ORDEN DE LOS CABALLEROS DE SU SANTIDAD EL PAPA
SAN IGNACIO DE LOYOLA
"CABALLEROS AMERICANOS SIGLO XXI"
Continuadora de las Ordenes de Caballería Españolas en América
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Bandera de la Hispanidad en las Américas,
adoptada como símbolo de las Américas
por la séptima conferencia internacional
Americana de Montevideo
el 13 de diciembre de 1933.
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Gonzalo Jiménez de Quesada,
conquistador español,
fundador del Nuevo Reino de Granada
(actual Colombia).
Escudo
Bandera
El Nuevo Reino de Granada o Reino de la Nueva Granada fue la denominación otorgada una entidad territorial, integrante del Imperio español, establecida por la Corona española durante su periodo de dominio americano, ubicada al norte de Sudamérica, que corresponde al núcleo principal de la actual República de Colombia.
Nueva Granada correspondió al territorio bajo la jurisdicción de la Real Audiencia de Santa Fe de Bogotá (1550-1718) y posteriormente correspondiente al Virreinato de Nueva Granada (1718-1819) cuya sede fue Santa Fe de Bogotá..
Las comunidades de Caballeros.
En una sociedad gremial, como la medieval, los caballeros también se agrupan en un gremio, en una orden. Esas agrupaciones son las órdenes de caballería. Cada uno de estos grupos tenía un propósito definido y preciso. Así: las órdenes de los Templarios y de los Hospitalarios, ambas conformadas por monjes-caballeros, tenían como propósito el rescate, de manos de los "infieles", de la tierra santa; estas dos órdenes fueron muy destacadas en las cruzadas y llegaron a convertirse en la vanguardia de los "caballeros de Cristo"; los Templarios eran así llamados por el lugar que les había sido asignado en el Temple de Jerusalén; los Hospitalarios u orden del Hospital, se denominaban así por sus labores de atención médica a los heridos en los combates y a los que enfermaban en las travesías. Estas órdenes adoptaban regímenes de disciplina propios de monasterios, tales como los de San Agustín, Císter y San Benito, los cuales sobresalen por su rigor. Con el tiempo aparecerán otras órdenes, como las de los caballeros Lazaristas, los Teutónicos, los de Malta y los del Santo Sepulcro.
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En el ámbito hispanoamericano se crearán las órdenes de Santiago, Calatrava, Alcántara y Montesa. La primera, fundada por Sancho Ramírez de Tejada, se aplicaba a la defensa de los peregrinos que se dirigían a Santiago de Compostela; la segunda, nace con el propósito de la defensa de Toledo y luego participará en la lucha contra los "moros" por todo el territorio peninsular; la tercera se dedicó fundamentalmente a la guerra contra el islam en Extremadura; la cuarta se ocupó de la defensa de los puertos mediterráneos contra el ataque de piratas.
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Después de ese afortunado bosquejo de las Órdenes de Caballería en el viejo mundo, el autor se traslada al nuevo mundo y más concretamente al Nuevo Reino de Granada, en donde expone detenidamente la constitución de la institución caballeresca en América. Se trata de un estudio integral de la evolución de la caballería en la actual Colombia, en el cual se hace referencia a los principales requisitos que debían llenarse para ingresar a una Orden, y como complemento presenta un listado enunciativo de varios personajes granadinos, entre los cuales figuran numerosos Virreyes, Gobernadores y Oidores de la Real Audiencia, que fueron honrados con tales distinciones . Las órdenes de caballería americanas reconocieron y aceptaron entre sus miembros a muchos criollos, mestizos e incluso algunos indígenas.
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La caballerosidad
Las órdenes de caballería son colectividades humanas con un profundo contenido axiológico, que respondió plenamente a las exigencias de una época concreta. Los caballeros, en tanto sujetos históricos, vivieron en Europa hace más de diez siglos. No obstante, el fenómeno cultural de la caballería, proyectado posteriormente con los lentes de la literatura y de la religión, asumirá unos perfiles paradigmáticos. De esta suerte, la caballería actualmente hace alusión, más que a una realidad histórica concreta que haya existido en un lugar y un tiempo definidos, a un paradigma intemporal y espacial.
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En tanto paradigma, la caballería ha venido apareciendo, si bien con diversos matices, en las épocas posteriores. En el renacimiento, el ideal caballeresco será encarnado por distintos personajes, entre los que sería posible incluir desde el encopetado borgoñés, que luce diariamente su enseña de la orden del Toisón de Oro, hasta el deshilachado conquistador, que sobre su precariedad construye el imperio hispánico, pasando por el pirata y el truhán, a quienes sus servicios convirtieron en caballeros (Knights o Sirs), bajo el reinado de Isabel I de Inglaterra. En la modernidad, el paradigma de la caballería acoge en muchos casos, sin ruborizarse, a la par del banquero que se solaza en las aventuras de club, al hombre de dinero que "se ha hecho a sí mismo". En la postmodernidad, el sufrido paradigma ha sido degradado aún más, pues, salvo pocas y contadísimas excepciones, se ha convertido en una mercancía más, en algo de comprar y vender; su comercialización ha traído consigo su "bastardización", su empleo como recurso para estafar incautos y para loar villanos, al punto que el "Sancho Panza" de hoy, bien puede tener, aún sin buscarlo, la gracia de ser designado caballero de alguna orden, aún de aquella nefasta de los "caballeros de industria".
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El paradigma de la caballería está sumido, por desgracia, en el erial. De su grandeza sólo parece quedar la caballerosidad. El ser caballeroso, valga decir: al actuar con cortesía, hoy equivale para la mayoría a ser un caballero. El valor, la virtud, el espíritu de servicio y el amor al semejante, han pasado al olvido; en su lugar nos ha quedado apenas la caballerosidad. Lo valioso de los caballeros es que aparenten serlo, no que lo sean.
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Las falsas órdenes de caballería, en tanto deformaciones de la genuina naturaleza del paradigma de la caballería, solamente sirven -según el autor, cuyo juicio comparto- para halagar la vanidad de personas superficiales, cuyo único afán es tener algo para lucir, para estar a la moda.
LUIS JAVIER MORENO ORTIZ
«Hombres Valientes», «Caballeros del Sol».
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Ordenes de los Aztecas - Se trata de una Orden radicada en el Nuevo Mundo y, como es obvio, asociada al Imperio Azteca que estaba dotado de un cuerpo militar escogido en el que sólo tenían entrada aquellos que pertenecían a la nobleza.
Escudo de sable con cuatro círculos de aros amarillos puestos dos y dos, con dibujos distintos en cada uno de los cuatro.
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