En Washington todavía no hay acuerdo sobre cómo abordar la situación de Siria en lo relativo a la participación directa de Rusia en el combate. La mayoría de los análisis parecen estar más cerca de las conjeturas de inteligencia que de información confiable.
Algunos analistas no ven nada nuevo en el comportamiento de la Administración Obama en su política hacia Siria, que lleva ya más de cuatro años.
Muchos especialistas sugieren que este silencio puede atribuirse –en parte– a una especie de acuerdo tácito que da a Rusia vía libre en Siria para que Moscú acepte una futura gestión de Washington en la reconstrucción política y económica de Irak, luego de que los rusos hagan el trabajo sucio que esta vez no desea realizar EEUU con los terroristas del ISIS.
Otros dan a la Administración del presidente Barack Obama el beneficio de la duda, creyendo que Washington está empujando a Rusia a una "futura y terrible pesadilla" que dañaría la imagen de su enemigo histórico.
Un tercer grupo de analistas sostiene que con los movimientos de Obama quedaran expuestas las ambiciones regionales de Irán y los consecuentes temores de los cristianos de Oriente Medio y las minorías étnicas que sufren la brutalidad tanto de islamistas sunitas del ISIS como de chiitas de Hezbollah, por lo que Washington estaría dispuesto a permitir mañana, en la reunión de Viena, que Moscú y Teherán aseguren a Bashar al Assad una salida honorable –por medio de elecciones– en la que pueda mantener algunos referentes de su infraestructura familiar y del partido Baasista en un futuro gobierno de posguerra civil.
Prof. George Chaya (BA) in History on Middle East. Consultant on Middle East and Latin America. Diplomado en Relaciones Internacionales (ISID-IPED, Argentina / Brasil). Diplomado en Seguridad y Prevención del Terrorismo (ISID-IPED, Argentina / Brasil). Diplomado en Periodismo Responsable en Zonas de Conflicto por The Internacional Institute of Leadership.
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