Bandera de la Hispanidad en las Américas,
adoptada como símbolo de las Américas
por la séptima conferencia internacional
Americana de Montevideo
el 13 de diciembre de 1933.
La Guerra de la independencia fue hito a partir del cual se desencadenaron gran cantidad de acontecimientos históricos que no se entienden mas que desde la perspective del revulsivo que significó la invasion napoleónica de España.
Las ideas nacidas de la Revolución Francesa y asimiladas por los llamados «afrancesados», habían llegado a América de la mano de los criollos, blancos descendientes de españoles, que viajaban a España y a otros países de Europa, habían hecho nacer el sentimiento. la necesidad, de independizarse de la Nadon que les dio su cultura y sus tradiciones. iniciándose una tendencia hacia la desvinculación de la metrópoli.
La falta de atención que desde la Peninsula se prestaba a los asuntos americanos, a medida que la decadencia, política y económica, en el contexto europeo iba siendo una realidad, la perdida del vinculo que unía a criollos, mestizos e indios, representado por la heredada fidelidad al Rey de España, el desgobierno derivado de la Guerra de la independencia, acrecentado por la necesidad de descentralizar la acción de gobierno mediante la creación de Juntas autónomas, en las cuales se infiltraron los elemen tos separatistas; crean el caldo de cultivo que llevara al intento de separación de los distintos territorios americanos.
Con ella sc iniciara una larga lucha de independencia, que se prolongara hasta las postrimerías del siglo XIX, lueha que, en contraposición de
las de otros países con sus colonias, no sera de indigenas contra coloniza-
do res, sino básicamente civil, de españoles contra españoles.
EI movimiento insurgente de Bolivar en 1808, que ocupa Caracas, se- guido pm el estallido de la insurrección generalizada en 1810, tendrá respuesta peninsular finalizada la Guerra de la independencia, con el envío del ejercito del General D. Pablo Morillo, que iniciando la contraofensiva espanola, restablezca la autoridad real, aunque no sera suficiente para acallar los aires de independencia.
EI Ejercito expedicionario sc cubre de gloria en America y demostraría hasta que momento de arriar la enseña nacional sobre el Fuerte de San Juan de Ulua (Mexico), ser digno continuador de la historia militar espa- nola, aun en la derrota. a la cua! los mismos españoles fuimos los más eficaces artífices, por cuanto el ejército expedicionario preparado en Anda- lucia para socorrer a Morillo se sublevo en 1820 en Cabezas de San Juan, anulando la tal vez única oportunidad de conservar aquellas tierras, (,por cuanto tiempo mas ... 't , para la soberanía española. La ultima esperanza se perdió en Ayacucho el 9.X II .1824.
Legado que fué de nuevo al Trono de sus mayores «EI Deseado», tuvo que
enfrentarse a estas acciones separatistas. Todos los medics para conseguir Ia permanencia de aquellos territorios bajo soberanía espanola cran pocos.
Con el ánimo de premiar los «eminentes y señalados» servicios con que los súbditos del Rey contribuyen a la «tranquilidad de los pueblos de mis dominios de Indias», contra los que intentaron romper los vínculos de union con los pueblos de España, con cl fin de recompensar la «acrisolada lealtad,
el celo y patriotismo, desprendimiento, valor y otras virtudes que tanto los individuos de la milicia como de todas las clases y jerarquías del Estado han mostrado y mostraren en adelante en favor de la defensa y conservación de aquellos remotos países». e inspirándose en 10 que su abuelo Fernando Y, en 1463, con motivo de los disturbios de Nápoles, creara la Orden de Caballería del Artificio, para rccornpcnsar a los que acreditar on su «pureza y lealtad», asf como unido al hecho de que ninguna de las ordenes existentcs en España, en el momento. eran adecuadas a los propósitos, instituyo la REAL ORDEN AMERICANA de ISABEL la CATOLiCA.
Elige para su den om ina cion cJ nombrc de la Reina Catolica. su «digna
Abuela». a cuya iniciativa y decisiones se debió el descubrimiento de las indias, y con el fin de premiar la lealtad acrisolada, y el mérito contraído
en favor de la defensa y conservación de aquellos dominios, crea esta singular Orden, poniéndola, siguiendo la tradición espanola, bajo la advocación de un santo patrono, eligiendo a este fin a Santa Isabel Reina de Portugal, que «restableció la union y buena armonía en la Corona de Aragón,
y fue presagio feliz del singular don con que el cielo la favoreció para ajustar toda suerte de diferencias. y mantener la paz y concordia».
Para «perpetuar 1a memoria del dichoso 24 de marzo de en que
vino a Madrid, por su exaltación al Trono, que, libre ya de su
inicuo cautiverio, entro en España», fue instituida esta Orden par S.M. el Rey D. Fernando VII, el dia 24 de marzo de 1S15, publicándose, junto el R.D. de creación, los Estatutos par 10 que había de regirse la Orden (Gaceta de Madrid de 25.111.1815).
Se creaba bajo tres clases, una la de Grandes Cruces, otra de Comendadores y otra de Caballeros. Las insignias de los primeros estarían compuestas por una banda de seda ancha, terciada del hombre derecho al costado izquierdo. blanca, can dos tajas de color oro poco distantes de sus cantos, uniendo sus extremos en un lazo de la que penderá la Cruz de la Orden.
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