FAMILIA IGNACIANA
Imagen de San José realizada por mano de obra indígena |
"Más allá que los empresarios quieran comprar estas tierras y lo hagan con supuestos dueños que creo que no lo son. Pero bueno aquí podríamos discutir toda una vida.
Más allá que algunos empresarios quieran arreglar con los pobladores para que también quede algo para ellos.
Más allá de todo esto si tengo claro que el ‘monte no es negocio’.
¿Cuál es el problema entonces de frente a los que siguen avanzando y comprando estas tierras?
El problema es que nosotros no vivimos del monte, sino que vivimos en el monte, vivimos con el monte.
Para nosotros el monte no es un negocio, es nuestra vida.
Siglos atrás hubo una gran deforestación y poda de árboles en Santiago del Estero, y eso le cambio la cara a la provincia.
Le cambio el clima, y con el clima la flora y la fauna.
Le cambio el clima, y con el clima la flora y la fauna.
Quitamos los árboles y nos quedamos con el monte. Si ahora quitamos el monte, con qué nos vamos a quedar.
El monte no es buen negocio. Por eso si yo compro, tengo que quitarme de encima el monte para que me dé plata. Si quiero hacer negocio, el monte me molesta.
Cuando uno no es del monte (como es mi caso) y anda por el monte, ve todo igual. Mejor dicho más de una vez no vemos nada.
Cuando voy andando por las distintas comunidades de la parroquia y Pirincho (que es mi compañero de ruta y maestro para aprender a moverme en estos supuestos caminos) me acompaña y guía más de una vez me dice ‘seguí la huella’. Y yo lo miro con los ojos desorbitados por no ver ni una huella.
En cambio para los que son del monte, no solo ven la huella, sino que también saben sí paso alguien antes. Si ese que paso iba o venía, y no sé cuantas cosas más.
Andando por el monte, uno que no es del monte, ve todas las plantas iguales. En cambio para el que es del monte ve las diferencias y entonces ahí paramos para recoger ‘sombra de toro’ porque es buena para bajar el colesterol, o el ‘palo azul’ para los riñones, ‘cola de caballo’ que es un diurético, y así quien sabe cuantas más.
O como me decían el otro día en la localidad de Babilonia ‘nosotros cortamos solo el algarrobo y no el mistol y otros que son el alimento para nuestros animales’.
Pregunto ¿hace cuánto tiempo que necesitamos comprar alfalfa para dar de comer a nuestros animales? ¿No estamos necesitando cada vez más? Porqué será….
Yendo para Vilmer el camino está muy lindo, muy amplio, despejado a ambos lados del mismo.
Pero andando por ahí me sentí despojado, desnudo. Los que han abierto y desmotado todo, como si fuera una pista de aterrizaje, no han visto al monte, como me pasa a mí. Simplemente sacan lo que molesta.
Yo no veo el monte porque no nací en el monte, ellos no lo ven por sólo ven su futuro negocio.
Nosotros no vivimos del monte, vivimos con el monte. Y mi imaginario me aparece el cuento de Julio Cortázar, ‘Casa Tomada’; en donde casi sin darnos cuenta nos vamos quedando afuera, del otro lado del alambrado y mirando como extranjeros.
Y al monte le decimos y compartimos nuestro lema parroquial, el que hemos elegido para este año:"
CUENTO CONTIGO, CUENTA CONMIGO
Y el monte nos contesta:
Marcos Alemán s.j.
Párroco en San José de las Petacas
Boquerón, Departamento Copo
.
Articulo escrito bajo la protección del Art. 19 de la Declaración de Derechos Humanos, que estipula: "Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión". Declaración Universal de los Derechos Humanos; Asamblea General de la ONU el 10.12.1948".
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