Numa Romero del Carpio, destacado investigador boliviano fallecido en 1988, presentó tres años antes un extenso e interesante artículo titulado Güemes en las guerrillas de Tarija. De su apretada síntesis, en la que expone la participación de Tarija en la guerra de la Independencia, se extrae lo relacionado con los años 1817 y 1818 y fragmentos que permiten conocer el pensamiento del estudioso respecto del Gral. Martín Miguel de Güemes.
CONTENIDO
I. GUEMES EN LAS GUERRILLAS DE TARIJA, por Numa R del Carpio
II. AGENDA GUEMESIANA NOVIEMBRE DE 2008
III. PALABRAS FINALES
DESARROLLO
I. GUEMES EN LAS GUERRILLAS DE TARIJA
En la presentación del artículo “Güemes en las guerrillas de Tarija”, Romero del Carpio expresa: “Un impulso emocionado determina la gesta heroica. Brotan a raudales los acontecimientos singulares. Los hechos afirmados con hombría. Nosotros, los bolivianos, encapotados en la tristeza y con horizontes inciertos, saludamos a los hermanos argentinos, dueños de un destino mejor.
Sufrimos en América Morena horas de tensión acentuada y privaciones sin cuento. Y, por doquier, elévanse las manos en procura de pan, de un poco de leche para los hijos y una justa atención de los ancianos.
En el pasado, las huestes de Güemes y de Uriondo lucharon desnudas. Y salteños, jujeños y tarijeños afirmaron libertad y dominaron el poder hispano. Al recorrer los campos evocamos el galopar triunfante de los gauchos y chapacos, que afirmaron sus ideales con denuedo y sacrificio.
Humahuaca, Jujuy, San Pedrito, Cerrillos, Gauna, Bañado, Pulares, Rosario y Sauces, individualizan acciones que acuñan leyenda. Laguna, Tarabuco, Pomabamba, Valle Grande, Culpina, Uturungo, Aucapuñima, Arpaja y La Florida, y las 33 acciones guerreras sobresalientes de Tarija multiplican el esfuerzo libertario.
A nosotros, estirpe de héroes, hijos de la madre tierra que forjó nuestros apellidos, nos impulsa el destino de narrar lo que contaron nuestros padres, nuestros abuelos.
Se combatió sin armas, sin buscar honores ni eludir sacrificios. Sus personajes son de leyenda. Los descubrimos en el tucumano Ildefonso Muñecas luchando a orillas del lago Sagrado. En José Miguel Lanza en Ayopaya. En los esposos Padilla en Laguna. En Juan Antonio Alvarez de Arenales en Mizque. En Betanzos y Zárate en Porco. En Ignacio Warnes dominando Santa Cruz. En Vicente Camargo en los valles de Cinti y en la legión de guerrilleros tarijeños. Y cual faro estelar, la inmensa figura de Güemes y sus colaboradores.
Cuando los Ejércitos Auxiliares Argentinos mordían el polvo de la derrota, palmo a palmo, sin desmayo ni descanso, nuestros guerrilleros cortaban las comunicaciones de las tropas realistas victoriosas, los atacaban por los flancos, les privaban de víveres, los sitiaba en las ciudades, convulsionaban el Alto Perú y el norte argentino, aparecían y desaparecían como centellas, no dando tregua ni aceptando misericordia.
¡Oh gesta valerosa! En el Alto Perú cada hogar, cada ciudad, cada aldea conserva las huellas de esta lucha y durante 15 años combatimos así, acumulando dolor, torturas y renovadas esperanzas. Nos hicimos fuertes en la escuela de una paz lejana. Los cascos de nuestros caballos recorrían distancias imposibles y en su raudo galopar, nuestros guerrilleros fueron gestando la Patria del mañana”
Año 1817
El Dr. Numa del Carpio expone que Martín Güemes conocía palmo a palmo Tarija, que guiaba, estimulaba y recibía el resultado de las acciones guerrilleras. Durante la Jefatura de Belgrano todos los partes llegaban a Güemes como Jefe de Vanguardia y él los remitía al Cuartel Gral. de Tucumán. Al referirse a los sucesos de 1817 el investigador dice: “Belgrano planeó una audaz penetración al Alto Perú, encomendó tal misión al valeroso y temerario Gregorio Aráoz de Lamadrid. Los guerrilleros con sus excelentes bomberos conocieron sus movimientos. Méndez se adelantó a recibirlo en la Cuesta del Inca con más de 100 jinetes. Estos sirvieron de avanzada y detuvieron a más de 100 personas de ambos sexos que encontraron en el camino, para evitar que informasen a los realistas de la presencia de Lamadrid.
El 14 de abril Lamadrid se presentó en Tarija. Mientras tanto se incorporaron más de 1.000 guerrilleros a las órdenes de sus jefes Uriondo, Méndez, Mendieta, José María Avilés y otros. Tarija se hallaba muy bien atrincherada y defendida, sobresaliendo en la tropa española el batallón de Granaderos del Cuzco, bajo las órdenes de Mateo Ramírez. En Concepción se encontraba un escuadrón de caballería a mando del Cnel. Andrés de Santa Cruz y 50 infantes. Santa Cruz ocasionalmente se hallaba en Tarija.
Ramírez creyendo que los atacantes eran los guerrilleros salió a atacarlos expresando: “Vamos a desparpajar a esos gauchos”; pero al ser recibido a cañonazos al pasar el río Guadalquivir se replegó a sus trincheras.
Lamadrid ocupó el morro de San Juan, emplazando sus dos piezas de artillería e intimó rendición con el siguiente lenguaje: “Si en el término de media hora no se rinde usted a discreción, con la división a su mando, tanto usted como ella serán pasados a cuchillo. Puerta del Gallinazo, abril 14 de 1817”. Ramírez rechazó airado.
El 15 de abril se presentó en La Tablada la fuerza de Concepción al mando de Malacabeza. Sus contingentes constituían 50 jinetes y 50 infantes. Lamadrid salió con muy poca gente a su encuentro con sus ayudantes Lorenzo Lugones, Manuel Caizo y Victorio Llorente. Comprendió Lamadrid la inferioridad de sus tropas y pidió a su segundo Giles, que quedó en el sitio de Tarija, le enviase refuerzos al mando del Cap. Mariano García. Pero, como siempre, primó la temeridad proverbial de Lamadrid. Enardecido arengó a sus pocos hombres: “carabinas a la espalda, sable en mano y a degüello, a ellos que son unos cobardes”. Y sembró el pánico y el desconcierto. El combate fue rápido y cuando llegó el refuerzo patriota a mando del Cap. García la acción había terminado. “Regresó Lamadrid envanecido de tan prodigioso y rápido triunfo”. Retomó su puesto en el sitio de la ciudad. Se ubicó primero en San Roque. Desde allí mandó que los prisioneros levemente heridos ingresaran a la plaza y contasen los detalles de la derrota realista. Acto seguido envió una segunda intimación desde el morro de San Juan, previniendo que los auxilios solicitados a Cotagaita, Potosí y Cinti, habían sido interceptados. Los realistas en tal situación temían más los mil guerrilleros que las tropas de Lamadrid, y ante el posible ataque de los primeros a sangre y fuego, se rindieron.
Se produjo la capitulación aceptándose las condiciones de Ramírez solicitando garantías para sus jefes, oficiales y población realista. Es decir, “otorgar los honores de guerra, garantías para los paisanos y el uso de la espada para los oficiales y seguridad para sus bagajes”.
La rendición se llevó a cabo en el Campo de las Carretas. Se rindieron 3 Teniente coroneles -entre ellos Andrés Santa Cruz-, 10 oficiales y 274 soldados. Entregaron 400 fusiles, 114 armas distintas, 5 cajas de guerra y abundantes pertrechos de guerra.
Al referirse al parte oficial de Lamadrid, expresan don Luis Paz y el general Ramallo lo siguiente: “Con razón dice el general Ramallo, que la lectura del parte oficial en que Lamadrid da cuenta de su triunfo al general Belgrano, entraña una injusticia que no sabemos cómo calificarla. En ese documento recomienda y aplaude la bravura de las tropas, elogiando hasta a los cadetes que vinieron con él desde Tucumán y no dice una sola palabra de la actitud resuelta y oportuna de los valerosos guerrilleros tarijeños que con él tomaron la plaza, contribuyendo eficazmente al éxito de la empresa”.
Nos toca considerar lo siguiente: la Batalla de la Tablada fue un combate ligero de menos de 200 hombres; aunque su proyección resultó incalculable. ¿Porqué los 274 soldados realistas no combatieron, estando integrados por los renombrados Granaderos del Cuzco?
La Batalla de La Tablada hubiese resultado adversa sin la intervención de los 1000 guerrilleros de Uriondo, Méndez y Avilés, quienes impidieron la salida de las tropas realistas y su ataque por retaguardia a Lamadrid.
Sin los guerrilleros de Méndez la noticia del avance de Lamadrid hubiese puesto en aviso a Ramírez. Sin los guerrilleros que interceptaron las solicitudes de refuerzo, Lavín, O’Relly o Vivero hubiesen acudido prontamente sobre Tarija y Lamadrid no hubiera disfrutado de 20 días de descanso, organización de sus tropas y el marchar fortalecido con voluntarios tarijeños. Salió el 5 de mayo de 1817 rumbo a Potosí y a su gran aventura guerrera. Marchó con 400 hombres de las tres armas y según Luis Paz, acompañado de algunas partidas de guerrilleros con sus respectivos caudillos.
El poder español reaccionó de inmediato, enviando un fuerte destacamento al mando del sanguinario Ricafort, verdugo del Cuzco y La Paz. El gobernador Avilés, puesto por Lamadrid, no podía luchar con sus fuerzas menguadas y resistir en Tarija. Ricafort mandaba dos batallones del Imperial, el Escuadrón de Cazadores y dos piezas de artillería. Avilés abandonó Tarija y Ricafort entró en la ciudad el 11 de julio de 1817. Se dedicó a perseguir con saña a los patriotas y confiscar sus bienes. Uno de los perjudicados resultó Pedro Antonio Flores que se hallaba en Buenos Aires. “Le confiscó todos sus bienes y cuando regresó a Tarija, después de la victoria de Ayacucho, se encontró sin casa ni cosa alguna”.
Y comenzó de nuevo la lucha desigual. Los patriotas siguieron actuando bajo las órdenes de Méndez, Uriondo, Avilés, Manuel Rojas, Gaite, Garay y Guerrero.
Manuel Rojas fue batido el 21 de julio en Mojo, Uriondo y Avilés derrotados en Chocloca el 2 de agosto, Garay resultó muerto el 5 de agosto en San Agustín, Guerrero cayó prisionero en la cuesta del Inca.
Como siempre, los generales patriotas del ejército regular utilizaban nuestros hombres, se valían de sus conocimientos de la región, explotaban su coraje y luego los abandonaban a su suerte, desnudos y desarmados. El brillo fugaz de sus triunfos era para su prestigio propio y en las derrotas las poblaciones patriotas sufrían las brutales represiones realistas.
Ricafort dejó Tarija para viajar a Cochabamba. Al alejarse ocupó su lugar el coronel Vigil”.
Año 1818
Sobre los sucesos de 1818 Romero del Carpio expresa: “A fines de febrero supo Vigil que el guerrillero argentino Zubiría se había presentado en Concepción. Lo atacó y tomó preso con parte de su tropa. En abril desbarató en Salinas de Itau las tropas de Méndez y Uriondo.
El 4 de julio llegó a Tarija el distinguido general José de Canterac, nombrado por el rey jefe de Estado Mayor. Inmediatamente se dirigió con sus fuerzas importantes a Salinas y las Misiones. Batió en San Luis a Uriondo. Destacó en Chuquisaca 200 hombres al mando de Gabriel Poveda, quien al subir la cuesta de la Soledad fue atacado por el guerrillero Espinoza el 15 de julio, siendo derrotado el patriota. De la misión de San Francisco, Vigil persiguió a Rojas, Sánchez y otros, logrando derrotarlos en Itau y Caraparí.
Canterac provisto de gran cantidad de ganado procuró remontar la quebrada de Santa Lucía, donde lo esperaba el guerrillero Castillo. Pudo más la pericia militar al valor y las condiciones negativas del terreno. El empuje de los famosos Cazadores del Imperial Alejandro decidieron la batalla. Fue derrotado Castillo sin embargo, el 2 de Agosto Castillo atacaba la retaguardia de Canterac y el jefe realista con grandes dificultades logra vencerlo. García Camba expresa: “Muy ventajoso fue, sin duda, el resultado de esta expedición: los caudillos Uriondo, Espinoza, Castillo, Sánchez y Rojas fueron batidos y huyó el último hacia la Nueva Orán, se les mató e hirió bastante gente, se les tomaron un oficial y más de 300 prisioneros con otros tantos fusiles, dos cargas de municiones, noventa caballos, otras 100 caballerías, más de mil cabezas de ganado vacuno y mil fanegas de maíz, con pérdida poco considerable de nuestra parte”. Como siempre, los españoles disimulaban sus bajas y exaltaban sus ventajas.
Esta empresa militar puso a prueba la capacidad de Canterac y su tropa. Debió luchar en zonas boscosas, quebradas intransitables, ríos caudalosos y llanos aptos para las cargas sorpresivas de los guerrilleros. Canterac contó con su magnífica caballería, su arma favorita. Obtuvo resultados positivos, pero sin lograr dominar el impulso guerrero de los patriotas. Lamentablemente fue derrotado Manuel Uriondo en una acción con Vigil y cayó prisionero. Manuel Uriondo era hermano de Francisco Uriondo.
En el mes de noviembre Eustaquio Méndez cumplió una hazaña increíble: su famoso sitio a la ciudad de Tarija. Todas las comunicaciones quedaron cortadas. Durante el día los guerrilleros permanecían ocultos y por las noches bloqueaban los caminos, penetraban hasta la orilla del Guadalquivir, provocaban con sus disparos a los realistas y atacaban con sus mejores jinetes a la ciudad misma. Al salir los realistas, los gauchos de Méndez “los enlazaban y se los llevaban a la cincha y al galope de sus caballos. Cuando salía el grueso del ejército desaparecían para presentarse luego en otros lugares”.
En tal situación La Serna pidió una tregua e invitó a una conferencia a Méndez. Por primera vez un caudillo campesino obtuvo la justificación de su lucha: logró la liberación económica de los trabajadores del campo.
Es esta gesta heroica la justicia social muy pocas veces tuvo vigencia y justificación. Un Méndez y un Güemes lograron alcanzarla en forma positiva. Dignificado el campesino tarijeño descubrió, desde entonces, claros objetivos en su lucha interminable: la conquista de la tierra, el trabajo remunerado y la supresión de las gabelas”.
FRAGMENTOS
Los siguientes fragmentos permiten apreciar cuánto conocía y valoraba el notable estudioso al Gral. Martín Güemes:
“Un acontecimiento sombrío conmovió a todo el continente y enlutó para siempre a los guerrilleros. El 17 de Junio moría Martín Miguel de Güemes, herido por una bala en la oscuridad de la noche del 7 de junio. Desde entonces su inmensa figura es un faro que alumbra la conciencia, vigilante, de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Su muerte debilitó los planes de San Martín y cambió el curso de la historia de nuestros pueblos después de la entrevista de Guayaquil”. Nótese que el investigador dice que la muerte de Güemes enlutó para siempre a los guerrilleros. Ello se debe a que Martín Güemes, con el mando militar de su ejército al servicio de las Provincias Unidas y como Gobernador de la Intendencia de Salta, orientaba, instruía y auxiliaba a los jefes guerrilleros del Alto Perú.
Con resumida claridad Romero del Carpio alude al rol de Güemes como defensor de las Provincias Unidas del Río de la Plata y a las tremendas consecuencias de su muerte. El autor boliviano conocía la verdadera dimensión de Güemes, como defensor de las Provincias Unidas del Río de la Plata, mientras exitosos (por sus ventas) escritores argentinos insisten en el rol que nunca desempeñó, el de defensor de frontera. Es que el Dr. Del Carpio era investigador.
En otro párrafo dice: “El año 1824 se destacó por dos acontecimientos sobresalientes: la guerra doméstica entre Olañeta y La Serna, que debilitó el poder español y facilitó el gran triunfo de Ayacucho el 9 de diciembre. Tarija, al conocer la noticia, tomó jubilosa el cabildo y proclamó la independencia. Durante 15 años se combatió sin tregua. Muchos caudillos no pudieron paladear el triunfo de la victoria conquistadas con dolor y sangre”.
“En 1825, siendo gobernador José Felipe Echazú fueron enviados 400 soldados tarijeños que se sumaron a las tropas del general José María Urdininea, dichas tropas estuvieron presentes en la batalla de Tumusla donde murió Olañeta al día siguiente de la batalla, que se libró el 1 de abril de 1825. En esa forma Tarija luchó por la independencia hasta el último combate”.
Al finalizar, el Dr. Romero del Carpio expresa: “Una legión de hombres humildes ofrendó su vida. Defendió su libertad porque libres nacieron y libres crecieron en contacto con la naturaleza. Su Patria fue América entera. Estuvieron presentes en Tucumán, Salta, Potosí, Pasco, Junín y Ayacucho. No vistieron e traje de Arlequín y menos dividieron nuestra América criolla en pequeños estados, magros en su historia y precarios en sus nobles realizaciones. Lucharon contra el poder de España, universal en su historia, grandiosa en su destino y segura de su fe. Ambicionaron patrias inmensas, seguras en sus realizaciones. Siguiendo unidos nuestra historia tendría proyección mesiánica y con seguridad constituiríamos una de las potencias más respetables del mundo. Bolívar soñó con poderosas confederaciones. Se opuso tenazmente al decreto de Sucre del 9 de febrero de 1825. Seguramente no compartió la ceguera del Congreso de las Provincias Unidas del Río de la Plata en su decreto del 9 de mayo de 1825. Aunque el fracaso de los Ejércitos Auxiliares Argentinos debilitó la unión real del Alto Perú de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Las resoluciones señaladas destruyeron la estupenda realidad del Virreynato de Buenos Aires, con vigencia histórica desde el 8 de agosto de 1776.
Sucre tuvo otra visión. Consolidó Bolivia y ambicionó su grandeza. Desde la fundación de la República hemos perdido la mitad de nuestro territorio. Nos despojaron de nuestra costa marítima y nuestro enclaustramiento nos lleva a una lucha desesperada para recuperar lo propio, arrebatado por la fuerza. Conservando la estructura del viejo virreinato el lenguaje y las actitudes serían distintas.
En las horas actuales volcamos nuestra emoción a los guerrilleros heroicos y a todos aquellos que supieron señalarnos el camino de la hombría. Recordamos con unción patriótica a Francisco y Manuel Uriondo, Eustaquio Méndez, José Julián Pérez, José Felipe Echazú, Bernardo Trigo, José Mariano Ruyloba, Sebastián Ruyloba, Pedro Antonio Flores, Juan José Fernández Campero, Ramón y Manuel Rojas, los hermanos León, José María Avilés, Mendieta, Vásquez, Gaite, Garay, Guerrero, Espinoza, Hidalgo, Castillo, Caso y muchos otros más, guerrilleros anónimos.
Al invocar sus nombres, mil voces cuajadas de destino nos responden: ¡Presente!”. Con ese contundente homenaje el Dr. Numa Romero del Carpio finaliza su trabajo.
II. AGENDA GUEMESIANA NOVIEMBRE DE 2008
En San Luis:
Con motivo de la recepción del Premio Nacional de Historia obtenido por la Prof. María Cristina Fernández, se trasladó a San Luis junto al Abanderado de la Delegación, el Señor Roberto Casimiro quien lució durante toda su estadía su indumentaria Gaucha Salteña. Desarrollaron las siguientes actividades:
10 Nov: En la Ciudad Histórica de Renca, visita al Señor de Renca; la casa de José Santos Ortiz, primer Gobernador de San Luis; Escuela; Monumento al Héroe de Chancay, Juan Pascual Pringles. Fueron guiados por el Jefe del Archivo Histórico de San Luis Prof. Manuel Ybáñez, en cuya presencia se rindió emotivo homenaje a los Granaderos Renqueños y se hizo entrega de un cuadro con la imagen del Gral. Martín Güemes. Dicho cuadro consiste en una fotografía del óleo realizado por el tataranieto del prócer, el Dr. Martín Gabriel Figueroa Güemes, con la leyenda: “A Renca, en memoria de quienes nos dieron la libertad”. Fue recibido por la Intendenta, María Ester Farina y el Secretario de Cultura, Miguel Bianchi.
11 Nov: Participación en el Programa Matutino de Radio Nacional conducido por Alberto Beato. Se dialogó sobre la Gesta Güemesiana, el vínculo entre el Martín Fierro y el Gral. Güemes, destacando la presencia del señor Casimiro. Por la tarde la Prof. Fernández fue entrevistada por Radio y TV sobre el trabajo premiado.
Asistencia a la Ceremonia de entrega de premios presidida por el Gobernador de la Provincia, Dr. Alberto Rodríguez Saá, en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno. La Prof. Fernández destacó la lucha y unión de salteños y puntanos en el proceso independentista, expresando que en reconocimiento y homenaje al pueblo sanluiseño se encontraba en el Salón con sus prendas Gauchas, el Señor Roberto Casimiro. El Dr. Rodríguez Saá interrumpió la alocución iniciando un intenso aplauso. En ello está implícita la valoración del patriotismo del Gral. Martín Miguel de Güemes y sus tropas. La Prof. Fernández recibió su Diploma y Placa de manos del Ministro de Turismo y Cultura, José María Emer.
El señor Casimiro entregó al Dr. Alberto Rodríguez Saá un cuadro similar al dejado en Renca, con la leyenda “A la Provincia de San Luis, por las raíces que nos hermanan”. Al finalizar la ceremonia la mayoría de las autoridades expresaron su satisfacción por la presencia Salteña en el recinto.
Por la noche la Prof. Fernández y el Sr Casimiro compartieron, en la residencia del Dr. Rodríguez Saá, la mesa principal junto al anfitrión.
12 Nov: Visita a La Carolina, donde reposan los restos de Crisóstomo Lafinur, repatriados desde Chile. Allí se dialogó con el Director del Museo de la Poesía Manuscrita “Juan C Lafinur”, Prof. José Villegas quien se emocionó ante la presencia de Roberto Casimiro dado que a la ceremonia de inauguración del Monolito erigido sobre las cenizas de Lafinur habían asistido un grupo de gauchos salteños. En el libro de actas del Museo quedó registrado el motivo de la visita.
En Renca, Potrero de Funes y la Ciudad de San Luis se hizo entrega de bibliografía Güemesiana impresa por el Instituto Güemesiano, sede central, y ediciones impresas y en CD de la Delegación del Instituto Güemesiano en Buenos Aires.
En Buenos Aires:
9 Nov: Homenaje a José Hernández en su Mausoleo (Cementerio de la Recoleta) en el que participaron todos los integrantes de la Delegación. Agradecieron la encendida defensa que el poeta realizó del gaucho: Luis Ance; Rubén Herebia; Ester Maidana; José Guedilla; Víctor Galipó; Pablo Pérez y Narciso Ledesma.
22 Nov: En el centro cultural Gral San Martín de la Ciudad de Buenos Aires la Prof. María Cristina Fernández recibió la distinción internacional “Pilar de la Cultura” de la Asociación UNESCO para el desarrollo cultural en reconocimiento a su labor y trayectoria y en agradecimiento a su aporte a la cultura nacional.
CONTENIDO
I. GUEMES EN LAS GUERRILLAS DE TARIJA, por Numa R del Carpio
II. AGENDA GUEMESIANA NOVIEMBRE DE 2008
III. PALABRAS FINALES
DESARROLLO
I. GUEMES EN LAS GUERRILLAS DE TARIJA
En la presentación del artículo “Güemes en las guerrillas de Tarija”, Romero del Carpio expresa: “Un impulso emocionado determina la gesta heroica. Brotan a raudales los acontecimientos singulares. Los hechos afirmados con hombría. Nosotros, los bolivianos, encapotados en la tristeza y con horizontes inciertos, saludamos a los hermanos argentinos, dueños de un destino mejor.
Sufrimos en América Morena horas de tensión acentuada y privaciones sin cuento. Y, por doquier, elévanse las manos en procura de pan, de un poco de leche para los hijos y una justa atención de los ancianos.
En el pasado, las huestes de Güemes y de Uriondo lucharon desnudas. Y salteños, jujeños y tarijeños afirmaron libertad y dominaron el poder hispano. Al recorrer los campos evocamos el galopar triunfante de los gauchos y chapacos, que afirmaron sus ideales con denuedo y sacrificio.
Humahuaca, Jujuy, San Pedrito, Cerrillos, Gauna, Bañado, Pulares, Rosario y Sauces, individualizan acciones que acuñan leyenda. Laguna, Tarabuco, Pomabamba, Valle Grande, Culpina, Uturungo, Aucapuñima, Arpaja y La Florida, y las 33 acciones guerreras sobresalientes de Tarija multiplican el esfuerzo libertario.
A nosotros, estirpe de héroes, hijos de la madre tierra que forjó nuestros apellidos, nos impulsa el destino de narrar lo que contaron nuestros padres, nuestros abuelos.
Se combatió sin armas, sin buscar honores ni eludir sacrificios. Sus personajes son de leyenda. Los descubrimos en el tucumano Ildefonso Muñecas luchando a orillas del lago Sagrado. En José Miguel Lanza en Ayopaya. En los esposos Padilla en Laguna. En Juan Antonio Alvarez de Arenales en Mizque. En Betanzos y Zárate en Porco. En Ignacio Warnes dominando Santa Cruz. En Vicente Camargo en los valles de Cinti y en la legión de guerrilleros tarijeños. Y cual faro estelar, la inmensa figura de Güemes y sus colaboradores.
Cuando los Ejércitos Auxiliares Argentinos mordían el polvo de la derrota, palmo a palmo, sin desmayo ni descanso, nuestros guerrilleros cortaban las comunicaciones de las tropas realistas victoriosas, los atacaban por los flancos, les privaban de víveres, los sitiaba en las ciudades, convulsionaban el Alto Perú y el norte argentino, aparecían y desaparecían como centellas, no dando tregua ni aceptando misericordia.
¡Oh gesta valerosa! En el Alto Perú cada hogar, cada ciudad, cada aldea conserva las huellas de esta lucha y durante 15 años combatimos así, acumulando dolor, torturas y renovadas esperanzas. Nos hicimos fuertes en la escuela de una paz lejana. Los cascos de nuestros caballos recorrían distancias imposibles y en su raudo galopar, nuestros guerrilleros fueron gestando la Patria del mañana”
Año 1817
El Dr. Numa del Carpio expone que Martín Güemes conocía palmo a palmo Tarija, que guiaba, estimulaba y recibía el resultado de las acciones guerrilleras. Durante la Jefatura de Belgrano todos los partes llegaban a Güemes como Jefe de Vanguardia y él los remitía al Cuartel Gral. de Tucumán. Al referirse a los sucesos de 1817 el investigador dice: “Belgrano planeó una audaz penetración al Alto Perú, encomendó tal misión al valeroso y temerario Gregorio Aráoz de Lamadrid. Los guerrilleros con sus excelentes bomberos conocieron sus movimientos. Méndez se adelantó a recibirlo en la Cuesta del Inca con más de 100 jinetes. Estos sirvieron de avanzada y detuvieron a más de 100 personas de ambos sexos que encontraron en el camino, para evitar que informasen a los realistas de la presencia de Lamadrid.
El 14 de abril Lamadrid se presentó en Tarija. Mientras tanto se incorporaron más de 1.000 guerrilleros a las órdenes de sus jefes Uriondo, Méndez, Mendieta, José María Avilés y otros. Tarija se hallaba muy bien atrincherada y defendida, sobresaliendo en la tropa española el batallón de Granaderos del Cuzco, bajo las órdenes de Mateo Ramírez. En Concepción se encontraba un escuadrón de caballería a mando del Cnel. Andrés de Santa Cruz y 50 infantes. Santa Cruz ocasionalmente se hallaba en Tarija.
Ramírez creyendo que los atacantes eran los guerrilleros salió a atacarlos expresando: “Vamos a desparpajar a esos gauchos”; pero al ser recibido a cañonazos al pasar el río Guadalquivir se replegó a sus trincheras.
Lamadrid ocupó el morro de San Juan, emplazando sus dos piezas de artillería e intimó rendición con el siguiente lenguaje: “Si en el término de media hora no se rinde usted a discreción, con la división a su mando, tanto usted como ella serán pasados a cuchillo. Puerta del Gallinazo, abril 14 de 1817”. Ramírez rechazó airado.
El 15 de abril se presentó en La Tablada la fuerza de Concepción al mando de Malacabeza. Sus contingentes constituían 50 jinetes y 50 infantes. Lamadrid salió con muy poca gente a su encuentro con sus ayudantes Lorenzo Lugones, Manuel Caizo y Victorio Llorente. Comprendió Lamadrid la inferioridad de sus tropas y pidió a su segundo Giles, que quedó en el sitio de Tarija, le enviase refuerzos al mando del Cap. Mariano García. Pero, como siempre, primó la temeridad proverbial de Lamadrid. Enardecido arengó a sus pocos hombres: “carabinas a la espalda, sable en mano y a degüello, a ellos que son unos cobardes”. Y sembró el pánico y el desconcierto. El combate fue rápido y cuando llegó el refuerzo patriota a mando del Cap. García la acción había terminado. “Regresó Lamadrid envanecido de tan prodigioso y rápido triunfo”. Retomó su puesto en el sitio de la ciudad. Se ubicó primero en San Roque. Desde allí mandó que los prisioneros levemente heridos ingresaran a la plaza y contasen los detalles de la derrota realista. Acto seguido envió una segunda intimación desde el morro de San Juan, previniendo que los auxilios solicitados a Cotagaita, Potosí y Cinti, habían sido interceptados. Los realistas en tal situación temían más los mil guerrilleros que las tropas de Lamadrid, y ante el posible ataque de los primeros a sangre y fuego, se rindieron.
Se produjo la capitulación aceptándose las condiciones de Ramírez solicitando garantías para sus jefes, oficiales y población realista. Es decir, “otorgar los honores de guerra, garantías para los paisanos y el uso de la espada para los oficiales y seguridad para sus bagajes”.
La rendición se llevó a cabo en el Campo de las Carretas. Se rindieron 3 Teniente coroneles -entre ellos Andrés Santa Cruz-, 10 oficiales y 274 soldados. Entregaron 400 fusiles, 114 armas distintas, 5 cajas de guerra y abundantes pertrechos de guerra.
Al referirse al parte oficial de Lamadrid, expresan don Luis Paz y el general Ramallo lo siguiente: “Con razón dice el general Ramallo, que la lectura del parte oficial en que Lamadrid da cuenta de su triunfo al general Belgrano, entraña una injusticia que no sabemos cómo calificarla. En ese documento recomienda y aplaude la bravura de las tropas, elogiando hasta a los cadetes que vinieron con él desde Tucumán y no dice una sola palabra de la actitud resuelta y oportuna de los valerosos guerrilleros tarijeños que con él tomaron la plaza, contribuyendo eficazmente al éxito de la empresa”.
Nos toca considerar lo siguiente: la Batalla de la Tablada fue un combate ligero de menos de 200 hombres; aunque su proyección resultó incalculable. ¿Porqué los 274 soldados realistas no combatieron, estando integrados por los renombrados Granaderos del Cuzco?
La Batalla de La Tablada hubiese resultado adversa sin la intervención de los 1000 guerrilleros de Uriondo, Méndez y Avilés, quienes impidieron la salida de las tropas realistas y su ataque por retaguardia a Lamadrid.
Sin los guerrilleros de Méndez la noticia del avance de Lamadrid hubiese puesto en aviso a Ramírez. Sin los guerrilleros que interceptaron las solicitudes de refuerzo, Lavín, O’Relly o Vivero hubiesen acudido prontamente sobre Tarija y Lamadrid no hubiera disfrutado de 20 días de descanso, organización de sus tropas y el marchar fortalecido con voluntarios tarijeños. Salió el 5 de mayo de 1817 rumbo a Potosí y a su gran aventura guerrera. Marchó con 400 hombres de las tres armas y según Luis Paz, acompañado de algunas partidas de guerrilleros con sus respectivos caudillos.
El poder español reaccionó de inmediato, enviando un fuerte destacamento al mando del sanguinario Ricafort, verdugo del Cuzco y La Paz. El gobernador Avilés, puesto por Lamadrid, no podía luchar con sus fuerzas menguadas y resistir en Tarija. Ricafort mandaba dos batallones del Imperial, el Escuadrón de Cazadores y dos piezas de artillería. Avilés abandonó Tarija y Ricafort entró en la ciudad el 11 de julio de 1817. Se dedicó a perseguir con saña a los patriotas y confiscar sus bienes. Uno de los perjudicados resultó Pedro Antonio Flores que se hallaba en Buenos Aires. “Le confiscó todos sus bienes y cuando regresó a Tarija, después de la victoria de Ayacucho, se encontró sin casa ni cosa alguna”.
Y comenzó de nuevo la lucha desigual. Los patriotas siguieron actuando bajo las órdenes de Méndez, Uriondo, Avilés, Manuel Rojas, Gaite, Garay y Guerrero.
Manuel Rojas fue batido el 21 de julio en Mojo, Uriondo y Avilés derrotados en Chocloca el 2 de agosto, Garay resultó muerto el 5 de agosto en San Agustín, Guerrero cayó prisionero en la cuesta del Inca.
Como siempre, los generales patriotas del ejército regular utilizaban nuestros hombres, se valían de sus conocimientos de la región, explotaban su coraje y luego los abandonaban a su suerte, desnudos y desarmados. El brillo fugaz de sus triunfos era para su prestigio propio y en las derrotas las poblaciones patriotas sufrían las brutales represiones realistas.
Ricafort dejó Tarija para viajar a Cochabamba. Al alejarse ocupó su lugar el coronel Vigil”.
Año 1818
Sobre los sucesos de 1818 Romero del Carpio expresa: “A fines de febrero supo Vigil que el guerrillero argentino Zubiría se había presentado en Concepción. Lo atacó y tomó preso con parte de su tropa. En abril desbarató en Salinas de Itau las tropas de Méndez y Uriondo.
El 4 de julio llegó a Tarija el distinguido general José de Canterac, nombrado por el rey jefe de Estado Mayor. Inmediatamente se dirigió con sus fuerzas importantes a Salinas y las Misiones. Batió en San Luis a Uriondo. Destacó en Chuquisaca 200 hombres al mando de Gabriel Poveda, quien al subir la cuesta de la Soledad fue atacado por el guerrillero Espinoza el 15 de julio, siendo derrotado el patriota. De la misión de San Francisco, Vigil persiguió a Rojas, Sánchez y otros, logrando derrotarlos en Itau y Caraparí.
Canterac provisto de gran cantidad de ganado procuró remontar la quebrada de Santa Lucía, donde lo esperaba el guerrillero Castillo. Pudo más la pericia militar al valor y las condiciones negativas del terreno. El empuje de los famosos Cazadores del Imperial Alejandro decidieron la batalla. Fue derrotado Castillo sin embargo, el 2 de Agosto Castillo atacaba la retaguardia de Canterac y el jefe realista con grandes dificultades logra vencerlo. García Camba expresa: “Muy ventajoso fue, sin duda, el resultado de esta expedición: los caudillos Uriondo, Espinoza, Castillo, Sánchez y Rojas fueron batidos y huyó el último hacia la Nueva Orán, se les mató e hirió bastante gente, se les tomaron un oficial y más de 300 prisioneros con otros tantos fusiles, dos cargas de municiones, noventa caballos, otras 100 caballerías, más de mil cabezas de ganado vacuno y mil fanegas de maíz, con pérdida poco considerable de nuestra parte”. Como siempre, los españoles disimulaban sus bajas y exaltaban sus ventajas.
Esta empresa militar puso a prueba la capacidad de Canterac y su tropa. Debió luchar en zonas boscosas, quebradas intransitables, ríos caudalosos y llanos aptos para las cargas sorpresivas de los guerrilleros. Canterac contó con su magnífica caballería, su arma favorita. Obtuvo resultados positivos, pero sin lograr dominar el impulso guerrero de los patriotas. Lamentablemente fue derrotado Manuel Uriondo en una acción con Vigil y cayó prisionero. Manuel Uriondo era hermano de Francisco Uriondo.
En el mes de noviembre Eustaquio Méndez cumplió una hazaña increíble: su famoso sitio a la ciudad de Tarija. Todas las comunicaciones quedaron cortadas. Durante el día los guerrilleros permanecían ocultos y por las noches bloqueaban los caminos, penetraban hasta la orilla del Guadalquivir, provocaban con sus disparos a los realistas y atacaban con sus mejores jinetes a la ciudad misma. Al salir los realistas, los gauchos de Méndez “los enlazaban y se los llevaban a la cincha y al galope de sus caballos. Cuando salía el grueso del ejército desaparecían para presentarse luego en otros lugares”.
En tal situación La Serna pidió una tregua e invitó a una conferencia a Méndez. Por primera vez un caudillo campesino obtuvo la justificación de su lucha: logró la liberación económica de los trabajadores del campo.
Es esta gesta heroica la justicia social muy pocas veces tuvo vigencia y justificación. Un Méndez y un Güemes lograron alcanzarla en forma positiva. Dignificado el campesino tarijeño descubrió, desde entonces, claros objetivos en su lucha interminable: la conquista de la tierra, el trabajo remunerado y la supresión de las gabelas”.
FRAGMENTOS
Los siguientes fragmentos permiten apreciar cuánto conocía y valoraba el notable estudioso al Gral. Martín Güemes:
“Un acontecimiento sombrío conmovió a todo el continente y enlutó para siempre a los guerrilleros. El 17 de Junio moría Martín Miguel de Güemes, herido por una bala en la oscuridad de la noche del 7 de junio. Desde entonces su inmensa figura es un faro que alumbra la conciencia, vigilante, de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Su muerte debilitó los planes de San Martín y cambió el curso de la historia de nuestros pueblos después de la entrevista de Guayaquil”. Nótese que el investigador dice que la muerte de Güemes enlutó para siempre a los guerrilleros. Ello se debe a que Martín Güemes, con el mando militar de su ejército al servicio de las Provincias Unidas y como Gobernador de la Intendencia de Salta, orientaba, instruía y auxiliaba a los jefes guerrilleros del Alto Perú.
Con resumida claridad Romero del Carpio alude al rol de Güemes como defensor de las Provincias Unidas del Río de la Plata y a las tremendas consecuencias de su muerte. El autor boliviano conocía la verdadera dimensión de Güemes, como defensor de las Provincias Unidas del Río de la Plata, mientras exitosos (por sus ventas) escritores argentinos insisten en el rol que nunca desempeñó, el de defensor de frontera. Es que el Dr. Del Carpio era investigador.
En otro párrafo dice: “El año 1824 se destacó por dos acontecimientos sobresalientes: la guerra doméstica entre Olañeta y La Serna, que debilitó el poder español y facilitó el gran triunfo de Ayacucho el 9 de diciembre. Tarija, al conocer la noticia, tomó jubilosa el cabildo y proclamó la independencia. Durante 15 años se combatió sin tregua. Muchos caudillos no pudieron paladear el triunfo de la victoria conquistadas con dolor y sangre”.
“En 1825, siendo gobernador José Felipe Echazú fueron enviados 400 soldados tarijeños que se sumaron a las tropas del general José María Urdininea, dichas tropas estuvieron presentes en la batalla de Tumusla donde murió Olañeta al día siguiente de la batalla, que se libró el 1 de abril de 1825. En esa forma Tarija luchó por la independencia hasta el último combate”.
Al finalizar, el Dr. Romero del Carpio expresa: “Una legión de hombres humildes ofrendó su vida. Defendió su libertad porque libres nacieron y libres crecieron en contacto con la naturaleza. Su Patria fue América entera. Estuvieron presentes en Tucumán, Salta, Potosí, Pasco, Junín y Ayacucho. No vistieron e traje de Arlequín y menos dividieron nuestra América criolla en pequeños estados, magros en su historia y precarios en sus nobles realizaciones. Lucharon contra el poder de España, universal en su historia, grandiosa en su destino y segura de su fe. Ambicionaron patrias inmensas, seguras en sus realizaciones. Siguiendo unidos nuestra historia tendría proyección mesiánica y con seguridad constituiríamos una de las potencias más respetables del mundo. Bolívar soñó con poderosas confederaciones. Se opuso tenazmente al decreto de Sucre del 9 de febrero de 1825. Seguramente no compartió la ceguera del Congreso de las Provincias Unidas del Río de la Plata en su decreto del 9 de mayo de 1825. Aunque el fracaso de los Ejércitos Auxiliares Argentinos debilitó la unión real del Alto Perú de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Las resoluciones señaladas destruyeron la estupenda realidad del Virreynato de Buenos Aires, con vigencia histórica desde el 8 de agosto de 1776.
Sucre tuvo otra visión. Consolidó Bolivia y ambicionó su grandeza. Desde la fundación de la República hemos perdido la mitad de nuestro territorio. Nos despojaron de nuestra costa marítima y nuestro enclaustramiento nos lleva a una lucha desesperada para recuperar lo propio, arrebatado por la fuerza. Conservando la estructura del viejo virreinato el lenguaje y las actitudes serían distintas.
En las horas actuales volcamos nuestra emoción a los guerrilleros heroicos y a todos aquellos que supieron señalarnos el camino de la hombría. Recordamos con unción patriótica a Francisco y Manuel Uriondo, Eustaquio Méndez, José Julián Pérez, José Felipe Echazú, Bernardo Trigo, José Mariano Ruyloba, Sebastián Ruyloba, Pedro Antonio Flores, Juan José Fernández Campero, Ramón y Manuel Rojas, los hermanos León, José María Avilés, Mendieta, Vásquez, Gaite, Garay, Guerrero, Espinoza, Hidalgo, Castillo, Caso y muchos otros más, guerrilleros anónimos.
Al invocar sus nombres, mil voces cuajadas de destino nos responden: ¡Presente!”. Con ese contundente homenaje el Dr. Numa Romero del Carpio finaliza su trabajo.
II. AGENDA GUEMESIANA NOVIEMBRE DE 2008
En San Luis:
Con motivo de la recepción del Premio Nacional de Historia obtenido por la Prof. María Cristina Fernández, se trasladó a San Luis junto al Abanderado de la Delegación, el Señor Roberto Casimiro quien lució durante toda su estadía su indumentaria Gaucha Salteña. Desarrollaron las siguientes actividades:
10 Nov: En la Ciudad Histórica de Renca, visita al Señor de Renca; la casa de José Santos Ortiz, primer Gobernador de San Luis; Escuela; Monumento al Héroe de Chancay, Juan Pascual Pringles. Fueron guiados por el Jefe del Archivo Histórico de San Luis Prof. Manuel Ybáñez, en cuya presencia se rindió emotivo homenaje a los Granaderos Renqueños y se hizo entrega de un cuadro con la imagen del Gral. Martín Güemes. Dicho cuadro consiste en una fotografía del óleo realizado por el tataranieto del prócer, el Dr. Martín Gabriel Figueroa Güemes, con la leyenda: “A Renca, en memoria de quienes nos dieron la libertad”. Fue recibido por la Intendenta, María Ester Farina y el Secretario de Cultura, Miguel Bianchi.
11 Nov: Participación en el Programa Matutino de Radio Nacional conducido por Alberto Beato. Se dialogó sobre la Gesta Güemesiana, el vínculo entre el Martín Fierro y el Gral. Güemes, destacando la presencia del señor Casimiro. Por la tarde la Prof. Fernández fue entrevistada por Radio y TV sobre el trabajo premiado.
Asistencia a la Ceremonia de entrega de premios presidida por el Gobernador de la Provincia, Dr. Alberto Rodríguez Saá, en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno. La Prof. Fernández destacó la lucha y unión de salteños y puntanos en el proceso independentista, expresando que en reconocimiento y homenaje al pueblo sanluiseño se encontraba en el Salón con sus prendas Gauchas, el Señor Roberto Casimiro. El Dr. Rodríguez Saá interrumpió la alocución iniciando un intenso aplauso. En ello está implícita la valoración del patriotismo del Gral. Martín Miguel de Güemes y sus tropas. La Prof. Fernández recibió su Diploma y Placa de manos del Ministro de Turismo y Cultura, José María Emer.
El señor Casimiro entregó al Dr. Alberto Rodríguez Saá un cuadro similar al dejado en Renca, con la leyenda “A la Provincia de San Luis, por las raíces que nos hermanan”. Al finalizar la ceremonia la mayoría de las autoridades expresaron su satisfacción por la presencia Salteña en el recinto.
Por la noche la Prof. Fernández y el Sr Casimiro compartieron, en la residencia del Dr. Rodríguez Saá, la mesa principal junto al anfitrión.
12 Nov: Visita a La Carolina, donde reposan los restos de Crisóstomo Lafinur, repatriados desde Chile. Allí se dialogó con el Director del Museo de la Poesía Manuscrita “Juan C Lafinur”, Prof. José Villegas quien se emocionó ante la presencia de Roberto Casimiro dado que a la ceremonia de inauguración del Monolito erigido sobre las cenizas de Lafinur habían asistido un grupo de gauchos salteños. En el libro de actas del Museo quedó registrado el motivo de la visita.
En Renca, Potrero de Funes y la Ciudad de San Luis se hizo entrega de bibliografía Güemesiana impresa por el Instituto Güemesiano, sede central, y ediciones impresas y en CD de la Delegación del Instituto Güemesiano en Buenos Aires.
En Buenos Aires:
9 Nov: Homenaje a José Hernández en su Mausoleo (Cementerio de la Recoleta) en el que participaron todos los integrantes de la Delegación. Agradecieron la encendida defensa que el poeta realizó del gaucho: Luis Ance; Rubén Herebia; Ester Maidana; José Guedilla; Víctor Galipó; Pablo Pérez y Narciso Ledesma.
22 Nov: En el centro cultural Gral San Martín de la Ciudad de Buenos Aires la Prof. María Cristina Fernández recibió la distinción internacional “Pilar de la Cultura” de la Asociación UNESCO para el desarrollo cultural en reconocimiento a su labor y trayectoria y en agradecimiento a su aporte a la cultura nacional.
En la misma ceremonia le fue entregado el Diploma de Notables por ser una brillante personalidad de la cultura folklórica argentina. Esta distinción fue obtenida como consecuencia de la difusión de la Gesta Güemesiana que a través del Folklore desarrolla la Prof. Fernández.
25 Nov: Proyección y debate del Documental “Bajo las Estrellas” en el Microcine del Congreso de la Nación, con presencia del Director del Documental, el prestigioso salteño Alejandro Arroz.
27 Nov: En sede del IUNA y en el marco del XIVº Congreso Latinoamericano del Mercosur y XVIIIª Jornadas Nacionales de Folklore, el 27 de Noviembre la Prof. María Cristina Fernández expuso la Ponencia “El Gral. Martín Miguel de Güemes en el Cancionero Popular”. La misma tuvo carácter de homenaje, con interpretación en vivo de las zambas “A Martín Güemes” (de Narciso Ledesma y Noelia Quintana”; “La Juana Moro” (de Giménez y Canqui Chazarreta) ambas por Noelia Quintana, Alberto Díaz y Daniel Villalba. El malambo “La yeguada de Los Sauces” (de León Benarós y Hernán F Reyes) fue bailado por Matías Torres, “El Changuito”. Se analizaron educativamente los temas, destacando su contenido histórico, geográfico, tradicional, militar, ético, musical y literario, demostrando que a través del folklore se puede promover el aprendizaje integral de la historia de manera agradable, lo que generó elogiosos comentarios por parte del público.
30 Nov: Consagración de los Güemesianos al Cristo Campesino en la Parroquia de San Juan María Vianney.
En Salta:
15/ 17 Nov: Visita a la localidad de Tolar Grande, Depto. Los Andes, donde se entregó bibliografía Güemesiana.
III. PALABRAS FINALES
Finaliza un nuevo año en el que continuamos creciendo en el conocimiento de la Gesta Guemesiana. Son muy satisfactorios los reconocimientos obtenidos en esta difícil tarea de difundir sin ningún tipo de apoyo económico, la historia Patria. Afortunadamente hay quienes valoran tamaño esfuerzo, ante la indiferencia de muchos.
En este último número abrazo con gratitud inmensa a quienes inclaudicables me acompañan: Mario Huertas; Noemí Rosas; Roberto Casimiro; Matías Torres; José Guedilla; Ester Maidana; Beatriz Signoretta; Rubén Herebia; Noelia Quintana; Alberto Díaz; Luis Ance; Mirta Castro; Luis de la Peña; Carlos Flores; Hernán Luna; Diana Stiefel; Jorge Elizalde; Narciso Ledesma; Héctor Chávez y en especial a mi esposo Pablo y a mis hijas Naira Malén y Anahí Ayelén. Con legítimo orgullo sabemos que nuestros logros son fruto del tesón y fortaleza que nos alimenta el ser. Brindo por ello. ¡Hasta el 2009!
Buenos Aires, 8 de Diciembre de 2008
+
25 Nov: Proyección y debate del Documental “Bajo las Estrellas” en el Microcine del Congreso de la Nación, con presencia del Director del Documental, el prestigioso salteño Alejandro Arroz.
27 Nov: En sede del IUNA y en el marco del XIVº Congreso Latinoamericano del Mercosur y XVIIIª Jornadas Nacionales de Folklore, el 27 de Noviembre la Prof. María Cristina Fernández expuso la Ponencia “El Gral. Martín Miguel de Güemes en el Cancionero Popular”. La misma tuvo carácter de homenaje, con interpretación en vivo de las zambas “A Martín Güemes” (de Narciso Ledesma y Noelia Quintana”; “La Juana Moro” (de Giménez y Canqui Chazarreta) ambas por Noelia Quintana, Alberto Díaz y Daniel Villalba. El malambo “La yeguada de Los Sauces” (de León Benarós y Hernán F Reyes) fue bailado por Matías Torres, “El Changuito”. Se analizaron educativamente los temas, destacando su contenido histórico, geográfico, tradicional, militar, ético, musical y literario, demostrando que a través del folklore se puede promover el aprendizaje integral de la historia de manera agradable, lo que generó elogiosos comentarios por parte del público.
30 Nov: Consagración de los Güemesianos al Cristo Campesino en la Parroquia de San Juan María Vianney.
En Salta:
15/ 17 Nov: Visita a la localidad de Tolar Grande, Depto. Los Andes, donde se entregó bibliografía Güemesiana.
III. PALABRAS FINALES
Finaliza un nuevo año en el que continuamos creciendo en el conocimiento de la Gesta Guemesiana. Son muy satisfactorios los reconocimientos obtenidos en esta difícil tarea de difundir sin ningún tipo de apoyo económico, la historia Patria. Afortunadamente hay quienes valoran tamaño esfuerzo, ante la indiferencia de muchos.
En este último número abrazo con gratitud inmensa a quienes inclaudicables me acompañan: Mario Huertas; Noemí Rosas; Roberto Casimiro; Matías Torres; José Guedilla; Ester Maidana; Beatriz Signoretta; Rubén Herebia; Noelia Quintana; Alberto Díaz; Luis Ance; Mirta Castro; Luis de la Peña; Carlos Flores; Hernán Luna; Diana Stiefel; Jorge Elizalde; Narciso Ledesma; Héctor Chávez y en especial a mi esposo Pablo y a mis hijas Naira Malén y Anahí Ayelén. Con legítimo orgullo sabemos que nuestros logros son fruto del tesón y fortaleza que nos alimenta el ser. Brindo por ello. ¡Hasta el 2009!
Buenos Aires, 8 de Diciembre de 2008
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Prof. María Cristina Fernández
Académica Correspondiente
Instituto Güemesiano de Salta en Buenos Aires
Académica Correspondiente
Instituto Güemesiano de Salta en Buenos Aires
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S.A.R.Cmte Dn Carlos Gustavo Lavado Ruíz y Roqué Lascano
S.A.R.Cmte Dn Carlos Gustavo Lavado Ruíz y Roqué Lascano
MAESTRE GENERAL
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