profesional.

Debemos poner énfasis en que, en muchos casos, el tan mentado "sentido común" puede llegar a ser nuestro mejor aliado en lo que refiere a los aspectos formativos de una salud mental basada en valores.

Cómo combatir la falta de salud  mental en un contexto cambiante

Cómo combatir la falta de salud mental en un contexto cambiante que busca con determinadas fantasías y/o "espejitos de colores" convencernos de que la vida puede vivirse sin un desarrollo que parta de lo espiritual y que de por sí incluya vínculos que puedan ir desde la afectividad que conlleva una simple expresión a la profundidad emocional de una relación de amor y solidaridad hacia nuestro prójimo. Ese es nuestro desafío. Cómo poder estar insertos en un entorno de salud mental? Cómo poder transmitirlo? Y más aún, Cómo poder ser factores de cambio hacia una cultura de felíz convivencia?

Educar manteniendo valores y principios propios

Educar, sí, pero sin que se pierda la capacidad de competir en un mundo colmado de exigencias, esforzándonos por mantener nuestros propios valores y principios, basándonos en la autenticidad de la expresión de nuestras ideas que caracterizan el verdadero valor de nuestra individualidad, enmarcados en una definición que abarque todos los aspectos de un "ser digno y justo".

Esto, de por sí, nos genera una suerte de desgaste psicofísico que puede lindar, con toda lógica, con la discontinuidad de cualquier empresa que uno asuma. Pero si, "desde el vamos", tomamos la precaución necesaria de pensar concienzudamente asumiendo el propio convencimiento de que seremos nosotros mismos los primeros beneficiarios de todo lo que vamos a emprender, de por sí dicha labor se nos torna un verdadero desafío en el cual nuestra tarea adquiere su real dimensión de ayudar a formar un ser íntegro, tal como un escultor moldea su arcilla.

El deseo de todo padre y toda madre (o viceversa)respecto a que su hijo llegue a ser una persona de bien, de que se preocupe por ayudar a su prójimo con necesidades, es para el educando una obligación que conlleva múltiples recompensas en el propio proceso educativo y formativo de toda personalidad en ciernes. Pero muchas veces la vida nos ha llevado por senderos del olvido en el cual nos cuesta reconocer que también fuimos niños/as o jóvenes, y cuanto más podamos verificar esto más nos enfrentamos con nuestros mismos rasgos de personalidad, sin siquiera darnos cuenta; o peor aún: tomando actitudes netamente represivas.

Reconocimiento del otro con sus características propias

Esta oportunidad de reconocimiento del otro con sus características propias de un temperamento que va lentamente transformándose en una serie de rasgos de personalidad que van conformando su ser, podría ser una herramienta muy útil en el vínculo con el otro a través de nuestra propia experiencia de vida, la cual se transmite al educando mediante el pregón del ejemplo y la actitud moral, ética e intelectual del educador. La ayuda brindada en el trabajo que se realice para aumentar la autoestima de un niño/a o joven se basa también en el convencimiento de que, en la competencia de la vida, el que a veces uno pierda, puede significar una ganancia personal más allá de los triunfos materiales que se obtengan. Entender la riqueza que conlleva la fantasía de un niño/a o joven es una materia olvidada por el adulto, llámese padre o madre o docente, en el proceso de introducirnos en "su mundo" para poder comprenderlos, más allá del tiempo de que se pudiera disponer para escucharlo/s.

Estar bien con nosotros mismos con un verdadero sentido de autocrítica

El estar bien con nosotros mismos, teniendo un verdadero y sincero sentido de autocrítica acorde con la realidad en la que estamos inmersos, nos permite un desarrollo humano de crecimiento personal que nos lleva de la mano a intentar entender a nuestro prójimo, acortando todo tipo de distancias en cualquier relación que uno establezca. No debemos olvidarnos de que el niño/a o joven se presenta ante nosotros muchas veces reflejando en su actitud una prolongación de lo que vivencia en su núcleo familiar. El cómo lograr tan intensos pero reconfortantes objetivos en el proceso educativo, es el mayor de los desafíos que un docente tiene por delante. El abismo generacional que hoy en día comprobamos,se puede acortar por medio de un diálogo cargado de respeto, ubicación y seriedad que todo semejante necesita.

DECÁLOGO
para un vínculo con el educando

A continuación presento un Decálogo que puede ayudarnos a establecer un vínculo adecuado con el educando durante una entrevista, cuando surja un problema individual: 1.Sentarnos a su lado 2.Ser amigable en el trato 3.Brindarle un clima de calidez, confianza y respeto 4.Aproximarnos concientemente y con interés a su forma de ser, siendo auténticos en nuestra relación y en el vínculo que se está estableciendo, atendiendo su forma de expresarse a través de sus gestos y sus palabras, dado que ambas transmiten su manera de sentir 5.Establecer un diálogo sencillo y claro acerca de temas que puedan ser de su interés, para ayudar a "romper el hielo" 6.Comentarle alguna anécdota reciente de nuestra vida; por ejemplo, relación con nuestros hijos, sobrinos, etc 7.Preguntarle cómo se siente y escucharlo!!! 8.Plantear alternativas a la temática tratada como otras formas de actuar y resolver problemas o conflictos 9.Establecer compromisos mutuos respecto a la situación que se presenta, demostrándole que uno es un aliado en la búsqueda de poder ayudarlo a ayudarse 10.Darse tiempo para pensar y vincularse nuevamente en un plazo de tiempo que ambas partes acuerden.

Prof. Mg. Dr. Daniel Maltzman, Doctor en Medicina, Doctor Honoris Causa por el PCH y la OMHS, Psiquiatría Social y Rehabilitación Psicosocial(Francia/WAPR-OMS, Postgrado en "Mediación y Negociación de Conflictos"(Fac. de Ciencias Sociales, Univ. de la Rep. O. del Uruguay). Editor y Co-autor del Libro: Primera: "Guía Educativa para la Comunidad contra el Abuso y Abandono de Niños". Edit. Rosgal, 1989, Montevideo; Autor de varios artículos en la reconocida Revista "Aula" de Innovación Educativa, de la Editorial Graö, para toda España. Ex-Encargado del Área Calidad de Vida y Salud Mental en el INJU/MEC. Médico clínico y Ex-Director del Departamento de Cooperación Nacional e Internacional del INAU. Prof. ( Grado 5 ) de la Licenciatura de Psicología del Instituto Universitario “Francisco de Asis”, Maldonado, Uruguay.


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