CONTENIDO
1 - La Encarnación : Dios se
hace uno de nosotros
2 - María conoce y
agradece el Proyecto de Dios
3 - Problemas entre José
y María
4 - Jesús nace muy
pobremente
5 - El nacimiento de
Jesús es una gran noticia para los pobres
6 - Jesús es consagrado
a Dios
7 - Unos sabios de otros lugares vienen a adorar a
Jesús
8 - Jesús es desalojado
de su tierra
9 - La familia de Jesús
1
- La Encarnación :
Dios se hace uno de nosotros
1. Canto para empezar
Cada día, el animador o
animadora, consultando a su comunidad, seleccionará dos cantos de Navidad para
empezar y terminar.
2. Oración para todos
los días:
Niño Jesús, nuestras
familias venimos en busca de comprensión,
de consuelo
y de ayuda.
Sabemos que
tú nos comprendes,
pues
pasaste por muchos problemas parecidos a los nuestros.
Tú sabes lo que es
sufrir hambre,
inseguridad,
falta de
techo,
trabajo
escaso.
A ti también
te despreciaron
porque
venías de un pueblito perdido de la campaña;
y porque no
hablabas como la gente estudiada;
y porque
eras pobre.
Jesús, sabemos que tú
naciste en un sitio más pobre
Que los nuestros.
Tu madre no
tuvo ni dónde recostarte.
Aquello
sólo servía para animales.
Desde muy joven tuviste
que ponerte a trabajar,
para ayudar
a tu familia.
Al igual
que nosotros,
tus manos
estaban llenas de callos
y tu rostro
comido por el sol y el sudor.
Siempre te dedicaste a
dar esperanza tu pueblo
y a ayudarles en todas sus necesidades.
Y tantas
buenas noticias les diste,
que las
autoridades te calumniaron y te mataron.
Creemos que tú, nuestro
amigo y compañero, eres Dios.
Y por eso
venciste a la muerte
y hoy vives
al lado nuestro.
Donde
alguien pasa hambre, ahí estás tú pasando hambre en Él.
Donde un
hermano es despreciado, en Él eres tú mismo despreciado.
Tú vives en
medio de los sin-techo y los sin-tierra.
Por todo ello,
Niño-Dios,
queremos
acercarnos a ti con toda confianza.
Con el
corazón lleno de esperanza.
Tú nos
comprendes.
Eres
nuestro compañero de camino.
Queremos
tener trabajo honrado,
de forma
que podamos vivir como hijos de Dios.
Danos tu
mano.
Entra en
nuestras familias y Ayúdanos a
organizarnos,
de modo que
podamos vivir como hermanos.
Hermanos
tuyos; hermanos de todos.
Hijos todos
de un mismo Padre.
Que así sea.
3. Presentación del tema
Los animadores verán si
es más conveniente presentar el tema antes o después de la lectura bíblica. El
ideal no es que la "Presentación del tema" se lea a los asistentes,
sino que el animador lo diga con sus propias palabras, de modo que ayude a entender
mejor el mensaje del evangelio. Para ello es imprescindible la preparación
inmediata de cada tema.
Dios le anunció a María
con todo respeto que quería que fuera su madre. Y ella aceptó de corazón. Sabía
que era pequeña, pero con la ayuda de Dios sabía también que lo podría todo.
Fue valiente en aceptar responsabilidad tan grande. Y toda su vida se mantuvo
fiel a su compromiso de acompañar a su Hijo Jesús.
Hace casi dos mil años,
pues, Dios se hizo hombre en el vientre de María. Se hizo uno más de nosotros.
Se convirtió en compañero nuestro, en amigo nuestro. A este hecho tan
importante de la historia se le llama la Encarnación de Dios.
Encarnación es una
palabra que viene de "carne". Significa "hacerse carne".
Dios, que es espíritu puro, se rebajó a sí mismo, haciéndose carne humana. Se
convirtió en uno más de nosotros. Y eso lo hizo por amor a nosotros. Se hizo
hombre por amor a los hombres.
Este gran misterio de la Encarnación de Dios es
el misterio central de nuestra fe cristiana. Nunca acabaremos de entenderlo del
todo, precisamente porque es consecuencia del amor de Dios, que es algo que
nunca acabaremos de entender en esta vida.
Una de las consecuencias
de la Encarnación
es que, al hacerse Dios ser humano, nos dignificó a todos los seres humanos.
Dios nos honró a todos al hacerse uno de nosotros. No deben contar las
diferencias de trabajo, de educación o de riqueza entre los hombres. No deben
existir diferencias de raza, ni de sexo. Todos merecemos el mismo respeto.
El hecho de la Encarnación demuestra
que Dios se interesa por todos los hombres y mujeres del mundo. Ninguno de
nosotros le es indiferente. El respeta a todos. Quiere a todos. Y por eso hace
suyos nuestros dolores humanos. Por solidaridad con toda la humanidad y con
cada uno de los seres humanos. Se hace persona humana para amparar y defender
la dignidad de toda persona.
4. Lectura del
Evangelio: Lucas 1, 26-38
Leerlo hasta que seamos capaces de entenderlo
bien. Se podrían hacer tres tipos de lecturas:
- Proclamación
de la Palabra
(de pie, al frente, leer todo el texto)
- Leer
cada uno un párrafo (en orden, uno tras otro)
- Cada
uno lee o dice el párrafo que más le gustó.
En el sexto mes, el
ángel Gabriel fue enviado por Dios a una joven virgen que vivía en una ciudad
de Galilea llamada Nazaret, y que era prometida de José, de la familia de
David. Y el nombre de la virgen era María.
Entró el ángel a su
presencia y le dijo: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está
contigo". María quedó muy conmovida por lo que veía y se preguntaba qué
querría decir ese saludo.
Pero el ángel le dijo:
"No temas, María, porque has encontrado el favor de Dios. Vas a quedar
embarazada y darás a luz a un hijo, al que pondrás el nombre de Jesús. Será
grande, y con razón lo llamarán: Hijo del Altísimo. Dios le dará el trono de
David, su antepasado. Gobernará por siempre el pueblo de Jacob y su reinado no
terminará jamás".
María entonces dijo al
ángel: "¿Cómo podré ser madre si no tengo relación con ningún
hombre?"
Contestó el ángel:
"El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el Poder del Altísimo te cubrirá
con su sombra; por eso tu hijo será Santo y con razón lo llamarán Hijo de Dios.
Ahí tienes a tu parienta Isabel: en su vejez ha quedado esperando un hijo, y la
que no podía tener familia se encuentra ya en el sexto mes del embarazo. Para
Dios, nada será imposible".
Dijo María: "Yo soy
la servidora del Señor, hágase en mí lo que has dicho". Después de estas
palabras el ángel se retiró.
5. Diálogo comunitario
Es muy importante dar
aquí cada uno su aporte y escucharnos unos a otros con respeto y atención, pues
el Mensaje de Dios lo recibiremos como fruto del esfuerzo común. No discutir.
a) Hagamos entre todos
un resumen de lo leído en este evangelio. ¿Qué dice el ángel? ¿Qué dice María?
¿Cómo será el Hijo anunciado?
b) ¿Por qué la Encarnación nos lleva
a respetarnos los unos a los otros?
c) ¿Nos sentimos
nosotros inferiores a otras personas que viven en sitios mejores? ¿Nos sentimos
las mujeres inferiores a los hombres? ¿Nos faltamos al respeto y nos
despreciamos los unos a los otros? ¿Por qué?
d) ¿Qué hacer para que
las instituciones oficiales respeten nuestra dignidad humana?
e) ¿En qué nos
comprometemos a respetar un poco mejor a alguien? ¿Y en qué nos podemos hacer
respetar mejor?
6. Oración comunitaria
- Creemos que Dios se
hizo hombre de carne y hueso como nosotros. (Todos repiten).
- Creemos que todas las
personas tenemos la misma dignidad humana.
- Creemos que la mujer
tiene la misma dignidad que el hombre.
- Perdón porque tantas
veces faltamos al respeto a los hermanos.
- Perdón porque nos
dejamos faltar al respeto.
- Gracias, Padre Dios,
por habernos dado a tu Hijo Jesús.
- Gracias, Señor Dios,
por haberte hecho en todo semejante a nosotros.
- Te pedimos Jesús que
aprendamos las lecciones de tu Encarnación.
(Se pueden añadir las
oraciones que cada uno quiera)
- Padre Nuestro, Ave
María y Bendito.
7. Canto de despedida
2 - María conoce y
agradece el Proyecto de Dios
1. Canto para empezar
2. Oración para todos
los días
Como en el primer día.
3. Presentación del tema
A la Virgen María la
pintan como mujer rica, tipo extranjera. Pero ella era una mujer pobre, del
pueblo. No vestía joyas, ni ropas costosas, ni coronas. Dios escogió por madre
a una joven de un pueblito del interior. Fue una mujer de pueblo, sencilla,
pero con un corazón maravilloso, lleno de Dios y de servicialidad.
Al elegirla, Dios está
prefiriendo a los pobres. María representa el clamor y la esperanza de los
sencillos que ponen su corazón en el Señor.
Y al encontrarse con
ella y recibir sus alabanzas, supo aceptarlas con sencillez. Hizo un canto de
bendición a Dios, en el que reconoce que todo lo bueno viene de Dios. Todo lo
linda que ella era se lo debía a Dios. Y se alegra porque Dios está de parte de
los pobres.
María cree que Dios echa
abajo a los grandes y poderosos, mientras que levanta a la gente sencilla, los
humildes de la tierra; colma de bienes a los pobres, mientras que a los ricos
los deja "con las manos vacías". Ella comprende que los planes de
Dios son completamente al revés de los planes del mundo.
Dios es el Padre de
todos los hombres. Y por eso, está a favor de todos. Pero la forma de ayudar a
unos es levantándolos del polvo; mientras que a los otros les presiona para que
dejen de pisotear a sus hermanos. Ese es el proyecto de Dios, que María quiere
que se cumpla.
María se manifiesta
llena de la alegría de ser de Dios, de que Dios ha mirado "la condición
humilde de su esclava". No es una chica ingenua. Ella conoce bien a Dios,
se conoce a sí misma, y reconoce lo mucho grande que Dios hace en ella. Sin
falsas humildades: "En verdad el Todopoderoso hizo grandes cosas en
mí".
Igual que Dios se había
manifestado en ella mirando su pequeñez, María descubre la mano de Dios en la
historia cuando los poderosos caen y los empobrecidos son levantados, cuando
los hambrientos llenan su estómago y los ricos pierden propiedades. María ve a
Dios en estos actos y se alegra por ello.
4. Lectura del
Evangelio: Lucas 1,39-55
Por esos días, María
partió apresuradamente a una ciudad ubicada en los cerros de Judá. Entró a la
casa de Zacarías y saludó a Isabel. Al oír Isabel su saludo, el niño dio saltos
en su vientre. Isabel se llenó del Espíritu Santo y exclamó en alta voz:
"¡Bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu
vientre! ¿Cómo he merecido yo que venga a mí la madre de mi Señor? Apenas llegó
tu saludo a mis oídos, el niño saltó de alegría en mis entrañas. ¡Dichosa por
haber creído que de cualquier manera se cumplirán las promesas del Señor!"
María dijo entonces:
Celebra
todo mi ser la grandeza del Señor
y mi
espíritu se alegra en el Dios que me salva,
porque
quiso mirar la condición humilde de su esclava,
en
adelante, todos los hombres dirán que soy feliz.
En
verdad el Todopoderoso hizo grandes cosas para mí,
reconozcan
que Santo es su Nombre,
que sus
favores alcanzan a todos los que le temen
y
prosiguen en sus hijos.
Su brazo
llevó a cabo hechos heroicos,
arruinó
a los soberbios con sus maquinaciones.
Sacó a
los poderosos de sus tronos
y puso
en su lugar a los humildes;
repletó
a los hambrientos de todo lo que es bueno
y
despidió vacíos a los ricos.
De la
mano tomó a Israel, su siervo,
demostrándole
así su misericordia.
Esta fue
la promesa que ofreció a nuestros padres
y que
reservaba a Abrahán y a sus descendientes para siempre.
María se quedó cerca de
tres meses con Isabel, y después volvió a su casa.
5. Diálogo comunitario
a) ¿Qué sentía María
ante la situación de los pobres y oprimidos de su tiempo? ¿Qué dice ella en
este Evangelio?
b) ¿Está de acuerdo la Virgen María con que
unos hombres se enriquezcan empobreciendo a otros? ¿Por qué? ¿Cuál es, según
ella, el Proyecto de Dios?
c) ¿Cómo nosotros
manifestamos nuestra devoción a la Virgen María ?
d) ¿En qué sentido el
amor a María ayuda a comprender nuestra responsabilidad ante los problemas de
nuestro barrio?
6. Oración comunitaria
- Todos decimos que eres
feliz, Virgen María. (Todos repiten).
- En verdad el
Todopoderoso ha hecho grandes cosas para nosotros.
- Nuestro espíritu se
alegra en el Dios que nos salva.
- Bendito seas, Dios,
porque sacas a los poderosos de sus tronos y pones en su lugar a los humildes.
- Perdón, Virgen María,
porque nos gusta vestirte como se visten las personas poderosas.
- Perdón porque a veces
las mujeres no nos sabemos hacer respetar.
- Gracias, Jesús, porque
nos entregas a tu madre como nuestra madre, esperanza nuestra.
(Cada uno añada la
oración que le parezca conveniente)
- Padre Nuestro, Ave
María y Bendito.
7. Canto de despedida
Cantemos a la Virgen una canción de
nuestros antepasados.
3 - Problemas entre
JosÉ y María
1. Canto para empezar
2. Oración para todos
los días
Como en el primer día.
3. Presentación del tema
María, como era
costumbre en aquella Época, primero se comprometió y, más tarde, se casó, como
todas las chicas de entonces, con un joven de su pueblo: José, de oficio
carpintero, pobre, pero lleno de rica sabiduría popular, pues era de una
familia muy antiguas.
Apenas comprometidos
oficialmente a contraer matrimonio, antes de haber vivido juntos, María había
quedado embarazada por obra del Espíritu Santo.
Lo del embarazo de María
no se lo avisó el ángel a José, como normalmente se cree. Lo que le dice el
ángel es que no tema tomar a María como esposa, señal de que ya lo sabía todo.
No podemos suponer que
María no quiso decir nada a José sobre lo de su embarazo. Ello supondría
aceptar una imperfección en ella. Sería infidelidad al amor prometido a José,
si le hubiera dejado sufrir solo en duda tan grave. Pues, según las leyes de
entonces, cuando una desposada no casada quedaba embarazada, si el hijo era de
su prometido, ello era considerado como falta grave, pero se solucionaba con el
matrimonio. Pero si el hijo no era de su prometido, entonces la mujer era
considerada adúltera y condenada a morir apedreada. Por eso el caso de José era
durísimo, pues Él sabía bien que aquel hijo no era suyo, y confesarlo suponía
condenar a muerte a María.
La solución de este
conflicto no sería nada fácil. Supone mucha oración y mucho diálogo, con
respeto y mucho amor. Y después de ello, José decide divorciarse discretamente
de María, pues piensa que ella es totalmente de Dios, y Él se siente quizás
como un estorbo. Pero un ángel le ataja, aclarándole que no estorba, sino que,
por el contrario, Dios lo necesita para que eduque como padre al Niño que va a
nacer. El ángel le ordena que le ponga nombre al Niño, lo cual quiere decir que
se encargue de su educación como padre legal.
Con esta interpretación
podemos ver a la pareja de José y María mucho más cerca de nosotros, pues ellos
tuvieron problemas muy serios y supieron resolverlos a base de diálogo
respetuoso, lleno de amor.
4. Lectura del
Evangelio: Mateo 1,18-25
El nacimiento de
Jesucristo fue así. Su madre María estaba comprometida con José. Pero, antes de
que vivieran juntos, quedó embarazada por obra del Espíritu Santo.
José, su esposo, era un
hombre excelente y, no queriendo desacreditarla, pensó firmarle en secreto un
acta de divorcio.
Estaba pensando en esto,
cuando el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: "José,
descendiente de David, no temas llevar a tu casa a María, tu esposa, porque la
criatura que espera es obra del Espíritu Santo.
Y dará a luz un hijo, al
que pondrás el nombre de Jesús, porque Él salvará a su pueblo de sus pecados.
Todo esto ha pasado para que se cumpliera lo que había dicho el Señor por boca
del profeta Isaías: Sepan que una virgen concebirá y dará a luz un hijo y los
hombres lo llamarán Manuel, que significa: Dios-con-nosotros".
Con esto, al despertarse
José, hizo lo que el Ángel del Señor le había ordenado y recibió en su casa a
su esposa.
Y sin que tuvieran
relaciones dio a luz un hijo al que José puso el nombre de Jesús.
5. Diálogo comunitario
a) Intentemos aclararnos
entre todos cuáles fueron los problemas que tuvieron José y María antes de
casarse y cómo sería que lograron resolverlos.
b) ¿Conocemos algunos
otros problemas graves que tuvieron José y María después de casados?
c) ¿Cuáles son los
principales problemas que existen hoy acá entre las parejas de novios, de
concubinos o casados?
d) ¿Cómo debemos intentar
resolver los problemas que se presentan entre las parejas?
6. Oración comunitaria
- Creemos que María y José
supieron resolver sus problemas dialogando con respeto y amor.
- Bendito seas, Jesús,
Dios con nosotros, porque vienes a salvarnos de nuestros pecados.
- Gracias, José y María,
por haber aceptado la responsabilidad de educar a Jesús.
- Perdón porque
demasiadas veces no sabemos dialogar en nuestras familias.
- Te pedimos, Señor, que
los hombres sepamos respetar a las mujeres y las mujeres a los hombres.
- Les suplicamos, María
y José, que nos enseñen a superar los problemas de nuestra pareja a base de fe,
amor y diálogo.
(Añada cada uno la
oración que más necesite)
- Padre Nuestro, Ave
María y Bendito.
7. Canto de despedida
4 - Jesús nace muy pobremente
1.- Canto para empezar
2.- Oración para todos
los días
Como en el primer día
3.- Presentación del
tema
Jesús no se presentó en la Historia como un gran
potentado, que desde las alturas de su poder ordena a todo el mundo lo que
tiene que hacer. El bajó al barro de la vida, se hizo pequeño y conoció en
carne propia lo que es el sufrimiento humano.
Su familia no encuentra
a nadie que los reciba en su casa. Ni tampoco hay lugar para ellos en la posada
pública. El amor le hizo compartir el nacimiento de los más pobres de este
mundo.
Jesús nació en la última
miseria: en una caballeriza abandonada, con una batea por cuna. Al nacer mismo
comienza a sentir en su carne el desprecio en que se tiene a los pobres, fruto
amargo del egoísmo humano.
Nos cuesta entender bien
lo que significa el hecho de que Jesús nazca tan pobremente. Él es uno de los
nuestros; tomó nuestra miseria para comprendernos y ayudarnos mejor. El
ciertamente no se parecía a esas imágenes de niños blanquitos, de ojos azules,
que a veces nos gusta tener. Él era un niño judío, moreno, de ojos negros, como
eran todos ellos... Y muy gordito no podría estar, puesto que sus padres,
tuvieron que correr primero a Belén y enseguida se vieron obligados a irse a un
país extraño, Egipto. Si queremos conocer cómo era Jesús cuando pequeño, no
tenemos más que mirar a nuestros hijos cuando pequeños....
No pensemos nunca que el
Niño-Dios puede castigarnos, si no le cumplimos la "promesa" de
seguir haciendo el pesebre cada año. Él es siempre comprensión, bondad y amor.
Dios hecho Niño es la imagen viva del amor cercano de Dios, de su comprensión y
perdón.
4.- Lectura del
Evangelio: Lucas 2, 1-7
En esos días, el
emperador dictó una ley que ordenaba hacer un censo en todo el imperio. Este
primer censo se hizo cuando Quirino era gobernador de la Siria. Todos iban a
inscribirse a sus respectivas ciudades. También José, como era descendiente de
David, salió de la ciudad de Nazaret de Galilea y subió a Judea, a la ciudad de
David, llamada Belén, para inscribirse con María, su esposa, que estaba
embarazada.
Cuando estaban en Belén,
le llegó el día en que debía tener su hijo. Y dio a luz su primogénito, lo
envolvió en pañales y lo acostó en una pesebrera, porque no había lugar para
ellos en la sala común.
5.- Diálogo Comunitario
a) ¿Por qué quiso Dios
Padre que Jesús naciera tan pobre? ¿Para qué?
b) Si Jesús nace pobre,
¿por qué nos gusta ponerle vestidos de lujo, como si fuera un niño rico?
c) ¿Jesús nos pide que
hagamos muchos gastos para celebrar su nacimiento? ¿Cómo querrá El que
celebremos la Navidad ?
¿Qué será lo que más le gusta?
d) ¿Cómo vamos a celebrar
este año el nacimiento del Niño Jesús? ¿Qué podemos hacer para revivir algunas
lindas costumbres de la
Navidad de nuestra tierra?
e) ¿Cómo podemos ayudar
a los niños de nuestro barrio para que sientan la alegría de que Jesús nace
para ellos?
6.- Oración comunitaria
- Creemos que Jesús
nació pobre por amor a los pobres.
- Creemos que Dios
cumple sus promesas a través de los pobres.
- Perdón, Jesús, porque
a veces pensamos que valemos menos porque somos pobres.
- Perdón porque también
nosotros algunas veces te cerramos la puerta de nuestra casa.
- Te damos gracias,
Padre Dios, porque nos has dado a Jesús, tu único Hijo.
- Gracias por haber
puesto tu confianza en los pobres.
- Te suplicamos, Jesús,
que nazcas de nuevo en nosotros, en nuestras familias y en nuestros barrios.
(Cada uno añade la
oración que le nazca del corazón)
- Padre Nuestro, Ave
María y Bendito.
7.- Canto de despedida
5 - El nacimiento de
Jesús es una gran noticia para los pobres
1. Canto para empezar
2. Oración para todos
los días
Como en el primer día
3. Presentación del tema
Cuando Jesús nació, ese
gran acontecimiento fue anunciado en primer lugar a unos pastores. Tenemos que
saber que en aquella sociedad del tiempo de Jesús los pastores eran muy
despreciados. Se los consideraba a todos ellos como bandidos, tramposos y
mentirosos. Tanto, que no podían ser elegidos nunca como autoridad, ni
presentarse como testigos en un juicio.
Pues bien, la gran
noticia de la historia, que es el nacimiento del Redentor, no se comunicó en
primer lugar a las autoridades, ni a los sacerdotes, ni a la gente estudiada,
sino a los más despreciados de la sociedad.
El mensaje que se les da
a aquellos pastores, representantes de todos los despreciados del mundo, está
lleno de alegría y esperanza. En primer lugar se les pide que no tengan miedo.
Y enseguida los ángeles les anuncian "una buena noticia, que será motivo
de mucha alegría para todo el pueblo: Hoy ha nacido para ustedes un
Salvador..." El nacimiento de Jesús tiene que ser motivo de una gran
alegría para todo el pueblo. Ha nacido para ustedes, dice el ángel. Para
ustedes, los despreciados y marginados de la sociedad... Gran noticia, porque
comunica una gran esperanza...
Las señales que dan a
los pastores para reconocer a su Salvador son las de la pobreza. Reconocerán a
su Salvador justamente en que es pequeño, indefenso y muy pobre: Niño pequeño,
envuelto en pañales y recostado en una pesebrera. Jesús no vino al mundo con
señales de poder, ni de grandeza humana. Su nacimiento es pobre, entre pobres,
y especialmente para los pobres.
La salvación del
Niño-Dios viene en primer lugar para los despreciados y marginados de la
sociedad. Se comunica desde abajo hacia arriba. El que va a destronar a los
poderosos, no se presenta como un poderoso, sino como un indefenso.
Después que desapareció
el miedo y se les llenó el corazón de esperanza, los pastores se animaron unos
a otros para ir a encontrarse con aquel Niño, al que reconocieron como su
Señor.
Y después de encontrar a
Jesús, los pastores transmitieron aquella buena noticia a todos los que
encontraban.
4. Lectura del
Evangelio: Lc 2,8-20
En la región había
pastores que vivían en el campo y que por la noche se turnaban para cuidar sus
rebaños. El ángel del Señor se les apareció y los rodeó de claridad la Gloria del Señor, y fueron
presa del temor.
Pero el ángel les dijo:
"No teman, porque yo vengo a comunicarles una buena nueva que será motivo
de mucha alegría para todo el pueblo. Hoy ha nacido para ustedes en la ciudad
de David un Salvador que es Cristo Señor. En esto lo reconocerán: Hallarán a un
niño recién nacido, envuelto en pañales y acostado en una pesebrera". De
pronto una multitud de seres celestiales aparecieron en torno al ángel, y
cantaban a Dios: "Gloria a Dios en lo más alto del cielo, y en la tierra,
gracia y paz a los hombres".
Después que los ángeles
los dejaron para volver al cielo, los pastores se dijeron unos a otros:
"Vamos, pues, hasta Belén y veamos lo que ha sucedido y que el Señor nos
dio a conocer".
Fueron apresuradamente y
hallaron a María y José, y vieron al recién nacido acostado en la pesebrera.
Entonces contaron lo que los ángeles les habían dicho de este niño y todos se
maravillaron de lo que decían los pastores.
María, por su parte,
observaba cuidadosamente todos estos acontecimientos y los guardaba en su
corazón.
Después los pastores se
fueron glorificando y alabando a Dios, porque todo lo que habían visto y oído
era tal como se lo habían anunciado.
5. Diálogo comunitario
a) Recordar entre todos
los detalles de este evangelio de hoy.
b) ¿Por qué sería que la
noticia del nacimiento de Jesús se dio en primer lugar a la gente más
despreciada?
c) ¿El nacimiento de
Jesús es realmente para nosotros motivo de gran alegría? ¿Por qué?
d) ¿Pensamos que la
esperanza de un futuro mejor viene de los poderosos o de en medio de los
pobres? ¿Por qué?
e) ¿Cómo hacer para que
la fe en Jesús nos saque el miedo y nos llene de esperanza?
6. Oración comunitaria
- Creemos que el
nacimiento de Jesús es motivo de gran alegría para todos nosotros.
- Te damos gracias,
Jesús, porque anunciaste tu nacimiento en primer lugar a los más despreciados.
- Te pedimos, Madre
María, que nos pongas al lado de tu Hijo.
- Te suplicamos, Jesús,
nos ayudes a sacar de nuestros corazones los miedo que tenemos.
- Te rogamos que tu
nacimiento nos llene de esperanza y alegría.
- Te glorificamos y te
alabamos, Padre Dios, por todo lo que hemos visto y oído sobre el nacimiento
del Niño Jesús.
(Se invita a participar
en la oración a los asistentes)
- Padre Nuestro, Ave
María y Bendito.
7. Canto de despedida
6 - Jesús es consagrado
a Dios
1. Canto para empezar
2. Oración para todos
los días
Como en el primer día.
3. Presentación del tema
María y José llevaron al
Niño al Templo de Jerusalén para consagrarlo a Dios. Lo habían recibido de Dios
y en manos de Dios lo ponían.
La ceremonia fue
sencilla. No hubo gastos extraordinarios. Ellos dieron la ofrenda de los
pobres: una pareja de tórtolas.
Un anciano, llamado
Simeón, había pasado su vida esperando el consuelo de encontrarse con el
Salvador, luz y gloria de su pueblo. Y su fe fue tan grande, que lo consiguió.
Para nosotros es modelo de la perseverante búsqueda del Señor. Todo el que lo
busca con constancia, lo encuentra siempre.
Simeón, inspirado por el
Espíritu Santo, le dijo a María cosas duras: el Niño estaba destinado a ser
"señal de contradicción" y motivo de conflictos; ella misma se vería
traspasada por un sufrimiento mortal. El esperaba la salvación de Israel, pero,
como creyente de experiencia, sabía que la salvación sólo vendría a través del
dolor.
Simeón ve claro también
que Jesús es el centro de la vida y de la historia. El Mesías-Luz viene a liberarnos
de la obscuridad de la opresión. O estamos con El o contra El. Es señal de vida
o de muerte; causa de caída o de vida plena. Bandera discutida: uno puede estar
a su favor o en su contra, pero nunca indiferente.
Ana, una anciana que también
les encontró en el templo, simboliza a todas esas buenas mujeres serviciales
que esperan sólo en Dios. Ellas merecen también, como Simeón, encontrarse con
Jesús como Salvador. Ana daba gracias a Dios y hablaba del niño a todos los que
esperaban la liberación de su pueblo.
Un anciano y una anciana
son los dos primeros que desde las profundidades de su fe se dan cuenta de que
aquel niño pobre es mucho más de lo que aparece por de fuera: es el Salvador
del mundo.
4. Lectura del
Evangelio: Lucas 2,22-38
Asimismo, cuando llegó
el día en que, de acuerdo a la Ley
de Moisés, debían cumplir el rito de la purificación de la madre, llevaron al
niño a Jerusalén. Allí lo consagraron al Señor, tal como está escrito en la Ley : Todo varón primogénito
será consagrado al Señor. Además ofrecieron el sacrificio que ordena la Ley : una pareja de tórtolas o
dos pichones.
Había en Jerusalén un
hombre llamado Simeón, que era muy bueno y piadoso y el Espíritu Santo estaba
con Él. Esperaba los tiempos en que Dios atendiera a Israel y sabía por una
revelación del Espíritu Santo que no moriría antes de haber visto al Cristo del
Señor.
Vino, pues, al Templo,
inspirado por el Espíritu, cuando sus padres traían al Niñito para cumplir con
Él los mandatos de la Ley.
Simeón lo tomó en brazos
y bendijo a Dios con estas palabras:
Señor, ahora, ya puedes
dejar que tu servidor muera en paz,
como le
has dicho.
Porque
mis ojos han visto a tu Salvador
que tú
preparaste para presentarlo a todas las naciones.
Luz para
iluminar a todos los pueblos
y gloria
de tu pueblo, Israel.
Su padre y su madre
estaban maravillados por todo lo que decía Simeón del Niño. Simeón los felicitó
y, después, dijo a María, su madre: "Mira, este niño debe ser causa tanto
de caída como de resurrección para la gente de Israel. Será puesto como una
señal que muchos rechazarán, y a ti misma una espada te atravesará el alma.
Pero en eso los hombres mostrarán claramente lo que sienten en sus
corazones".
Había también una mujer
de edad muy avanzada, llamada Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Tenía
ochenta y cuatro años. Después de siete años de casada, había perdido muy joven
a su marido y, siendo viuda, no se apartaba del Templo, sirviendo día y noche
al Señor con ayunos y oraciones. Ella también tenía don de profecía. Llegando en
ese mismo momento, comenzó a alabar a Dios y a hablar del niño a todos los que
esperaban la liberación de Jerusalén.
5. Diálogo comunitario
a) ¿Esperamos, como
Simeón y Ana, encontrarnos con Jesús? ¿Quién es Jesús para nosotros? ¿Cuál es
nuestra esperanza en El?
b) ¿Qué tipos de
sufrimientos estamos dispuestos a pasar con tal de encontrarnos con Jesús? ¿En qué
consiste eso de sufrir por Cristo?
c) A ejemplo de María,
¿sabemos guardar en el corazón todo lo que se dice sobre Jesús?
d) Los padres de Jesús ofrecieron
a su Hijo a Dios, reconociendo con ello que venía de Dios y era para Dios.
¿Sabemos también nosotros ofrecer de veras a Dios a nuestros hijos?
e) ¿Mandamos a nuestros
hijos a la catequesis? ¿Participamos los padres en la catequesis?
6. Oración comunitaria
- Creemos que nuestro
encuentro personal con Jesús es lo más importante que nos puede pasar en
nuestra vida.
- Que nuestros ojos vean
a tu Salvador, Señor
- Tú eres, Jesús, la luz
que ilumina a todos los pueblos.
- Perdón, Jesús, porque
muchas veces no nos importa demasiado el encontrarnos contigo.
- Te rogamos que, a
ejemplo de Simeón y Ana, también nosotros sepamos hablar del Niño a todos los
que esperan la liberación.
- A ejemplo de María y José,
te ofrecemos y te consagramos, Señor, a nuestros hijos.
(Se pueden añadir las
oraciones que cada uno quiera)
- Padre Nuestro, Ave
María y Bendito.
7. Canto de despedida
7 - Unos sabios de
otros lugares vienen a adorar a Jesús
1. Canto para empezar
2. Oración para todos
los días
Como en el primer día.
3. Presentación del tema
El pasaje de los
"Reyes Magos" es uno de los más populares en nuestro ambiente. Vamos
hoy a reflexionar sobre ellos, prestando especial atención a lo que dice el
evangelio y a lo que no dice.
En primer lugar tenemos
que darnos cuenta de que el pasaje bíblico no dice nada de que fueran
"reyes". Sólo habla de "unos magos de oriente". Se trata de
astrólogos, que pretendían ver en los astros el destino del mundo. No se trata
de gente especialmente rica, sino más bien de sabios de tipo popular.
Al decir que vienen de
oriente se quiere subrayar el hecho de que son extranjeros y, por consiguiente,
paganos.
En la narración se
presenta al rey Herodes, judío, supuestamente creyente en Dios, en
contraposición con los magos, que no conocían directamente a Dios. Los
habitantes de la capital, Jerusalén, no se dan cuenta del nacimiento del
Salvador; los paganos, sí. La gente de Herodes se asusta del anuncio del
nacimiento de Jesús; los magos extranjeros, se alegran. Los de Jerusalén no ven
la estrella; los magos, sí. Herodes es un hipócrita malvado; los magos son
sencillos y sinceros. Por todo ello, los magos encuentran al Niño con su madre,
y Herodes nada.
El Niño-Rey Jesús se
contrapone al Viejo-Rey Herodes. La debilidad triunfa frente al poder... Jesús
es el verdadero jefe y pastor de su pueblo; Herodes es destructor del pueblo...
Los magos,
representantes de los hombres capaces de reconocer la acción de Dios en la
historia, vienen a aceptar a Jesús como rey universal. Los dones que le
ofrecen, según las costumbres de entonces, oro, incienso y mirra, simbolizan
sumisión y alianza.
Como podemos ver, este
pasaje evangélico no puede ser usado para legitimar ningún tipo de poder
político. El cruel Herodes es presentado como enemigo radical de la venida del
Mesías. Los Magos, en cambio, no son representantes de los reyes, sino
justamente de la sabiduría popular y de los paganos de buena voluntad.
4. Lectura del
Evangelio: Mateo 2,1-12
Habiendo nacido Jesús en
Belén de Judá, durante el reinado de Herodes, vinieron unos Magos de Oriente a Jerusalén,
y preguntaron: "¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido?, porque
hemos visto su estrella en Oriente y venimos a adorarlo".
Herodes y todo Jerusalén
quedaron muy intranquilos por la noticia. Reunió a todos los sacerdotes
principales y a los maestros de la
Ley para preguntarles dónde debía nacer el Cristo. Ellos le
contestaron que en Belén de Judá, ya que así lo anunció el profeta que
escribió: Belén en la tierra de Judá, tú no eres el más pequeño entre los
principales pueblos de Judá, porque de ti saldrá un jefe, el pastor de mi
pueblo, Israel.
Herodes, entonces, llamó
privadamente a los magos para saber la fecha exacta en que se les había
aparecido la estrella. Encaminándolos a Belén les dijo: "Vayan y averigüen
bien lo que se refiere a este niño. Cuando lo hayan encontrado avísenme para ir
yo también a adorarlo".
Después de esta
entrevista, los magos prosiguieron su camino. La estrella que habían visto en
Oriente iba delante de ellos, hasta que se paró sobre el lugar en que estaba el
niño. Al ver la estrella se alegraron mucho, y, habiendo entrado en la casa,
hallaron al niño que estaba con María, su madre. Se postraron para adorarlo y
abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra.
Luego regresaron a su
país por otro camino, porque se les avisó en sueños que no volvieran donde
Herodes.
5. Diálogo comunitario
a) Contemos entre todos
la historia de los magos, procurando ser fieles a lo que dice la Biblia.
b) ¿A quiénes
representan los magos y a quiénes representa Herodes y su corte?
c) ¿Por qué Herodes
quiere matar a Jesús?
d) ¿Qué podemos nosotros
aprender de los magos?
e) ¿Qué podemos ofrecer
a Jesús? Cada uno podríamos ofrecer un pequeño símbolo y explicar lo que
significa.
6. Oración comunitaria
- Queremos, Jesús, ver
tu estrella, de forma que podamos buscarte y encontrarte.
- Nos postramos ante ti,
Jesús, para adorarte.
- Te queremos ofrecer lo
mejor de nuestras vidas.
- Te suplicamos que también
nosotros, al ejemplo de los magos, te encontremos a través de la sabiduría
popular.
- Enséñanos, Jesús, a
desconfiar de la hipocresía y de las intrigas de los poderosos al estilo de
Herodes.
(Cada uno añada con
sencillez las oraciones que le nazcan del corazón)
- Padre Nuestro, Ave
María y Bendito.
7. Canto de despedida
8 - Jesús es dasalojado
de su tierra
1. Canto para empezar
2. Oración para todos
los días
Como en el primer día.
3. Presentación del tema
A poco tiempo de nacer
Jesús, se enteraron sus padres de que el rey Herodes buscaba al Niño para
matarlo. El rey sospechó que aquel Niño pudiera alguna vez hacerle sombra. Y
decidió matarlo. Con lo que la familia de Jesús tuvo que salir de su tierra,
compartiendo así la vida de los desalojados y los exiliados. Ellos también
sufrieron persecución política; y el tener que verse como emigrantes en un país
desconocido.
Recordemos que aquella
familia había tenido que salir apresuradamente de su pueblo, Nazaret, para ir a
censarse en el pueblo de sus antepasados, Belén. Allí nació Jesús. Y después de
una pequeña temporada que pasan en Belén, tienen que correrse porque el rey
busca al Niño para matarlo. Salen a media noche, apresuradamente, camino de un
país lejano, Egipto. Sin ningún tipo de ahorros. Eran varios días de viaje, por
una zona desértica. Además, al llegar allá, ¿qué comerían?; ¿dónde podría José
encontrar un trabajo rentado? No sería nada fácil a aquella familia, en un país
de idioma desconocido, tradicionalmente enemigo, poder alimentar debidamente a
aquel Niño. Quizás, por solidaridad con tantos niños desnutridos, Jesús también
fue un niño desnutrido...
Después de la muerte del
cruel Herodes, José se siguió sintiendo amenazado por su sucesor, Arquelao. Por
ello no volvió a Belén, sino a su antiguo pueblo, Nazaret.
Este evangelio de la
huida a Egipto está lleno de referencias al Éxodo. San José, como el antiguo
patriarca José, salva a su familia llevándola a Egipto. La cólera de Herodes se
parece a la del faraón, que ordenó matar a todos los recién nacidos varones.
Herodes, al estilo de los faraones, aparece como celoso de su poder, mentiroso,
hipócrita y asesino. Pero, por contraste, la tierra de opresión es ahora
Israel.
Pero la oposición de los
poderes enemigos no podrá impedir la realización de los planes de Dios. Con
Jesús comienza el nuevo Pueblo de Dios. El poder violento de Herodes no podrá
vencer al nuevo rey no-violento, Jesús.
4. Lectura del
Evangelio: Mateo 2, 13-23
Después que partieron
los Magos, el Ángel del Señor se le apareció en sueños a José y le dijo:
"Levántate, toma al niño y a su madre, y huye a Egipto. Quédate allí hasta
que yo te avise, porque Herodes buscará al niño para matarlo".
José se levantó, tomó de
noche al niño y a su madre y se retiró a Egipto.
Permaneció allí hasta la
muerte de Herodes. De este modo se cumplió lo que había dicho el Señor por boca
del Profeta: Yo llamé de Egipto a mi hijo.
Entre tanto Herodes, al
ver que los Magos lo habían engañado, se enojó muchísimo y mandó matar a todos
los niños menores de dos años que había en Belén y sus alrededores, de acuerdo
con los datos que le habían proporcionado los Magos.
Entonces se vio
realizado lo que anunció el Profeta Jeremías: En Ramá se oyeron gritos, grandes
sollozos y lamentos. Es Raquel que no quiere consolarse porque llora a sus
hijos muertos.
Después de la muerte de
Herodes, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José, en Egipto. Le dijo:
"Levántate y regresa con el niño y su madre a la tierra de Israel, porque
ya han muerto los que querían matar al niño".
José, pues, se levantó,
tomó al niño y a su madre, y se vino a la tierra de Israel. Pero temió ir a
Judea, sabiendo que allí reinaba Arquelao en reemplazo de Herodes, su padre.
Siguiendo un aviso que recibió en sueños, se retiró a Galilea y fue a vivir en
un pueblo llamado Nazaret. Así había que cumplirse lo que dijeron los profetas:
Lo llamarán Nazareno.
5. Diálogo comunitario
a) Recordemos entre
todos cómo y por qué fue la ida de la familia de Jesús a tierras lejanas.
b) ¿Recordamos algunos
personajes de la historia semejantes a Herodes? ¿En qué se parecen?
c) ¿También nosotros
hemos tenido que emigrar de una tierra a otra? ¿Cómo? ¿Por qué no hay hoy
tierras suficientes para los sin-techo y los sin-tierra?
d) ¿Qué problemas nuevos
hemos encontrado en los barrios donde vivimos ahora?
e) ¿Cómo debemos
organizarnos para que, aunque hayamos venido de sitios diferentes, podamos
volver a ser hermanos unidos?
6. Oración comunitaria
- Creemos que, por
presión de los poderosos, también Jesús tuvo que irse lejos de su tierra.
- Creemos que la
pequeñez de Jesús vence a la violencia de Herodes.
- Perdón porque nos
ayudamos poco unos a otros en nuestros problemas.
- Gracias por el
compañerismo y la hospitalidad que muchas veces se da entre nosotros.
- Te rogamos, Jesús, que
nos ayudes a ser más unidos.
(Se ruega añadir nuevas
oraciones)
- Padre Nuestro, Ave
María y Bendito.
7. Canto de despedida
Podríamos cantar algunas
canciones de las zonas de donde venimos...
9 - La familia de Jesús
1. Canto para empezar
2. Oración para todos
los días
Como en el primer día.
3. Presentación del tema
La vida en familia de
Jesús, José y María, en cuanto a lo exterior, no se diferencia mucho de
cualquier otra familia pobre. José en su carpintería y María en sus quehaceres domésticos.
Vida sencilla, con sus alegrías y sus penas.
José y María vivieron
dedicados siempre a la educación de su Hijo. Le enseñaron a rezar y a conocer la Santa Biblia. Ellos,
respetando el modo de ser y la misión que tenía que cumplir su Hijo, supieron
educarle para que en todo fuera servidor de Dios y del prójimo.
Era la familia de un
carpintero-albañil del interior del país. Saben del sufrimiento de los que
salen en busca de trabajo. Supieron lo que es el hambre, la sed, el cansancio;
la vida insegura, falta de trabajo y sin techo. Sufrieron en carne propia lo
que es el desprecio.
Jesús, ya jovencito
ayudaría en la carpintería, y más tarde, cuando murió José, tuvo que trabajar
para alimentar a su mamá.
No pensemos que la Sagrada Familia
era una familia sin problemas. Ellos, como nosotros, tuvieron toda clase de
problemas. Pero supieron resolver sus problemas a base de diálogo, con mucho
respeto y amor mutuo.
En aquella familia
estuvo presente lo mejor que puede haber en una casa: el favor de Dios, su
gracia y su palabra. El centro de aquella familia fue JESUS. Esto quiere decir
que la presencia de Jesús no excluye los problemas. La familia ideal no es la
familia donde no hay problemas, sino la que, teniendo a Dios como centro, está unida
por un auténtico amor. Pues donde hay amor, allí está Dios.
Todo esto se simboliza
en el extraño episodio del Niño cuando se quedó en el templo sin decir nada a
sus padres. El Evangelio señala expresamente que ni María ni José comprendieron
lo que el joven Jesús hizo y dijo en aquella ocasión, pero supieron respetarlo.
Jesús puso la voluntad del Padre Dios por encima de las costumbres y la
autoridad familiar de este mundo. Dios es el centro y la norma suprema de todo.
Pero Jesús volvió con
ellos a su casa y siguió viviendo bajo la autoridad de sus padres. Y así fue
adelantando en saber, en madurez y en favor ante Dios y los hombres.
4. Lectura de la Palabra de Dios: Lucas, 2,
39-52
Una vez que cumplieron
todo lo que ordenaba la Ley
del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. Y el niño crecía, se
desarrollaba y estaba lleno de sabiduría. Y la gracia de Dios estaba con Él.
Los padres de Jesús iban
todos los años a Jerusalén para la fiesta de la Pascua y, cuando cumplió
doce años, fue también con ellos para cumplir con este precepto. Al terminar
los días de la fiesta, mientras ellos regresaban, el niño Jesús quedó en Jerusalén
sin que José lo supiera, ni tampoco su madre. Creyendo que se hallaba en el
grupo de los que partían, caminaron todo un día y, después, se pusieron a
buscarlo entre todos sus parientes y conocidos. Pero, como no lo hallaron,
prosiguiendo su búsqueda, volvieron a Jerusalén.
Después de tres días lo
hallaron en el Templo, sentado en medio de los maestros de la Ley , escuchándolos y haciéndoles
preguntas. Todos los que lo oían quedaban asombrados de su inteligencia y de
sus respuestas. Al encontrarlo, se emocionaron mucho y su madre le dijo:
"Hijo, ¿por qué te has portado así? Tu padre y yo te buscábamos muy
preocupados". Él les contestó: "¿Y por qué me buscaban? ¿No saben que
tengo que estar donde mi Padre?"
Pero ellos no
comprendieron lo que les acababa de decir. Volvió con ellos a Nazaret, donde
vivió obedeciéndoles. Su madre guardaba fielmente en su corazón todos estos
recuerdos
Mientras tanto, Jesús
crecía en sabiduría, en edad y en gracia, tanto para Dios como para los
hombres.
5. Diálogo comunitario
a) ¿Cómo nos imaginamos
la vida en familia de María, José y Jesús? ¿Cómo pensamos que educarían José y
María a su Hijo?
b) ¿Por qué dijo Jesús
que tenía que obedecer a Dios antes que a sus padres?
c) ¿Qué entendemos por
educar a los hijos? Pongamos algunos ejemplos concretos.
d) ¿Cómo podemos
resolver los problemas que están impidiendo la paz en nuestras familias?
e) ¿Sería bueno
continuar reflexionando la
Biblia en nuestra comunidad o barrio? ¿Cómo?
6. Oración comunitaria
- Creemos que Jesús, José
y María comprenden los problemas de nuestras familias.
- Creemos que, aunque
pobres, con la ayuda de Dios, podemos educar bien a los hijos.
- Perdón por la mala
educación que a veces damos a nuestros hijos.
- Gracias, Jesús, por
nuestras familias y por el amor que hay en ellas.
- Gracias por los juegos
y las risas de los niños.
- Te pedimos, Señor, que
nos enseñes a respetar la vocación de nuestros hijos.
- Les pedimos, Jesús, José
y María, que nos ayuden a seguir reflexionando la palabra de Dios en nuestros
barrios.
(Añadir oraciones
concretas)
- Padre Nuestro, Ave
María y Bendito.
7.- Canto de despedida
10 - Jesús quiere que nos llevemos como hermanos
1. Canto
2. Oración para todos
los días
Como en el primer día
3. Presentación del tema
Sabemos que toda la vida
de Jesús fue una entrega generosa al servicio de los demás. Por eso cuando iba
a morir nos dejó un encargo. Este fue su testamento. Nos manda querernos de
verdad y sin límites. Esta fue su última voluntad antes de morir.
Nos pide comprometernos
por los demás hasta el grado de poner en peligro nuestra comodidad, nuestras
ocupaciones y toda nuestra existencia. Nadie puede decir que ama a Dios, si es
que no se lleva con sus hermanos. El que ama a Dios tiene que luchar por
mejorar la vida de los más pobres y oprimidos. Si queremos seguir a Jesús,
tenemos que estar dispuestos a trabajar por la justicia del Evangelio hasta la
muerte.
Al Señor no le podemos
engañar. El no vino al mundo y murió sólo para que le encendamos velas. El
murió para que seamos capaces de unirnos y vivir como hermanos. El que no está
dispuesto a salir de su egoísmo y cambiar su vida, miente si dice que es
cristiano.
4. Lectura de la palabra
de Dios: Juan 15, 9-17
Les dijo Jesús:
Yo los he amado a
ustedes como el Padre me ama a mí: permanezcan en mi amor. Si guardan mis
mandatos, permanecerán en mi amor, así como yo permanezco en el amor del Padre,
guardando sus mandatos.
Yo les he dicho todas
estas cosas para que en ustedes esté mi alegría, y la alegría de ustedes sea
perfecta. Mi mandamiento es Éste: Ámense unos con otros, como yo los he amado.
No hay amor más grande que Éste: dar la vida por sus amigos.
Ustedes son mis amigos
si cumplen lo que les mando. Ya no les diré servidores, porque un servidor no
sabe lo que hace su patrón. Les digo: amigos, porque les he dado a conocer todo
lo que aprendí de mi Padre.
Ustedes no me eligieron
a mí. Soy yo quien los elegí a ustedes y los he puesto para que vayan y
produzcan fruto, y ese fruto permanezca. Y quiero que todo lo que pidan al
Padre en mi Nombre, Él se lo dé.
Yo les ordeno esto: que
se amen unos a otros.
5.- Diálogo comunitario,
a) ¿Cuál es el
mandamiento nuevo que nos da Jesús?
b) ¿Hasta dónde tenemos
que servir a los demás?
c) Cuál es la mejor
manera de saber que amamos a Dios?
d) ¿Cómo lograremos una
buena amistad en nuestras familias?
e) ¿Cómo vamos a
servirnos los unos a los otros?
6. Oración comunitaria
- Creemos que las buenas
obras son la medida del amor a nuestra familia.
- Sólo amando y
sirviendo a los demás, amamos y servimos a Dios.
- Perdón por no querer
vivir el mandamiento de Jesús
- Gracias Jesús por tu
amistad.
- Gracias por que tu
amor llegó hasta la muerte.
7. Canto de despedida
11 - Desde joven Jesús
fue un obrero
1. Canto
2. Oración para todos
los días
Como en el primer día
3. Presentación del tema
Jesús era un hombre
sencillo. No era más que un carpintero del campo. Hombre habilidoso conocía
bien los problemas de la siembra y la cosecha. Sabía bien de albañilería, pues
habla de cómo se construye una casa. Sabe del sufrimiento de los que salen en
busca de trabajo. En su forma de hablar demuestra que conoce bien la vida de
los pastores. Y le gusta llamarse a Si mismo el Buen Pastor.
Supo lo que es el
hambre, la sed, el cansancio. La vida insegura, falta de trabajo y sin techo.
Sufrió en carne propia lo que es el desprecio; sus mismos parientes le tenían
por loco. A pesar de todo no dio nunca un paso atrás: sabía que trabajando bien
perfeccionaba la creación de su Padre Dios.
Nunca pensó que el
trabajo era un castigo o una maldición. Lo que está maldito el egoísmo del que
trabaja sin preocuparse de sus hermanos y el sistema económico que explota el
trabajo humano.
Si el Señor trabajó con
sus manos es porque el trabajo manual no es ninguna deshonra, como piensan algunos.
Acerquémonos a Jesús Obrero con entera confianza.
4. Lectura de la palabra
de Dios: Mateo, 13, 53-57.
5.- Diálogo comunitario.
a) ¿Qué oficio tenía
Jesús? ¿Se avergonzó alguna vez de su trabajo?
b) ¿ Cómo quiere Jesús
que sea nuestro trabajo?
c) ¿ Por qué algunos se
conforman con lo poco que le pagan?
d) ¿Qué podemos hacer
para continuar la Creación
de Dios?
e) ¿Debemos organizarnos
para trabajar mejor?
6. Oración comunitaria
- Creemos que Jesús fue
un obrero.
- Creemos que todo
trabajo tiene derecho a un salario justo.
- Perdón porque
despreciamos, nuestro trabajo campesino.
- Perdón porque no nos
organizamos, para reclamar precios justos.
- Gracias, Padre Dios,
por la tierra que cultivamos.
- Gracias por las veces.
que nos unimos en el trabajo.
7. Canto de despedida
a) ¿En qué se parecen
los problemas de entonces a los problemas que tenemos nosotros hoy?
b) ¿Qué nos enseña este
texto sobre la manera de ser y comportarse Dios?
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