LA ALEGRIA DE LA ESPERANZA QUE NO DEFRAUDA
Queridos Hermanos: El Adviento es un tiempo sagrado que nos despierta la esperanza, pues tiene como horizonte la Navidad de Nuestro Señor Jesucristo, quien es verdaderamente nuestra única esperanza, la esperanza que no defrauda, sino que dignifica, promueve y salva.
Juan Pablo II nos enseñaba “ que el hombre no puede vivir sin esperanza. Todos los hombres esperan en alguien y en algo .Pero por desgracia, no faltan abundantes desilusiones y tal vez se asoma incluso el abismo de la desesperación”.
Mis queridos Matanceros, que este mensaje sea una meditación iluminadora de estos tiempos difíciles que nos tocan vivir, para que la incertidumbre o la indiferencia no nos gane y aplaste. No se puede esperar de brazos cruzados sino en tensión hacia delante. Todos estamos llamados a construir la ciudad terrena para que sea casa de todos, con los pies en la tierra pero con la mirada puesta en lo que no se corrompe ni se destruye , sino que permanece, como horizonte luminoso , esperanzador y que lleva al compromiso fiel.
Este Adviento está lleno de la Palabra del Dios vivo, que se nos da como Pan de vida, acompañando el caminar de los hombres peregrinos en esta tierra argentina y matancera, con corazones abiertos a lo que el Padre Dios nos va pidiendo cada día. Somos un Pueblo que es familia ,somos la Iglesia de Jesús . Ella nos cobija como hijos y hermanos y nos acerca su enseñanza maternal, que brota del corazón de Cristo, para que nos encuentre unidos y con confianza en lo que se viene y nos quiere bien comprometidos para hacer una patria mejor , donde todos nos sintamos participantes y no meros espectadores de lo que deciden muy pocos, sobre cosas tan importantes que comprometen nuestro futuro.
“La Iglesia, sabe por revelación de Dios y por la experiencia de la fe, que Jesucristo es la respuesta total, a la preguntas humanas sobre la verdad, el sentido de la vida y de la realidad; la felicidad, la justicia y la belleza” Todo lo que está en el corazón humano que busca con sinceridad la verdad , el bien y lo justo, lleva al encuentro con el Amor que viene para sacarnos de la oscuridad del pecado y del egoísmo que nos humilla y atrofia. “ El que alguien nos ame hace que nosotros esperemos en él; pero el amor a él es causado por la esperanza que en él tenemos” (Sto Tomás) “y la esperanza es imposible si no hay algún amor”( S. Agustín) y es la Esperanza la que mueve al amor.
EL AMOR ABRE LOS CAMINOS DEL REECUENTRO Y LA RECONCILIACIÓN QUE SANAN.
Si los argentinos le damos cabida al amor que renueva la esperanza, podemos descubrir que “ está por nacer un país nuevo, aunque todavía no acaba de tomar forma, por tantas mezquindades. Gracias al diálogo hemos vivido aprendizajes cívicos importantes, logramos salir de una de las crisis más complejas de la historia, elegimos la no-violencia y surgieron caminos de cuidado de los más débiles. La experiencia nos ha demostrado que por el camino de la controversia se profundizan los conflictos, perjudicando especialmente a los más débiles y excluidos”.En cambio el reencuentro que hace posible el diálogo y exige la participación de todos, lleva a hacer de argentina una Casa de familia donde nadie sobra .
Adviento, tiempo de Esperanza que no defrauda y empuja al Amor que construye, nos capacita para responder de una manera humana a la realidad que nos envuelve y nos hace concientes de la necesitad de transparencia en la edificación de la ciudad terrena, creciendo en la promoción de los derechos humanos desde el reconocimiento de la dignidad de la persona humana en su concepción integral, que abarque al varón y a la mujer en todas sus dimensiones, desde la fecundación en el seno materno hasta la muerte natural y en todo su recorrido. El Adviento nos prepara para vivir y celebrar que Dios se hizo hombre en el seno virginal de María y se nos presenta como un canto a la vida, un canto a la dignidad del todo el hombre y todos los hombres, varones y mujeres, sin confusiones ni ambigüedades.
Los derechos humanos no los creamos nosotros y ninguna autoridad humana, sino que los descubrimos y debemos promover su respeto desde el amor que sana y dignifica.
El amor no margina, ni excluye a nadie. Solo el Amor salvará a los argentinos, heridos por tantas inseguridades y desencuentros.
DIOS QUE ES AMOR NOS MUESTRA SU ROSTRO HUMANO EN UN NIÑO MUY PEQUEÑO.
Con este Niño pequeño nos llega la esperanza de que es posible empezar de nuevo a construirnos y a construir la ciudad terrena con la fuerza del amor y sobre los valores claves que debemos redescubrir y asumir para que se pongan en movimiento dentro de nosotros y desde nosotros en los otros y en todas las realidades humanas..
“ En nuestra cultura prevalecen valores fundamentales como la fe , la amistad , el amor por la vida, la búsqueda del respeto a la dignidad del varón y la mujer, el espíritu de libertad, la solidaridad, el interés por una justicia reclamada, la educación de los hijos, el aprecio por la familia, el amor a la tierra, la sensibilidad hacia el medio ambiente y ese ingenio popular que no baja los brazos para resolver solidariamente las situaciones duras de la vida cotidiana. Estos valores tienen su origen en Dios Amor y son fundamentos sólidos y verdaderos sobre los cuales podemos avanzar hacia un nuevo proyecto de Nación, que haga posible un justo y solidario desarrollo de la Argentina” y de nuestra querida Matanza.
El amor debe llevarnos a superar con el diálogo y la justicia los intereses mezquinos particulares y a vencer los ídolos del poder, del placer y de la riqueza que corrompen al hombre y sus relaciones ,“se desvanece la concepción integral del ser humano, su relación con el mundo y con Dios”. Y un humanismo sin Dios pronto se convierte en un humanismo contra el hombre y ¡ basta que el hombre sea víctimas de otros hombres!.
Si queremos una Argentina y una Matanza renovadas, hacen falta corazones nuevos, capaces de abrirse al Amor que viene en ayuda de nuestra debilidad.
“En este tiempo necesitamos tomar conciencia de que los cristianos, como discípulos y misioneros de Jesucristo, estamos llamado a contemplar en los rostros sufrientes de nuestros hermanos, el rostro de Cristo que nos llama a servirlo en ellos. Este es el verdadero fundamento de todo poder y de toda autoridad: “servir a Cristo, sirviendo a nuestros hermanos” (20)
GESTOS DE AMOR PREPARANDO LA NAVIDAD DE CRISTO Y DE LA ARGENTINA
Nos dice el Papa Benedicto: “ Quien ora no pierde nunca la esperanza” El primer gesto es el de la Oración que nos hace clamar con la Santa Escritura ¡Ven Señor Jesús, Ven ¡ Que sea su amor el que nos urja y empuje.
Con su Evangelio busquemos recuperar el respeto por la familia y por la vida en todas sus formas. ¡Por piedad ¡ basta de muertes y sí, un compromiso por la vida toda. El divino Niño que está creciendo en el seno virginal de María nos mira e interpela. En la familia se fragua el futuro de la patria y de la humanidad.
El que vino , viene y vendrá , en su pesebre y en su cruz es el lugar del reencuentro para que avancemos en la reconciliación entre los argentinos y en la capacidad de diálogo. “Es necesario educar y favorecer los gestos, obras y caminos de reconciliación, amistad social y de cooperación e integración”
La dignidad de todo el hombre y de todos los hombres, exige una educación integral y nos lleva a afianzar la educación y el trabajo como claves del desarrollo y de la justa distribución de los bienes. Una educación en los valores , una educación para el amor y una formación para el trabajo superadoras de la cultura de la vagancia , del clientelismo , ayudando a pasar de habitantes a ciudadanos y reconocer que la falta de trabajo digno es la mas grande de las pobrezas.
Como familias realicemos el gesto de decirnos que nos queremos y vivirlo en cada instante.
Como Comunidad busquemos a los menos amados para hacerles sentir nuestro amor y cercanía, y no excluyamos a nadie. Un amor especial a los jóvenes y a los niños en ellos nos viene el Dios hecho niño.
Como Matanza ayudémonos a descubrir que hay mucha gente que hace el bien y no daña a nadie.
Como Patria caminemos hacia la reconciliación y la paz social
Que Maria Inmaculada, el Rostro mas bello de la esperanza, nos prepare en estos día del Adviento para una Navidad con Cristo y con los hermanos. Los abrazo a todos con mi bendición.
¡ DIOS ES AMOR!
+Baldomero Carlos Martini
Obispo de San Justo
“CONSUELEN , CONSUELEN A MI PUEBLO DICE SU SEÑOR” (Is.)
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