Traducción del Cte My (R) Carlos G. Blanco, M.Sc.
Mientras aumenta el número de muertes de policías, ¿qué puede hacer usted ahora para estar a salvo? Es un año sangriento para los policías hasta el momento. A fines de junio, el total de muertes en actos del servicio en los EE.UU. subió un 8% con respecto al mismo período del año 2010, según cifras preliminares del Fondo Nacional para el Memorial de los Oficiales Encargados de Aplicar la Ley. Los asesinatos de oficiales por disparos siguen subiendo con un alarmante incremento de 38%. Si las tendencias se mantienen a través de la segunda mitad del año 2011, podríamos ver el mayor número de víctimas anuales en una década. ¿Qué factores conductistas pueden estar influyendo en este aumento preocupante? y, en concreto, ¿qué puede hacer ahora mismo para evitar lo más posible convertirse en una de esas sombrías estadísticas? Consultamos a tres entrenadores destacados, con credenciales en la Ciencia de la Fuerza, para obtener sus recomendaciones. Aquí está su compendio de medidas de seguridad proactiva que puede cumplir inmediatamente, sin costo alguno, y sin ningún entrenamiento complicado para protegerse y proteger a sus compañeros. Es una lista sin excusas, muy apropiada para reforzarlas.
1. Dr. Bill Lewinski, director ejecutivo del Instituto de Ciencias de la Fuerza y principal investigador de la dinámica humana implicada en encuentros letales. "Desde la perspectiva general de los tiroteos de este año, es posible identificar al menos algunos elementos críticos de la seguridad de los oficiales a los que han hecho caso omiso, que resultan en ser tomados por sorpresa y en posiciones insostenibles, por delincuentes que querían matarlos", señala Lewinski. "Usted no necesita ser paranoico para sobrevivir en la calle, pero sí necesita construir ciertas bases críticas de precaución en su repertorio de las que simplemente no debe apartarse en cualquiera de tus contactos". Entre ellos:
• Respete la velocidad de ataque. "El sospechoso promedio puede presentar un arma de fuego -desde un bolsillo, desde un cinturón, desde la consola del vehículo, desde su costado, por debajo de su cuerpo- y disparar en cualquier dirección en tan sólo una cuarta parte de un segundo. Eso es más rápido de lo que el oficial promedio puede disparar, incluso si su arma está apuntando al blanco, su dedo en el gatillo, y ya ha decidido hacer fuego. Eso es debido al tiempo que toma procesarlo mentalmente e impulsar una reacción a la acción del sospechoso". Cita casos del principio de este año en que los sospechosos fueron capaces de derribar con disparos a los oficiales en menos de un segundo; y en una confrontación dos agentes próximos de pie al parecer fueron asesinados en ese breve destello de tiempo antes que cualquiera pudiera responder. "Recordar el potencial de la velocidad de la luz de un ataque afectará todos sus comportamientos al acercarse y llegar al contacto con el sospechoso, desde su uso de la cubierta a su posición táctica, a sus comandos verbales, a su estado de alerta", dice Lewinski. "No importa si en un control de ruta usted se acerca desde el lado del conductor o del lado del pasajero, si se coloca directamente delante de la ventana del conductor o del pasajero y se vuelve un blanco fácil. Puede ser fusilado allí antes que pueda pestañear. "Del mismo modo, si no monitorea y controla las manos de un sospechoso desde el principio, usted sólo empeora su desventaja reactiva".
• "Leer" para vivir. Los experimentos de la Ciencia de la Fuerza en Irlanda del Norte han demostrado que los oficiales en mejores condiciones para defenderse por lo general son los que pueden "leer" con precisión el comportamiento sospechoso que preanuncia un ataque. "Los agentes más diestros, usando su entrenamiento y experiencia, tienden a saber dónde, cuándo y cómo va a desarrollarse una situación de amenaza", dice Lewinski. "Si usted está atento a los movimientos físicos y señales verbales, que a veces son sutiles, puede detectar y neutralizar o suprimir las amenazas potenciales antes de quedar atrapado detrás de la curva reaccionaria", dice Lewinski. "Esto requiere una evaluación continua de los sujetos y su entorno, evaluar qué están haciendo, qué están diciendo, dónde y cómo se están moviendo, y qué está pasando a su alrededor. Antes de asegurar o mantener el control, usted debe estar consciente y no en un estado de negación o desatención. Algunos oficiales, por desgracia, ni siquiera reconocen que algo tan evidente como un sujeto armado que se niega a cumplir órdenes es una fuerte señal de amenaza".
• Evite las trampas verbales. "Todos hemos visto videos de cámaras colocadas en el tablero de un patrullero en que oficiales de pie ordenan abiertamente y gritan repetidamente "¡suelte el arma!" a sujetos amenazantes, que no cumplen", dice Lewinski. "Los oficiales no están usando la fuerza letal cuyo uso está legalmente justificado, y no hacen algo más -como moverse para cubrirse o retirarse- para ganar una ventaja táctica. "Esos agentes quedan atrapados en un bucle verbal repetitivo porque perciben que están perdiendo el control de la situación y no pueden encontrar una salida. Están tácticamente congelados. No pueden pensar creativamente en el momento en que confrontan la posibilidad de su propia muerte, especialmente si nunca han estado en una situación similar antes. Su preparación debe venir antes del evento. Y eso significa experimentar una gran cantidad de escenarios realistas, de fuerza contra fuerza, realizados a la velocidad de un tiroteo, incluso si este entrenamiento tiene que hacerse en su tiempo personal. Esto incrustará opciones que se pueden suscitar cuando usted las necesite para que no sólo siga gritándole a un delincuente que no está escuchando".
• Entrene su mente. Un entrenamiento técnico de bajo costo, conducido fácilmente para superar la congelación táctica que le gusta a Lewinski, son los ejercicios encapuchados - si se hacen correctamente. "La idea no es que te bombardeen inmediatamente con esos estímulos intensos y desafiantes al punto que quedes abrumado por el miedo, y luego llamarlo ‘inoculación de estrés’. "El abordaje más productivo es empezar con escenarios que son menos urgentes, donde hay tiempo para practicar la lectura de una situación, evaluar el comportamiento del sospechoso, y luego tomar decisiones tácticas. A medida que se vuelve más diestro, sus socios de capacitación pueden empujar hacia la urgencia, introduciendo gradualmente más intensidad. El centro de gravedad no debe ser meramente infligir estrés. Debería ser su mente, logrando que sea apto para la evaluación rápida de situaciones, detectando amenazas potenciales o no, y empleando opciones apropiadas. Esto toma muchas exposiciones sobre una base continua, no sólo uno o dos ejercicios en el curso de un año".
2. Brian Willis, exoficial y ex instructor de Calgary (Alberta, Canadá), presidente de “Entrenando una Mente Ganadora” y analista certificado de la Ciencia de la Fuerza. Willis es líder en la campaña iniciada por la revista Law Enforcement para reducir el número anual de muertes de policías en este país a menos de 100, una meta que no se ha logrado desde 1944. El impulso ‘Por debajo de 100’ se centra en cinco principios básicos, conceptos simples que Willis refiere como la "fruta madura" de la modificación de la conducta en la aplicación de la ley - "cosas que cualquier funcionario puede hacer fácilmente como parte de su desempeño diario, que tendrá un profundo efecto acumulativo".
• Use el cinturón de seguridad. "Con los años, hemos utilizado la seguridad del oficial como una excusa para no usar la correa por miedo a ser atrapados en una emboscada", dice Willis. "En realidad, muy pocos o ninguno de los funcionarios han sido asesinados porque no pudieron liberarse del cinturón de seguridad rápidamente. Sin embargo, se confirmó que casi el 40% de los oficiales muertos en accidentes de tránsito, no llevaban puestos sus cinturones, y muchas de esas vidas perdidas, sin duda, podrían haber sido salvadas. El Gestor del Riesgo, Gordon Graham, ex integrante de la Patrulla de Caminos de California (CHiP, California Highway Patrol), estima que el fiel uso del cinturón de seguridad podría reducir de inmediato la cantidad de muertes en el servicio en al menos 30".
• Use su chaleco antibalas. "Más de 3.500 vidas de oficiales han sido salvadas por la armadura corporal blanda", dice Willis, "sin embargo, casi la mitad de todos los oficiales en servicio activo no siempre usan los chalecos. Incluso en las agencias con políticas de portación obligatoria; política que a menudo es ignorada y no se cumple". Un estudio reporta que la gran mayoría de las agencias (el 90%) no inspeccionan regularmente los chalecos de los agentes para garantizar que se ajusten y estén bien mantenidos, transmitiendo una actitud de indiferencia. "Necesitamos empezar a llamar a los oficiales que se presentan a primera obligación sin los chalecos e insistir en que tienen que ponérselos antes de salir a la calle", cree Willis.
• Tenga cuidado con su velocidad. Las víctimas policiales de accidentes de tráfico en realidad han bajado este año en comparación con el pasado, pero muchos policías aun "conducen demasiado rápido para atender llamadas que son de menor importancia en su naturaleza", dice Willis. "Cuatro de cada diez accidentes fatales de vehículos policiales involucran un solo vehículo que choca un objeto fijo fuera de la carretera, por lo general un cartel sobre exceso de velocidad, o va demasiado rápido para esas condiciones y pierde el control". A veces la víctima no es el conductor. Cita el caso en que un oficial conducía a 100 mph en una zona de 45 millas por hora, en respuesta a una llamada por robo. Chocó a un compañero que iba a pie recogiendo los restos de una colisión anterior y lo mató, antes de estrellarse contra un poste de teléfono. Ese oficial ya está cumpliendo una condena de 17 años de prisión.
• Decida "qué es importante ahora". Esta es la firma del concepto de Willis. "Implica sopesar continuamente sus opciones y determinar qué avanza mejor hacia sus metas", explica. "¿Usted se apresura a hacer un arresto o espera hasta tener refuerzos? ¿Usted pone fin a una persecución cuando el riesgo es demasiado grande, o continúa a pesar de ello? ¿Se compromete en una persecución a pie o en una vigilancia a pie? ¿Habla o pelea? ¿Cierra la brecha y usa el control de la mano vacía, o mantiene distancia y usa un arma intermedia? ¿Dispara o no? Decidir qué es lo más importante en este momento, dadas las circunstancias que está enfrentando, le permite dar prioridad a su comportamiento. Afecta todos los aspectos de su vida, en servicio o fuera de él".
• Recuerde: La complacencia mata. "Reflexione sobre la forma en que está haciendo el trabajo", sugiere Willis. "¿Qué se volvió "rutina" en sus prácticas? ¿Qué parece la complacencia en su vida, y cómo puede cambiar su forma de pensar para poder estar en patrulla activa en todo momento? Es auto-evaluación vital, que necesita ocurrir regularmente". Asimismo, insta a "prestar atención a los signos de la complacencia en los demás funcionarios y llevarlos a su atención. Hemos de cuidar lo suficiente el uno del otro para cuestionar los comportamientos peligrosos en lugar de dejarlos pasar. El comportamiento ignorado se vuelve comportamiento tolerado y los costos muy a menudo se anotan en la vida de los oficiales".
3. Bob "Coach" Lindsey, un analista certificado de la Ciencia de la Fuerza, coronel retirado del Jefferson Parish (LA) SO, y creador del popular curso de entrenamiento "Preparación mental para ganar y sobrevivir en servicio y fuera de servicio". En opinión de Lindsey, disminuir las muertes de oficiales se reduce a una simple pregunta: ¿Está usted dispuesto?
"Hoy en día", dice, "tenemos los oficiales mejor entrenados y mejor equipados de la historia. Cada uno de ellos puede llevar un cinturón de seguridad abrochado mientras el coche está en movimiento, puede usar un chaleco de protección aunque sea incómodo, puede estar atento a las señales del ataque que usualmente preceden a los actos violentos, puede intervenir para corregir los errores tácticos peligrosos de un compañero... pero hay una diferencia crítica entre capacidad y voluntad. "Tenemos la obligación profesional de estar dispuestos, la responsabilidad personal de ser nuestro propio mejor guardaespaldas. Nos vemos obligados a tener una mejor capacitación y más fuerte convicción que el adversario armado que confrontamos. Si ese adversario nos encuentra inseguros, no preparados para reaccionar, vacilantes, pero él está dispuesto a matar sin dudarlo, ¿quién va a ganar?
"Usted no tiene tiempo para decidir si está dispuesto en una situación amenazante para su vida. Usted debe hacerlo de antemano y repetidamente confirmar su determinación hablándose a si mismo, visualizando, planificando previamente, y dominando las opciones tácticas, como parte de su preparación para el combate". "La mayoría de los oficiales, Dios mediante, nunca enfrentarán un competencia letal. Sin embargo, todos debemos estar listos y dispuestos para cuando el momento llegue a fin de abordarlo, detener la amenaza y volver a casa sanos y salvos a nuestros seres queridos al final del turno".
¿Están su "control de la mirada y patrón de lectura" vinculado con su desempeño?
Los policías que son muy expertos en tratar con situaciones violentas, ¿evalúan visualmente escenas potencialmente amenazantes de una manera diferente que los oficiales menos hábiles? Los estudios sobre "el movimiento de ojos y los patrones de control de la mirada" de los profesionales versus los aficionados sugieren que puede ser el caso; un proyecto de investigación único lanzado en mayo por el Centro de Investigación de la Ciencia de la Fuerza confirmará si es así realmente. Si es así, FSRC espera determinar cómo pueden ser entrenados mejor los agentes menos competentes para emular a sus compañeros de elite y, por lo tanto, mejorar su nivel de desempeño.
Trabajando en Irlanda del Norte bajo los auspicios de FSRC, la Dra. Joan Vickers, reconocida investigadora del patrón de escaneo y comportamiento de la mirada, completó recientemente un estudio de investigación de 2 semanas de pruebas de campo, involucrando a cerca de 2 docenas de oficiales voluntarios.
La mitad de los sujetos eran miembros de la Unidad de Apoyo Móvil del Cuartel General, un equipo experto ERU de lucha contra el terrorismo de los Servicios de Policía de ese país, basada en Belfast. "Esos oficiales son consistentes ganadores de las competiciones internacionales de SWAT, y trabajan en un ambiente muy activo contra los grupos criminales organizados que están importando drogas y armas y cometen actos extremadamente violentos de terrorismo", dijo el Dr. Bill Lewinski, director ejecutivo de FSRC. “En la jurisdicción del equipo y sólo en los últimos pocos meses, los patrulleros con policías dentro han sido explosionados, estuvieron bajo fuego de francotiradores y fueron atacados con lanzagranadas". Los otros sujetos testeados eran oficiales "regulares" que recientemente completaron su entrenamiento en armas de fuego y toma de decisiones, pero no tienen una amplia experiencia tratando con las confrontaciones violentas de la vida real.
Uno a la vez, todos los oficiales fueron expuestos a una serie dinámica y realista de acción en vivo, escenarios de conflicto que les requería estar atentos a las posibles amenazas, evaluar si el comportamiento de alguno de los participantes requería una respuesta de fuerza letal, y luego reaccionar (disparando simuladamente) o no reaccionar apropiadamente. Los jugadores de rol en las situaciones "trabajaron durante semanas con un profesor de actuación para asegurar que cada escena fuera repetida constantemente para cada oficial", dice Lewinski. "Para que cada encuentro fuera lo más realista posible, no quisimos utilizar simulaciones computarizadas".
Antes de entrar en los escenarios, cada uno de los oficiales fue equipado con un rastreador móvil liviano de ojos diseñado para seguir sus movimientos oculares. Cámaras adicionales fueron colocadas para captar la escena en su conjunto y sus movimientos de tiro durante el despliegue de la acción. El rastreador de ojos de peso ligero identifica a dónde está mirando el usuario mediante el monitoreo del movimiento de la mira de la pupila del ojo, capturando la mirada cada 33,33 milisegundos y transmitiendo la información a una computadora que utiliza un software diseñado específicamente para los estudios de Vickers.
"En cualquier escenario complejo y en evolución, es imposible mirar a todos los elementos simultáneamente", explica Lewinski. "Hay que fijarse en las señales más críticas en el limitado tiempo disponible, explorando de lado a lado, arriba y abajo, y de cerca a lejos para obtener todo, y el cerebro trabaja con el ojo para procesar la información a fin de determinar qué parece ser lo más importante en lo cual centrarse.
"Mediante la coordinación de las imágenes con código de tiempo de varias cámaras diferentes, los investigadores pueden rastrear el movimiento de los ojos de cada oficial – qué miró él o ella, en qué orden y por cuánto tiempo leyeron las situaciones, tomaron decisiones con respecto a las respuestas de fuerza apropiada, y luego desplegaron o no la fuerza letal. Su centro de atención, posicionamiento del cuerpo, juicio, velocidad y precisión de disparo todos pueden ser evaluados".
Al analizar la enorme cantidad de datos recogidos, Vickers y su equipo de investigación tratará de identificar las diferencias en los patrones de exploración entre la "elite" y los oficiales "normales" y ver qué patrones parecen correlacionarse más estrechamente con el buen juicio, la velocidad, y la precisión - en síntesis, con desempeño exitoso.
El estudio, financiado por el Instituto de Ciencias de la Fuerza, y también con parte de una beca de investigación de la Federación de Policía de Inglaterra y Gales, "es la primera investigación amplia de los patrones de exploración de los policías", dice Lewinski. "Esto es abriendo nuevas e importantes bases que se espera tengan un impacto significativo en el entrenamiento y en la supervivencia del oficial".
Vickers fue elegida para dirigir el proyecto debido a su trabajo aclamado con atletas olímpicos y profesionales. Ella es directora del Laboratorio de Psicología Neuromotora en el Centro de Investigación en Kinesiología en la Universidad de Calgary en Alberta, Canadá.
Fue jugadora de voleibol de alto nivel y entrenadora. Y se sintió intrigada durante más de 20 años con la forma en que la selección visual se relaciona con el desempeño de las habilidades motrices. Trabajando con atletas en una amplia gama de deportes, como golf, baloncesto y hockey sobre hielo, ha documentado una relación entre ciertos patrones visuales -qué ven los atletas, cuándo lo ven y por cuánto tiempo- y el desempeño de primera categoría.
Una mirada ganadora o patrón de lectura en un entorno de alto estrés, competitivo, depende de tres elementos clave, dice ella:
1. La localización óptima para que los ojos se centren dentro del espacio de actuación. Esto varía, dependiendo de la actividad. El mejor lugar para centrarse, por ejemplo, para un golfista es la parte de atrás de la pelota, mientras que en el baloncesto es la parte frontal del aro.
2. El inicio óptimo o cuándo empiezan a concentrarse los ojos o fijarse en la ubicación óptima. "El tiempo es crucial", dice Vickers.
3. ¿Cuánto tiempo es mantenido el foco antes que ocurra una acción crítica o deje la localización óptima? En el golf, poniendo, por ejemplo, la mirada tiene que permanecer en la parte de atrás de la pelota durante el golpe y luego detenerse brevemente en el green. "La mayoría de los golfistas", dice ella, "no hacen esto consistentemente".
Uno de los resultados de los estudios anteriores de Vickers ha sido la identificación de lo que ella llama "el ojo tranquilo". Este es un período de concentración poco antes de la realización de un acto deportivo (un tiro de baloncesto o el swing del bateador) cuando el jugador es capaz de eliminar toda distracción y concentrarse plenamente en el objetivo que él o ella están a punto de pasar. "La duración tiende a ser más larga para los jugadores de elite", dice ella. La idea básica detrás del ojo tranquilo es que su cerebro necesita una ventana de tiempo para recibir la información correcta a fin de organizar el movimiento y entonces controlarlo mientras está ocurriendo".
Una vez que el patrón individual de los movimientos oculares es identificado y el patrón de control óptimo de la mirada para la actividad elegida, puede comenzar el entrenamiento para subsanar las deficiencias. Cuando un equipo de baloncesto de la universidad comenzó a entrenar de acuerdo a las recomendaciones de Vickers, el equipo de tiro libre mejoró la estadística de puntuación en la competencia en un 22%. "Normalmente, cuando entrena a atletas usando solamente técnicas fisiológicas o biomecánicas en el nivel más alto obtendrá una mejora sólo del 1% o 2%", dice ella. "La mayoría de los atletas no tienen un problema motriz. Tienen un problema de concentración y la combinación del entrenamiento del ojo tranquilo durante las prácticas activas lleva a mejoras mucho mayores en el desempeño de lo que se encuentra tradicionalmente".
Chuck Remsberg
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Lo que está en juego en la investigación de FSRC de Vickers, por supuesto, son vidas, no sólo puntos en un juego. La esperanza es que ella será capaz de encontrar una similitud susceptible de recibir capacitación en la forma cambiante más rápida, las escenas volátiles son visualmente analizadas por los oficiales que muestran el mejor criterio y la mejor capacidad de disparo.
"No podemos saber qué enseñar", dice Lewinski, "hasta que no sepamos qué está ocurriendo con los oficiales de élite altamente capacitados".
Él espera que el análisis inicial de los datos de Vickers tome por lo menos 9 meses. Después de eso, una segunda fase de la investigación se pondrá en marcha, para determinar cómo la información revelada podría ser mejor utilizada en el entrenamiento.
El Centro de Investigación de la Ciencia de la Fuerza está muy agradecido por la excelente cooperación del Jefe del Servicio de Policía de Irlanda del Norte (PSNI), Hugh Orde, la Federación de Policía de Irlanda del Norte, los miembros de la Unidad de Apoyo Móvil del Cuartel General y los oficiales alumnos del PSNI.
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