Los gobiernos deben aceptar que han perdido el debate sobre la legitimidad de la vigilancia masiva y modificar sus prácticas de supervisión de la recopilación de información de inteligencia, han manifestado Amnistía Internacional y Privacy International, en un informe titulado "Dos años después de Snowden: proteger los derechos humanos en una era de vigilancia masiva", advirtiendo que los gobiernos pretenden mantener y ampliar la vigilancia masiva, a pesar de que tribunales, parlamentos y órganos de derechos humanos han condenado la práctica por considerarla una violación de los derechos humanos. Por Amnistía Internacional, en un artículo tomado de Oximity.com.
Los gobiernos deben aceptar que han
perdido el debate sobre la legitimidad de la vigilancia masiva y modificar sus
prácticas de supervisión de la recopilación de información de inteligencia, han manifestado Amnistía Internacional y Privacy
International hoy, en un informe publicado dos años
después de que Edward Snowden destapara la red de
espionaje internacional de las agencias de inteligencia de Estados Unidos y
Reino Unido.
”El equilibrio de poder está
empezando a cambiar –ha dicho Edward Snowden en un artículo que han publicado
hoy periódicos de todo el mundo–. Con cada victoria en los tribunales, con cada
cambio en la ley, demostramos que los hechos son más convincentes que el miedo.”
En el informe, ”Dos años después de
Snowden: proteger los derechos humanos en una era de vigilancia masiva”, se advierte de
que los gobiernos pretenden mantener y ampliar la vigilancia masiva, a pesar de
que tribunales, parlamentos y órganos de derechos humanos han condenado la
práctica por considerarla una violación de los derechos humanos. Su publicación
se produce tras la aprobación esta misma semana por el Congreso de Estados Unidos de la Ley de Libertad, solitario y limitado ejemplo de
cancelación legislativa de poderes de vigilancia, sin precedente desde que
comenzaron las revelaciones de Snowden.
”Gracias a Edward Snowden, millones
de personas corrientes saben ahora que ni siquiera sus secretos más íntimos
están a salvo del fisgoneo de los gobiernos –ha señalado Carly Nyst,
directora de asuntos jurídicos de Privacy International–. Los organismos de
expertos internacionales no lo podrían haber dicho más claro: la vigilancia
masiva e indiscriminada de las comunicaciones es una violación de los derechos
humanos. El juego ha terminado y ha llegado el momento de que los gobiernos
modifiquen sus programas de vigilancia masiva e indiscriminada.”
”Es decepcionante
que los gobiernos no hayan admitido que la vigilancia masiva viola los derechos
humanos –ha afirmado Sherif Elsayed-Ali, director adjunto de Asuntos Globales
de Amnistía Internacional–. Aunque la aprobación de la Ley de Libertad de
Estados Unidos muestra que es posible reducir la vigilancia, las perspectivas
de aprobación de poderes de espionaje aún más intrusivos en Francia y Reino
Unido pone de manifiesto que el ansia de los gobiernos por obtener cada vez más
información sobre nuestra vida privada es insaciable.”
Los gobiernos desafían a la opinión pública
ampliando la vigilancia
Durante
los dos últimos años, tribunales, comisiones de investigación parlamentarias y
expertos en derecho y tecnología designados por gobiernos e instituciones
internacionales, como el Consejo de Europa y las Naciones Unidas, han condenado
la vigilancia masiva por considerar que es excesiva y que constituye una
violación de los derechos humanos.
En el
informe se advierte de que, desafiando la condena mundial, los programas de
espionaje de Reino Unido y Estados Unidos continúan envueltos en el secreto,
mientras que varios gobiernos más están intentando adquirir nuevos poderes de
vigilancia propios.
Dinamarca,
Finlandia, Francia, Países Bajos, Pakistán y Suiza han sometido a debate o se
disponen a presentar nuevos proyectos de ley sobre la información de inteligencia
que aumentarán su capacidad para espiar las comunicaciones en sus respectivos
países y fuera de ellos. Esta
misma semana, el Senado francés ha sometido a votación un nuevo proyecto de ley
que aumenta enormemente los poderes de vigilancia de las autoridades.
También
se advierte en el informe de que los avances tecnológicos harán que la
tecnología de vigilancia sea más barata y más potente y esté más extendida. Es
probable que, en el futuro, la capacidad que actualmente sólo tienen las
agencias de inteligencia de Estados Unidos y Reino Unido la puedan adquirir
también en gran parte muchos otros países.
Plan de siete puntos para proteger los
derechos humanos en la era digital
Amnistía
Internacional y Privacy International han presentado hoy un plan de siete
puntos, en el que piden a los gobiernos que apliquen sistemas de control y
salvaguardia a la vigilancia, incluidos control judicial y supervisión
parlamentaria adecuados.
Los
grupos de derechos humanos esperan que la vigilancia de las comunicaciones se
mantenga dentro de los límites del derecho internacional de los derechos
humanos, para lo cual deberá reunir necesariamente las condiciones siguientes:
·
ser específica, estar basada en pruebas suficientes de
infracción y estar autorizada por una autoridad totalmente independiente, como
un juez;
·
ser supervisada por medio de procesos parlamentarios y
judiciales transparentes e independientes;
·
regirse por normas y políticas suficientemente detalladas y
disponibles públicamente.
Los
grupos de derechos humanos piden también a las poderosas empresas de
telecomunicaciones e Internet que tomen aún más medidas para proteger las
comunicaciones telefónicas y de Internet de los miles de millones de personas a
las que prestan servicio frente a la vigilancia invasiva y los ataques
delictivos. Las empresas deben invertir en nuevos y mejores sistemas de cifrado
y otras tecnologías de protección de la privacidad para garantizar la seguridad
y el anonimato de los datos, e informar a los usuarios en caso de que la ley
les obligue a comunicar sus datos al gobierno.
”Las
empresas tecnológicas debe tomar aún más medidas para proteger la privacidad y
la libertad de expresión de sus usuarios online –ha señalado Sherif
Elsayed-Ali–. Aunque algunas grandes empresas, como Apple y Google, han
comenzado a adoptar normas de cifrado más estrictas, otras les van muy a la
zaga. Las empresas tecnológicas tienen que introducir el cifrado de extremo a
extremo en sus servicios por defecto, siempre que sea posible.”
”El
debate sobre la legitimidad de la recopilación de comunicaciones en masa está
ya cerrado: es una violación de los derechos humanos y del derecho
internacional –ha añadido Carly Nyst–. Se debe poner fin a la vigilancia masiva
y sustituirla por medias específicas, por las que se rindan cuentas y que
respeten los derechos humanos.”
Nota:
·
Edward Snowden intervino en un acto de Amnistía Internacional
Reino Unido vía skype en junio de 2015 con motivo del segundo aniversario de
que acaparara la atención internacional al destapar la red de espionaje
internacional de las agencias de inteligencia de Estados Unidos y Reino Unido.
© Rudi Netto
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