SAN DIEGO, 01 Jul. 15 /
04:07 pm (ACI).-
Jeanette Dolores y Alexander Joseph Toczko se hicieron amigos a los ocho años
de edad, se enamoraron y nunca más se separaron.
Se casaron en 1940,
tuvieron cinco hijos, y vivían en San Diego, California, donde eran conocidos
por su profunda fe católica y activa vida al
servicio de su parroquia.
Él conservaba en su
billetera una fotografía de Jeanette del día en que recibió la Primera Comunión
y siempre pidió a Dios la gracia de morir en brazos de su esposa.
Hace unas semanas,
Alexander, de 95 años, tuvo una caída accidental y se fracturó la cadera. Su
salud comenzó a decaer. Jeanette, de 96 años, también enfermó y permanecieron
postrados en camas contiguas en un hospicio cerca de sus hijos, a quienes
dijeron que su último deseo era morir en los brazos del otro.
El desenlace llegó el 17
de junio, cuando Alexander murió rodeado de sus hijos y de la mano de su
esposa.
Su hija Aimee
Toczko-Cushman narró el momento en que le dijo a su madre que su esposo había
muerto. "Le dije a mi madre que se había ido. Ella lo abrazó y le dijo:
'Mira esto es lo que querías. Moriste en mis brazos y te amo. Te amo, espérame,
voy a estar allí pronto'".
Los hijos de los Toczko
salieron de la habitación para permitir su madre despedirse en privado. Menos
de 24 horas después, falleció Jeanette.
Los Toczko nacieron en
Connecticut, hijos en el seno de familias de inmigrantes polacos de gran fe
católica. Vivieron varios años en Nueva York, donde Alexander se dedicó al
arte, la fotografía y la publicidad.
En su obituario piden a
sus amigos y familiares no enviar flores sino donar el dinero a la iglesia Inmaculate Conception de Old Town, San
Diego, donde desde 1971 y hasta hace un año fueron los más activos miembros de
la comunidad parroquial.
El actual párroco, P.
Richard Perozich, explicó a ACI Prensa
que los Toczko fueron una pareja modelo de fe y servicio, de asidua asistencia
a los sacramentos e involucrados en todos los
ministerios de la parroquia.
Hace un año, debido a su
avanzada edad y problemas de salud, sus hijos los llevaron a vivir a 30
kilómetros de la parroquia. Sin embargo, su testimonio de fe, entrega y alegría
es recordado por toda la comunidad.
Según el obituario que
redactaron sus hijos, "el compromiso del uno por el otro trascendió el
tiempo". Los Toczko dejan cinco hijos, diez nietos y seis bisnietos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario