Bandera de la Hispanidad en las Américas,
adoptada como símbolo de las Américas
por la séptima conferencia internacional
Americana de Montevideo
el 13 de diciembre de 1933.
En 1934 se realizó en Buenos Aires un congreso eucarístico internacional, notable por la cantidad de fieles que convocó, por la devoción y entusiasmo de los concurrentes, y por hallarse presente como legado pontificio el ya célebre cardenal Eugenio Pacelli, que luego sería Pío XII.
Entre sus actos pronunció una conferencia en el teatro Colón el cardenal Isidro Gomá, primado de España y arzobispo de Toledo. Fue un 12 de octubre de y en el día de la raza se refirió a nuestras raíces, que el origen que tenemos, la raigambre de la que provenimos, eso es la raza.
Recuerda los ocho siglos durante los que España fuera el escudo que salvó la cristiandad de Europa de los sarracenos. Dios la probó con hierro y fuego, y premió su esfuerzo dándole "un alma recia, fortalecida en la lucha, fundida en el troquel de un ideal único, con el temple que da al espíritu el sobrenaturalismo cristiano profesado como ley de la vida y de la historia patria".
Así empalmó "la más heroica de las reconquistas con la conquista más trascendental de la historia”. España era, justo, el pueblo mejor preparado para la hazaña. "América es la obra de España por derecho de invención".
En 1492 desconoce España el enorme continente que tiene por delante, poblado por una manigua de pueblos en que imperan la antropofagia, la sodomía, los sacrificios humanos. "No importa; España es pródiga, no cicatera; tiene el ideal a la altura de su pensamiento cristiano; no mide sus empresas por sus ventajas". Y se lanza a una tarea que más que una epopeya es una creación. No puede reducirse a estadísticas lo que se hizo, porque la característica de la obra de España es "darse toda y darlo todo". Una obra de fusión, porque ya España no será más España sin sus Américas ni los americanos podríamos "arrancar la huella profunda que la madre les dejó al besarlos, beso de tres siglos en el que trasfundió su propia alma”.
No se concibe la conquista sin el catecismo, "todo está sumergido en el pensamiento radiante de Jesucristo, luz del mundo". "España fue un Estado misionero antes que conquistador".
La espada sólo sirvió para que llegara la Cruz. En síntesis: "la historia de nuestra hispanidad es esencialmente católica; ni hoy ni nunca podrá hacerse hispanidad de espaldas al catolicismo". Quedamos unidos en lo más substancial, en la religión. Hay una ecuación entre catolicismo e hispanidad, "sólo que la hispanidad dice catolicismo matizado por la historia". De modo que recordándolo a Monseñor Gomá uno puede contestarse, ¿de qué raza soy? Católico. ¿Qué religión profeso? La hispánica.
Dr. Jorge B. Lobo Aragón
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