El 31 de agosto de 1724 en Santa Fe y por orden del entonces Gobernador de Buenos Aires Don Bruno de Zavala crea dos compañías de milicias a las que llamo “Partidarios de la Frontera”. Las mismas que habían demostrado efectividad y contundencia en la lucha contra el indio y para mantenerlas alejadas de las antiguas poblaciones; con el tiempo la suma de estas milicias Contaron con un total de 102 efectivos repartidos en cinco cantones (fortines) de la frontera Santafecina continuando de esta forma hasta el año 1799.
Como la creación de estas milicias tuvo buen resultado en sus acciones defensivas comienzan en Buenos Aires las gestiones para tener una fuerza similar capaz de controlar y combatir a los Indios cuyas incursiones y avances sobre Buenos Aires eran cada vez mayores llevando peligro a los pobladores de la llanura bonaerense. Fue entonces durante la Gobernación de Don José Andonaegui que se crea las tres primeras compañías en el año 1752:
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La primera el 16/4/1752 llamada “VALEROSA” al mando del Capitán José de ZARATE instalándose en la margen del ríoLujan (hoy ciudad de Mercedes); la segunda el 21/6/1752 llamada “INVENCIBLE” al mando del Capitán Isidro TRONCOSO destinada en Salto; La tercera 8/9/1752 al mando del Capitán Juan BLAS GAGO instalándose en la laguna de los lobos, a esta compañía se la llamo “ATREVIDA”. Y al poco tiempo fue trasladada a la zona del zanjón (hoy ciudad de Magdalena) cambio su nombre y paso a llamarse “CONQUISTADORA”. Es importante destacar que el Capitán BLASGAGO era el Comandante General de las otras compañías.
El éxito de estos cuerpos de milicias de caballería que pasaron a llamarse BLANDENGUES porque movían sus armas a modo de saludo frente a las autoridades constituidas, llegó a Montevideo y es precisamente que el virrey Don Pedro de Melo dispuso el día 7 de Diciembre de 1796 la creación del Cuerpo de “Blandengues de la Frontera de Montevideo “de igual organización, funciones, uniformes y armamentos que sus antecesores de Buenos Aires, comienzan sus actividades formales el 23 de septiembre de 1797 y el 6 de Octubre de ese año se nombra a su primer Comandante que fue el Sargento Mayor Cayetano Ramírez de ARELLANO, se forman ocho Compañías de 100 efectivos cada una.-
Si bien las tres Compañías de Blandengues nacen en 1752 y aprobadas formalmente por el Rey de España Carlos lll en 1760, estas tropas tuvieron etapas de desorganización por distintos motivos por el cual sus integrantes desertaban (para volver a sus actividades rurales o por lo difícil de sus funciones milicianas y la vida en el cantón), fue, precisamente, en los tiempos del virrey Juan José de Vértiz y Salcedo que en 1779 organiza y reglamenta las funciones de los Blandengues.
Estos grandes olvidados de nuestra historia “Blandengues “milicias de caballería, integrada por vecinos y con poca instrucción militar, siendo voluntarios al comienzo y que partiendo de la nada, llevados por el solo deseo de protegerse de los malones de los indios que cada vez se acercaban a Buenos Aires causando un verdadero desastre entre sus gentes y poblaciones, lograron ser vistos por el mismo Rey Carlos lll y por una Real Orden del día 3 de Julio de 1784 donde al Cuerpo de Blandengues se lo consideraba como “TROPAS VETERANAS “, una distinción tan distinguida y de privilegio que“solamente “recibían las tropas creadas por orden del Rey y diferenciadas de todas las otras, por ejemplo, las tropas de Miñones y Migueletes que fueron las bases de “La Guardia Civil de España” .Mucho es el historial que este humilde y valeroso cuerpo de caballería tiene en sus espaldas, combatió al indio custodiando las fronteras bonaerenses, enfrento a los Portugueses y a los británicos en las dos invasiones Inglesas y es precisamente en la segunda invasión (1807) defendiendo Montevideo muchos de sus hombres cayeron prisioneros y conducidos a Inglaterra de los cuales muchos murieron allí y otros liberados quienes se dirigieron hacia España para ponerse al servicio del Rey (1808)y combatir a los Franceses que habían invadido el territorio; entre quienes estaban figuran los Comandantes Blandengues: Antonio González Balcarce, Diego González Balcarce, Marcos González Balcarce y José Rondeau. En 1810, momentos de la revolución de Mayo, el histórico regimiento criollo Blandengues, cambia de nombre y comienzan a llamarse “Caballería de La Patria”, pero sus hombres son los mismos y acompañan a Balcarce al Alto Perú (hoy Bolivia) y también forman fila y son testigos, en las barrancas del Paraná, en el momento en que el General Belgrano enarbola por primera vez nuestro pabellón Nacional (27/2/1812) y marchan con él hacia el Paraguay a combatir y en sus marchas son testigos de las fundaciones de dos poblados: Curuzú Cuatía y Mandisoví, llegan hasta Santa Elena frente a la isla Apipé para pasar a Santa Elena de La Candelaria donde Belgrano instala su cuartel general, cruzaron el río Alto Paraná para iniciar las acciones bélicas ya que el armisticio y dialogo con el Comandante Paraguayo Pablo Thompson, para que se plegara a la causa de Mayo, no prosperó. Combaten y triunfan en Campichuelo (19/12/1810) y en Itapuá donde logran apoderarse de un gran botín de armas, pertrechos de guerra y canoas; pero también saben del dolor de la derrota en Tacuarí (9/3/1811) en condiciones muy inferior de tropas que el enemigo, quien lo superaba en número de efectivos y armamento. Son los Blandengues en número de 25 efectivos que al mando del Capitán Lemos cruzan los Andes por el paso del Portillo acompañando al Gral. San Martín en la histórica epopeya. En 1826 quien fuera nuestro primer presidente Bernardino RIVADAVIA, (había combatido en las Invasiones Inglesas sirviendo como Teniente en el tercio de Gallegos) realiza algunas modificaciones en el ejército y el veterano cuerpo de Blandengues pasa a llamarse “Regimiento de Caballería Nº 6” y disuelve definitivamente a aquellas milicias primeras nacidas en Santa Fe en 1724. Nuestra Gendarmería Nacional, custodia de nuestras fronteras, nace en 1938 y reconoce a los antiguos e históricos cuerpos Blandengues (los grandes olvidados) como a sus antecesores por las funciones igualitarias policiales que hoy realizan: controlar las fronteras, controlar el contrabando, requisas cuando las circunstancias lo requieran, detención de delincuentes, entre otras funciones; seria esta una parte de la antigua fase que cumplían: la policial. La otra, la estructura como ejército, continúa representada hoy en el Regimiento de Caballería de Tanques Nº 6“BLANDENGUES” unidad que tiene su asiento en la ciudad de Concordia Provincia de Entre Ríos.
LA IGLESIA JUNTO A LOS PRIMEROS TIEMPOS DE LOS BLANDENGUES
Seguramente que llevados por esa fuerza de fe que impulsa Dios, muchos fueron los clérigos que acompañaron a aquellos primeros hombres que formaron las milicias conocidas luego como “Blandengues “las historia ha tratado de traerlos al presente, al menos a su gran mayoría; en el año 1754 el padre Hipólito de Jesús María Tapia y Segarra (de la orden Mercedario) había recibido la suma de 400$ para la compra de la madera con que se levantaría el fuerte de Salto destacamento de la Compañía Blandengue “La Invencible “ cuyo Comandante era el Capitán Isidro Troncoso y Lira. El año anterior (1753) el mismo padre ya había recibido la cantidad de madera para levantar las instalaciones de la Comandancia para lo cual en persona las condujo desde el puerto de Las Conchas (hoy Tigre).Por otro lado Fray Juan Crisóstomo Fernández y Pavón (de la orden Franciscana) tenía a su cargo la vice parroquia de Arrecifes, era además, Padre Predicador, Teniente de cura y Vicario de los partidos de Pergamino, fontezuela y Arrecifes, recorría todos estos lugares y celebró el matrimonio de muchos Blandengues con mujeres lugareñas de Salto, este padre cumplió funciones religiosas entre los años 1756-1757.
Fray Mathias Cabral (de la orden Franciscana) fue el primer Capellán Castrense de Salto nombrado en Marzo de 1757 por el Gobernador Pedro de Ceballos cumplió funciones espirituales en la Compañía Blandengue “La Invencible “y fue el primero de las otras dos Compañías: “La Valerosa” y “La Atrevida. Entre 1761 y 1763 la Compañía “La Invencible “estando a cargo del Capitán José César de Conti desde Junio de 1761 sus Capellanes fueron:
Fray Juan Antonio González (desde el 20/6/1761 al 30/8/1761)
Fray Juan de Arraiga (desde el 23/9/1761 al 31/10/1761)
Fray Juan José Plaza (desde el 1/5/1761 al 19/7/1761)
Nuevamente Fray Juan de Arraiga (desde el 31/10/1761 al 26/4/1763)
Por lo general los Frailes Capellanes oficiaban misas, realizaban matrimonios, oficiaban entierros cantados. Otros misioneros y Capellanes Blandengues fueron.
Fray Pablo Molina (de 1770 a 1776)
Fray José Castro Borda (del 19/2/1777 a 1810)[1]
Fray Antonio de Santa María (1779) Capellán de la orden Dominico
Fray Antonio Pires (1780-1782) Capellán de la orden Dominico
Fray Pedro Francisco Chávez (del 2/9/1782 al 31/12/1797)
Fray Martín Rodríguez (1783) Capellán interino
Fray Solano Báez (1797-1810) [2]
Seguramente que habrá otros tantos y tantos nombres de estos grandes Misioneros que acompañaron a aquellos Blandengues y muchas veces corriendo sus propios destinos e infortunios, pero llevaron con abnegación el amor a Dios a cada rincón inhóspito de nuestro territorio y sus gentes.-
APUNTES SUMINISTRADOS
Archivo General de la Nación. Sala IX 1-5-2 Legajo Nº 8
Archivo General de la Nación. Comandancia de Fronteras Sala Nº 9 1-4
RESEÑA HISTÓRICA DE LA PRIMERA FUERZA MILITAR NACIDA EN ESTAS TIERRAS… LOS HISTÓRICOS “BLANDENGUES DE LAS FRONTERAS
El reconocimiento para todos los integrantes de la agrupación que unidos por los mismos ideales y sentimientos hacen posible que estos “Grandes olvidados de nuestra Patria: Los Blandengues de las fronteras de Buenos Aires” siga viva.- A la memoria de nuestros compañeros recientemente fallecidos: Blandengue, sección fusilero, Sargento Don Osvaldo Pedro IRIARTE (18/8/08)
Blandengue, sección caballería, Sargento Don Claudio PACHECO (3/9/08)
Prof. Julio César Marchini,
Fusilero Real Cuerpo de Blandengues de las Fronteras de Buenos Aires
ANTECEDENTES
Muchas son las personas que preguntan y se preguntan ¿qué son o quiénes eran Los Blandengues? ¿Qué hacían? ¿Dónde estaban? ¿Desde cuándo existen? ¿Por qué esos uniformes? Y tantas otras preguntas que quienes estamos dentro de esta agrupación, tenemos la obligación de responder; es por eso que este trabajo, que se sumara a tantos otros escritos por muchos autores, podrá ser de utilidad para afrontar al conocimiento. Aquellos hombres, Blandengues, hace mucho tiempo cruzaron las pampas, defendieron a poblados y pobladores del malón indígena que todo arrasaba, pero además, en sus rastrilladas crearon caminos y sus cantones o fortines se transformaron en ciudades que aun hoy perduran. Nuestro territorio se fue poblando en el transcurso de los siglos XVI y XVII, España pierde terreno pero se mantiene unida por su fe católica y sus costumbres; los ingleses, protestantes, van fundando sus colonias en América escapando de una ortodoxia, en cambio España establece sus colonias con el propósito de extenderlas; por consiguiente el concepto de evangelización no figura entre las colonias inglesas y holandesas más aun la idea puritana de Calvino no está como ética porque no era la acción humana sino la gracia divina lo que podía salvar al hombre predestinado desde su nacimiento. Nuestro territorio, fue conquistado en los tiempos conflictivos del Barroco y el hombre, que vivía una realidad entre el Renacimiento y la Edad Media, estaba inmerso en esas extensiones de territorio Americano, desconocido y semidesértico con grandes dificultades en las comunicaciones con las autoridades centrales, además de las constantes amenazas de los indígenas; estos no tenían claro las actitudes de esas instituciones medievales como el adelantazgo y la encomienda de las cuales se servían para explotarlos y vivir como señores feudales. Tengamos presente que en esos tiempos Renacentista el factor dominante en el Estado y en la sociedad toda era el poder Mercantilista de la Burguesía. Habían pasado solamente unos cincuenta años en que España había recuperado su territorio, que estaba en manos de los Árabes, bajo la conducción de los Reyes Católicos: Fernando e Isabel, cuando se produce la exploración de América y aun se mantenía el prestigio de los guerreros como pertenecientes a la nobleza, de allí surge el valor temerario del que hacían ostentación y desafiaban todo lo desconocido, aunque muchos fueron los factores que derivaron en la colonización Americana: Ansias de poder, fines científicos, una mejor posición social, llevar la fe cristina, obtener riquezas, entre otra pautas. Si, es verdad, que en toda conquista, como en nuestro territorio, hubo sangre y sufrimientos, pero también existieron días soleados y noches estrelladas donde la mano de Dios estaba presente y ese aroma mentolado de yuyos que salían de los zanjones entremezclándose con el murmullo de canciones y el chimentar de indios y mestizos. A medida que el tiempo transcurría y que los poblados se nutrían de gentes que llegaban del viejo continente en expediciones nuevas, como funcionarios, comerciantes, eclesiásticos, las relaciones con los indígenas se fueron complicando cada vez mas donde el trato dejo de ser familiar para transformarse en “paternalista “o“explotador” según se daban las circunstancias (recordemos el argumento del padre Bartolomé de las Casas en defensa del indio pero fomenta la esclavitud: “el negro no tiene alma” confiesa). A pesar de todo y gracias a estas y otras tantas circunstancias dadas entre los grupos mayoritarios indígenas con los europeos, más con la presencia de negros Africanos que ingresaron como esclavos de una forma legal o clandestina al Río de La Plata, se fue formando la transculturación que dio origen a nuestra sociedad hispano-criollo.-
LOS BLANDENGUES
-¡Cuánta historia tienen nuestros pueblos Bonaerenses!! Unidos entre sí por caminos que en tiempos pasados eran polvorientos e intransitables a más de fangosos en épocas de lluvia; tanta historia que a menudo resulta desconocida para los propios pobladores. De esos tiempos juega un papel muy importante el ganado vacuno-cimarrón, ese que llega con los españoles y que se prolifera de una manera vertiginosa por los campos, también la agricultura y el indio con sus malones. Pero de estos factores, los otros protagonistas de esta historia fueron Los Blandengues, aquel cuerpo de milicias de caballería de la frontera de Buenos Aires y que fue el primer antecedente y base de la formación de nuestro ejército Nacional, anterior a Patricios (pues éstos nacen en víspera de la primera invasión inglesa 1806 mientras que los Blandengues ya tenían 54 años de antigüedad nacen en 1752). Fueron sus primeros integrantes vecinos que acudieron al pronto llamado para organizarse entre sí y combatir al malón indio que arrasaba poblaciones, matando y llevándose cautivos: Mujeres y niños; gracias a ellos, los Blandengues aseguraron, gradualmente, las fronteras bonaerense, pero también dieron origen a nuevos poblados y a cientos de caminos que hoy atraviesan las llanuras bonaerenses. Defendieron y combatieron las tres fronteras: la interna con el indio, la terrestre contra los portugueses y la marítima contra Inglaterra; lo siguieron al general Belgrano donde combatieron en el Paraguay; al General San Martin en el imponente cruce de Los Andes para llevar libertad a otras tierras Americanas. Pertenecían a ese grupo de milicia que también recorría la zona que abarcaba desde Buenos Aires hasta el río salado controlando el insipiente contrabando que en toda esa franja de tierra se cometía. Sus presencias estuvieron en los tiempos difíciles de la primera invasión inglesa 1806 donde una compañía compuesta de 100 hombres al mando del Teniente Coronel Manuel Gutiérrez llega al puerto de la Ensenada para defenderlo y proteger su batería, Nuestra Señora de Las Mercedes. Después de la primera década del siglo XVIII y a partir del año 1715 (aproximadamente) se producen en el territorio bonaerense unos procesos que van a marcar hechos determinantes: la Ganadería (aquellos vacunos que llegan con los primeros colonizadores y que se van reproduciendo de una manera rápida), y El Indio: Que con sus malones causaban el flagelo sobre las pocas poblaciones ubicadas en distintas zonas del territorio; estos factores van a provocar grandes cambios en toda la extensión de la llanura. La captura de ese ganado salvaje o cimarrón provocó una importante disminución del mismo, por la misma consecuencia dio origen a la creación de establecimientos (estancias) para contenerlos y a la dedicación de la exportación de cueros. Eran tiempos muy difíciles para el territorio bonaerense para tener una vida en paz; los indios Araucanos, que venían de Chile, habían comenzado a cruzar la cordillera y convencían a los otros pueblos aborígenes para avanzar decididamente hacia la llanura y Buenos Aires y en forma de arreo, llevarse hacia Chile, grandes cantidades de cabezas de vacuno, factor que provocaba una gran disminución del mismo en la Pampa (recordemos a algunos de aquellos temerarios caciques como Hecanantù y Carumlomko). Fue todo un verdadero conflicto generalizado a tal punto, que se produce un enfrentamiento armado con los Españoles dando lugar, a un largo proceso de lucha que recién finalizará, décadas después, con ese proceso conocido, históricamente, como “Conquista del Desierto” (de la mano del General Julio A-Roca 1879).Las líneas de fronteras pasaron a ser una verdadera preocupación para las autoridades de Buenos Aires, por consiguiente, esas líneas y su protección, mas la ocupación del desierto tomaron las características de una conquista y expansión militar. El territorio conocido como Pampa tiene una extensión, aproximadamente de, 700 Km2 de Este a Oeste y de 1000Km2 de Sur a Norte, vale decir que es una gran zona fértil donde nuestro país ha desarrollado, a través del tiempo, una gran riqueza agrícola-ganadera que se remontan desde los tiempos de las dos fundaciones de Buenos Aires 1536 y 1580 respectivamente; las expediciones colonizadoras introdujeron al territorio caballos y vacunos de los cuales, como ya he mencionado, se fueron reproduciendo con gran rapidez. Es en el siglo XVII donde se producen las mayores riquezas y explotación ganadera además, se comienzan a brindar los primeros permisos de “vaquería” o“cacería; en 1620 con el nacimiento de las estancias se producen dos instancias: el lugar donde se criaran los animales de una forma controlada y donde se los “marcaran “para diferenciarlos de otras estancias. Entre los años 1710 a 1812 es cuando se producen el incesante robo de ganado por parte de los indios Mapuches, Araucanos, Pehunches, tehuelches, hacia Chile, llevados por pasos cordilleranos desde el Neuquen; una vez allí, con todo el ganado robado, lo comercializaban con los Españoles que en forma clandestina exportaban los cueros hacia distintas direcciones(destaquemos que los indios, por lo general, no comían la carne vacuna sino de yeguarizos), era evidente que con estos actos, estaba demostrado la enemistad que había entre las distintas jurisdicciones administrativas, es decir: Chile era Capitanía General de Puertos, y la Gobernación de Buenos Aires un lugar sin importancia, un extenso territorio que abarcaba, ambos lugares, el Virreinato del Perú. Entrado el siglo XVIII, y con todos estos antecedentes, además el indio y sus malones que cada vez más se atrevía en sus correrías, comienza a comentarse la idea de organizar una fuerza de milicias capaces de adaptarse a las durísimas condiciones del desierto defender las fronteras de Buenos Aires y combatir al indio. Se tomó como antecedente a aquellas milicias nacidas en 1724, en la Provincia de Santa Fe, conocidas con el nombre de “BLANDENGUES porque sus efectivos “BLANDIAN” (movían sus armas) a modo de saludo cuando desfilaban frente a las autoridades, los vecinos, allí reunidos, comenzaron a llamarlos así, y de esta manera, la historia los conoció desde entonces. No tenían uniformes (en sus comienzos) vestían a la usanza de campo y sus armas eran: una lanza y un sable para el combate cuerpo a cuerpo, carecían de muy poca instrucción militar, recordemos que eran vecinos lugareños unidos por el deseo de defenderse del indio y sus malones; a pesar de todo, cumplieron con gran éxito sus funciones defensivas y así continuaron hasta 1799. El Teniente Coronel y hacendado Juan Francisco BASURCO del poblado de Arrecifes, una de las fronteras más castigadas por el malón, presenta un proyecto al cabildo de Buenos Aires para formar algunos escuadrones de caballería Blandengues para combatir y proteger las fronteras del ataque de los indios; el proyecto fue aprobado el 18 de Febrero de 1751 donde se resuelve formar dos escuadrones con 50 hombres cada uno con el sistema de “enganche “y “permanente” con el propósito de asegurar la continuidad del servicio por el que fue creado; se llama a formar sus filas, se nombran a sus oficiales, suboficiales y tropa; la constitución efectiva se va llevar a cabo recién el 16 de Abril de 1752 cuando se produce el alistamiento completo y el pago de la primera compañía (se van a alistar tres)se nombrara a un jefe al cual recayó en el Capitán José de Zárate, a esta compañía se la llamo “La Valerosa” y se instaló en las márgenes del río Lujan (hoy ciudad de Mercedes). El 21 de Junio de 1752 quedo pronto lista la segunda compañía al mando del Capitán Isidro Troncoso y Lira, a la misma se denominó “La Invencible “destinada a cumplir servicios en la localidad de Salto; el 8 de septiembre de 1752 quedó alistada y complementada la tercera compañía al mando del Capitán Juan Blas Gago se la llamó “La Atrevida” y fue destinada a prestar servicios, en la laguna de Lobos para luego trasladarse (por una cuestión operativa) hacia la zona conocida como el Zanjón ( hoy la ciudad de Magdalena), allí cambió su nombre y pasó a denominarse “La Conquistadora,“es de destacar, que el Capitán Gago era el Comandante General de las tres compañías cumpliendo con esta función de 1752 hasta 1766. Los hombres que integraban estos cuerpos de Blandengues, eran de todo el territorio, pero en especial, de las zonas de Santiago del Estero y del Paraguay, región que pertenecía por entonces, a las Misiones Jesuitas y abarcaba lo hoy serían las provincias de Chaco, Formosa, Corrientes, Misiones, entre otras. Sus hombres eran subordinados, valientes, y de contextura física ideal para el cumplimiento de sus funciones como soldados, muy distintos al personal que ingresaba, muchos años después, al regimiento de Patricios, cuando nace en 1806, todos eran, o al menos en su gran mayoría, de Buenos Aires. Como vemos y por antecedentes, son los Blandengues, el antecedente primero y base del nacimiento de nuestro Ejército Nacional, algo que rara vez se dice o que el olvido trata de ocultar, al tal punto es el grado de su importancia y reconocimiento, como una estructura, militar que, el propio Rey Carlos III de España, eleva al Cuerpo de Caballería Blandengues con una REAL ORDEN del día 3 de Julio de 1784 al rango de “TROPAS VETERANAS”, esto significa que se les “RECONOCE “al cuerpo de milicias “Blandengues de las Fronteras de Buenos Aires como a una “UNIDAD MILITAR”, distinción que solamente daba el Rey a todos esos cuerpos militares que se organizaban expresamente por su indicación. A pesar del tiempo transcurrido desde aquel momento, ese reconocimiento Real, está en“Vigencia”. De allí que el vestir su uniforme y saber de su pasado, nos tiene que llenar de orgullo, dignidad, honor y respeto, porque somos una representación y materialización de cada uno de aquellos hombres que, con tantas vicisitudes y desde su lugar de combate, buscaron la paz, la justicia y libertad del territorio. Una vez estructurados formalmente, recibían sueldoque provenía de la Real Hacienda y auxilios a la vejez o por enfermedad; además se les otorgaba pensiones a las viudas y a los huérfanos. Vestían uniformes muy vistosos: casaca corta de color azul con collarín o sobrecuello rojo, chupa, solapas y vueltas del mismo color, chupetín y calzón (pantalón) de color rojo en invierno y blanco en verano; adornaban la casaca botones blancos y vestían sombreros tricornios para las fiestas y otro, más chico, tipo andaluz corto, que los usaban para el combate, ambos sombreros debían usar una cinta encarnada cocida en la copa de los mismos y una cucarda(tipo escarapela)de color rojo, sus botas, algo ajustadas, eran de cuero de becerro que le llegaban a la altura de las rodillas con formato de polainas; en invierno cubrían sus cuerpos con poncho. Su equipo de combate (armamento) consistía en: un caballo (que ellos debían comprar) fundamental para el tipo de servicio que realizaban y que además debían cuidar, mantener y renovar, todo lo hacían de su propio sueldo lo mismo que a todo su recado de montar; Contaban con una lanza de tres varas (2 metros y medio de largo aproximadamente) la caña de construcción era de la localidad de Calihué, completando su armamento personal un sable aconsejable para la lucha cuerpo a cuerpo, un mosquete corto de caballería y pistola, ambas armas de fuego eran de avancarga. Recordemos que cuando se crean los cuerpos Blandengues, eraGobernador de Buenos Aires Don José de ANDONAEGUI, que dicho sea de paso, teniendo este precedente, la guardia de honor del gobernador de nuestra provincia tendrían que ser Los Blandengues y no otros. Una vez organizados los cuerpos, sus compañías y colocados en sus apostaderos de guardia, inmediatamente comenzaron a construirse una línea de fortines(estos servían para colocar detenidos y prisioneros de guerra); estos fortines y guardias armadas fueron las bases y dieron origen a nuevos pueblos y caminos que aun hoy perduran, a pesar del tiempo transcurrido, en la Provincia de Buenos Aires y fueron los Blandengues con sus familias, sus primeros pobladores, algunos ejemplos podemos citar: Guardia de Samborombón o El Zanjón (hoy ciudad de Magdalena), Fuerte de Nuestra Señora del Pilar de Los Ranchos (actual ciudad de Ranchos), Guardia de Lujan (hoy ciudad de Mercedes), Guardia de San Miguel del Monte (hoy ciudad de Montes), Guardia del Juncal (gobernador Udaondo), Fortín de Nuestra Señora de las Mercedes y fortín de San Lorenzo de Navarro (hoy ciudad de Navarro), Fuerte San Juan Bautista (hoy ciudad de Chascomús), Fortín San Pedro de Lobos (hoy ciudad de Lobos), Guardia de San Francisco (hoy ciudad de Rojas), y así tantas otras que figuran en los documentos históricos. No solamente que éstos grandes olvidados, Los Blandengues, se formaron para combatir al indio y a sus malones que arrasaban con todo a su paso, también combatieron a los portugueses con el correr del tiempo. Portugal ejercía presión con su pensamiento colonizador y también expansionista, Los Bandeirantes son los que atacan y destruyen a las Misiones Jesuíticas, (los Padres Jesuitas los combaten y los vencen, uno de esos combates es el de Mbororè 11/03/1643,donde estos religiosos desplazan una estratégica brillante pues los ayudaba su pasado milita que les daba esa capacidad militar) además de penetrar en la Banda Oriental al Sur de los ríos Quareim y Yaguarom en busca de ese ganado cimarrón que está pastando en los campos Uruguayos, ellos penetran y no respetan absolutamente nada de lo pactado y determinado en el tratado de Santa Catalina, Los Fazendeiros(grandes terratenientes y comerciantes) que ayudados por las autoridades Portuguesas, pretenden instalarse en el Río de La Plata, fundan, en el siglo XVII, la Nova Colonia do Santísimo Sacramento para competir y dominarle el lugar a los Español (recordemos que entre los años 1680 y 1683 es el momento principal en que los Portugueses colonizadores del Brasil establecen la mayor cantidad de asentamientos en la zona)estos no intentan desalojarlos sino hasta 1723 cuando los Portugueses comenzaron a fortificar las alturas que rodean a la bahía de Montevideo; una expedición militar Española, que sale de Buenos Aires, los obligó a abandonarla y fundan en 1726 la ciudad de Montevideo. La rivalidad entre España y Portugal finaliza en 1777 cuando España toma la soberanía (por intermedio del tratado de San Ildefonso) del territorio Uruguayo bajo la jurisdicción del virrey quien tenía su sede en Buenos Aires. Cuando fallece el Rey de España Fernando VI de Borbón el 10/8/1759 termina la delación entre las casas reales de los reinos de España, pero fundamentalmente fallece sin darse cuenta de la gran importancia que tenían estas colonias en el Río de La Plata; recién Carlos III, en su reinado, se va a concientizar de la gravedad de la presencia Portuguesa en la zona, crea en 1776 el Virreinato del Río de La Plata y nombró al Capitán de Navío Don Pedro de Cevallos como primer virrey que llegó al mando de 17 navíos y un total de 9.500 hombres permaneció en su cargo por espacio de dos años. A todo esto las milicias, entre ellas, Los Blandengues, cumplían sus funciones de vigilancias costeras en toda la franja terrestre que comprende desde Buenos Aires, pasando por el puerto de la Ensenada de Barragán, hasta el río salado, en 1771 el Cuerpo de Blandengues sumaban un total de 1524 efectivos. Con la llegada del segundo virrey a Buenos Aires, Don Juan José Vértiz, vuelve a reorganizar estructuralmente al regimiento Blandengues, es decir que queda formado por seis compañías de cien hombres cada una y su jefe pasa a ser Comandante del fuerte y Comandante de fronteras ejerciendo poder en una amplia jurisdicción con autonomía para decidir cuestiones judiciales y militares; podían designar misiones específicas con jefaturas a cargo de sargentos o cabos para controlar al indio, reconocer tropas de carretas, arrìas, pasajeros, licencias, represión a los contrabandos, designar prisión para los delincuentes, decomiso de géneros, oro y plata embargo de ganado, cobro de licencia por tránsito de ganado, bienes y bultos, y en los lugares limítrofes cumplían funciones de aduana seca, además confeccionaban sumarios a presos militares o civiles aún por causas que atentaban contra la moral. La caballería Blandengue recorría continuamente las fronteras y sus fortificaciones servían como lugar de concentración de prisioneros, (se producían muchas deserciones entre sus filas, posiblemente para volver a sus actividades civiles o por lo sacrificado que resultaban sus funciones de milicianos bajando sus autoestimas), organiza también, una línea de fronteras con pequeños fuertes y dentro de ellos colocar una guarnición de blandengues al mando de un Capitán, un Teniente y un Capellán( el primero que oficio en el Cuerpo de Blandengues fue Fray Hilario Pavón en 1761 perteneciente a la orden Mercedaria), cuatro sargentos, ocho cabos, un tambor, dos vaquean y ochenta y cinco plazas de tropas blandengues que hacían un total de cien plazas con uniforme propio y armados con mosquete de caballería, dos pistolas y un sable. Practicaban tiros de fusilería tanto a pie como a caballo, al paso, al trote o al galope, y el adiestramiento en el manejo del sable; supervisados por un Comandante y dos Ayudantes colocados a la derecha e izquierda o a la derecha y centro de la línea (según la estrategia de combate) con una severa orden de mando e instrucción. De ésta manera se logró colocar al Cuerpo de Blandengues en un estado respetable de organización y con la capacidad para algo más que combatir al indio. Los fuertes y fortines que se iban construyendo estaban protegidos por un foso en todo su contorno, con una profundidad de dos metros y dos metros de ancho, contaba con un portón de madera levadizo en troncho terraplén de adobe y tierra inclinada para evitar que se desmorone, además de contar con un cerco de palos a pique; en el medio se levantaba un mangrullo de poste de unos ocho a diez metros de altura donde se ubicaba el centinela, dentro del recinto se encontraban los ranchos (viviendas), el corral de los caballos y un pozo de agua. Fuera del recinto estaban los pobladores y sus viviendas más las nuevas que se iban sumando (ranchos). Como era tradicional desde tiempos pasados, los pueblos se formaban y crecían alrededor de las fortificaciones militares. El esfuerzo hecho, por las autoridades coloniales, para la construcción de los fuertes, fue muy grande, se estima, aproximadamente, que se gastaron un total de 200.000 pesos fuerte, a pesar que se recibió mucha contribución de dinero que no fue contabilizado en su momento, por otro lado los estancieros que aportaban en especies debido que en la Pampa bonaerense no había demasiada madera y piedras de manera tal que todo había que ser llevado en carretas desde la costa del río Paraná y desde Melincué hasta la desembocadura del río Salado en una extensión de 450km de Pampa abierta. ¿Cómo poder cubrir y defender un territorio tan grande? No bastaban con las Compañías de Blandengues, se empleaban el sistema de “milicias”civiles, es decir, gente que trabajaba la tierra, campesinos, que bajo la conducción de uno de ellos que sobresalía por su comportamiento, capacidad y afecto que se le tenía, poseía el grado de Sargento Mayor y estaba bajo las órdenes del Comandante del fortín que cuando las circunstancias lo requerían, este le indicaba que formara a sus milicianos, dejaban de trabajar la tierra y empuñaban las armas para combatir al indio, no todos concurrían. El malón indio aparecía de sorpresa, no se sabía el momento, salvo por algunas circunstanciales delaciones era imposible ser detenido cuando entraba al territorio a robar los poblados y estancias, llevarse mujeres y niños y asesinar a los hombres, entraba a gran velocidad pero cuando se retiraba con el ganado y todo su botín, su marcha era lenta razón por la cual se les podía dar alcance antes que entraran al desierto y cruzaran el río Salado hacia el sudoeste. Por lo general los malones atacaban a varias estancias y el aviso que se daban entre los habitantes, permitía la organización del Cuerpo de Blandengues y milicias para sus defensas; los malones se realizaban en verano, época del año donde el río Salado no tenía muchos pasos buenos y justos para que pudieran cruzar grandes cantidades de ganado, allí, en esos pasos, los Blandengues y milicianos esperaban al malón y los combatían con gran éxito que lograban recuperar gran parte del ganado robado y muchos cautivos (mujeres y niños). El indio fue, desde aquellos tiempos y hasta la segunda mitad del siglo XIX un verdadero problema para los poblados debido a sus incursiones y al constante peligro que ello significaba para sus gentes, se los descuido a ellos y a las fronteras debido a varias circunstancias que exigieron ser atendidas: Las Invasiones Inglesas 1806 y 1807; de allí en más y a partir de 1810 con el nuevo Gobierno Patrio, las sucesivas guerras de la Independencia, posteriormente el enfrentamiento entre Unitarios y Federales(guerras civiles en nuestro territorio), posteriormente la Guerra con el Brasil 1825-1828 y por último la Guerra contra Paraguay 1865-1870, todo este tiempo se postergó y se descuidó la lucha ofensiva contra el indio y sus correrías, aquella lucha que propusiera en su momento, y muchos años antes, el virrey Pedro de Cevallos y luego prosiguiera Juan José Vértiz (segundo virrey de Buenos Aires)hasta llegar al año 1878 cuando, siendo Presidente de la Nación Nicolás Avellaneda, su Ministro de Guerra General Julio A. Roca vuelve a retomar la idea de Cevallos proponiendo una gran ofensiva contra el indio y sus malones hasta exterminarlos definitivamente. Pero ya no estaban aquellos soldados que usaban fusiles de avancarga lentos y pesados, pero útiles en sus momentos, sino que estos soldados cargaban sobre sus hombros fusiles con cartuchos llamados Rémington a repetición. Desde su primer Comandante que fue José de Zárate hasta el último de origen Español Antonio de Olavarría (padre de quien fuera un guerrero de nuestra independencia José de Olavarría) y desde 1752 a 1810 (precisamente hasta el 29/05/1810 en que cambian su nombre por Caballería de La Patria) el histórico y Veterano Regimiento de Caballería Blandengues de las Fronteras de Buenos Aires, con 58 años de trayectoria para esa última fecha, cumplieron perfectamente con sus tareas por lo que fueron creados, combatieron al malón indio, a los contrabandistas que azotaban los puertos, a los Portugueses que ambicionaban dominar estos territorios, a los Ingleses en la Ensenada de Barragán destacados allí para defender su puerto y Batería; también lucharon frente a frente con el invasor en el combate de Pedriel 01/08/1806 en vísperas de la Reconquista de Buenos Aires, acompañaron al General Belgrano combatiendo en Paraguay y a Balcarce al Alto Perú (hoy Bolivia) también cruzaron Los Andes acompañando al General San Martín y dar libertad a otros pueblos. Tanto fue el éxito de estos Cuerpos de Caballería Blandengues, por la efectividad de sus acciones que, el 6 de Diciembre de 1796, siendo Virrey Don Pedro de Melo, y por una Real Orden del Rey de España Carlos IV, donde se dispone la creación de un Cuerpo de Blandengues para Montevideo con iguales características que las de Buenos Aires: funciones, uniformes y armamento; su primer Comandante fue el Sargento Mayor Cayetano Ramírez de Arellano y la única unidad estaba formada de ocho compañías de cien hombres cada una que, en 1801 y durante el sitio de Montevideo por los Portugueses, fueron aniquiladas por completo.-
AUTORIDADES Y COMANDANTES DEL CUERPO DE BLANDENGUES ENTRE LOS AÑOS 1752-1907
GOBERNADOR DE BUENOS AIRES: José de Andonaegui (gobernó entre 1745 y 1758)
Cap. José de Zárate (Comandante de La Valerosa) de 1752 a 1753
Cap. Isidro Troncoso y Lira (Comandante de la Invencible) de 1752 a 1753
Cap. Juan Blas Gago (Comandante de la Atrevida) de 1753 a 1766.
Comandante General
Cap. Juan Ignacio de San Martín y Avellaneda (desde 1766 a 1769)
Cap. Manuel de Pinazo (desde 1769 a 1780)
Sgto. Mayor Juan José Sarden (desde 1780 a 1789) Comandante de Frontera
Tcnl. Francisco Balcarce (desde 1789 a 1793)
Tcnl. Francisco González Balcarce (desde 1793 a 1794)
Tcnl. Nicolás de la Quintana (desde 1794 a 1806) Comand. Gral. de Frontera
Tcnl. Antonio de Olavarría (desde 1794 a 1810) Comand. Gral. de Frontera. Fue el último Jefe de origen y natural de España.-
En el año 1810 el cuerpo de “Blandengues” cambia de nombre por “Caballería de la Patria” se sucedieron, por esa década, tres comandantes a saber:
Tcnl. Esteban Hernández
Cnel. Antonio de Olavarría
Cnel. Antonio González Balcarce
En la década de 1820 vuelve el glorioso regimiento de caballería a lucir su nombre de origen “Blandengues de La Frontera de Buenos Aires “y en los tiempos de Bernardino Rivadavia el 10/6/1826 le vuelve a cambiar el nombre por el de“Regimiento de Caballería de Línea Nº 6”,una fugaz recuperación del nombre en los tiempos de Juan Manuel de Rosas, pero vuelve a desaparecer quedando un recuerdo lejano de las” veteranas tropas”, el 01/07/1964 queda oficializado, en un regimiento de nuestro Ejército Nacional, el nombre de “Blandengues “vuelve a cambiar su nombre en 1969 por “Regimiento de Caballería de Tiradores Blindados Nº 6,” en el año 1980 se llamaran “Regimiento de Caballería de Tanques Nº 6”, en 1992 se los conocerá como “Regimiento de Caballería Nº 6 Escuela” y finalmente desde el día 06/06/2003 se llaman: ”Regimiento de Caballería Blindada Nº 6 BLANDENGUES” perteneciente a la Brigada II General Justo José de Urquiza con asiento en la localidad de Concordia Provincia de Entre Ríos.
DESDE EL AÑO 1823 SUS COMANDANTES FUERON:
Tcnl. Miguel Cajaraville (desde 1823 a 1826)
Cnel. Mario Ibarrola (desde 1826 a 1829)
Cnel. Juan Izquierdo (desde 1829 a 1830)
Sgto. Mayor Mario Espínola (desde 1830 a 1833) Comandante interino
Tcnl. Nicolás Benier (desde Abril de 1833 a septiembre de 1833)
Tcnl. Roque Cepeda (septiembre de 1833 a noviembre de 1833)
Cnel. Prudencio Rosas (noviembre de 1833 a 1844)
Tcnl. Mariano Salas (1862 a 1863)
Tcnl. Liborio Muslera (1863)
Tcnl. Mariano Charras (1863 a 1864)
Tcnl. Matías Olmedo (1864 a 1868)
Tcnl. Juan Jobson (1868 a 1874)
Tcnl. Clodomiro Vilar (1875 a 1882)
Tcnl. Manuel Sosa (1882 a 1885)
Tcnl. Alfredo Cabot (1885 a 1888)
Tcnl. Juan Méndez (1888 a 1895)
Tcnl. Martín Hernández (1895 a 1903)
My. Camilo Gay (1903)
Tcnl. Juan Razeti (1903 a 1907)
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
Archivo General de La Nación: Cabildo de Bs. As 1751-1752. Tomo IX, Folios 321-348.-
Archivo General de La Nación: División Colonia –Sección Gobierno. Reales Células Legajo 23 (1777-1778).
Marfany, Roberto. Los pueblos Fronterizos en la época colonial.
Levene, Ricardo. Historia de la Provincia de Bs. As y formación de sus pueblos. La Plata: Archivo Histórico de la Pcia. De Bs. As- Tomo I. 1940.
Barba, Enrique. Origen y Evolución de Arrecifes . Archivo Provincia de Bs. As. 1974
“Política seguida con el aborigen” (1750-1819) Bs. As. Circulo Militar Tomo 1. Ejército Argentino –Comandancias General 1973.
A LAS PRIMERAS TROPAS CRIOLLAS
… Apenas despunta el alba y con el último sabor del mate amargo que recorre la garganta, van deprisa a cumplir su misión los centauros Blandengues…son gauchos, los hombres que trabajan la tierra… pero ahora llevan sables, lanzas y tercerolas para enfrentar al indio y sus malones que arrasan todo a su paso… ¿Cómo Evangelizar a estos demonios?... y allí van sin descanso… sin pedir nada, llevando apretado entre su diestra y a escondidas, el mísero cigarro de tabaco fuerte, son Los Blandengues… que al caer la tarde, sus figuras escarlatas y difusas se pierden entre los polvorientos caminos que sus caballadas van marcando … y en cada uno de sus integrantes hoy, ellos vuelven desde el más allá, a hacer las mismas rastrilladas que antaño al compás de sus cargas sables en mano y descargas fusileras, mientras Febo imprime en sus rojas chaquetillas la inspiración divina de coplas y laureles…
¡¡Blandengue!! Que tu nombre jamás se apague mientras haya en el cielo Federal una estrella y una luna que centinelas custodien nuestros caminos y fronteras criollas…
¡VIVA BUENOS AIRES!
¡VIVA LA PATRIA!
Profesor Julio Marchini
[1] Fue Capellán Castrense en las localidades de Ensenada, Magdalena, Rojas, Salto y Pergamino.
[2] Es sabido que a partir de 1810 el Regimiento Veteranos Blandengues cambio su nombre y comenzaron a llamarse “Caballería de La Patria”, el 25/10/1810 Fray Solano Báez nombrado Capellán del mismo, es decir que fue el primero. Posteriormente y a partir del 23/4/1813 fue nombrado Capellán del Regimiento Patricios a quien acompaño en las campañas militares al Alto Perú (hoy Bolivia).-
Tcnl D José María Rojas Argerich. Guerrero de la
Independencia argentina. Cabo en la primer escuadra del Regimiento de
Patricios, combatiendo en la primera y segunda invasión inglesa; Subteniente al
producirse el movimiento emancipador, marchando el 6 de julio de 1810 en el
ejército auxiliar comandado por Ortiz de Ocampo, asistió a la represión de la
rebelión de Liniers en Córdoba, al combate de Cotagaita, a la batalla de
Suipacha y a la acción desgraciada del Desaguadero o de Huaqui, el 20 de junio
de 1811.
Es nombrado Subteniente de Granaderos el 16 de
enero de 1811 siendo destinado al arma de Artilería. Es nombrado segundo jefe
del Parque de Artillería instalado en San Telmo en 1812. El 26 de abril de 1813
el Triunvirato compuesto por Alvarez Jonte, José Julián Pérez y Rodriguez Peña,
le extienden los despachos de Teniente de Artillería y luego Capitán
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FUERTE abrazo Patricio
CENTINELA DEL DESARROLLO NUCLEAR ARGENTINO
DOCTOR EN FILOSOFÍA DE TEOLOGÍA CRISTIANA
RED INTERNACIONAL ANTINARCÓTICOS "LOS CAIMANES"
San Ignacio Lazcano de Loyola fue en un principio un valiente militar, pero terminó convirtiéndose en un religioso español e importante líder, dedicándose siempre a servir a Dios y ayudar al prójimo más necesitado, fundando la Compañía de Jesús y siendo reconocido por basar cada momento de su vida en la fe cristiana. Al igual que San Ignacio, que el Capitán General del Reino de Chile Don Martín Oñez de Loyola, del Hermano Don Martín Ignacio de Loyola Obispo del Río de la Plata, y de del Monseñor Dr Benito Lascano y Castillo, Don Carlos Gustavo Lavado Ruiz y Roqué Lascano Militar Argentino, desciende de Don Lope García de Lazcano, y de Doña Sancha Yañez de Loyola.
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