El próximo 2 de abril se cumplirá un nuevo aniversario del desembarco de nuestras fuerzas armadas en Puerto Argentino, ocurrido en 1982. Dicha operación militar significo la recuperación transitoria, de la soberanía efectiva de la Argentina sobre aquella parte del territorio nacional.
Cada año se repiten diversos actos conmemorativos sobre la gesta de Malvinas, con la participación de los veteranos y con el sentido recuerdo de todos hacia quienes allí ofrendaron su vida por la patria.
En Corrientes la fecha adquiere particular emoción, ya que fue numerosa la participacion y el sacrificio de sus hijos en aquella guerra.
En ese contexto adquiere particular relevancia expresar la eterna gratitud a los hermanos y aliados de la Argentina en tan difícil coyuntura.
Este es el caso de un gran sanmartiniano, D. Fernando Belaunde Terry. Presidente constitucional del Perú en dos ocasiones, sirvió de mediador en el conflicto y propuso soluciones a ambos países. Sin embargo sus propuestas diplomáticas fracasaron cuando el gobierno británico de Margaret Thatcher ordenó hundir el crucero argentino “General Belgrano”. Si los intentos del presidente peruano no se hubieran topado con aquel acto de barbarie, el conflicto podría haber finalizado con un acuerdo incruento entre ambas naciones.
Los esfuerzos del entonces Presidente Belaunde no terminaron allí. Cuando se extinguieron las posibilidades de mediar para lograr una solución pacifica, no tardo en expresar su firme apoyo a la Argentina, y declaro que "el Perú está listo para apoyar a la Argentina con todos los recursos que necesite". Esto incluía aviones y pilotos de la Fuerza Aérea, barcos de la Marina de Guerra y médicos de la Policía Nacional del Perú.
Valioso gesto en un momento tan delicado para la Republica Argentina. Belaunde, ferviente admirador del Libertador y Protector del Perú, General José de San Martín, acudía a nuestra ayuda, cuando más la necesitábamos.
Pese a ello, en forma inexplicable, muy pocos recuerdan su memoria. ¿No habrá llegado el momento de homenajear a este peruano ilustre?
¿Las ciudades correntinas no deberían bautizar alguna plaza o calle con su nombre? Parece un acto de estricta justicia.
Las futuras generaciones cuando hablen de la guerra de Malvinas, de sus héroes y luchadores, deben poder saber quienes, con desinterés y espíritu fraterno, estuvieron entonces junto a la Argentina
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