sábado, 10 de diciembre de 2011

La guerra encubierta de inteligencia contra Irán. Scott Stewart. Traducción del Cte My (R) Carlos G. Blanco, M.Sc.

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8 de diciembre de 2011

Ha habido muchos comentarios en la prensa últimamente sobre una "guerra fría" emprendida por los Estados Unidos, Israel y otros aliados de EE.UU. contra Irán. Esta lucha ciertamente está teniendo lugar, pero a fin de situar los recientes acontecimientos en perspectiva, es importante reconocer que la guerra encubierta de inteligencia contra Irán (y la respuesta iraní a esta guerra) claramente no es un fenómeno nuevo.



De hecho, STRATFOR ha hecho la crónica de esta lucha desde principios de 2007. Nuestra cobertura ha incluido el análisis de eventos tales como la deserción a Occidente de los funcionarios iraníes con conocimiento del programa nuclear de Teherán, la toma iraní de soldados británicos en el canal de Shatt al Arab, el asesinato de científicos nucleares iraníes, el uso del gusano Stuxnet para paralizar los esfuerzos iraníes de enriquecimiento de uranio, y los esfuerzos de Irán para armar a sus aliados y usarlos como una amenaza para contrarrestar la presión de Occidente. Estos poderes son más visibles en Irak y el Líbano, pero también existen en Yemen, Afganistán, Siria, los territorios palestinos, Arabia Saudita y otros estados del Golfo.

Mientras que la guerra encubierta de inteligencia ha estado en marcha desde hace muchos años, el ritmo de los eventos que pueden ser fácilmente identificados como parte de ella ha ido en aumento durante los últimos meses. Es importante señalar que muchos de esos eventos son el resultado de procesos ocultos que comenzaron meses o incluso años antes, por lo que mientras que los eventos visibles de hecho pueden estar aumentando, los esfuerzos responsables de muchos de ellos comenzaron a aumentar mucho antes. Lo que las actividades de los últimos meses nos dicen es que la guerra encubierta entre Irán y sus enemigos no disminuirá en el corto plazo. En todo caso, con la actual retirada de las tropas de EE.UU. de Irak y los esfuerzos nucleares de Irán continuando, probablemente veremos los resultados de más operaciones encubiertas - y la evidencia de la actividad clandestina requerida para apoyar esas operaciones.

Aumento hacia arriba. Todos los ojos estaban puestos en esta guerra encubierta de inteligencia después que “The New York Times” publicó un artículo el 15 de enero reportando que los Estados Unidos e Israel trabajaron juntos para crear y poner en marcha Stuxnet contra el programa nuclear iraní. Los eventos visibles relacionados con la guerra de inteligencia mantuvieron un ritmo relativamente constante hasta el 11 de octubre, cuando el Departamento de Justicia de EE.UU. anunció que dos hombres habían sido acusados ​​en Nueva York de participar en un complot de la Fuerza Quds de Irán para matar al embajador de Arabia Saudita ante los Estados Unidos, Adel al-Jubeir, en territorio de EE.UU.

A principios de noviembre, un nuevo informe de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) publicó detalles de los esfuerzos iraníes hacia un programa de armas nucleares. Si bien este informe no contiene ninguna revelación importante, contenía detalles nuevos y fue más explícito que los anteriores informes del AIEA en su conclusión de que Irán estaba trabajando activamente en un programa de armas nucleares. El informe de la AIEA dio lugar a una campaña israelí liderada por las relaciones diplomáticas y públicas instando a una acción más eficaz contra Irán, que vaya desde la aplicación de sanciones más estrictas a las operaciones militares.

Luego, en la tarde del 12 de noviembre, hubo explosiones en la base de misiles balísticos de un Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC) cerca de Teherán, matando a 17 personas, entre ellas un comandante de los Guardianes de la Revolución de alto rango que fue una figura fundamental en el programa de misiles balísticos de Irán. Irán ha insistido en que la explosión fue accidental, pero la especulación se ha extendido en el sentido que la explosión podría haber sido parte de una operación de sabotaje llevada a cabo por la inteligencia israelí. Los funcionarios israelíes de inteligencia también han hecho esfuerzos no tan sutiles para asegurar que los observadores externos crean que ellos fueron los responsables de las explosiones.

Más tarde, el 12 de noviembre, del Gobierno de Bahréin hizo público el descubrimiento de un supuesto complot que involucra al menos a cinco bahreiníes que viajaban a través de Siria y Qatar para llevar a cabo ataques contra objetivos gubernamentales y diplomáticos en Bahréin. Irán negó con vehemencia que estaba involucrado y retrató el complot como una mentira, tal como respondió a la supuesta conspiración contra el embajador de Arabia Saudita.

Al día siguiente, la prensa iraní informó de que Ahmad Rezai, el hijo de Mohsen Rezai - quien es el Secretario del Concejo de Conveniencia de Irán, un excomandante de los Guardianes de la Revolución y un aspirante a la presidencia - fue hallado muerto en un hotel de Dubái. El subjefe del Consejo de Conveniencia le dijo a la prensa iraní que la muerte del hijo era sospechosa y causada por choques eléctricos, mientras que otros informes retratan la muerte como un suicidio.

El 20 de noviembre, el diario “Los Ángeles Times” informó que funcionarios de inteligencia de EE.UU. confirmaron que la CIA había suspendido sus operaciones en el Líbano tras la detención de varias de sus fuentes, debido a que la destreza adquirida por la experiencia (típicamente clandestina) fue descuidada por parte de funcionarios de la CIA asignados a Beirut. Tras este informe, el Gobierno iraní anunció que había arrestado a 12 fuentes de la CIA, debido a errores en torno a esas destrezas. No hemos podido determinar si los informes sobre el Líbano son verdaderos, sólo mera desinformación de la CIA o un poco de ambos. Ciertamente, a la CIA le gustaría que los iraníes crean que ya no está activos en el Líbano. Incluso si estos informes son devaneos de la CIA, son muy interesantes a la luz del anuncio del 11 de octubre del plan del asesinato frustrado en los Estados Unidos y el anuncio del 12 de noviembre sobre las detenciones en Bahréin.

El 21 de noviembre, los Estados Unidos y el Reino Unido lanzaron una nueva oleada de sanciones contra Irán basada en el mencionado informe de la AIEA. Las nuevas sanciones se han diseñado para impactar la banca de Irán y el sector energético. De hecho, el Reino Unido tomó la medida sin precedentes de cortar totalmente al Banco Central de Irán del sector financiero británico. El gobierno canadiense emprendió una acción similar contra el Banco Central de Irán.

El 28 de noviembre, hubo informes no confirmados de prensa de una explosión en Isfahán, una de las mayores ciudades de Irán. Esos informes se hicieron eco más tarde por una fuente de STRATFOR en Israel, y las fuentes en EE.UU. han informado de que las explosiones se produjeron en Isfahán y que causaron un gran daño. Isfahán es el hogar de numerosos militares y centros de investigación y desarrollo, entre ellos algunos relacionados con los esfuerzos nucleares iraníes. No estamos seguros de cuáles instalaciones de Isfahán fueron dañadas por las explosiones y estamos tratando de identificarlas.

En otras partes el 28 de noviembre, el Consejo de Guardianes de Irán, una organización clerical que proporciona supervisión de la legislación aprobada por el Parlamento de Irán aprobó un proyecto de ley para expulsar al embajador británico y de rebaja de las relaciones diplomáticas entre los dos países. Al día siguiente, los manifestantes iraníes asaltaron la embajada británica en Teherán, junto con el complejo residencial de la Embajada Británica en la ciudad. La iracunda -y bien orquestada- turba protestaba por las sanciones anunciadas el 21 de noviembre. Las autoridades iraníes no impidieron que la turba asaltara la instalación.

El 1 de diciembre, la Unión Europea aprobó nuevas sanciones contra unos 180 individuos y empresas iraníes por el apoyo de Irán al terrorismo y su programa continuo de armas nucleares. La Unión Europea no aprobó una propuesta francesa de imponer un embargo total al petróleo iraní.

En las primeras horas del 4 de diciembre, un pequeño dispositivo explosivo improvisado detonó en una furgoneta aparcada cerca del edificio de la embajada británica en Manama, Bahréin. El dispositivo, que no era muy potente, causó pocos daños estructurales en el vehículo y no al edificio en sí.

Al día siguiente, un anónimo funcionario de EE.UU. confirmó los reportes del 4 de diciembre de varias agencias de noticias iraníes de que Irán había recuperado un vehículo aéreo no tripulado (UAV) tipo RQ-170 "Sentinel" en territorio iraní. Los informes de Irán afirmaron que las fuerzas iraníes fueron responsables de derribar el “Sentinel” - algunos incluso dijeron que los iraníes eran capaces de cortar el vínculo de comando del UAV. Los funcionarios de EE.UU. han negado esos informes, y es altamente improbable que Irán fuera capaz de tomar el control de un UAV y de recuperarlo intacto.

Panorama. Los Estados Unidos se encuentran actualmente en proceso de completar la retirada de sus fuerzas de combate de Irak. Con la destrucción de las fuerzas armadas iraquíes en 2003, los militares de EE.UU. se convirtieron en la única fuerza capaz de contrarrestar la fuerza militar convencional de Irán en la región del Golfo Pérsico. Debido a esto, la retirada de EE.UU. de Irak creará un vacío de poder que los iraníes están ansiosos por explotar. El potencial de Irán para controlar una esfera de influencia desde el oeste de Afganistán hasta el Mediterráneo es una perspectiva que no sólo asusta a los actores regionales, como Israel, Arabia Saudita y Turquía, sino también plantea serias preocupaciones en los Estados Unidos.

Como hemos señalado antes, no creemos que un ataque militar contra las instalaciones nucleares de Irán sea la única respuesta a la amenaza regional que representa Irán. El poder de Irán proviene de su capacidad de emplear sus fuerzas convencionales y no las armas nucleares. Por lo tanto, los golpes contra su programa de armas nucleares no afectarán las fuerzas convencionales de Irán o su capacidad para interferir el flujo de petróleo a través del Estrecho de Ormuz, mediante el uso de sus fuerzas convencionales asimétricamente contra el poder naval de EE.UU. y la navegación comercial. De hecho, cualquier ataque a Irán tendría que ser mucho más amplio que un simple ataque de una sola vez, como el ataque israelí de junio 1981 en Osirak, Irak, que paralizó el programa de armas nucleares de Saddam Hussein.

Debido a esta dificultad, hemos visto a los israelíes, los estadounidenses y sus aliados atacar a Irán a través de otros medios. En primer lugar, ellos están tratando de frenar la esfera de influencia de Irán, trabajando para derrocar al régimen sirio, limitando la influencia de Siria en Irak y controlando a Hezbollah en el Líbano. Además, están buscando atacar el programa nuclear de Irán coaccionando a los funcionarios para que defeccionen, asesinando a los científicos y desplegando armas de guerra cibernética como el gusano Stuxnet.

También es necesario reconocer que la acción encubierta no ocurre en el vacío. Cada actividad encubierta requiere una enorme cantidad de laboratorios clandestinos de inteligencia con el fin de planificar y ejecutar la misma. Con el pasar de tanta acción encubierta, la actividad clandestina llevada a cabo por todos los lados para apoyarlo es, evidentemente, enorme. Pero a medida que la frecuencia de esta actividad aumenta, puede descuidarse la seguridad de las fuentes.

Finalmente, al examinar esta campaña es notable observar que no sólo los enemigos de Irán están utilizando métodos encubiertos para realizar ataques contra el programa nuclear de Irán y sus capacidades militares, sino que también están desarrollando métodos nuevos y desconocidos para hacerlo. Y han mostrado su disposición a permitir que estas nuevas capacidades de ataque encubierto se dieran a conocer mediante su uso - lo que podría dejarlos inservibles para futuros ataques. Esta voluntad de utilizar fuertemente, en lugar de proteger, nuevas capacidades revolucionarias, ponen de relieve la importancia de esta campaña encubierta para los adversarios de Irán. También indica que probablemente veremos otras nuevas formas de guerra encubierta surgiendo en los próximos meses, junto con nuevas aplicaciones tácticas revolucionarias de las viejas formas.

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