jueves, 2 de julio de 2015

Tenían 75 años de casados, él murió en brazos de su esposa y ella lo acompañó poco después.



SAN DIEGO, 01 Jul. 15 / 04:07 pm (ACI).- Jeanette Dolores y Alexander Joseph Toczko se hicieron amigos a los ocho años de edad, se enamoraron y nunca más se separaron.
Se casaron en 1940, tuvieron cinco hijos, y vivían en San Diego, California, donde eran conocidos por su profunda fe católica y activa vida al servicio de su parroquia.
Él conservaba en su billetera una fotografía de Jeanette del día en que recibió la Primera Comunión y siempre pidió a Dios la gracia de morir en brazos de su esposa.
Hace unas semanas, Alexander, de 95 años, tuvo una caída accidental y se fracturó la cadera. Su salud comenzó a decaer. Jeanette, de 96 años, también enfermó y permanecieron postrados en camas contiguas en un hospicio cerca de sus hijos, a quienes dijeron que su último deseo era morir en los brazos del otro.
El desenlace llegó el 17 de junio, cuando Alexander murió rodeado de sus hijos y de la mano de su esposa.
Su hija Aimee Toczko-Cushman narró el momento en que le dijo a su madre que su esposo había muerto. "Le dije a mi madre que se había ido. Ella lo abrazó y le dijo: 'Mira esto es lo que querías. Moriste en mis brazos y te amo. Te amo, espérame, voy a estar allí pronto'".
Los hijos de los Toczko salieron de la habitación para permitir su madre despedirse en privado. Menos de 24 horas después, falleció Jeanette.
Los Toczko nacieron en Connecticut, hijos en el seno de familias de inmigrantes polacos de gran fe católica. Vivieron varios años en Nueva York, donde Alexander se dedicó al arte, la fotografía y la publicidad.
En su obituario piden a sus amigos y familiares no enviar flores sino donar el dinero a la iglesia Inmaculate Conception de Old Town, San Diego, donde desde 1971 y hasta hace un año fueron los más activos miembros de la comunidad parroquial.
El actual párroco, P. Richard Perozich, explicó a ACI Prensa que los Toczko fueron una pareja modelo de fe y servicio, de asidua asistencia a los sacramentos e involucrados en todos los ministerios de la parroquia.
Hace un año, debido a su avanzada edad y problemas de salud, sus hijos los llevaron a vivir a 30 kilómetros de la parroquia. Sin embargo, su testimonio de fe, entrega y alegría es recordado por toda la comunidad.
Según el obituario que redactaron sus hijos, "el compromiso del uno por el otro trascendió el tiempo". Los Toczko dejan cinco hijos, diez nietos y seis bisnietos.


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