sábado, 13 de mayo de 2017

GÓMEZ SUÁREZ DE FIGUEROA, MÁS CONOCIDO POR GARCILASO DE LA VEGA, LLAMADO EL INCA . ESCRITOR E HISTORIADOR NACIDO EN CUZCO EN 1539.


VETERANOS DE LA FRONTERA




El día 23 de abril de 1616 muere en Córdoba Gómez Suárez de Figueroa, más conocido por Garcilaso de la Vega, llamado El Inca, siendo enterrado en la Capilla de las ánimas de la Mezquita de Córdoba. Escritor e historiador nacido en Cuzco en 1539.

Era hijo del conquistador español Sebastián Garcilaso de la Vega y de la princesa incaica Isabel Chimpo Ocllo. Gracias a la privilegiada posición de su padre, que perteneció a la facción de Francisco Pizarro hasta que se pasó al bando del virrey La Gasca, el Inca Garcilaso de la Vega recibió en Cuzco una esmerada educación al lado de los hijos de Francisco y Gonzalo Pizarro, mestizos e ilegítimos como él. 

A los veintiún años se trasladó a España, donde siguió la carrera militar. Con el grado de capitán, participó en la represión de los moriscos de Granada, y más tarde combatió también en Italia, donde conoció al filósofo neoplatónico León Hebreo. En 1590, muy probablemente dolido por la poca consideración en que se le tenía en el ejército por su condición de mestizo, dejó las armas y entró en religión. Frecuentó los círculos humanísticos de Sevilla, Montilla y Córdoba y se volcó en el estudio de la historia y en la lectura de los poetas clásicos y renacentistas. Fruto de esas lecturas fue la traducción del italiano que el Inca Garcilaso hizo de los Diálogos de amor, de León Hebreo, que dio a conocer en Madrid el mismo año de su retiro. 

Siguiendo las corrientes humanistas en boga, Garcilaso el Inca inició un ambicioso y original proyecto historiográfico centrado en el pasado americano, y en especial en el del Perú. Considerado como el padre de las letras del continente, en 1605 dio a conocer en Lisboa su Historia de la Florida y jornada que a ella hizo el gobernador Hernando de Soto, título que quedó sintetizado en La Florida del Inca. La obra contiene la crónica de la expedición de aquel conquistador, de acuerdo con los relatos que recogió él mismo durante años, y defiende la legitimidad de imponer en aquellos territorios la soberanía española para someterlos a la jurisdicción cristiana. 

Por el heroísmo allí desplegado y las penalidades sufridas, la historia tenía harto aliciente para tentar a un escritor. Sorprende, no obstante, que Garcilaso lo eligiese, él que desconocía en absoluto aquel territorio y poseía en cambio tan directa información de su país natal, como mostraría después. El mismo Garcilaso se adelantó a explicarlo: la empresa de Soto le fue referida tan repetidamente por uno de sus participantes, que decidió exponerla por escrito, para lo que usó, además, de datos aportados por otros dos testigos. Lo hizo con bastante extensión (un libro por cada año) y mostró, sobre todo, sus dotes literarias acertando a reflejar la trágica belleza de aquel heroico intento. 

El título más célebre de Garcilaso el Inca, sin embargo, fueron los Comentarios reales. La primera parte de esta obra se publicó en la ciudad de Lisboa en 1609 y la segunda, que llevó el título puesto por los editores de Historia general del Perú, fue editada póstumamente en Córdoba (1617). Los Comentarios del Inca son una mezcla de autobiografía, reivindicación de su glorioso linaje e intento de dar una visión histórica del imperio incaico y su conquista por parte de los españoles. Esta conjunción de argumentos de diverso interés ha originado una larga polémica acerca de la verosimilitud histórica de los datos aportados por el Inca Garcilaso en sus escritos. En cambio, desde el punto de vista meramente literario, su prosa está considerada como una de las más elevadas manifestaciones de la lengua castellana y como una referencia inexcusable en la formación de una tradición literaria latinoamericana. 

Gómez Suárez de Figueroa, más conocido por Garcilaso de la Vega, llamado El Inca. Busto relazado por Miguel Baca Rossi. Instituto Nacional de cultura del Lima, Perú


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