.
.
Monseñor Jorge
Bergoglio, en su rol de Papa Francisco, tiene el desafío de encontrar
una nueva dimensión a la
Iglesia Católica que, manteniendo su esencia,
la proyecte al Mundo como base del apostolado y el amor a Dios. El
Papa Benedicto XVI nos mostró que se puede renunciar al poder y el Papa
Francisco enseña que el poder es servicio que ,como tal, para
ejercerlo, se debe compartir.
Por S.E
Cab Tcnl D José J de La Cuesta
Ávila SOMCLPSIL (LMGSM 1 y CMN 73).
La llegada de Monseñor Jorge Bergoglio al Vaticano,
ha desatado una serie creciente de acciones que, como Papa Francisco,
lo muestran iluminado por la Divina Providencia.
Como figura, trae a la memoria, los campeones que, siguiendo las
enseñanzas de Jesús, aproximaron lo terrenal con lo divino. No hay
dudas, que la Iglesia
a llevado al sitial romano, no tan solo a un sacerdote, sino a un jesuita,
con su mochila cargada con las bases de
la Compañía de Jesús: la inspiración religiosa y militar
de San Ignacio de Loyola. Los jesuitas, como reales soldados de Cristo, saben
del deber, la subordinación y el esfuerzo común, basados en
el servicio y la dedicación, dispuestos al sacrificio y
la abnegación, con el valor del soldado y el coraje místico de
los apóstoles, por lo que son, en realidad, magistrales misioneros.
Ser misionero, es decir aquellos que, como apóstoles religiosos, asumen
una tarea pesada, cruel y, hasta en algunos casos, peligrosa, es realmente ser
abanderados del bien, la concordia y la dicha de saberse ser humano en una
sociedad que crece en la cultura y la paz.
El primer paso del Papa Francisco, fue dedicado a disminuir el boato
sacerdotal en las ceremonias religiosas y, de esta manera, integrarse a
los seres comunes, como uno mas en la grey , llevando, físicamente,
el mensaje que aproxima, convoca, une e integra a todos ante la magnificencia
de Dios. El Mundo esta expectante para saber de su segundo paso que,
evidentemente, ya no sera del mismo como persona e individuo, sino
como el dirigente mas importante de la sociedad actual. La santa renuncia del
Papa Benedicto XVI, mostró la realidad del hombre, como ser humano,
ante problemas que, pese a su cultura y calidad, no podía,
no debía o no quería resolver. El gesto, debido a ello,
tiene una dimensión enorme, ya que, renunciar voluntariamente, cuando
la conciencia dicta que se lo debe hacer, es de una grandeza
inconmensurable, ,pero, al mismo tiempo, un ejemplo adecuado a las
realidades de nuestra civilización que, sus consecuencias, aun
no han sido expuestas. Saber ser es importante, pero, tener la entereza
de dejar de serlo, por propia voluntad, es una muestra que solo los grandes y
justos pueden materializarla.
La
realidad es que el Mundo ha cambiado y que, nuestra época, poco o nada
tiene que ver con lo que pasaba hace 20 siglos atrás.
El mayor cambio ha sido sobre el poder, que paso de los monarcas
hacia los pueblos y, ello, lógicamente, produjo una
diferente conformación de relación entre los dirigentes y
la sociedad. El poder absoluto de los reyes, dio lugar a a que, la soberanía que
ellos detentaban, paso a estar en el pueblo. El ser individual, se
valorizo como persona, y el derecho de cada uno, se igualo ante la
ley, lo que hizo desaparecer los privilegios que venían como
legados,dando lugar a los beneficios que llegan como resultantes
del esfuerzo, trabajo y dedicación. Es decir, la fuerza
soberana, dejo de estar en las cúpulas, y paso a estar en las bases, lo
que llevo a crear una nueva forma de relación, en la cual, los
necesarios dirigentes, se originan de la voluntad de
los dirigidos, constituyendo así. los gobiernos. La Iglesia Católica,
preservando su herencia de formas y acciones, quedo relegada en
los tiempos y, consecuentemente, se produjeron levantamientos
del mas diferente tipo que, en esencia, abandonaron a la misma y, al
hacerlo, renunciaron a la obediencia del
poder supremo del Papa.
Los antecesores del Papa Francisco, intelectual y físicamente, movieron esas bases, que parecían indestructibles , llegaron con sus visitas a los mas remotos rincones dela
Tierra y buscaron la esencia de las aspiraciones comunes en
otros credos, bajo la idea de que Dios, en su grandeza, nos hace a todos
sus hijos. El maravilloso milagro de la unión de los
hombres ,ante la divinidad del Ser Supremo, después de muchos tiempos
de choques y discordias, comenzó a construirse. La
enorme organización que es la Iglesia Católica, parecía despertar
de un largo proceso, en el cual, las sociedades, se modificaban en sus
formas, adquirían renovados perfiles y
se movían tras esperanzas que hasta
ayer parecían promesas, que el progreso estaba poniendo a su alcance.
El Papa tradicional, que se lo concebía enclaustrado entre los
muros de Roma, se hizo un ser viviente, con
sonrisas fáciles y abrazos calurosos, dejando, en sus pasos
de pastor, huellas en ciudades y el campo, en una muestra clara que, la Iglesia esta en todos los
continentes y que sus esfuerzos apostólicos no tienen realmente
fronteras. El legado de los Sumos Pontífices, que en
los últimos tiempos reinaron en el Vaticano, es
una puerta ancha y luminosa, abierta al Mundo, que el
Papa Francisco, supo atravesar, digna y gallardamente, como sucesor de
ellos. Cuando su nombre fue pronunciado y, luego, su figura envuelta en su albo
habito papal, apareció en el amplio balcón vaticano, realmente,
un nuevo mensajero,
se sintió que, como trompetas celestes,
el aplauso inundo todos los confines de la Tierra.
Los antecesores del Papa Francisco, intelectual y físicamente, movieron esas bases, que parecían indestructibles , llegaron con sus visitas a los mas remotos rincones de
El Papa
Francisco, ha logrado con su personalidad descollante, sana y honesta, como
primer paso, despertar en los católicos y no-católicos,
la sensación de que se esta ante alguien inspirado, que avanza
con valor y da muestra de ser una figura de dimensión universal.
Ahora, en este segundo paso, esta en la misma situación que
se repitió a lo largo del tiempo, en aquellos que tenían ante
si la responsabilidad de construir para suplir el derrumbe de
las monarquías. Es por ello importante que de pasos firmes, justos
y lógicos, para que el éxito corone el esfuerzo. Sin dudas,
llego el momento de definir una nueva "forma de gobierno"
que, como lo muestran la mayoría de las naciones del presente, condicionan el
poder, que ya no es absoluto, sino que es compartido, en una especie de
equilibrio, para lograr que el mismo se convierta en servicio.. La forma
de gobierno que se estructure, será el origen de las acciones que se concreten,
que ya no serán de una persona (monarca), sino de un sistema
(quizás parecido a las repúblicas), que contenga al primado y
una especie de senado, de acción permanente, que participe con el
Papa en las decisiones que, luego, como en
todo país, serán implementadas por la Curia (Estado). Pese a que
la infalibilidad en materia religiosa debe y tiene que
quedar en el Papa, la conducción y administración de
la Iglesia Católica, como espectacular organización de los hombres y
las mujeres, tiene que adaptarse a su tamaño y escala, a
la amplitud de su territorio y a la diversidad de temas en los
que actúa. Un nuevo esquema de gobierno, en el cual el
Papa actué como cabeza del mismo y tenga el balance óptimo de una entidad
que contenga la representación de
las jerarquías y la feligresía, dará un renovador
impulso, convocara a la adhesión y, seguramente, devolverá al
seno de la Santa Madre Iglesia a aquellos que la han
abandonado. A partir de esta relevante decisión se comenzara
el difícil, complejo y lleno de obstáculo, camino para lograr que
Ella sea la organización humana apta, confiable y eficiente a la que
todos aspiramos.
Dios quiera
iluminar a "nuestro" monseñor Bergoglio, para que, con este paso,
inicie la recuperación del "aparato" organizativo de la Iglesia , para que el mismo
siga siendo la estructura firme, sagrada, sana y ejemplar, sobre
la que se afirmen los católicos. (Sobre esta piedra edificare mi iglesia).
La iglesia terrenal es una organizacion compleja, difícil. diversa y
distribuida en territorios diferentes, donde ella actúa no tan solo con el
mensaje apostólico espiritual, sino que esta envuelta en las rutinas de la vida
diaria, sufre los embates de los cambios y necesita, para subsistir, lograr adecuarse
a los momentos y, si fuera ello posible, ser guia que marque derroteros, abra
capacidades y potencie inteligencias para el bien común. No debemos temer y
nuestro Papa Francisco bien lo debe saber, que la Iglesia , además de su
valor espiritual religioso, es una organización en la cual circulan actos y
gestos, se realizan obras y se tienden acciones, que tiene como medio de labor
los mismos temas y problemas que las naciones, aun de las empresas del mas
diverso tipo, que tienen que ser estructurados correctamente y conducidos
adecuadamente, conforme los medios, posibilidades e imposiciones que las
culturas en evolución están dictando como sus bases operativas del hoy, y
seguramente, del mañana.
S.E D José Javier de La Cuesta Ávila
Muy Augusto Bailio Hereditario
(LMGSM 1 y CMN 73)
.
Secretaría Privada
.
Muy Augusto Bailio Hereditario
(LMGSM 1 y CMN 73)
.
Secretaría Privada
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario