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Orden de los caballeros
de su santidad el papa
"san ignacio de loyola"
“La parte contratante de la primera parte será considerada como
la parte contratante de la primera parte. O, en la interpretación europea de la
crisis de Gaza, el terrorista incluido en la lista de organizaciones
terroristas de la Unión
Europea que no mate europeos será considerado como menos
terrorista”. Al igual que Groucho Marx, la
Unión Europea se dispone ahora a intentar que la primera parte de la segunda
parte contratante sea la segunda parte de la primera parte. No
se esfuerce el lector por entenderlo: ¡simplemente no tiene sentido!
En el pasado, Europa y
EEUU podían permitirse realizar análisis maniqueos porque los proyectiles de
Hamás sólo impactaban contra los cultivos o en campo abierto. Ahora, sin
embargo, tienen a su merced a alrededor de 6.000.000 de israelíes, un número
importante sobre el total de la población del Estado Hebreo.
El 27 de diciembre de 2001, el Consejo de
Europa adoptó la
Posición Común 2001/931/PESC en cuyo anexo
al primer artículo -”Grupos y Entidades”- puede leerse: “Hamás (incluido
Hamás-Izz al-Din al Qassem)” en el décimo puesto, después del Grupo de
Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO)”. La condena de la
Unión Europea a Hamás sobre el papel es tan tajante.
En el puesto undécimo aparece la Fundación Tierra Santa, la fachada de Hamás
dedicada al proselitismo, las relaciones públicas y la captación de fondos.
Además, al incluir a Hamás como organización política y a su brazo militar,
Hamás-Izz al-Din al Qassem, muestra que la UE considera que Hamás es un grupo terrorista, se mire por donde se
mire.
Ahora
bien, fuera del papel, las cosas comienzan a cambiar. La Unión Europea se
muestra hoy más partidaria de legitimar a Hamás que muchos países árabes.
Dentro de la lista de organizaciones terroristas de la UE aparecen grupos que
actúan dentro de sus fronteras, pero no parece que nadie
plantee que la manera de terminar con ellos sea incorporarlos a una mesa de
negociaciones y concederles un Estado propio. La política de la UE con Hamás recuerda a esos
nostálgicos comunistas procastristas que, una vez al año, viajan a Cuba de
vacaciones; ya se sabe, el
comunismo es lo mejor, pero para el resto de mortales,excepto
para tirarse unos días en sus playas. Hasta el señor Barack Obama ha pensado
igual a Bruselas hasta que los islamistas del ISIS lo acercaron a la realidad
con su accionar tanto en Irak como en Siria
Sin
embargo, la legitimación de Hamás por parte de la Unión Europea
todavía es más absurda que todo esto. Su obsesión con la tregua tiene difícil explicación, de no ser
para contener el alza del precio del petróleo por parte de Qatar.
Ahora,
que digan que, en caso contrario, se podría radicalizar a los musulmanes que
habitan en Europa no tiene demasiado sentido, ¿acaso no radicalizan mucho más las soflamas coránicas del
Ministerio Saudita de la Da’wa
que se pueden adquirir en cualquier mezquita de Barcelona o Londres?
Al
tiempo, Rusia no ha pagado ningún precio por su invasión a Georgia, sus
desmanes en Crimea y ni mencionar Ucrania, Siria e Irán. Tanto es así que las
ex repúblicas soviéticas (las mismas que la Unión Europea no
protege pero a las que critica por su escaso europeísmo han visto frustrado su
deseo de entrada en la UE
por la vía rápida. Rusia sólo posee el 11% el petróleo mundial y la quinta
parte del gas; pero los responsables de la política exterior de la UE quieren hacernos creer que
van a presionar a los países productores musulmanes (los mayores exportadores
de crudo) para que dejen de financiar a Hamás. Si Usted no se lo pregunta como
lector, yo sí: ¿En qué universo piensan que vivimos estas personas?
Pero
el verdadero quebradero de cabeza de la
UE y de Washington es que los proyectiles de Hamás ya están alcanzando los núcleos de
población civil israelíes donde nunca antes habían llegado.
Hasta hace poco, sus diplomáticos podían permitirse realizar análisis sesgados
y maniqueos de la realidad porque los cohetes sólo impactaban contra los
cultivos o causaban algún cráter en la acera. Ahora, sin embargo, Hamás
tiene a su merced a Jerusalén y Tel Aviv. Europa, EEUU, la ONU y la OTAN se han atado sus propias
manos, ya que carecen de cualquier credibilidad para neutralizar a los
terroristas: su primer fracaso ha sido la misión destinada en Líbano luego de
la guerra de 2006. Tal misión ONU, no ha supuesto ningún obstáculo para el
rearme y empoderamiento de Hezbollah. ¿Alguien puede esperar algo distinto de
Gaza por parte de la ONU?
Para
mayores males, la única opción para detener a Hamás pasa por conceder pequeños
regalos a Irán, que no puede permitirse tanto porque pondría en
un brete a la
Administración estadounidense ahora que Obama ha decidió ir
por las islamistas que propugnan el califato sunita en Siria e Irak (con lo que le está resolviendo el problema aliando a EEUU a los
mullah chiitas, algo impensado hace un año atrás).
Puede que
efectivamente, lo último que desee Europa es volver a ser la principal
responsable de un nuevo genocidio judío, pero no está actuando para evitarlo.
La Unión Europea debe reconocer que no puede
estar en misa y repicando: si no es una empresa, debería tomar
decisiones responsables, aunque no sean políticamente rentables. Y si, por el
contrario, es una empresa, entonces debería comportarse como tal y dejarse de
resoluciones morales con las que no engaña a nadie, empezando por Irán, Qatar,
Hamás o Hezbollah.