La fractura hidráulica (fracking en inglés) es una técnica experimental empleada para explorar y explotar hidrocarburos de difícil acceso, como el gas y petróleo de esquistos. Sin embargo, es una técnica que implica riesgos muy altos para la salud de las personas y el medio ambiente. Según estudios sobre las posibilidades de extracción existen reservas en Argentina, Bolivia, Colombia, Venezuela, Brasil, Paraguay, Urugay, Chile y México, de los cuales Argentina, México y Brasil están en la lista de los 10 países con más recursos estimados. Nuestro Factsheet informa sobre esta técnica, su expansión en América Latina y sus riesgos y consecuencias. Además, da cuenta de algunas de las organizaciones que se han formado en contra de esta práctica. Por la Fundación Heinrich-Böll-Stiftung.
EJERCICIO DE
IMAGINACIÓN
Según la Administración
de Información Energética de Estados Unidos (EIA), varios países de América Latina
cuentan con un gran potencial de yacimientos de hidrocarburos no
convencionales, específicamente de lutitas. Según estudios sobre las
posibilidades de extracción existen reservas en Argentina,
Bolivia, Colombia, Venezuela, Brasil, Paraguay, Urugay, Chile y México, de los cuales Argentina, México y
Brasil están en la lista de los 10 países con más recursos estimados. Sin
embargo, estas cifras alegres son estimadas, basadas en interpretaciones
geológicas que no dan la certeza de que existen y, menos aún, de que se puedan
extraer. Es decir, los gobiernos de estos países están dispuestos a impulsar
una técnica experimental -el fracking- con fuertes impactos ambientales y
sociales como un acto de fe.
QUÉ ES EL FRACKING
El gas shale -o gas de pizarra
o de lutitase encuentra atrapado en sedimentos de rocas en las que abunda un
mineral llamado ”esquisto”, a
profundidades de mil a cinco mil metros.
Estos reservorios tienen rocas
con poros extremadamente pequeños, en donde los hidrocarburos se encuentran
alojados. Estas rocas prácticamente no tienen permeabilidad, esto significa que
no hay vías de comunicación entre los poros. Esta condición geofísica hace que
la única posibilidad de extraerlos sea provocando artificialmente un canal de
comunicación entre los poros, a fin de poder extraer los hidrocarburos allí
alojados. Este canal se provoca con la fractura hidráulica o fracking, y
permite que los hidrocarburos se desplacen hacia su interior.
El proceso
del fracking consiste
en perforar un pozo vertical hasta alcanzar la profundidad deseada, se realizan
varias perforaciones horizontales que pueden extenderse hasta 1.2 kilómetros.
Debido a la baja permeabilidad de la roca de esquisto, es necesario fracturar
–romper– la roca mediante la inyección de una mezcla de enormes cantidades de
agua, arena y sustancias químicas a elevada presión, para permitir el flujo y
salida del gas. De esta manera no convencional se pueden alcanzar formaciones
antes inaccesibles.
Después de fracturar y al
disminuir la presión de los equipos de bombeo, el gas liberado sale a la
superficie arrastrando gran parte de los fluidos inyectados. Entre 15 y 80% del
fluido, llamado flow back, se colecta en balsas de evaporación,
con el evidente peligro de contaminación atmosférica, es llevado por tanques
colectores para inyectarlo después en el subsuelo –con el riesgo de
contaminación de suelos– o para ser tratado en plantas de depuración pública,
que normalmente no están preparadas para procesar este tipo de residuos.
”CADA POZO REQUIERE ENTRE 9 Y
29 MILLONES DE LITROS DE AGUA.”
La parte no recuperada del
fluido permanece en el subsuelo, desde donde podría migrar hacia la superficie
o los acuíferos. El fluido es altamente tóxico y sigue
emergiendo en cantidades menores durante un período prolongado. La vida productiva estimada de un pozo
no convencional es de seis años, con una marcada caída de hasta 70% después del
primer año, lo que obliga a abrir constantemente nuevos pozos para garantizar
una producción estable. Cada pozo requiere entre 9 y 29 millones de litros de
agua.
RIESGOS
CONTAMINACIÓN DEL AGUA
El líquido que se inyecta se
filtra a los flujos de agua subterránea y superficial contaminándola, dejando a
las poblaciones sin agua potable. Por la cantidad de químicos, el agua
utilizada y que se recupera queda completamente inservible para otros usos.
CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA Y CALENTAMIENTO
GLOBAL
Durante la extracción, el
procesa- miento, almacena- miento, traslado y distribución se libera gas metano
que genera 21 veces más gases de efecto invernadero que el dióxido de carbono
(CO2).
AFECTACIONES A LA SALUD
Los químicos utilizados en el
líquido de perforación afectan directamente la piel, ojos, sistema respiratorio
y gas- trointestinal; al sistema nervioso, inmunológico, car- diovascular y los
riñones; provoca cáncer y mutaciones genéticas.
SISMOS Y CONTAMINACIÓN DE SUELOS
La reinyección de las aguas
residuales en el subsuelo está di- rectamente vinculada con la generación de
sismos, que pone en riesgo a la población y la infraestructura. Los químicos
con- tenidos en las aguas residuales contaminan los suelos y el subsuelo.
VIOLACIONES A LOS DERECHOS HUMANOS
El proceso vulnera la garantía
del derecho humano al agua y al saneamiento, a un medio ambiente sano, a la
salud, a la alimentación, a la vivienda, el derecho al acceso a la información,
al consentimiento previo, libre e informado, y a la participación, entre otros.
ALGUNAS
RESISTENCIAS
MÉXICO
Alianza Mexicana contra el
Fracking
http://www.nofrackingmexico.org/
http://www.nofrackingmexico.org/
ARGENTINA
BOLIVIA
AIDA - Asociación
Interamericana para la Defensa del Ambiente (ONG)
www.aida-americas.org/es
www.aida-americas.org/es
COLOMBIA
Censat Agua Viva (ONG)
www.censat.org
www.censat.org
Fuentes:
· Alianza Mexicana Contra el
Fracking (2014):
Pronunciamiento Latinoamericano #GlobalFrackdown?.http://nofrackingmexico.org/pronunciamientolatinoamericano-globalfrackdown/ (último acceso noviembre 18,2014)
· D’Elía, Eduardo y Ochandio,
Roberto (2014):
¿Qué es la fractura hidráulica o fracking? ¿Es una técnica experimental?
¿Cuáles son sus etapas y características? ¿Qué son los hidrocarburos no
convencionales? En: Bertinat et al. (2014): 20 Mitos y realidades del fracking.
Buenos Aires: El Colectivo.
· EIA
(2013): World Shale Gas
Map. http://www.eia.gov/analysis/studies/worldshalegas/images/ fig1map_large.jpg (último acceso
noviembre 18, 2014)
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