orden de los caballeros de
su santidad el papa
"san ignacio de loyola"
Cada vez va quedando
más claro que el mundo actual vive la conjunción de dos eras históricas; una
que se acaba, la modernidad en rápido declive víctima de sus propias quimeras,
y otra que nace, a partir de anhelos de verdadero orden que apuntan hacia una nueva
cristiandad.
Esta realidad
profunda es sentida sobre todo por las generaciones jóvenes. Y es lo que
explica el gran número de inscritos a la XII Universidad de
Verano de las TFP europeas, realizada del 24 al 27 julio pasado en el castillo
de Niepolomice, a 20 km. de Cracovia (Polonia).
Organizado por la Fundación Piotr
Skarga, adherida a la familia de sociedades Tradición Familia Propiedad
europeas, este evento anual fue el más numeroso realizado desde su primera
edición en el año 2000. Reunió cerca de 200 participantes provenientes de 21
países, incluidos cuatro peruanos. Más de la mitad eran jóvenes que asistían
por primera vez.
Presidió el importante evento S. E.
Mons. Athanasius Schneider, obispo auxiliar de Astana (Kazajistán) y presidente
de la
Conferencia Episcopal del Asia Central. Otros sacerdotes
también lo honraron con su presencia, como el P. Andrea de Paola, capellán
militar en Italia.
Por
una especial gracia se pudo contar con la presencia de la Imagen Peregrina
Internacional de la Virgen
de Fátima, mundialmente conocida por haber vertido lágrimas en la ciudad de
Nueva Orleans, en 1972. Verdadera Reina y Señora del certamen, la sagrada
imagen fue honrada con una vigilia ininterrumpida de oraciones durante toda su
estadía en Polonia, donde visitó también algunas iglesias.
El leitmotiv del evento“Restaurar
la civilización cristiana — Una Cruzada para el siglo XXI” , se inspiró en el lema del
pontificado de San Pío X , Omnia instaurare in Christo, “Restaurar todas las cosas en
Jesucristo”. La figura impar de ese gran Papa —de cuya muerte se conmemoró el centenario
precisamente este año, el 20 de agosto— fue destacada en la conferencia
inaugural por Mons. Schneider, señalando que“se destaca casi como un Padre
de la Iglesia
redivivo, en el espíritu de un San Atanasio o de un San Hilario”.
Las conferencias fueron
complementadas por provechosos círculos de estudio sobre los temas tratados.
Especial atención fue dada al creciente fenómeno de los movimientos de opinión
pública que vienen frenando el avance de la revolución cultural en Europa, y a
la discusión de estrategias para darles mayor contenido, amplitud y eficacia.
Hubo además visitas
culturales. Una tarde entera fue dedicada al Stare Miasto, el espléndido
centro histórico de Cracovia, visitando el palacio y catedral de Wawell, la
basílica gótica de Santa María (Mariatska), varias iglesias históricas y la Universidad Jagellonska.
El programa se completó con un concierto de música de cámara en el el castillo de Korzkiew, seguido de una cena típica regada con vino especialmente producido
en Italia por la Orden de Malta.
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