jueves, 14 de mayo de 2015

Semblanza de Manuel Ascencio Padilla. Respuesta de Padilla a Rondeau. Por S.E. Prof.Doña María Cristina Fernández OCSSPSIL.





Bandera de la Hispanidad en las Américas, 
adoptada como símbolo de las Américas 
por la séptima conferencia internacional 
Americana de Montevideo 
el 13 de diciembre de 1933.

Semblanza de Manuel Ascencio Padilla

En Ni con Lima ni con Buenos Aires, José Luis Roca presenta una semblanza de Padilla a quien considera uno de los patriotas más notables. Roca expresa:

Manuel Ascencio Padilla nació el 26 de setiembre de 1774 en Chipirina, provincia de Chayanta, finca de sus padres Melchor Padilla y Eugenia Gallardo. Además de propietario, don Melchor era comerciante y sus negocios lo llevaban tanto a Salta como a Potosí y La Plata. Fue en esta ciudad donde Manuel Ascencio trabó amistad con Mariano Moreno, Bernardo Monteagudo y otros funcionarios revolucionarios. Apenas producida la acción de Suipacha, Padilla toma contacto con los triunfantes jefes argentinos poniendo a disposición de ellos las propiedades rurales de su familia para establecer allí una base de operaciones.

La inclinación revolucionaria de Padilla le vino de la región donde nació la que, 30 años antes, había sido escenario del levantamiento indígena protagonizado por los hermanos Catari. Siendo apenas un niño, Manuel Ascencio fue testigo de las crueles represalias contra los participantes de esa rebelión de la cual, posiblemente, también sufrió su padre, pues siempre hubo gran amistad y recíprocas lealtades entre la familia Padilla y los indígenas. Chayanta era una activa y tradicional región minera a la vez que, en sus profundos valles, florecía la actividad agrícola, base de sustentación de la minería.

El permanente hostigamiento de los guerrilleros, ocasionaba que los españoles se vieran obligados a dispersar sus fuerzas ante la necesidad de sofocar levantamientos e insurrecciones en diversos sitios. Eso fue precisamente lo que sucedió cuando las tropas del tercer ejército argentino, al mando de José de Rondeau, se acercaban a las provincias altas en abril de 1815, expresa Roca.

Después del triunfo patriota en Puesto del Marqués, Rondeau dispuso que la vanguardia al mando de Martín Rodríguez y las divisiones de Vicente Camargo (en Chayanta) y de Juan Antonio Alvarez de Arenales (en Cochabamba) se concentraran en Macha. Rodríguez se dirigió a Venta y Media, en Oruro, para averiguar la cantidad de efectivos al mando de Pezuela, pero fue rechazado en combate el 20 de octubre de 1815.

Roca escribió que Rondeau trató a Padilla con la misma arrogancia con que lo había hecho Belgrano, ordenándole volver a su provincia con la excusa de contener a los bárbaros chiriguanos, que no representaban entonces peligro alguno. Esa conducta hizo que no resultara raro que los porteños sufrieran una nueva, humillante y definitiva derrota en Sipe Sipe o Viluma el 29 de noviembre de 1815. Tras ello y mientras a marcha forzada se retiraba del Alto Perú, Rondeau escribió a Padilla el 7 de diciembre:

Señor Coronel. Después del contraste de nuestras armas en los campos de Viluma, me hallo en retirada con dirección a la ciudad de Salta donde cuento con elementos de refuerzo, debiendo luego tomar de nuevo la ofensiva para volver sobre mis operaciones de guerra. V. S. que ha prestado a la causa de la patria constantes y distinguidos servicios, debe ahora redoblar sus esfuerzos para hostilizar entre tanto al enemigo sin perder los medios más activos y que sean imaginables para lo que queda V. S. autorizado ampliamente. V. S. como Comandante en Jefe del departamento que le está encargado, libre las órdenes precisas para reconcentrar oficiales y tropa rezagados y recoger el armamento. Espero que en esta ocasión será V.S. tan diligente y entusiasta en obsequio de la santa causa de la patria como ha sido ejemplar y benemérita su conducta y su valor desde un principio en todos tiempos. Dios guarde a V.S. José Rondeau

Respuesta de Padilla a Rondeau

La respuesta de Padilla, dada el 21 de diciembre, permite conocer cómo fueron tratados los patriotas altoperuanos, que todo lo dieron por lo que el Jefe del Ejército Auxiliar llamaba Santa Causa. Primero los consideró indignos de pelear junto a él, luego, apremiado por las circunstancias y procurando no caer en las manos de los realistas, los exhortó a proteger su retirada. Con conmovedora sinceridad y sencillez, Padilla respondió a Rondeau:

En oficio de 7 del presente mes, ordena V. S hostilice al enemigo de quien ha sufrido una derrota vergonzosa; lo haré como he acostumbrado hacerlo en más de 5 años por amor a la independencia, que es la que defiende el Perú, donde los Peruanos privados de sus propios recursos no han descansado en 6 años de desgracias, sembrando de cadáveres sus campos, sus pueblos de huérfanos y viudas, marcados con el llanto, el luto y la miseria; errantes los habitantes de 48 pueblos que han sido incendiados: llenos los calabozos de hombres y mujeres que han sido sacrificados por la ferocidad de sus implacables enemigos: hecho el oprobio y el endibrio del Ejército de Buenos Aires, vejados, desatendidos sus méritos; insolutos sus créditos y en fin el hijo del Perú mirado como enemigo, mientras el enemigo español es protegido y considerado: Sí Señor, ya es llegado el tiempo de dar rienda suelta a los sentimientos que abrigan en su corazón los habitantes de los Andes, para que los hijos de Buenos Aires hagan desaparecer la rivalidad que han introducido, adoptando la unión y confundiendo el vicioso orgullo de nuestra destrucción.

Mil ejemplares de honor pudieran haber irritado el ánimo de estos habitantes que V. S. llama en su auxilio. La infame conducta… que con el mayor escándalo deshizo, rebajó y ofendió el virtuoso Regimiento de Chuquisaqueños que había salido a morir por su Patria, la prisión de los Coroneles Centeno y Cárdenas por haber hostilizado a Goyeneche y debilitado sus fuerzas para que él las batiera y premiar a hombres que habían desolado a millares de habitantes (pero eran del Perú); la pena impuesta a los Vallegrandinos por haber propuesto destruir a los enemigos para vengar sus agravios y los de la Patria.  La prisión de mi persona por haber pedido se me destine un puesto para hostilizar a Pezuela con Altoperuanos, que siempre sin sueldo, siempre a su costa, sin partidos y solo por la Patria, han sacrificado su vida y su fortuna; con otros millones de insultos que han sufrido en general todos los pueblos; desde el primer mandatario hasta el último cadete de Buenos Aires no han podido mudar el carácter honrado y sufrido de los Peruanos: nosotros amamos de corazón nuestro suelo: y de corazón aborrecemos una dominación extranjera, queremos el bien de nuestra Nación, nuestra independencia y despreciamos el distintivo de empleos y mandos, olvidamos el oro y la plata sobre la que hemos nacido y donde ha sido nuestra cuna. La justicia de nuestra causa y nuestros sacrosantos derechos, vivifican nuestros esfuerzos y nivelan nuestras operaciones contra esta generalidad de ideas.

El gobierno de Buenos Aires manifestando una desconfianza rastrera ofendió la honra de estos habitantes, las máximas de una dominación opresiva como la de España, han sido adoptadas con aumento de un desprecio insufrible: la prueba es impedir todo esfuerzo activo a los Peruanos, que el ejército de Buenos Aires con el nombre de Auxiliador para la Patria se posesiona de todos estos lugares a costa de la sangre de sus hijos, y hace desaparecer sus riquezas, niega sus obsequios y generosidad. Los Peruanos, a la distancia sólo son nombrados para ser zaheridos. ¿Por qué haberme destinado al mando de esta Provincia amiga sin los soldados que hice entre las balas y los fusiles que compré a costa de torrentes de sangre?  ¿Por qué corrió igual suerte el benemérito Camargo mandándolo a Chayanta de Sub Delegado dejando sus soldados y armas para perderlo todo en Sipe Sipe. Olvídase muy en buena hora del empeño del Perú y sus revoluciones de tiempos inmemoriales para destruir la Monarquía?

Si Buenos Aires es el autor de esta revolución ¿para qué comprometernos y privarnos de nuestra defensa? ¿El haber obedecido todos los Peruanos ciegamente, el haber hecho sacrificios inauditos, haber recibido con obsequio a los Ejércitos de Buenos Aires, haberles entregado su opulencia, unos de agrado y otros por fuerza, haber silenciado escandalosamente saqueos, haber salvado los ejércitos de la Patria, son delitos. ¿A quiénes se debe el sostén de un gobierno que él se acuchilló? ¿No es el esfuerzo del Perú que ha entretenido al enemigo, sin armas por privarle de ellos los que se titulan sus hermanos de Buenos Aires?

Y ahora que el enemigo ventajoso inclina su espada sobre los que corren despavoridos y saqueando ¿debemos salir nosotros sin armas a cubrir sus excesos y cobardía? Pero nosotros somos hermanos en el calvario y olvidados sean nuestros agravios abundaremos en virtudes.

Vaya V. S. seguro de que el enemigo no tendrá un solo momento de quietud. Todas las provincias se moverán para hostilizarlo; y cuando a costa de hombres nos hagamos de armas, los destruiremos para que V. S. vuelva entre sus hermanos. Nosotros tenemos una disposición natural para olvidar las ofensas: quedan olvidadas y presentes. Recibiremos a V. S. con el mismo amor que antes: pero esta confesión fraternal, ingenua y reservada, sirva en lo sucesivo para mudar de costumbres, adoptar una política juiciosa, traer oficiales que no conozcan el robo, el orgullo y una cobardía. Sobre estos cimientos sólidos levantaría la Patria un edificio eterno. El Perú será reducido primero a cenizas que a la voluntad de los Españoles. Para la Patria son eternos y abundantes sus recursos, V. S. es testigo. Para el enemigo está almacenada la guerra, el hambre y la necesidad, sus alimentos están mezclados con sangre y, en habiendo unión, para lo que ruego a V. S. habrá Patria. De otro modo los hombres se cansan y mudan. Todavía es tiempo de remedio: propenda V. S. a ello si Buenos Aires defiende la América para los americanos y sino… Dios guarde a V. S. muchos años.

VI. Agenda Güemesiana

Durante el mes de abril la Prof. María C. Fernández desarrolló la siguiente agenda:

En Jujuy:
9 de abril:     Reunión con personal directivo y docente de la Escuela Sargento Mariano Gómez de Yavi. En la misma se trató la recordación de la efeméride y se propusieron actividades educativas.

Conferencia en el Centro de Menores Vocecitas Puneñas de La Quiaca sobre el tema: 15 de Noviembre, Día de los Mártires de Yavi destinada a artistas, docentes e interesados, con la finalidad de difundir los fundamentos de la efeméride y promover las producciones poéticas, musicales y plásticas relacionadas con la fecha. En la oportunidad un docente informó el lanzamiento de un concurso estudiantil de expresión plástica sobre el tema y se presentaros dos obras artísticas sobre el episodio histórico. Las mismas fueron realizadas por estudiantes del Nivel Superior y Medio, respectivamente, de la Provincia de Buenos Aires.  La reunión contó con la asistencia de la Directora y otros integrantes del Centro, dos Supervisoras de la región y conductores de programas de radio, entre otros asistentes.

10 de abril:   Reunión con representantes de la Comisión Municipal de Yavi, de las Comunidades Originarias y de instituciones locales para diseñar propuestas relacionadas con la recordación del episodio registrado el 15 de noviembre de 1816 y su trascendencia.

Conferencia en el Centro Cultural Guillermo Llampa titulada: Ventana al 15 de noviembre, basada en el dibujo alegórico de la señorita Anahí Pérez con presentación de la ilustración digital Águila Ibérica: poder inclemente, de la estudiante de animación Naira Pérez.  Contó con la asistencia del Prof. Máximo Gaspar, Supervisor de la Región I de Jujuy, la Directora de Cultura de la Localidad María Luján Tolaba; el Prof. Miguel Carlos; integrantes de los Grupos Folklóricos Nueva Generación; Generación Abra Pampa, entre otros artistas de la zona.
Al finalizar la Conferencia se mantuvo un extenso diálogo con los asistentes, quienes expresaron su desconocimiento de los temas tratados, destacando la importancia de los mismos en vistas a las próximas conmemoraciones.
Posteriormente se dialogó con un periodista de una radio local, convocando a la comunidad a sostener su derecho a ser considerados partícipes del surgimiento y consolidación del país.

11 de abril:    Visita a la localidad de Casti con motivo de la festividad patronal. En la oportunidad se compartió el fundamento de la efeméride citada con un representante de la Policía de la zona y el Padre Pedro, a cargo de la catequesis en numerosas comunidades.
12 de abril:    Participó en el Programa Patio de tierra, conducido por Alfonso Yujra y Miguel Carlos por Radio Nacional La Quiaca. Se trataron temas históricos de la región puneña y se invitó a los artistas a presentar producciones sobre el aporte de Jujuy a la Independencia Argentina.

En todas las conferencias se repartieron reproducciones a color y en blanco y negro de las obras pictóricas presentadas y del cuadernillo El Clamor de la Puna para promover su reconocimiento a nivel nacional. También se entregaron copias de temas folklóricos históricos que exaltan la Gesta Güemesiana.

En B. Aires:
18 de abril:  Participó en el Foro La Mujer protagonista, realizado en un salón céntrico de la Ciudad de B Aires, integrando el Taller destinado a los Pueblos Originarios. En la oportunidad expresó la necesidad de reconocer la participación de los pueblos originarios en la lucha por la Independencia, comentando el episodio registrado en Yavi el 15 de noviembre de 1816. Este aspecto fue contemplado e incluido en las conclusiones del Foro.

*Lazos entre el Comandante y undador de la Orden Militar de Caballería Don Carlos Gustavo Lavado Roqué, y el Prócer Argentino General Don "Martín Miguel de Güemes". i. ISAAC3 ROQUÉ GÜEMES, b. 1846, Córdoba, Córdoba, Argentina; d. 29 de marzo 1920, Córdoba, Córdoba, Argentina. 10. ii. ENRIQUETA ROQUÉ GÜEMES, b. 1847, Córdoba, Córdoba, Argentina. iii. CONSTANCIA ROQUÉ GÜEMES, b. 10 1849, Córdoba, Córdoba, Argentina; m. PABLO C BELISLE, 09 Jun 1892, Córdoba, Córdoba, 

Manuel Ascencio Padilla de la ancestra familia del Comandante OCSSPSIL
S.E. Don Carlos María Padilla Roqué
S.E. Don Carlos María Padilla Roqué
S.E. Doña Alicia Nelson Padilla Roqué
S.E. Doña Justa Roqué de Padilla
S.E. Dr Don Carlos Lascano Padilla
S.E. Doña Amanda Padilla Roqué de Cabrera



No hay comentarios:

Ad Majorem Dei Gloriam

Ad Majorem Dei Gloriam
San Ignacio de Loyola

Archivo del blog