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Capitanía General de la Región de Cuyo
.S.E Dama de Justicia Ingeniera Doña Mónica Pescarmona S.O.C.H.S.I.L.
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La sensación que me embarga hoy, tanto a mí como a mis más estrechos colaboradores, es lo más parecido a cuando los hijos, ya en la adultez, dejan la casa paterna para armar su propia familia. Uno querría retenerlos. Pero al mismo tiempo los alienta para que den ese paso sabiendo que lo mejor de la vida todavía está por venir…Los padres, en esta etapa, ya no somos tan decisivos. Pero seguimos estando siempre que nos necesiten. Y seguimos dispuestos y disponibles aunque hayamos reordenado las prioridades de nuestras propias vidas…
La Fundación Grameen Mendoza, que en muchos sentidos y para muchos de nosotros es lo más parecido a haber parido y criado un hijo, empieza hoy “esa etapa de madurez” en su corta pero intensa vida institucional. Grameen se encuentra hoy en la plenitud de su desarrollo. Y este e-mail que les escribo hoy posibilitará el inicio de una nueva etapa de crecimiento, que es la que empieza a partir de ahora.
El acuerdo al que hemos arribado con la Fundación Microfinanzas BBVA tendrá un doble efecto. En primer lugar, se traspasará la unidad de microfinanzas a una nueva sociedad anónima, que se denominará “Servicios Microfinancieros”. Esta nueva realidad posibilitará que la actividad adquiera la robustez financiera necesaria para seguir expandiéndose y se pueda incorporar a más beneficiarios. También permitirá darle nuevos servicios financieros a quienes ya tienen una historia como microemprendedores. Para aquellos que han dado el gran salto de convertirse en sujetos de crédito cuando les otorgamos el primer préstamo desde Grameen es preciso que ahora den un paso más, y que no se detengan hasta lograr bancarizarse. Creo que hoy avanzamos juntos en esta senda. Este es el primer efecto y un motivo de enorme orgullo porque creo que hicimos lo correcto para la sustentabilidad de nuestro proyecto.
El segundo efecto de lo que les venimos a comunicar hoy no es menos relevante. En simultáneo con la fundación de la nueva entidad “Servicios Empresarios”, Fundación Grameen Mendoza ha redefinido su objeto social. De ahora en más, todo nuestro esfuerzo y energía estará orientado al campo de la educación, la salud y el comercio justo. El aporte que podemos hacer en estos temas, que iniciamos tibiamente y como forma auxiliar a los microcréditos, nos ha dado una experiencia y un aprendizaje que volcaremos con dedicación plena de ahora en más.
Creamos Grameen convencidos de que el microcrédito no solo ayuda a salir de la pobreza, sino que afirma la autoestima y la dignidad de las personas. Sabemos que el camino recorrido durante todos estos años que no han sido fáciles, ni para FGM ni para las prestatarias que nos han acompañado. Pero el sabor del crecimiento y de la gran ayuda que hemos sido para ellas/os lo demuestran las cifras nada pequeñas. Hemos ayudado en forma directa a través de estos años a mas de 15000 familias, hemos prestado mas de 40 MM de pesos, con un recupero de un promedio del 96,5 %, y de esas familias hemos ayudados a 120.000 personas que han cambiado su vida gracias a los micro créditos, la capacitación y el acompañamiento durante todos estos años. Nosotros nos sentimos halagados de haber compartido con ellas/os estos años.
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El emponderamiento que hemos perseguido con esa iniciativa se reforzará en esta nueva etapa de Fundación Grameen Mendoza. Creo que la mejor manera de explicarlo es con la famosa metáfora de la caña y el pescado. Para diferenciarnos de las prácticas asistencialistas siempre hemos dicho que entregamos la caña de pescar en lugar del pescado. También enseñamos como usarla, aunque respetamos que cada uno haga luego lo que quiera con ella. Este aspecto del respeto por la libertad individual lo mantendremos a rajatabla. Pero queremos profundizar en la transferencia de conocimiento y saberes porque estamos convencidos de que la educación es condición para el ejercicio de la libertad. Y así como la educación es condición para la libertad, la salud lo es para la vida misma. Durante la experiencia riquísima de Grameen hemos aprendido muchas cosas más que los mecanismos para otorgar y administrar microcréditos. Aprendimos que no sólo el microcrédito es importante para mejorar el estado de las familias carenciadas. Aprendimos sobre las condiciones limitadas de acceso a la salud y lo lejos que ha quedado el sistema educativo de las nuevas tecnologías. No hace falta que les diga que los pobres tienen otras necesidades, además de las de financiamiento. Creemos que podemos hacer un buen aporte si volcamos nuestro aprendizaje en educación y salud en la etapa que se inicia a partir de ahora. Esta idea es consistente con nuestra visión integral de las personas, se nos presenta como un gran desafío y nos genera muchísimo entusiasmo.
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Como ustedes saben, inicié esta obra inspirada en el maestro Yunus a quien tuve el honor de visitar y también de recibir en nuestro país. La historia de la Fundación Grameen Mendoza es tan rica e intensa que necesité plasmarla en un libro para compartirla y contagiar a otros entusiastas.
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No quiero reiterar el relato que pueden encontrar allí. Solo decirles que en estos años hemos pasado de todo, sorteado todo tipo de obstáculos y dificultades. Hemos arrancado, frenado, revisamos todo, cambiamos la metodología y volvimos a arrancar. Hemos tenido grandes alegrías y momentos de mucha angustia, que compartimos con todo el equipo, por apremios económicos, regulaciones que no terminaban de salir y coyunturas desfavorables. Pero, en todo momento, hubo dos causas de satisfacción inalterables cualquiera fuera la circunstancia. La primera: las prestatarias, mayormente mujeres que son luchadoras incansables y que le dan sentido a todo lo que uno hace. La segunda: los benefactores. Gracias a la grandeza y la generosidad de nuestros benefactores, muchos de ellos aquí presentes, hemos superado los problemas y perseverado en la construcción de esta organización para cumplir con la misión y los objetivos propuestos.
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Gracias a ellos y a todos ustedes, que acompañaron y apoyaron esta obra, la Fundación Grameen Mendoza empieza hoy el camino de la adultez. Y estoy segura que se consagrará como una organización social adulta mientras perseguimos los objetivos que nos propusimos para esta nueva etapa.
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Yo no me resigno a convivir con la pobreza. Mi alegría hoy es que a partir de hoy donde había una habrá dos organizaciones destinadas a revertirla: “Servicios Microfinancieros” y “Fundación Grameen”.
En una oportunidad, un fiel colaborador aquí presente me preguntó que techo tenía para Grameen. En esa ocasión le contesté que no tenía techo. Con el paso del tiempo me dí cuenta que Grameen tampoco tenía paredes. Hoy lo ratifico al anunciarles que estamos creciendo para todos los costados en nuestra misión de ayudar a los pobres.
.Muchas gracias por ayudarme a ayudar.
Mónica Pescarmona
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