Por ser padre agradecido
quiero cantarle a mi modo,
a quienes me dieron todo
en los años que he vivido,
son mis dos hijos queridos
que hoy son hombres de verdad,
pues han sabido enfrentar
a la vida con nobleza,
y eso me da la certeza
que algo les pude legar.-
De los dos nació primero
el que se llama Fernando,
y luego vino Alejandro
para ser su compañero,
de ellos tan solo espero
que lleven con altivez,
una vida de honradez
cultivada día a día,
y una bondad como guía
confirmada en la adultez.-
Por ser “gajos” de mi “rama”
hoy lucen sus bellas flores
y en sus variados colores,
al “árbol viejo” engalanan,
esas flores me regalan
el perfume puro y suave,
que cual canto de las aves
en la fronda de mi vida,
es la fragancia dormida
en el alma de este padre.-
Repaso
a veces las horas
en que niños los veía,
gozar la hermosa alegría
que en la niñez se atesora,
y en el recuerdo que aflora
de la mente de este viejo,
se hacen presentes consejos
que en ejemplos transforme,
para que ellos, alguna vez,
se vieran en ese espejo.-
Hoy tengo el alma contenta
por ser padre afortunado,
con dos hijos a mi lado
que valen mas de la cuenta,
ellos capearon tormentas
vientos, lluvias y aguaceros,
y con guapeza vencieron
los escollos de la vida,
y hoy son dos almas unidas
que con su amor me cubrieron.-
Te doy gracias Mi Señor
por los hijos que me has dado,
por tal me siento obligado
a elevarte una oración,
te pido en ella perdón
por mis errores paternos,
y si el fuego del averno
mis faltas quiere cobrar,
mis hijos lo han de apagar
con lluvia de amor eterno.-
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