Marques de Valmediano
Hace 196 años, el general José de San Martín hacía jurar a sus
soldados fidelidad a la
Bandera de los Andes, antes de iniciar la campaña
libertadora. Ocurrió en Mendoza.
Por Juan Marcelo Calabria - Asociación Cultural Sanmartiniana "Mi Tebaida"
Señor de la Casa
de Lascano
Al
amanecer del 5 de enero de 1817, el Ejército de Los Andes dejaba El Plumerillo,
donde había sido equipado y entrenado por su jefe, para comenzar la marcha
solemne hacia la capital mendocina para la jura de su enseña.
.
Damián Hudson cuenta que la columna entró por la antigua calle de La Cañada , conmocionando a la Mendoza Antigua ,
con sus uniformes de gran parada y armas relucientes listas para iniciar el
cruce de los Andes.
.
En seguida, las fuerzas se detuvieron frente al Convento de San Francisco,
esperando la salida de la
Virgen del Carmen, patrona del Ejército de los Andes que,
portada en andas y acompañada por todo el clero, fue puesta al frente de las
filas patriotas, seguida por el Capitán General; el gobernador intendente
Toribio de Luzuriaga, el Cabildo, el resto del clero y el pueblo. La marcha
continuó hasta la iglesia matriz donde se encontraba depositada la Bandera bordada a
iniciativa de las damas mendocinas con las hermanas del Monasterio de la Buena Enseñanza ,
hoy Compañía de María.
.
Una vez allí fue bendecida en el marco de una misa a cargo del capellán
castrense José Lorenzo Güiraldes (imagen que ilustra esta nota). Finalizada
esta parte, se reanudó la procesión hasta una plataforma al costado de la
iglesia - hoy Área Fundacional - y allí al asomar la Bandera y la imagen de la Virgen , las tropas
presentaron armas y batieron marchas, y el futuro Libertador colocó en las
manos de la Virgen
su bastón de mando, tal como lo hiciera Belgrano con la Virgen de la Merced en vísperas de la
batalla de Salta.
.
Posteriormente, San Martín tomó la
Bandera bendecida y, dirigiéndose a su tropas, a los cuyanos,
porteños, chilenos y americanos presentes, expresó: "¡Soldados: ésta es la
primera bandera independiente que se bendice en América! (Luego la batió por
tres veces, acto que fue contestado por los presentes con un gran ¡Viva la Patria !) Y continuó:
¡Soldados! ¿Jurad sostenerla muriendo en su defensa como yo lo juro?" -
¡Lo juramos!, fue la respuesta contundente, seguida de una salva de cañonazos saludando
a la Bandera
redentora de medio continente. En seguida los cuerpos se acercaron al Gran
Capitán para recibir de sus manos los estandartes, también bendecidos, que los
identificaría en batalla.
.
Terminada la ceremonia, la
Virgen fue conducida al templo y la Bandera fue exhibida a la
contemplación del pueblo. A continuación se declararon tres días de fiestas
entre los que se destacaron un sarao para la oficialidad, un almuerzo para la
tropa y corridas de toros en las que brillaron la bravura e intrepidez de los
jóvenes oficiales.
.
Las diversiones públicas constituyeron la despedida de madres, esposas e
hijos/as, a los valientes que partían a independizar América bajo la protección
de la Virgen ,
el liderazgo de San Martín y con la guía del primer estandarte independiente,
pues era la primera enseña que partía a la guerra con el patrocinio del
Congreso de Tucumán y con el respaldo de la Declaración de
Independencia, proclamada por el honorable cuerpo a instancias del propio San
Martín.
.
Así el estandarte que los mendocinos lucimos como insignia provincial ubicada
en el recientemente inaugurado memorial frente a Casa de Gobierno, representa
el esfuerzo y la entrega de todo un pueblo en aras de un supremo ideal. Esta
divisa es la guía que día a día debe recordar a los mendocinos nuestro linaje
heroico e infundir en las generaciones actuales y futuras el orgullo y
compromiso de ser portadores de un legado irrenunciable de nuestros padres
fundadores.
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