La Conferencia Episcopal Argentina convocó hoy a participar de la misa del próximo lunes 22 de diciembre, a las 19, en la basílica de Luján por los 30 años del inicio de la mediación papal que evitó una guerra entre la Argentina y Chile
La ceremonia eucarística que se replicará en el santuario chileno de Maipú, y a la que fueron invitados el pueblo y los representantes de los tres poderes de ambas naciones.
El presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, monseñor Jorge Casaretto, obispo de San Isidro, explicó que la misa en el santuario de la patrona nacional llevará por lema “Queremos la paz, eduquemos para el diálogo”, tras la cual habrá en la Plaza Belgrano, frente a la basílica, un acto cívico en el que hablará la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, como única oradora.
La misa será presidida por el cardenal Jorge Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires y primado argentino, y la homilía estará a cargo de monseñor Casaretto, por ser el asesor eclesiástico de la Comisión Nacional Justicia y Paz, a cargo de la organización del acto cívico-religioso.
“El acto es eminentemente religioso, pero es fundamental la participación de los representantes del pueblo, que se beneficiaron con la mediación papal de Juan Pablo II”, subrayó.
Monseñor Casaretto dijo que “queremos que el pueblo esté bien representado en este acto”, y aclaró que el Episcopado “simplemente cursó las invitaciones” a los tres poderes del Estado. “Ya no nos toca juzgar, quien va o quien no”, afirmó.
El obispo sostuvo que los obispos “deseamos que sea un acto en el que aparezca la unidad y la comunión entre los argentinos, fortaleciendo el intercambio y los lazos de amistad con los chilenos”.
“La idea es que los pueblos chileno y argentino quieren celebrar ese momento y dar gracias a Dios porque la oportuna intervención papal evitó una guerra con consecuencias inimaginables”, explicó el vocero episcopal, presbítero Jorge Oesterheld.
Tras señalar que “el acto es histórico e importante para los dos pueblos”, el sacerdote reveló que en las diócesis se están “movilizando” para que la participación sea masiva y se convierta en “un gesto fuerte”. Recordó además que se enmarca en el último documento del Episcopado, “cuyo eje central es el diálogo para construir un país sin exclusiones ni injusticias”, y en el camino preparatorio para el Bicentenario patrio.
El presbítero Oesterheld indicó que como gesto de hermandad entre ambos pueblos, una familia argentina radicada en Chile recibirá una imagen de la Virgen del Carmen y a una chilena que vive en el país se le entregará una de la Virgen de Luján.
Celebraciones en otras diócesis Los obispos de la Argentina y Chile, a treinta años de aquellos acontecimientos, unirán nuevamente a los pueblos con una triple finalidad: Agradecer a Dios por la mediación papal, recordar, con memoria agradecida la intervención de la Iglesia, y renovar el valor de la paz en el ámbito internacional y nacional.
La celebración se replicará en todas las diócesis chilenas y argentinas. Algunas ya consignadas:
En Mendoza, la conmemoración tendrá lugar el martes 23 de diciembre, a las 20 en la basílica San Francisco, bajo la mirada de Nuestra Señora del Carmen de Cuyo, y presidida por el arzobispo de Mendoza, monseñor José María Arancibia, y concelebrada por el obispo auxiliar, Sergio Buenanueva, y el clero mendocino.
Mañana, a las 19.30, en la catedral Nuestra Señora del Rosario, el arzobispo de Rosario, monseñor José Luis Mollaghan, presidirá la Eucaristía por esta conmemoración que “quiere ser una muestra de gratitud a la Santa Sede, que abrió las puertas a la luz de la esperanza, en un momento en que el conflicto había llegado a una gran tensión, y los ejércitos de ambos países después de movilizar sus tropas hacia las fronteras se estaban por enfrentar”.
En Salta, la misa será el domingo 21 de diciembre, a las 20.30, en la catedral basílica Nuestro Señor del Milagro y Virgen del Milagro, y presidida por el arzobispo local, monseñor Mario Cargnello. Posteriormente se realizará un homenaje a Nuestra Señora de la Paz, honrando la imagen que monseñor Carlos Mariano Pérez hizo entronizar en la esquina de Belgrano y Mitre para “agradecer el día en el que la paz fue conseguida gracias a la mediación papal”.
En Rafaela, será el domingo 21 de diciembre, tras la misa vespertina en la catedral San Rafael, y presidida por el obispo diocesano, monseñor Carlos Franzini, tras la Marcha por la Paz que realizarán los jóvenes de las parroquias de esa ciudad santafesina.
En San Francisco, el obispo diocesano, monseñor Carlos Tissera, celebrará la Eucaristía en la catedral local el domingo 21 de diciembre, a las 10.30, para agradecer e invocar a Dios su protección sobre la patria pidiendo, especialmente, por “las fuentes de trabajo, por los trabajadores y por todas las instituciones para que sean artífices de paz y colaboren en la construcción del bien común”.
En la diócesis de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Frassia recomendó que en todas las misas del sábado 20 y el domingo 21 de diciembre “agradezcamos al Señor por el don de la mediación papal y pidamos por la paz de los pueblos y también de las familias.
Un envío de AICA
El presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, monseñor Jorge Casaretto, obispo de San Isidro, explicó que la misa en el santuario de la patrona nacional llevará por lema “Queremos la paz, eduquemos para el diálogo”, tras la cual habrá en la Plaza Belgrano, frente a la basílica, un acto cívico en el que hablará la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, como única oradora.
La misa será presidida por el cardenal Jorge Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires y primado argentino, y la homilía estará a cargo de monseñor Casaretto, por ser el asesor eclesiástico de la Comisión Nacional Justicia y Paz, a cargo de la organización del acto cívico-religioso.
“El acto es eminentemente religioso, pero es fundamental la participación de los representantes del pueblo, que se beneficiaron con la mediación papal de Juan Pablo II”, subrayó.
Monseñor Casaretto dijo que “queremos que el pueblo esté bien representado en este acto”, y aclaró que el Episcopado “simplemente cursó las invitaciones” a los tres poderes del Estado. “Ya no nos toca juzgar, quien va o quien no”, afirmó.
El obispo sostuvo que los obispos “deseamos que sea un acto en el que aparezca la unidad y la comunión entre los argentinos, fortaleciendo el intercambio y los lazos de amistad con los chilenos”.
“La idea es que los pueblos chileno y argentino quieren celebrar ese momento y dar gracias a Dios porque la oportuna intervención papal evitó una guerra con consecuencias inimaginables”, explicó el vocero episcopal, presbítero Jorge Oesterheld.
Tras señalar que “el acto es histórico e importante para los dos pueblos”, el sacerdote reveló que en las diócesis se están “movilizando” para que la participación sea masiva y se convierta en “un gesto fuerte”. Recordó además que se enmarca en el último documento del Episcopado, “cuyo eje central es el diálogo para construir un país sin exclusiones ni injusticias”, y en el camino preparatorio para el Bicentenario patrio.
El presbítero Oesterheld indicó que como gesto de hermandad entre ambos pueblos, una familia argentina radicada en Chile recibirá una imagen de la Virgen del Carmen y a una chilena que vive en el país se le entregará una de la Virgen de Luján.
Celebraciones en otras diócesis Los obispos de la Argentina y Chile, a treinta años de aquellos acontecimientos, unirán nuevamente a los pueblos con una triple finalidad: Agradecer a Dios por la mediación papal, recordar, con memoria agradecida la intervención de la Iglesia, y renovar el valor de la paz en el ámbito internacional y nacional.
La celebración se replicará en todas las diócesis chilenas y argentinas. Algunas ya consignadas:
En Mendoza, la conmemoración tendrá lugar el martes 23 de diciembre, a las 20 en la basílica San Francisco, bajo la mirada de Nuestra Señora del Carmen de Cuyo, y presidida por el arzobispo de Mendoza, monseñor José María Arancibia, y concelebrada por el obispo auxiliar, Sergio Buenanueva, y el clero mendocino.
Mañana, a las 19.30, en la catedral Nuestra Señora del Rosario, el arzobispo de Rosario, monseñor José Luis Mollaghan, presidirá la Eucaristía por esta conmemoración que “quiere ser una muestra de gratitud a la Santa Sede, que abrió las puertas a la luz de la esperanza, en un momento en que el conflicto había llegado a una gran tensión, y los ejércitos de ambos países después de movilizar sus tropas hacia las fronteras se estaban por enfrentar”.
En Salta, la misa será el domingo 21 de diciembre, a las 20.30, en la catedral basílica Nuestro Señor del Milagro y Virgen del Milagro, y presidida por el arzobispo local, monseñor Mario Cargnello. Posteriormente se realizará un homenaje a Nuestra Señora de la Paz, honrando la imagen que monseñor Carlos Mariano Pérez hizo entronizar en la esquina de Belgrano y Mitre para “agradecer el día en el que la paz fue conseguida gracias a la mediación papal”.
En Rafaela, será el domingo 21 de diciembre, tras la misa vespertina en la catedral San Rafael, y presidida por el obispo diocesano, monseñor Carlos Franzini, tras la Marcha por la Paz que realizarán los jóvenes de las parroquias de esa ciudad santafesina.
En San Francisco, el obispo diocesano, monseñor Carlos Tissera, celebrará la Eucaristía en la catedral local el domingo 21 de diciembre, a las 10.30, para agradecer e invocar a Dios su protección sobre la patria pidiendo, especialmente, por “las fuentes de trabajo, por los trabajadores y por todas las instituciones para que sean artífices de paz y colaboren en la construcción del bien común”.
En la diócesis de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Frassia recomendó que en todas las misas del sábado 20 y el domingo 21 de diciembre “agradezcamos al Señor por el don de la mediación papal y pidamos por la paz de los pueblos y también de las familias.
Un envío de AICA
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