VETERANOS DE LA FRONTERA
1.
Economía,
Tecnología e Innovación: antecedentes:
Durante
el siglo XX se produce la transición entre dos etapas trascendentes en la
evolución Científico – Tecnológica de la humanidad. Usando fechas aproximadas,
según los distintos autores, ellas son: la Revolución Industrial
(1760-1980) y la Revolución Informático-Robótica (1981 al
presente).
El
desarrollo alcanzado durante la Revolución Industrial
forzó las fronteras del conocimiento empírico y a partir de entonces el
progreso “Científico – Tecnológico” y económico de las naciones, se vió
fuertemente vinculado a las conquistas de la Investigación Científica.
La evolución tecnológica e impacto socio-económico que de ellas deribó son
hitos que indudablemente la humanidad nunca antes había experimentado.
El
retorno o beneficio económico derivado del crecimiento tecnológico, nos lleva
hoy al nuevo contexto de las economías de base C-T, visión que se
generaliza en el mundo, que vigoriza la dinámica productiva y comercial,
expande mercados y devuelve subproductos de progreso, seguridad y bienestar, a
la que todos los pueblos del orbe.
El
siglo XX, desde sus inicios, nos ha proporcionado jalones, nunca vistos de
enriquecimiento científico. Efectuando una revisión muy sintética de hitos
fundamentales, vemos que pasamos de la Teoría de los Cuantos de Max Plank (1901), hasta la Teoría de la Relatividad de Albert
Eintein (1905) hasta la formulación de la Mecánica Ondulatoria ,
por la cual Schrodinger, recibió el premio Nobel de Física en 1993. Las bases
de la Física Moderna
estaban así establecidas.
No
menos importante es el diseño de la primera computadora automática por Howard
Aitken terminada en 1944 y sucedida por la electrónica ENAC en 1946, que apoyó
el desarrollo del proyecto Maniatan. Asimismo siguiendo los pasos de Marconi
(Premio Nóbel de Física, 1909), sobre la trasmisión inalámbrica, el tiodo de
Forest permitió el desarrollo de la radiotelefonía y luego de la televisión.
El
descubrimiento de la penicilina por Fleming (1928), Los trabajos del Matemático
Radon en 1917, aprovechados en 1963 por A.M. Cormark para darle aplicación
práctica, condujeron a G.N. Hounsfield en 1973 al desarrollo y patentamiento
del tomógrafo computarizado, recibiendo los dos últimos el Premio Nobel de
Medicina en 1979.
Sirvan
estos pocos ejemplos para dimensionar el enorme legado científico que trajo el
siglo XX y con ello el cambio tecnológico que habría de regir al mundo moderno
y afectar a sus sociedades.
La
innovación tecnológica, es hoy la palabra clave del crecimiento.
No debe confundirse ésta, si embargo, con investigación y desarrollo,
creatividad, invención o adaptación. Tampoco debe conceptuarse como el mero
hecho de simplemente “modificar” o “mejorar” una metodología, sistema o
producto que está en el mercado, como muchos parecen entender. El avance o
mejoramiento tecnológico, es solo un primer paso del desarrollo, que es
necesario alcanzar para ver si lo realizado categoriza como innovación
tecnológica.
La
innovación, si bien se nutre de
la “Investigación y Desarrollo”, la creatividad, la invención y el desarrollo tecnológico, implica además
la capacidad de llevarla a la práctica, de producirla masivamente,
comercializarla, distribuirla, de introducirla en el mercado interno y externo,
de proveer a su apoyo y actualización y de transformarla en beneficio social.
Ella se vincula con bienes finales de capital o intermedios, procesos, metodologías
y sistemas accesorios de apoyo. Pero fundamentalmente, requiere superar el
proceso de introducción comercial en el mercado, que brinda la evidencia de aceptación
generalizada y beneficio socio-económico. La innovación se transforma así
en el puente entre Conocimiento, Desarrollo y Sociedad.
1.
Investigación
, Desarrollo y Educación – Estrategia y Producción.
En el contexto actual –quien
sabe como nunca- el mundo está urgido por una dinámica económico-productiva que
debe verse inexorablemente respaldada por la permanente superación de los
procesos de creación, innovación, de transferencia, producción,
comercialización y expansión de mercados.
El
peso de todo esto, descansa sobre una dupla dominante llamada Investigación
y Desarrollo, de nuevos productos, procesos, metodologías y
conocimientos.
Así
pués el meollo del fenómeno descansa sobre la solidez formativa que solo
proporciona una profunda, seria, eficiente y exigente educación en todos
sus niveles.
La
responsabilidad de ello no es un asunto meramente Estatal, sino también sin
dudas de educandos, educadores y de la sociedad toda, por cuanto no es nada
menos que el futuro de sociedad el que está en juego.
La
dinámica que impregna el ámbito todo del desarrollo moderno, se pueden sintetizar
por la concatenación sucesiva expresada por: saber – aplicar – transferir –
producir – comercializar – auto sostenerse – crecer. Esto subraya la
importancia primigenia del conocimiento (saber) y señala además la variada
naturaleza de la gama de interrelaciones que modernamente impone el crecimiento
de una región.
Se
entrelazan así diversas facetas; un ámbito multidisciplinario y un contexto
intersectorial que vincula saber con el realizar, el conocimiento
con la capacidad de producir, una del quehacer que, quién sabe,
hemos ido abandonando. De allí que los sistemas productivos, que
naturalmente se nutren de la disponibilidad de tecnologías, ya sean de punta,
avanzadas, sensitivas o duales, requieren una relación inexorable, vis a
vis, con la contraparte creativa, innovativa y/o adaptativa del
sistema C-T. Ambos a la vez, necesitan
estar conectados con los subsistemas de marketing y comercialización, los que
realimentarán a los primeros con las realidades y demandas que imponen los
mercados. Si el proceso integral logra el autosostenimiento, o sea, la
rentabilidad y capacidad de expansión necesaria, su accionar coadyuvará al
crecimiento real.
En
este devenir, la integración multidisciplinaria de capacidades, con claros
objetivos del proyecto tecnológico que los mancomuna, es así condición
sine-qua-nom. Las Universidades y/o los Centros de Investigación solos, no
resuelven el problema, son parte imprescindible. El sector productivo,
por si mismo es una variable más compleja: La empresa productiva para
proyectarse, depende de la transferencia
de tecnología que pueda recibir o del conocimiento propio del que disponga; de
que su actividad esté vinculada a productos finales para el mercado o
intermedios para otros; de su categorización como joint-venture, empresa mixta
o asociada a otras extremas; nacional o extranjera, etc. En cada caso, la
transferencia de tecnología influirá de distintas maneras e influirá en sus
posibilidades.
La empresa sin tecnología propia, depende de
la externa y su competitividad, eventualmente, se puede ver limitada al mercado
interno o a ciertos mercados específicos, dependiendo básicamente de la calidad
relativa y de sus precios, pues en el mercado externo será superada por los
proveedores tecnológicos, a menos de lograr condiciones de negociación
favorables que le permitan acceder a la tecnología deseada a precios
razonables. No muy lejos de estas circunstancias operativas se mantuvo la
industria en la Argentina ,
en muchos casos en el pasado y por ello también pudo mantenerse en pié, aún no
habiéndose cerrado el lazo de unión con el sector científico tecnológico
propio. Hoy esto ya no basta; la dinámica, tecnología y competitividad mundial,
imponen otros ritmos y concepciones. Ciertamente, existen también y no se
pueden descartar – aún en países en desarrollo – los así llamados nichos de
oportunidades, los cuales, de no ser acompañados por el esfuerzo tecnológico y
una buena capacidad competitiva de actualización y superación, serán de corta
duración por natural exigencia de las demandas del mercado y de la competencia.
Hay quienes basan el progreso en la
eficiencia productiva, disciplina laboral, organización industrial, know-how
externo y una importante estructura de comercialización, más que en la
disponibilidad de recursos naturales, insumos específicos o conocimientos
científicos o tecnológicos.
La inteligencia produce CREATIVIDAD e
INNOVACIÓN; la industria la transformación en PRODUCCIÓN,
TRABAJO y BIENESTAR; la economía en CAPITAL SOCIAL, la competencia y
expansión de mercados en SUPERACIÓN, lo
cual en relación circular, impulsa nuevamente hacia metas superadoras. La ESTRATEGIA , selecciona
el camino adecuado, que combina exitosamente las posibilidades y prioridades de
acción. El desarrollo económico, tecnológico y productivo son
sus resultantes.
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