4 de mayo, 2013. (Romereports.com) Los coloridos trajes de la Guardia Suiza decoran magistralmente las apariciones públicas del Papa. Son 110 jóvenes suizos que vienen a Roma para defender al Papa, sea el que sea.
Los nuevos reclutas llegan al Vaticano en junio, noviembre y febrero. Durante unos meses se preparan para el 6 de mayo, día en el que los recién llegados realizan el juramento.
Uno a uno son llamados por el coronel para que realicen en juramento por el que pasan a formar parte de la guardia personal del Papa. Con una mano sujetan la bandera de la Guardia Suiza y con la otra levantan tres dedos que simbolizan que realizan este juramento ante la Santísima Trinidad.
Este año son 35 los jóvenes suizos que prometerán delante de Dios defender al Sucesor de Pedro.
El tiempo de servicio mínimo es de dos años y máximo de 25. Para entrar en este cuerpo de defensa tan particular además de ser católicos, deben medir al menos 1 metro 75 centímetros, ser suizos de nacionalidad, tener estudios medios, ser hombres, no estar casados y tener menos de 30 años.
Sus principales tareas son custodiar los accesos al Vaticano, la seguridad en el Palacio apostólico y el orden y el buen desarrollo de las apariciones públicas del Papa.
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