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Orden de los caballeros de
su santidad el papa
"san ignacio de loyola"
priorato general de argentina
El 15 de noviembre de 1816 se
registraba en Yavi, Provincia de Jujuy, uno de los episodios más tristes e
ignorados de la lucha por la Independencia. Cuatro meses más tarde de su
declaración, Salta y Jujuy continuaban desangrándose para defender el derecho a
la libertad de todo el país. Hoy, a casi 200 años de aquel 15 de noviembre, el
país ignora la inmolación de hombres y mujeres en el territorio al que
simplemente se denomina Norte. Los jujeños están comenzando a recordar y a
separar hombres de héroes, a rescatar de silencios y olvidos el sacrificio de
su gente. Por eso esta edición es destinada a honrar la memoria de los yaveños,
mártires de la Patria.
CONTENIDO
I. VENGANZA AL ACECHO, por María Cristina Fernández
II. EL HEROISMO DE LOS PUNEÑOS, por Luis Grenni
III. DESPUES DE LA
TRAGEDIA : OFICIO DE URIONDO A GUEMES
IV. AGENDA NOVIEMBRE DE 2014
V. PALABRAS FINALES
DESARROLLO
............................................I. ENGANZA AL ACECHO
En setiembre de
1816 la fragata Venganza anclaba en el puerto de Arica (Chile), dos meses después de haber
iniciado la travesía desde Cádiz. Entre sus pasajeros se registraban hombres
cuyos nombres serían trascendentes en la historia de las Provincias Unidas de
Sudamérica: el mariscal de campo José de La Serna e Hinojosa, Tomás de Iriarte, Antonio
Seoane, Jerónimo Valdez, Fulgencio Toro y Valentín Ferraz. Estos oficiales de
grandes méritos en Europa venían con un poderoso ejército a recuperar lo que la
corona española había perdido. Su objetivo era Buenos Aires, luego de someter
por las armas el territorio que se mantenía en estado de insurgencia y que
acababa de proclamar su Independencia.
Según Alberto
Wagner de Reyna muchos militares, sintiéndose inseguros en España, buscaron ser
trasladados a América donde veían la oportunidad de rápidos ascensos y premios
en la carrera de las armas. Cuando La
Serna desembarcó, desdeñando una visita al virrey en Lima, le
informó de su arribo y de sus planes. En ese marco, el 12 de setiembre de 1816,
le decía “Creo podría lisonjearme el asegurar a VE formaría un Cuerpo de
Ejército capaz de entrar con él a Buenos Aires para el mes de mayo del próximo
año, siempre que circunstancias políticas y topográficas lo permitan”.
II. EL HEROISMO DE LOS PUNEÑOS
Las consecuencias
del desembarco y las lisonjeras palabras de La Serna las vivirían en carne propia Jujuy y Salta.
Así lo relata Luis Grenni:
La
guerra que se desarrolla en la
Puna Jujeña entre 1816 y 1817 tuvo instancias dramáticas y
despiadadas donde el heroísmo de los puneños alcanzó límites que van más allá
de lo conmensurable. En pleno Congreso de Tucumán, sin el auxilio ni el mínimo
apoyo de las Provincias Unidas, Juan José Feliciano Fernández Campero,
secundado por el teniente coronel Juan José Quesada (desertor de las fuerzas de
Rondeau), Juan Antonio Rojas, Gregorio López, Diego Cala y como adjunto enviado
por Güemes a cargo de 500 Infernales, su comandante Bonifacio Ruiz de los
Llanos, eran quienes debían enfrentar las poderosas fuerzas del ejército
español, bajo la orden de contener y repeler esta nueva invasión realista, la
mas grande y numerosa que haya podido organizar la corona con nuevas y mas
renovadas tropas traídas desde España con sus más aguerridos cuerpos de elite,
orgullosos vencedores de Napoleón y veteranos de las guerras europeas. Fue la
invasión más importante y esta era decisiva para el destino de la revolución.
Con
anterioridad y a pedido de Rondeau, el Director Supremo Alvarez Thomas, había
enviado a cargo de Domingo French tropas de refuerzo a su campaña, las que solo
llegaron hasta Tucumán donde se estacionaron, deteniendo su marchapor
asuntos que entorpecen la avanzada…
¿Qué
asuntos? ¿Neutralizar la acción de Güemes y sus milicias gauchas? ¿Tenía Buenos
Aires temor a que pudiera desarrollarse el Congreso en Tucumán, cuando estaba
negociando el advenimiento de Fernando VII?
En
noviembre de 1815 Joaquín de la
Pezuela había derrotado a Rondeau en Sipe-Sipe recuperando el
Alto Perú y por su victoria fue designado en reemplazo de Abascal, Virrey del
Perú, asumiendo el cargo el 7 de julio de 1816 presumiendo la titularidad del
Virreinato del Río de la Plata
una vez tomado Buenos Aires. Para asumir deja en forma provisoria al general
Juan Ramírez Orozco al mando del Ejército Realista del Alto Perú, hasta la
llegada de su titular el mariscal José de La Serna , quien había partido de Cádiz en mayo de
1816 para llegar el 7 de setiembre del mismo año a América con orden de la
corona de recuperar el virreinato del Río de la Plata y posesionarse en
Buenos Aires, acción que programa concluir en mayo de 1817.
En
1816 Campero fue designado Delegado del Departamento de Chichas al Congreso de
Tucumán, al cual no pudo asistir por estar empeñado en una lucha sin cuartel en
todo el territorio puneño, ya que Olañeta se había retirado de San Salvador de
Jujuy, por acción de los gauchos, en la que Campero tendrá activa participación
ya que lo había obligado a replegarse hasta Yavi, sufriendo un permanente
hostigamiento; desde allí Olañeta organizará incursiones a Humahuaca y
Casabindo, inclusive sobre el valle del Bermejo bajando por Santa Victoria.
Para
neutralizar sus acciones, Güemes había dispuesto ubicar en Tarija al Comandante
Uriondo y a Campero en la
Comandancia de la
Puna para lo cual este se instala en Abra Pampa, donde es
atacado por la vanguardia de Olañeta a quien pone en desordenada fuga. Es en
este momento que asume el mando del ejército realista La Serna. Días antes, en
agosto de 1816, Belgrano toma el mando del ejército patrio estacionado en
Tucumán, con instrucciones del Gobierno Central de no avanzar hacia el norte.
Pezuela como Virrey en el Perú se dispone sostener la marcha de La Serna con todo el potencial
bélico de su virreinato.
Por el
contrario Campero contaba en su comandancia con 600 hombres armados, más el
cuerpo de Bonifacio Ruiz de los Llanos, cuya tropa era la de los Dragones
Infernales.
A lo
largo de esta guerra el marqués había agotado su cuantiosa fortuna
implementando las fábricas de pólvora y armas con que alimentaba a las milicias
gauchas, así como la paga y vestimenta de sus soldados y oficiales, sin ningún
auxilio del Gobierno Central, el debería haberlo asistido, sobre todo cuando
estas acciones se desarrollaban en función de la Patria en peligro. Campero
era Coronel graduado del ejército de las Provincia Unidas, cargo obtenido por
sus méritos y servicios en junio de 1814, dado por el Director Supremo de las
Provincias Unidas, Gervasio Antonio de Posadas y ascendido al año siguiente por
José María de Alvear como Coronel Mayor Graduado y en mérito a su actuación en la Puna (la reconquista de Jujuy
y la de Puesto del Marqués). En dos años, hubo mas de 42 combates, todos ellos
con violentos enfrentamientos en este territorio desolado y dramático para la
subsistencia, y donde se fueron mermando sus medios y provisiones, al punto que
era auxiliado con las reservas de Arias y Álvarez Prado, con quienes compartía
la responsabilidad de la guerra, sobre esta problematizada área y ante el total
desentendimiento del resto de las provincias y del ejército regular, inactivo
en Tucumán.
Replegado
Campero de su cuartel en Casabindo hasta el Moreno, sostuvo en mayo, en Orosas,
a las partidas españolas, en agosto en Huacalera, el 16 de setiembre en Colpayo
y el 19 de setiembre en Tilcara; luego con el enemigo en retiro, los combate en
Cangrejos y el Moreno.
El
mayor de los encuentros fue el de Colpayo, sus capitanes Rivera y Cala batieron
al temido teniente coronel Pedro Zabala con sus 2 capitanes y 125 soldados.
Zabala murió en el combate, siendo una de las bajas de mayor rango del ejército
español; uno de sus capitanes, Buenaventura Centeno, conocido por su crueldad,
era quien había decapitado al Capitán patriota Camargo.
El
triunfo de Colpayo generó la preocupación de los peninsulares, que mostrando
cierta importancia reforzaban sus acciones, lo que motivó que Güemes apoyara a
Campero con 500 hombres de Perico, Humahuaca y San Andrés al mando de Manuel
Eduardo Arias. Mientras tanto, Uriondo combatía también con éxito en Tarija y
lo hacía saber a sus superiores: de 180 hombres del
ejército peninsular, sólo regresaron 45.
En
Santa Victoria los Infernales derrotarán a los Angélicos el 24 de setiembre de
1816. Entre los oficiales realistas se encontraba un teniente coronel que era
sacerdote, de apellido Zerda, quien había formado un destacamento fuertemente
armado y provisionado con tropa variada, denominada Angélicosen oposición a los Infernales, que era la tropa
seleccionada que Güemes había enviado en apoyo de Campero previendo la
inminente invasión realista. Bajo un intenso fuego de artillería los infernales
arrollaron en una sola carga a los Angélicos. El combate fue muy duro y su jefe
preso.
El
encuentro entre los Infernales y los Angélicos había demostrado a La Serna que el tomar la Puna para llegar a Humahuaca
iba a ser sumamente disputado y que su principal enemigo a quien debía eliminar
para el éxito de su campaña era a Campero, que estaba a cargo militar de los
gauchos en esa área. Existía además una fuerte ira y sed de venganza que sumaba
la necesidad imperiosa de un ataque implacable contra su persona constituyendo
a este objetivo como una guerra aparte, contra el traidor a la Patria (España) y además a
la nobleza por su condición de noble.
Los
éxitos parciales generaron el espíritu triunfalista en las tropas patriotas, no
lo fue así para Güemes que conocía el real potencial del ejército de la Serna por la que prevé una
nueva estrategia enviando refuerzos en marcha forzada hacia Yavi y
reorganizando sus partidas en Salta previendo la invasión.
Con un
fuerte ejército La Serna
comenzó su marcha para cumplir el objetivo previsto, que relata Emilio Bidondo: Ocupar Jujuy, luego el sur, fuera por Catamarca o Tucumán para
llegar a Córdoba, logrado este ambicioso objetivo debía traer hacia el norte al
Ejército de los Andes para posibilitar que los españoles de Chile pasaran la
cordillera y ocuparan Mendoza. Operada la reunión en un sitio a determinar, el
objetivo final será Buenos Aires para aniquilar en su seno la revolución.
Con
solo ver la graduación militar de quienes comandaban a los ejércitos españoles
y la fama de cada uno de ellos se puede entender la importancia de esta nueva
invasión, donde el ingreso a la
Puna era la instancia estratégica más inmediata para lo cual
dispone de una vanguardia a cargo de Olañeta y Marquiegui con una fuerza de
3000 hombres.
Así avanza
el ejército español retomando Tupiza, e instalándose en Cotagaita para preparar
meticulosamente su campaña.
Mientras
esto sucedía, nuevamente se combate en Santa Victoria donde fue prisionero el
comandante José Costas y el Alférez Francisco Alizedo de las fuerzas realistas
concluyendo con su derrota en Miraflores en noviembre de 1816; luego carga
Campero sobre Yavi ocupada por los realistas con el cuerpo de Patricios y el
regimiento de Cuzco que estaban a cargo del Coronel Benavente, cerrando de este
modo el camino a Tupiza por donde podría realizarse el contraataque, para lo
cual Campero destina al capitán Rojas sobre la Quebrada de Sococha,
acantonándose en Yavi con el resto de sus tropas.
Hubo
en esta acción una orden mal interpretada, o mal transmitida por uno de los
jefes de Campero, que hizo desplazarse a Rojas de la Quebrada de Sococha a
Yavi con lo que quedó desguarnecida la zona vigilada. Lo que fue aprovechado
por Olañeta y Marquiegui que bajaron rápidamente por el camino desguarnecido,
cayendo sorpresivamente sobre Yavi el 15 de noviembre mientras Campero
escuchaba misa, en un ataque fulminante. Campero cayó prisionero con 36
oficiales, su segundo el comandante Quesada y otros 340 combatientes.
Es
difícil comprender este duro ataque sobre el pueblo de Yavi. A su ingreso
Marquiegui ordenó a sus tambores tocar a Cala cuerda lo que significaba a la
tropa que la acción debía realizarse sin que quedara enemigo vivo, terrible
orden cuando se trataba de un poblado en el que si bien se asentaba el cuerpo
miliciano de Campero, también había una población civil. El desenlace no pudo
ser más duro para las fuerzas patriotas.
Dice
Bernardo Frías: La sorpresa fue completa e
inesperada. El pueblo fue envuelto en breves minutos. El campo inmediato, donde
pastaba lo principal de los caballos de la división, fue tomado por la
caballería de Marquiegui, mientras unos cien infantes hacían fuego desde la Loma y otros iban a dar el
asalto por el lado del río. Solo una corta fuerza que acampaba fuera del
poblado logro ganar un cerro inmediato e inició la resistencia, la misma que
cargada poderosamente, fue dispersada si no pasada a cuchillo.
Dentro
del recinto de la población todo fue confusión y desorden. Algunos de los
oficiales querían organizar las tropas mas estas, sobrecogidas, atinaban a la
desbandada.
El Dr.
Luis Oscar Colmenares escribió: Olañeta informó a
Ramírez de Orozco que de los 800 hombres de la división de Campero hubo una
multitud de muertos y 340 prisioneros. Lo más grave fue que tomaron prisionero
al marqués, a quien los españoles trataron con suma severidad porque lo
consideraban un traidor pues hasta principios de 1813
había combatido en las filas españolas, pasándose ese año a las patriotas.
El
capitán Cala fue fusilado en el acto por ser indígena nativo, según las propias
expresiones de sus ejecutores y sobre todo teniendo en cuenta lo sucedido en
Colpayo, donde el coronel realista Zabala había muerto en manos de la tropa
indígena que dirigiera ese bravo jefe militar de Campero, finaliza Grenni.
III. AGENDA NOVIEMBRE DE 2014
Durante el mes de
noviembre la Prof. María
C Fernández desarrolló la siguiente agenda:
En Jujuy:
12 de
noviembre: Desarrolló el aula taller destinado a
docentes de nivel primario y medio en la Escuela Normal de la Quiaca.
13 de
noviembre: Desarrolló el aula taller destinado a
docentes de nivel primario y medio en la Escuela Grl Rondeau de Santa Catalina.
14 de
noviembre: Participó en el acto en conmemoración de
los mártires de Yavi desarrollado en el camping municipal de la localidad. En
la oportunidad hizo uso de la palabra reseñando las actividades en pro del
reconocimiento de la efeméride desarrolladas en el año 2014.
Junto al Prof. Miguel Carlos recorrió el trayecto Yavi-Palca, reconociendo los caminos (vehicular y pedestre) por los que antiguamente se comunicaban Yanalta y Yavi.
Visitó
Visitó el Museo de Yavi Chico y la localidad de Portillo.
17 de
noviembre: Desarrolló el aula taller destinado a
docentes de nivel primario en la Escuela Sarg. Mariano Gómez de Yavi. Asistieron
al mismo docentes de Yavi, Yavi Chico, Suripugio, Inti Cancha y Casti.
Participó en una reunión con representantes de las comunidades originarias del departamento Yavi presidida por el comisionado municipal y vocales de
18 de
noviembre: Participó en los actos del 439º aniversario
de la fundación del pueblo de Yavi. En la oportunidad abrió el desfile
acompañando a la
Escuela Sargento Mariano Gómez, invitada por la Directora de la
institución, señora Nélida Sosa.
19 de
noviembre: Desarrolló el aula taller destinada a
docentes de la localidad de Abra Pampa, a la que asistió un gran número de
interesados colegas.
Visitó el museo de
21 y
22 de nov: Asistió al
encuentro educativo y cultural El camino de Belgrano desarrollado en el Instituto
Nacional de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas y en el solar natal
del Grl Manuel Belgrano. En la oportunidad se contactó con estudiosos y
difusores de la historia Patria a quienes interiorizó sobre los sucesos de Yavi
(Efeméride del 15 de noviembre de 1816) y la lucha por el reconocimiento
nacional de la Efeméride
de la cual es autora la
Prof. María Cristina Fernández.
El 22 de noviembre se rindió homenaje a Ignacio Warnes, evocando la batalla de El Pari. Nino gandarilla Guardia, representante de
PALABRAS FINALES
Del 12 al 19 de
noviembre se desarrolló en la
Provincia de Jujuy una extensa agenda de capacitación docente
con el objetivo de brindar información histórica y herramientas educativas
sobre el martirio de los yaveños.
Esta actividad no
hubiera sido posible sin el compromiso y colaboración de los Prof. Walter Laime
y Miguel Carlos quienes hicieron lo posible para convocar docentes a los
talleres de capacitación. El Prof. Laime gestionó además el fotocopiado de la
documentación que se analizó en cada Taller.
Momentos gratos los
vividos, con docentes que vivenciaron el suceso que los convocaba y se
sintieron identificados con aquellos que dieron muestras de heroísmo
defendiendo la tierra que amaban.
Mención especial
merecen los docentes de la
Escuela Sargento Mariano Gómez, destinatarios por segunda vez
de la actividad. La institución fue una excelente anfitriona, atendiendo con
calidez y esmero a los 16 colegas que se reunieron para tratar temas que
involucran a la comunidad en general. Mi gratitud a la Directora del
establecimiento por concederme el privilegio de desfilar junto a niños y
docentes de tan querida Escuela.
A la maestra
Arminda Madrigal, por el afecto transmitido a través de un abrazo. A Antonio
Leiva, que quiso expresar su afecto y reconocimiento sellándolo en una piedra
que miro mientras redacto estas líneas: Escuela Nº 303 Inticancha. A Ester
Chiliguay, por mantener y cumplir su palabra y por el cariño dispensado. A Hugo
Castelli, de la Escuela
de Yavi Chico, por el orgullo y entusiasmo con que lleva adelante el proyecto
Maíz, el oro americano, que no sólo trasciende fronteras sino que dignifica y
enaltece a la comunidad. A Walter, Mónica y Miguel mi gratitud por el
compromiso y las alegrías compartidas en Santa Catalina y a Miguel por permitirme
apreciar la sutil belleza con la que los paisajes de Yavi regocijan el corazón.
Una vez más
Gendarmería Nacional brindó su apoyo a la tarea educativa facilitando el
alojamiento en sus dependencias y algunos traslados. Mi especial reconocimiento
al personal de la Sección
Yavi por las atenciones recibidas y al Subalférez Ariel Hauy,
celoso custodio de mi estadía en La
Quiaca.
Gracias a la vida,
que me ha dado tanto, exalta Violeta Parra. En sus palabras agradezco a la vida
la bendición de conocer y contar con seres tan valiosos. Hasta siempre hermanos
jujeños.
Buenos Aires, 25 de
noviembre de 2014
Lazos entre Don Carlos Gustavo Lavado Roqué (Coadjutor Jesuita Temporal), y el General Don "Martín Miguel de Güemes". i. ISAAC3 ROQUÉ GÜEMES, b. 1846, Córdoba, Córdoba, Argentina; d. 29 de marzo 1920, Córdoba, Córdoba, Argentina. 10. ii. ENRIQUETA ROQUÉ GÜEMES, b. 1847, Córdoba, Córdoba, Argentina. iii. CONSTANCIA ROQUÉ GÜEMES, b. 10 1849, Córdoba, Córdoba, Argentina; m. PABLO C BELISLE, 09 Jun 1892, Córdoba, Córdoba,
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