VETERANOS DE LA FRONTERA
Una mujer en Darfur lamenta el aumento de las violaciones en el área del campamento de desplazados donde vive. Foto: UNAMID/Albert González Farran
03 de mayo, 2017 — Los supervivientes de violencia sexual en zonas de guerra han de ser reconocidos como víctimas de conflicto y terrorismo y no se les debe culpabilizar, estigmatizar o avergonzar, afirma un nuevo informe de Naciones Unidas que se presentará al Consejo de Seguridad.
El estudio sobre la violencia sexual como arma de guerra y terrorismo en los escenarios de conflicto analiza las tendencias actuales de ese flagelo y cita casos en diferentes países durante 2016.
El reporte, preparado por la representante especial de las Naciones Unidas sobre la violencia sexual en los conflictos, indica que “los agresores entienden que ese tipo de delito puede convertir a las víctimas en marginadas sociales, con lo que se destruyen los lazos de la familia y el parentesco que mantienen unidas a las comunidades”.
Entre sus recomendaciones, el documento llama a los líderes comunitarios y religiosos a afrontar normas sociales dañinas y a reorientar el estigma causado por la violación de las víctimas a los perpetradores. En caso contrario, los damnificados se enfrentan a represalias como los crímenes de "honor" o se suicidan.
El informe pone especial énfasis en la marginación de los niños nacidos tras una violación y aboga por su integración a la sociedad.
El reporte menciona el caso de Colombia y encomia al gobierno y a las FARC-EP por el hito histórico de colocar la justicia de género en el centro del proceso de paz.
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