miércoles, 12 de octubre de 2011

Ignacio reunió junto a sí un grupo de hombres tan diversos, de tantas lenguas, culturas, nacionalidades y personalidad para fundar con ellos un grupo de ‘amigos en el Señor’ que trascendían sus pequeñas diferencias a favor de una dedicación común a la causa universal.

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Desde su elección como Prepósito General de la Compañía de Jesús el 19 de enero de 2008, el Padre Adolfo Nicolás nos ha ido revelando lo que lleva en su corazón como gracia del Señor, para bien de la Compañía, de la Iglesia y de la sociedad. En su primera homilía, al día siguiente, en la Iglesia del Gesú, a todos nos impresionaba la claridad de sus palabras: “Existen otras naciones, otras comunidades no geográficas sino humanas, que reclaman nuestra asistencia: los pobres, los marginados, los excluidos…Son quizás para nosotros esas naciones que tienen necesidad del profeta, del mensaje de Dios”.

El Padre Adolfo Nicolás ha tenido muchos mensajes a jesuitas y a gente de Iglesia a lo largo de estos últimos dos años y medio. En ellos ha ido él insistiendo en ciertos temas claves importantes; conocer estos mensajes pueden motivarnos a todos los jesuitas. Creo que esto es lo que ha llevado a su traducción y publicación en español por Información SJ de los Jesuitas de España, gracias a la dedicación del Padre Miguel Lop.

Ahí he ido yo siguiendo estos mensajes del Padre General, y he encontrado diez temas claves que él repite en varios lugares. Estos son: fronteras, universalidad, disponibilidad, profundidad, creatividad, servicio, indiferencia, aporte de la Compañía a la Iglesia, su experiencia de Asia, vocación de jóvenes a la Compañía. He elegido ejemplos breves de estos textos para presentarlos en el encuentro de jóvenes candidatos a la Compañía, organizado por el equipo de vocaciones de la Provincia. Van aquí las palabras del Padre General que me parecieron significativas, como una invitación a leer sus mensajes completos.

FRONTERAS
Cuando el Papa nos envía a las fronteras y a los sitios más difíciles, y nos pide un diálogo con las culturas, la ciencia y las religiones, él sabe más que nadie que vamos a tener conflictos, malentendidos, acusaciones y ataques. Pero eso no nos preocupa; llevamos 450 años de experiencia. Lo que sí nos preocuparía es si, por nuestra propia seguridad o comodidad, dejáramos de servir a la Iglesia y al mundo, con todos los riesgos que lleva consigo la búsqueda profunda y el diálogo de las fronteras. (A la revista Catalunya Cristiana)

Para ir a las fronteras se necesita gente con una fe muy profunda, bien arraigada y cultivada. En este contexto, es importante el sentido de ser un cuerpo, el sentido de Compañía, que no por casualidad es nuestro nombre. (Entrevista en L’Osservatore Romano)

UNIVERSALIDAD
La visión de nuestra vocación universal de ‘ir a cualquier parte del mundo donde haya esperanza para la mayor gloria de Dios’ era central para el Padre Ignacio y sus compañeros. Su preocupación fundamental era colaborar con el plan de salvación de Dios para todo el mundo. Esta perspectiva está presente en todas las consideraciones de Ignacio, desde los Ejercicios Espirituales hasta las últimas páginas de las Constituciones. (Carta de 2009 a toda la Compañía)

Ignacio reunió junto a sí un grupo de hombres tan diversos, de tantas lenguas, culturas, nacionalidades y personalidad para fundar con ellos un grupo de ‘amigos en el Señor’ que trascendían sus pequeñas diferencias a favor de una dedicación común a la causa universal.

La CG 35 dio más auge aún a la universalidad ignaciana cuando subrayó la urgencia de una perspectiva universal que nos permita mirar más allá de nuestras estrechas preocupaciones para trabajar junto con otros. (Discurso en el Ateneo de Manila)

DISPONIBLIDAD
En el pasado hacerse jesuita era difícil –siempre lo ha sido-, pero ahora lo es aún más. Es una misión difícil, para la cual se necesita una disponibilidad total, así como una movilidad nueva y comprometedora. Pedí a los provinciales y a los superiores que hagan que esta movilidad sea algo normal en la Compañía, que no implique sólo a un grupo pequeño de misioneros que salen de sus países, sino a todos. Debería ser normal para nosotros ir a otro país, al menos por un cierto período de servicio o para formarnos mejor en una visión internacional de la Iglesia, del mundo, de nosotros mismos. (Entrevista en L’Osservatore Romano)

Debemos fomentar en todos nuestros escolares y hermanos una disponibilidad universal para ser enviados a cualquier lugar del mundo. Se les debe decir que ofrecerse a sí mismos de formas voluntaria para misiones difíciles en el exterior es una manera excelente de expresar y fortalecer su disponibilidad. Estar dispuestos para la misión universal no es sin más un ejercicio espiritual para hacer una vez en la vida, durante los años jóvenes, sino que se trata de una actitud permanente de todos nuestros hombres en la Compañía. (Carta de 2009 a toda la Compañía)

PROFUNDIDAD
Lo que siempre he admirado en Ignacio es su profundidad. Es profundidad la espero también para la Compañía de Jesús, Yo creo que tenemos en todos los campos de nuestra actividad una llamada a la profundidad. Ignacio iba muy a lo hondo con su discernimiento y en su personalidad…Igualmente su visión era muy amplia, profunda y amplia. Ambas dependen la una de la otra, pues cuanto más va uno a la profundo tanto es más libre para sobrepasar fronteras y hacerse apto para ver más lejos. (Entrevista en la Revista Jesuitas de Austria)

CREATIVIDAD
Las soluciones del pasado ya no sirven para los problemas de ahora. Las situaciones contemporáneas exigen creatividad. La globalización no la podemos parar, pero sí podemos humanizarla, y eso exige creatividad. En este contexto, el ‘copiar y pegar’ de internet no ayudan a nuestra creatividad. (A estudiantes jesuitas de Puna, India)

SERVICIO
Creo en mi vocación como una vocación de servicio. Me gusta servir y creo que ésta es nuestra espiritualidad. Si llegamos a gozar de ser servidores, tendremos alegría permanente.
Quien verdaderamente quiere entregarse sirviendo no tiene competencia.

INDIFERENCIA
El núcleo de la espiritualidad budista es la indiferencia ante los resultados de tu esfuerzo…Sería como la famosa frase atribuida a san Ignacio. ‘Trabaja como si todo dependiera de ti sabiendo que todo depende de Dios’. Se trata de la indiferencia: haz las cosas lo mejor que puedas, pero recuerda que eres sólo un siervo; así que deja que las cosas fructifiquen por sí mismas. Deja a Dios hacer su trabajo. (Entrevista en la CG 35)

APORTE DE LA COMPAÑÍA
Nos gustaría aportar a la vida y misión de la Iglesia dimensiones de profundidad, de búsqueda seria, de diálogo y de esa acendrada espiritualidad que puede aumentar la esperanza de todos y redundar en una vida más humana y una alegría mayor de los pobres. (A la revista Catalunya Cristiana)

ASIA
¿Qué ha cambiado en mí la experiencia de Asia? Quizás el modo de ver a las personas, de relacionarme con ellas y, en las relaciones, de ser menos exigente y más disponible para aceptar al otro tal cual es, y relativizar muchas cosas dadas por descontadas también en la cultura internacional. Asimismo, he aprendido el modo de servir a la misión, el sentido de humildad. (Entrevista en L’Osservatore Romano)

VOCACIÓN
¿Qué diría usted a un joven que quisiera entrar en la Compañía hoy?
Que venga con grandes deseos. Que la obra que tenemos entre manos es lo más grande que una persona puede imaginar, que es de Dios, y que vale la pena la entrega total de la vida, Solamente los que han dado todo, sin condiciones, con capaces de la felicidad profunda que trae la misión de Jesús a la que nosotros nos sumamos hoy. (A la revista jesuita en Polonia)

Selección de Luis García Orso, S.J. / Julio 2010


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